Mar Abr 16, 2024
16 abril, 2024

La pandemia sigue creciendo

Esta semana, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la pandemia provocada por el covid 19 (coronavirus) “se está acelerando” [1].

Por Alejandro Iturbe

En una conferencia de prensa, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general del OMS informó que hubo “un millón de casos registrados en solamente ocho días”. El pasado domingo fue el día de mayor cantidad de nuevos contagios detectados con 183.020 casos. Desde su inicio, se han contabilizado casi 9.000.000 de contagios y 460.000 muertos.

Brasil es el país en el que esta aceleración es más evidente: 54.771 nuevos registros ese domingo; seguido de Estados Unidos (36.617) y la India (15.400). Pero se ha expresado en muchos países: Alemania, Portugal, Perú, Colombia, México, etc. En China, país que llevaba varias semanas sin registrar nuevos contagios, se produjeron 137 nuevos casos, la mayoría de ellos relacionados con un mercado distribuidor de frutas y verduras de Beijing [2].

Los sistema sanitarios de algunos países, como el de Bolivia, están colapsando y se suman a otros en que las personas comienzan a morir en las calles, esperando un lugar en los hospitales para internarse [3].

El director de la OMS alertó que la pandemia “va a matar a millones de personas porque no estamos preparados”.  Su conclusión  fue: “Sabemos que la pandemia es mucho más que una crisis sanitaria, es una crisis económica, social y, en muchos países, política. Sus efectos se sentirán durante décadas” [4].

¿Por qué la pandemia se acelera?

Las pandemias se producen por oleadas: durante todo el primer período de la enfermedad, la persona contagiada transmite el virus del coronavirus a otras aunque sea asintomática o con síntomas leves y, por lo tanto, no han sido registrados ni se han tomado las precauciones de aislamiento necesario. Según un estudio del Departamento de Epidemiología de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, por cada caso registrado, existen entre 7 y 10 no registrados con potencial de contagio y así se va ampliando el círculo, [5].

Lo cierto es que el combate que libraron los diferentes gobiernos burgueses hasta ahora se ha mostrado ineficaz por una razón central: en él siempre dominó la defensa del interés y las ganancias de la burguesía por sobre la defensa profunda de la salud de la población.

La pandemia del coronavirus y las medidas de restricción que se tomaron (incluso parciales) hicieron dar un salto a la recesión que ya se anticipaba desde el año pasado. En un artículo sobre este tema analizamos las perspectivas generales y de los principales países Allí se analizaba los siguientes datos de caídas del PIB en el primer trimestre: EEUU, 1,2% (4,8 anualizado); China, 6,8; en Europa, las autoridades alemanas divulgaron previsión de recesión anual de 6,3%; Francia, Italia y España (en orden decreciente de tamaño del PIB) divulgaron números oficiales con contracciones de 5,8%, 4,7% y 5,2%, respectivamente [6]. En Brasil, la caída había sido de 1,5% en el primer trimestre y una previsión de 5,9 en el año [7].

Ahora, preocupados con esas ganancias burguesas y su caída ante las medidas de restricción, los gobiernos han comenzado a levantar esas medidas sin haber derrotado la pandemia. Esta es la razón de fondo de la aceleración de la pandemia: la avidez de ganancia de la burguesía, aunque esta sea al costo de la vida de millares de trabajadores.

De modo explícito (Estado Unidos, Brasil) o encubierto (Argentina) los gobiernos burgueses aplicaron la premisa que expresó un empresario brasileño: “el país no puede parar por algunos miles de muertos”.

No es un rayo en cielo sereno

Pero esta aceleración de la pandemia no parte de cero sino de un atraso en el combate contra ella, en los meses previos. No hablemos ya de los países cuyos gobiernos subestimaron la pandemia  (“es una gripecita” dijo Jair Bolsonaro), no la combatieron e incluso boicotearon el combate, como Estados Unidos y Brasil que, naturalmente, registran las peores cifras el mundo. Esto también se produjo en países que sí adoptaron un plan de acción, como Argentina.

Ahí entra lo que el director del OMS llama “no estar preparados”. Porque la pandemia se produjo en momentos en que, por políticas de los gobiernos burgueses,  los sistemas de salud pública vienen siendo desfinanciados, deteriorados y debilitados en todo el  mundo en beneficio de la actividad privada y en medio de un ´proceso más estructural de utilización de la salud como negocio.

Parte de ello ha sido que, incluso en países con cuarentena dura, no se ha  invertido lo necesario en test masivos, sin los cuales la cuarentena pierde parte importante de su efectividad. En Argentina, con un plan gubernamental de combate a la pandemia se habían realizado la mitad de testes necesarios solo para detectar los casos que, según la estimación del estudio ya citado, se habrían producido en el país [8]. No hablemos ya de Brasil, considerado uno de los países que menos testes realiza en el mundo por millón de habitantes [9].

Se abrió un gran negocio para las clínicas y laboratorios privados. Pero en Argentina, un teste así realizado costaba entre 50 y 120 dólares; en Brasil, entre 30 y 70; en México se llegó a cobrar 600 y en Estados Unidos trepaban a precios de entre 1.000 y 4.000 dólares. Precios inaccesibles para la mayoría de las familias trabajadoras en un escenario en que los planes médicos no cubren ese costo.

La clase trabajadora es la más sufre

No es casual que sean la clase trabajadora y lo sectores populares los que más sufren esta aceleración de la pandemia. Hemos visto el caso de los trabajadores de la carne en Alemania. En Alemania, el caso más notorio de esta aceleración de la pandemia ha sido el de una planta procesadora de carne donde se contagiaron 650 de sus mil trabajadores [10]. Otro ejemplo lo vemos en Costa Rica donde la cantidad de casos se duplicaron el último mes. El ministro costarricense de Salud, Daniel Salas, reconoció: “En estos momentos estamos en la segunda ola pandémica (…) Tiene características diferentes a la primera. Estamos teniendo una focalización importante en trabajadores del sector agrícola, empresas empacadoras y con riesgo en el sector de la construcción” [11].

Las burguesías y sus gobiernos pretendieron enfrentar la pandemia con sistemas de salud deteriorados y sin realizar la inversión que la gravedad requería. Junto con esto,  pusieron a la clase obrera en la primera línea de riesgo al dejar que muchas empresas “imprescindibles” trabajaran sin garantizar las condiciones básicas de salubridad y los elementos de protección necesarios e hicieron la vista gorda ante muchas empresas “no imprescindibles” que obligaban a muchos de sus obreros a tener que trabajar. Finalmente, dejaron correr, avalaron e incluso impulsaron los despidos, suspensiones, rebajas salariales y eliminación de conquistas históricas [12]. Muchos gobiernos aprovecharon además para avanzar en medidas bonapartistas, aumento del control policial de la población y represión a manifestaciones, con la justificación del combate a la pandemia.

En este marco, se están produciendo crisis políticas derivadas de la situación resultante de la pandemia. Esta es muy evidente en el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil o en el debilitamiento del gobierno de Trump. Pero también se produce, de modo más atenuado, en Argentina, como muestra el conflicto entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires (kirchnerista) y el de la Ciudad de Buenos Aires sobre si volver o no a la fase 1 (la más restrictiva) de la cuarentena.

¿Cómo enfrentar esta realidad?

Tal cómo afirmó Martín Hernández en un artículo publicado en esta página y en la entrevista que realizó el canal de la LIT-CI [13] la gravedad de la situación exigiría el desarrollo de una verdadera guerra contra la pandemia que, como en toda situación de guerra, los gobiernos pusieran todos los recursos económicos de un país al servicio de este combate. Fue lo que hizo el gobierno soviético, encabezado por Lenin y Trotsky, frente a la pandemia de gripe española de 1918, a pesar de los escasos recursos del país. Ese es el sentido de la lucha por el derecho a la cuarentena para los trabajadores que plantea el artículo “Las dos pestes del capitalismo”  [14].

El problema es que no es eso lo que están haciendo las burguesías y sus gobiernos. Además de una “guerra” ciertamente limitada en su financiación, atacan a los trabajadores, dejan sin ayuda a los barrios que no tienen las condiciones mínimas de aplicar una cuarentena saludable, dejan librados a su suerte a los muchos cuentapropistas informales y también a los pequeños propietarios que comienzan a quebrar, reprimen los reclamos, etc. Ahora, han comenzado la “reabertura” y, con ello, han generado la aceleración de la pandemia.

Por eso, los trabajadores y los sectores populares comienzan a salir las calles, se reabren algunos procesos revolucionaros que existían antes de la pandemia o se abren otros nuevos. Hong Kong, Líbano y, principalmente, Estados Unidos son una muestra de ello [15]. En varios países, la lucha por el asesinato de George Floyd tuvo repercusiones en importantes manifestaciones contra el racismo y la represión.

Es imprescindible impulsar y participar de estas luchas porque ellas marcan el camino que debemos encarar para enfrentar las dos pestes a que nos condena el capitalismo-imperialista: el deterioro constante de las condiciones de vida y su agravamiento con la pandemia.

Tal como señala el artículo “Las dos pestes…” cada vez se hace más actual la alternativa de Socialismo o Barbarie [capitalista]. Por eso, para nosotros, son luchas que deben desarrollarse en la perspectiva de la revolución obrera y socialista, el único camino real para aplicar una cuarentena efectiva y planificada, como parte de una verdadera guerra a la catástrofe que representa la pandemia.

Notas:

[1] https://www.pagina12.com.ar/273849-coronavirus-se-registro-el-mayor-aumento-de-casos-diarios-en

 

[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53063730

 

[3] https://www.cronista.com/internacionales/Colapsa-el-sistema-de-salud-en-Bolivia-20200616-0040.html

 

[4] Ver nota [1]

 

[5] https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2020/03/22/cuantos-casos-de-coronavirus-hay-realmente-en-mexico/

 

[6] https://litci.org/es/menu/economia/ya-llego-la-recesion-y-despues/

 

[7] https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/economia/noticia/2020-05/el-mercado-financiero-pronostica-caida-del-589-en-el-pib-brasil-2020

 

[8] https://www.impulsonegocios.com/argentina-cuantos-test-de-coronavirus-se-realizaron-hasta-el-momento/

 

[9] https://www.bbc.com/portuguese/internacional-52383539

 

[10] https://www.dw.com/es/rebrote-en-alemania-m%C3%A1s-de-650-infectados-de-coronavirus-en-una-f%C3%A1brica-de-carne/a-53848869

 

[11] https://www.elpais.cr/2020/06/15/el-rebrote-del-coronavirus-en-varios-paises-pone-en-alerta-al-mundo/

 

[11] Sobre este punto, ver https://litci.org/es/menu/economia/un-presente-muy-duro-y-un-futuro-aun-peor-para-los-trabajadores/

[13] Ver https://litci.org/es/menu/teoria/historia/covid-19-capitalismo-guerras-revolucion/ y https://litci.org/es/menu/especial/coronavirus/aqui-puedes-ver-la-charla-con-martin-hernandez-sobre-coronavirus-guerras-y-revoluciones/

[14] https://litci.org/es/menu/economia/las-dos-pestes-del-capitalismo/

[15] Ver https://litci.org/es/menu/mundo/asia/china/se-reanuda-la-lucha-en-hong-kong/; https://litci.org/es/menu/movimiento-obrero/la-vuelta-de-la-revolucion-libanesa/ y https://litci.org/es/menu/mundo/norteamerica/estados-unidos/un-proceso-revolucionario-sacude-estados-unidos/

 

 

 

 

 

 

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