Sáb Sep 07, 2024
7 septiembre, 2024

El año en que pasó de todo

Al comenzar a escribir el tradicional resumen de lo que sucedió en el mundo en este año que termina, y cómo lo reflejamos en nuestra página, nos surge una primera conclusión: vivimos una época agitada y los años anteriores fueron intensos para la Humanidad. Pero este año se superó y no nos dio un instante de respiro: una guerra en Europa, tensiones crecientes en el mundo, numerosas huelgas obreras contra los efectos de la inflación persistente y los ataques de los gobiernos, rebeliones y procesos revolucionarios en varios países del mundo y, como si esto no fuera suficiente, un coronavirus que, a través de sus permanentes mutaciones, llegó para quedarse.

Por LIT-CI

Comencemos por el tema del coronavirus. A inicios del 2022, la mayoría de los gobiernos del mundo “decretaron” el “fin de la pandemia”, al mismo tiempo que una nueva variante (la Omicron) se diseminaba con un alto nivel de contagios[1]. Esta política era la continuidad lógica de la de “normalización” de la pandemia y la necesidad de retomar a pleno la actividad económica y, con ello, los niveles “normales” de explotación de los trabajadores y la generación de ganancias.

Entonces la pandemia pasaba a ser “endemia” (una enfermedad crónica pero estable en su impacto) y el Covid una “gripe fuerte”: una nueva enfermedad crónica pasó a ser parte de los riesgos y sufrimientos cotidianos de los trabajadores con un alto y persistente número de contagios[2]. La combinación entre la acelerada destrucción de la naturaleza que realiza el capitalismo, la alta concentración de población y su cercanía con animales “puente” de las zoonosis (enfermedades que se transmiten de los animales a los seres humanos) prepara inevitablemente nuevas pandemias. No es una conclusión nuestra: lo dicen numerosos especialistas y los propios organismos internacionales, como la OMS[3]

En el terreno de la economía mundial, en 2021, los gobiernos burgueses y la prensa capitalista anunciaron a los cuatro vientos que, “ahora sí”, comenzaba la gran recuperación y el crecimiento económico. Ya en 2021, consideramos que, en realidad, se trataba de una recuperación anémica y de bajo vuelo que se iba a frenar más o menos rápidamente. Además, venía marcada por una alta inflación en todo el mundo. La realidad confirmó este pronóstico. Ambos componentes se vieron agravados por las consecuencias de la guerra en Ucrania[4].

Las huelgas obreras

Protestas en Gran Bretaña

Más allá del debate sobre si ya estamos en una recesión de las principales economías del mundo o nos acercamos a ella, lo cierto es que la alta inflación golpea duramente el salario y el nivel de vida de los trabajadores en el mundo. Un golpe que continúa los recibidos durante la pandemia y, además, se combina con los ataques que representan los planes de ajuste implementados por los gobiernos y los efectos de las privatizaciones (totales o parciales) y las reducciones de servicios públicos.

Frente a estos ataques, 2022 nos mostró la confirmación y el crecimiento de una tendencia que ya anunciaba el año anterior: el ingreso creciente de la clase trabajadora a la lucha, desde sus estructuras. La lista de huelgas por el mundo es muy larga y extendida[5]. En este marco, nos parece que el epicentro se ubicó en los trabajadores europeos y, dentro de ellos, en los trabajadores británicos.

En Gran Bretaña, el detonante fue el aumento de los ataques gubernamentales a los servicios públicos, como el transporte y la salud, con privatizaciones y reducciones. El punto de partida fue la huelga de los trabajadores ferroviarios y, a partir de allí, una sucesión de otras huelgas que hoy tiene su centro en los trabajadores de los hospitales y el sistema de salud[6]. Existe una dinámica de huelga general que las diferentes burocracias sindicales tratan de evitar, de diversas maneras. Lo cierto es que esta oleada de luchas se combina con una crisis dentro de la burguesía por las consecuencias del Brexit y esa combinación ya provocó la caída del gobierno de Boris Johnson[7] y el rapidísimo desgaste y salida del de Elizabeth Truss[8].

El epicentro de estas huelgas y luchas obreras ha sido Gran Bretaña. Pero ella ha tenido expresiones en muchos países, incluso aquellos que no viven un proceso general de luchas. Por ejemplo, en Brasil, se desarrolló una durísima lucha de los trabajadores de la Compañía Siderúrgica Nacional – CSN (una de las principales empresas del país con miles de obreros) por un nuevo convenio salarial. En el medio, la lucha se agudizó porque la empresa despidió a la comisión que los obreros habían elegido para negociar (finalmente fueron reincorporados)[9].

Lo importante de todo el proceso es que, en las elecciones del sindicato (abarca también otras fábricas de la región), los trabajadores eligieron una nueva dirección basada en la vanguardia de la lucha. Así dieron un primer paso muy importante en una tarea que se presenta como urgente para la mayoría de los trabajadores en el mundo: reemplazar a la burocracia sindical (que traiciona abiertamente las luchas o las encabeza para aislarlas y frenarlas) por nuevos dirigentes surgidos de la lucha. En ese marco, nuestra sección en Brasil, avanzó en su influencia entre los trabajadores de la CSN y la ciudad de Volta Redonda[10].

Esta serie de huelgas se produce por objetivos económicos o defensivos, pero tiene una profunda significación política, porque apunta contra el corazón de políticas centrales de las burguesías y gobiernos: por un lado, reducir el salario y empeorar las condiciones laborales y, por el otro, privatizar o reducir los servicios públicos, como el transporte y la salud.

En un balance de 2022 y sus perspectivas para el año próximo, un elemento central para la LIT-CI es que nuestra clase está comenzando a luchar desde sus estructuras, con su organización y sus métodos. Por eso, es una tarea central ligarnos e intervenir en ese proceso para impulsar su avance y su desarrollo. Al mismo tiempo, como vimos en el ejemplo de la CSN, la clase obrera es el centro donde queremos construirnos.

Las rebeliones en el mundo

Protestas en Kazajistan

Pero no solo hubo muchas huelgas, sino varias rebeliones populares de importancia, algunas de las cuales se elevaron al nivel de verdaderos procesos revolucionarios. Fue el caso de Sri Lanka (ex Ceylán) un país insular, al sur de la India. Allí una persistente oleada de movilizaciones y huelgas obligó a renunciar y a huir del país al odiado presidente Gotabaya Rajapaksa (electo hace unos años por amplia mayoría del voto popular) y dejó muy golpeado al régimen político que encabezaba junto con su hermano Mahinde[11]. Si bien Sri Lanka es un país relativamente pequeño y poco conocido en el mundo, tiene significación para los trotskistas porque décadas pasadas una organización de ese origen (el LSSP) tuvo un gran peso en los procesos de lucha[12].

Un impacto internacional mucho mayor tuvo la rebelión que se desarrolla en Irán en respuesta al asesinato de una joven kurda por parte de un agente de la llamada Policía de la Moral, por “no llevar correctamente el jihab” (un pañuelo tradicional que usan las mujeres musulmanas). La respuesta a este hecho fue el detonante del estallido de una gran bronca acumulada contra la dictadura clerical de los ayatolás y se transformó en una rebelión nacional contra el régimen que continúa, a pesar de la durísima represión[13]. La movilización consiguió un primer triunfo porque el régimen anunció la disolución de la odiada Policía de la Moral[14].

Ya en el terreno de los “gigantes”, en noviembre, se produjeron numerosas luchas y movilizaciones obreras y populares extendidas por gran parte de China a las que, por su importancia internacional, les dedicamos varios artículos[15]. El detonante fue el hartazgo de los trabajadores y el pueblo chino contra las asfixiantes medidas de la política llamada “Covid 0”, aplicada por la dictadura capitalista del PC chino como una herramienta represiva al servicio de mantener los altísimos niveles de explotación a que somete a la clase obrera de su país. Pero esto fue solo la chispa que encendió el “pasto seco” de las broncas acumuladas contra este régimen y la dinámica del movimiento apunta directamente contra él. Consciente de ese peligro, la dictadura dio un paso atrás y eliminó algunas de las medidas más irritantes. En este sentido, podemos considerar que la oleada de rebelión obtuvo un primer triunfo parcial[16].

Latinoamérica  

Protestas en Perú

Aquí vamos a referirnos a tres países. En Cuba, a finales de setiembre, se produjeron numerosas protestas contra el apagón que afectó a todo el país. En realidad, se trató de un salto en los cortes parciales y rotativos que cotidianamente sufren los trabajadores y el pueblo cubano. Al analizar los hechos, reiteramos nuestra caracterización que el régimen castrista restauró el capitalismo en la década de 1990 y abrió un proceso de semicolonización del país por parte del imperialismo, a la vez que los altos cuadros (especialmente del ejército) se han enriquecido y transformado en una nueva burguesía. En ese camino, han atacado y destruido gran parte de las conquistas logradas luego de la revolución de 1959. Al mismo tiempo, niegan cualquier libertad democrática real al pueblo cubano: el régimen castrista se ha transformado en una dictadura capitalista. Las protestas y movilizaciones que se producen (como las del 11J de 2021) y estas recientes son la respuesta del pueblo cubano a esta realidad. Por eso, caracterizamos que son “luchas justas” y las apoyamos y defendemos contra los que las definen como “contrarrevolucionarias” o dicen que, entre ellas y el régimen castrista, “no tienen lado”[17].

Otro tema muy importante fueron las elecciones en Brasil: una amplia alianza encabezada por Lula y el PT (que incluyó hasta figuras de la derecha tradicional como Geraldo Alckmin) derrotó la candidatura del actual presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. En su campaña, el PSTU sostuvo que Lula no era el “mal menor” sino una de las dos variantes impulsadas por la burguesía brasileña y el imperialismo (incluso la preferida)[18].

Por el contrario, la mayoría de la izquierda brasileña y mundial ve y festeja el triunfo de Lula como una nueva expresión de la “ola progresista” que se da en el continente en el camino de los triunfos electorales de Pedro Castillo en Perú, Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia. La realidad es que estos gobiernos (que no enfrentan en nada al imperialismo ni a las burguesías nacionales) se han desgastado con mucha rapidez frustrando las expectativas que las masas habían depositado en ellos[19].

El gobierno de Pedro Castillo ya ha “fallecido”. Asumió con grandes expectativas del campesinado pobre del interior y de muchos obreros de las grandes ciudades. Pero rápidamente mostró que no estaba dispuesto a cambiar nada ni a apelar a la movilización obrera y popular para avanzar en ese camino. Se fue debilitando cada vez más y perdiendo espacio frente a un Congreso dominado por la derecha que lo cercaba y quería sacarlo.

Nuevamente, no apeló a la movilización obrera y popular para defenderse e intentó un golpe de Estado (cerrar el Congreso con apoyo de las Fuerzas Armadas). Fracasó y fue destituido por ese Congreso que nombró en reemplazo a su vicepresidente Dina Bularte para lograr y estabilizar un gobierno “normal”[20]. Pero no lo consigue: a pesar de la represión, especialmente en el interior, hay importantes movilizaciones de campesinos en las zonas rurales, que rechazan el nuevo gobierno, y en las ciudades, también se moviliza el movimiento obrero. La dirección de este proceso de las ciudades es la CGTP (influenciada por el PC) y trata de llevar la movilización hacia una salida negociada con el gobierno a través de la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales. En el marco de una profunda crisis del régimen político y con las masas en las calles, nuestra sección peruana (el PST) interviene con una política revolucionaria[21].   

La guerra en Ucrania

En el marco de un año muy movido, la guerra en Ucrania es, sin dudas, el hecho más importante, desde febrero pasado. Una nueva guerra en Europa más de 75 años después de terminado el gran conflicto que sacudió el continente y casi 30 años después de las guerras generadas por el estallido de la Federación Yugoslava.

En un conflicto en el que se expresan y combinan factores muy complejos, la LIT-CI caracterizó que se trataba de una guerra de un país opresor/agresor (Rusia) contra un país oprimido/agredido (Ucrania). A partir de esta caracterización y, de acuerdo a los criterios de Lenin y Trotsky, “teníamos patria”: apoyamos incondicionalmente la resistencia ucraniana para que derrote la invasión rusa, en especial a la resistencia de la clase obrera que se ubicaba en el centro de esta lucha. Por tratarse de un guerra, ubicamos como cuestión central de este apoyo el de garantizar el armamento para esa resistencia. Fuimos siguiendo paso a paso los cambios en la dinámica de la guerra[22].

Al mismo tiempo, propusimos una política para la clase obrera y las masas ucranianas frente a los ataques del gobierno de Zelenski y la burguesía ucraniana, tomando en cuenta la conciencia de las masas respecto al gobierno, la burguesía y los imperialismos. Con el mismo método, también denunciamos y combatimos a la OTAN y nos opusimos a cualquier posibilidad de su ingreso directo en el conflicto.

Toda esta política se expresó también en fuertes debates públicos (con varios artículos para ellos) con las organizaciones que apoyan la agresión de Putin o las que adoptaron la posición de “no tener lado” e, incluso, con las que apoyan a la resistencia ucraniana pero les niegan el derecho de exigir armamento a los gobiernos extranjeros.

No nos quedamos en palabras, esta política estuvo en las calles: llevamos grandes carteles a diversas movilizaciones (como las de 8 de marzo, el 1º de Mayo o los acampes de los piqueteros argentinos), realizamos actos unitarios con otros partidos, impulsamos resoluciones y acciones en sindicatos y otras organizaciones de masas, etc.

Las más destacadas de estas acciones las realizamos en el marco Red Sindical Internacional que integramos junto con organizaciones sindicales de Europa. Por ejemplo, en su reunión realizada en Francia, en abril pasado, a la que llevamos una activista representante del sector sindical obrero ucraniano. De esa reunión salió el I Convoy de Solidaridad Obrera a Ucrania que llegó a ese país, se entrevistó con dirigentes sindicales mineros que participan de la resistencia[23]. Luego se realizó un II Convoy[24] y, en diciembre, se realizó una conferencia online abierta con integrantes de la Red y sindicalistas de la ciudad industrial de Kryvyi Rih para evaluar la marcha de la campaña y la situación de la guerra[25]. Estamos orgullosos de nuestra posición frente a la guerra de Ucrania y, en ese marco, de las actividades concretas de apoyo y solidaridad con la resistencia obrera de este país que impulsamos.

Algunos temas

En el marco de un año tan intenso, la LIT-CI celebró los 40 años de su fundación. Nuestra página le dedico un especial a este aniversario, compuesto por varios artículos y videos que abordan un repaso de nuestra historia, sus principales posiciones teóricas y políticas, y debates con otras organizaciones que se reivindican trotskistas[26]. En esos artículos reafirmamos nuestra estrategia de la toma del poder por la clase obrera a nivel nacional como un paso para realizar la revolución socialista internacional, que la clase obrera es nuestro lugar privilegiado de construcción e intervención y que nuestro modelo de internacional es el de los primeros años de la III Internacional dirigida por Lenin y Trotsky. Para finalizar esta campaña, en febrero se lanzará un e-book con el conjunto de los artículos del especial.

El año 2022 termina con un hecho que no se origina en la lucha de clases pero que concentró la atención de muchos millones en el mundo: el Campeonato Mundial de Fútbol de Qatar. Abordamos este evento a partir de la denuncia de sus muchos aspectos repudiables: el burdo negociado del fútbol como show business con que este país fue electo como sede, las terribles condiciones en que trabajadores extranjeros (esencialmente de la India) construyeron los estadios (y su secuela de accidentes y muertes) y la dura opresión y represión que sufren las mujeres y los homosexuales en Qatar[27]. Al mismo tiempo, muchos de los miembros de nuestra redacción, al igual que millones de trabajadores en el mundo, siguieron con pasión la suerte de las selecciones nacionales y se alegraron o sufrieron con ellas.

Hemos dicho que el Mundial no es un hecho de la lucha de clases pero, de modo inevitable, se vio cruzado por las consideraciones políticas. Por ejemplo, la selección de Irán no cantó el himno de su país antes del partido contra Inglaterra en lo que fue considerado como una muestra de solidaridad con las víctimas de la represión en su país. El curso del torneo fue determinando una división del apoyo a aquellas selecciones que se consideraban como las representantes de los países semicoloniales (Argentina y Marruecos) contra las “potencias imperialistas europeas” (como España y esencialmente Francia). En muchos países del mundo, gran parte del festejo por el campeonato logrado por la selección argentina tuvo esa connotación.

Para cerrar el círculo de la relación entre la relación entre el fútbol y la política, incluso durante el propio Mundial comenzó a crecer la campaña internacional contra la ejecución y por la libertad de Amir Nasr-Azadani, jugador profesional de fútbol iraní, condenado a muerte por haber participado y apoyado las protestas contra el régimen de los ayatolás. La LIT-CI apoya e impulsa esta campaña internacional[28].

Queremos terminar esta reseña de 2022 con algunas consideraciones. Hemos visto que el año nos mostró una profunda crisis del “orden mundial imperialista” a través de la guerra en Ucrania, una economía internacional que “no se destraba” y numerosas luchas estructurales de nuestra clase así como varias rebeliones que cuestionan regímenes y gobiernos o los obligan a retroceder (algunas, como en Sri Lanka, los derriban). Nos parece muy posible que 2023 mantenga esta dinámica aunque el imperialismo y las burguesías nacionales y sus gobiernos tratarán de derrotarla o, como mínimo, de desviarla.

La realidad nos mostrará cuál de estas dos fuerzas prevalecerá. Pero lo que reafirmamos es nuestro compromiso de apoyar e impulsar esas luchas y, en la medida de nuestras posibilidades, intervenir activamente en ellas. Nuestra página se pone al servicio de esa tarea y, en ella, de la construcción de la LIT-CI.


[1] Ómicron: ¿oleada final o pandemia eterna? – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[2] Contagios de covid-19 se mantienen estables en el mundo, según OMS – El Comercio

[3] https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/pandemic-prevention–preparedness-and-response-accord

[4] El impacto de la guerra ruso-ucraniana en la economía mundial – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[5] Ver, por ejemplo, La inflación golpea a los trabajadores – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[6] Entrevista | En Gran Bretaña se está dando el proceso de lucha más impresionante del momento – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[7] Es hora de derrotar a Boris Johnson y a los Conservadores en las calles – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[8] https://www.dw.com/es/liz-truss-la-breve-hecatombe-pol%C3%ADtica-en-gran-breta%C3%B1a/a-63512788

[9] Ver Operários da CSN se levantam contra a superexploração e as injustiças | PSTU y Vitória! Justiça determina reintegração dos demitidos na CSN | PSTU

[10] PSTU realiza plenária de apresentação do partido para operários da CSN de Volta Redonda e seus familiares | PSTU

[11] Ver, entre otros artículos: https://litci.org/es/sri-lanka-una-revolucion-en-curso-derriba-al-presidente-rajapaksa/ y https://litci.org/es/sri-lanka-cuales-son-las-perspectivas-despues-de-haber-echado-al-presidente-rajapaksa/

[12] https://litci.org/es/sri-lanka-el-dia-que-los-trotskistas-paralizaron-el-pais/

[13] Ver, entre vários artículos Declaración de la LIT-CI en apoyo de las protestas en Irán – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[14] Ver https://litci.org/es/iran-sobre-la-rebelion-contra-el-regimen-de-los-ayatolas/

[15]  Ver https://litci.org/es/category/menu/mundo/asia/china/

[16] https://litci.org/es/dictadura-china-da-marcha-atras-en-su-politica-para-combatir-el-covid-19/

[17] https://litci.org/es/sobre-las-protestas-contra-el-apagon-en-cuba/

[18] Brasil | No sea rehén del “mal menor”: por qué el voto útil es Vera y la 16 – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[19] https://litci.org/es/gobiernos-progresistas-una-ola-que-no-sera-tan-rosa/

[20] https://litci.org/es/el-fin-del-gobierno-castillo-y-la-necesidad-urgente-de-reconstruir-la-accion-independiente-de-la-clase-trabajadora/

[21] https://litci.org/es/paro-nacional-para-que-se-vayan-todos/

[22] Ver los numeroso artículos publicados en esta página en https://litci.org/es/tag/ucrania-3/ y la revista Correo Internacional No 25 dedicada a la guerra.

[23] https://litci.org/es/csp-conlutas-va-a-ucrania-con-convoy-obrero-internacional-y-entrega-donaciones/

[24] https://litci.org/es/sindicalistas-realizan-segundo-convoy-de-ayuda-obrera-a-ucrania/

[25] https://litci.org/es/red-sindical-promueve-conferencia-con-sindicalistas-ucranianos-en-diciembre/

[26] https://litci.org/es/40anos/

[27] Ver entre otros artículos: Copa Mundial Catar 2022: Una oda al lujo y la ostentación manchada con sangre humilde y trabajadora – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

Qatar 2022: un catalizador del malestar social – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)

[28] https://litci.org/es/no-a-la-ejecucion-de-amir-nars-azadani/

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