Pandemia: “De eso no se habla”
Desde febrero pasado, la vida cotidiana parecía haberse normalizado, especialmente en los países y regiones con altos índices de vacunación (70% o más de la población), como Europa, EEUU y gran parte de Latinoamérica. Gobiernos y empresas levantaron todas las restricciones y cuidados, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Por Alejandro Iturbe
Los estadios deportivos volvieron a llenarse de público, y quienes tenían la posibilidad de hacerlo aprovechaban para tomarse unos días de vacaciones luego de un largo período de cuidados y aislamiento. Los gobiernos y los medios de prensa ya no hablan de la pandemia y, si lo hacen, es para referirse a ella en pasado.
La idea de “nueva normalidad”, transmitida en el curso de las oleadas anteriores de contagio, se transformó en la de “pos pandemia”, a partir de considerar que, con el predominio de la cepa ómicron, el covid-19 estaba controlado o reducido al nivel de “una gripe”. En un artículo de enero pasado, denunciamos que esto era una falacia o, por lo menos, una perspectiva muy dudosa[1]. Una conclusión para la cual nos basamos en las consideraciones de los especialistas más serios y de la propia OMS (Organización Mundial de la Salud).
Por parte de gobiernos y burgueses, esta idea de la pos pandemia (y la acción política que deriva de ella) tiene dos objetivos. El primero es “barrer bajo la alfombra” su responsabilidad en el surgimiento de la pandemia, en su expansión, en la falta de una vacuna contra el covid-19, en la búsqueda de ganancia en su producción, etc.
El segundo objetivo es mucho más profundo: retomar sin ninguna restricción el pleno funcionamiento del proceso económico y, con ello, las ganancias de los capitalistas. Algo que se ya se había expresado, incluso en medio de la catástrofe, en la política de “nueva normalidad” y que ahora da un salto con lo que se quiere presentar como pos pandemia. Recientemente, un alto ejecutivo de una empresa con actividades en el Brasil y la Argentina me dijo: “El mundo no puede parar”, lo que debe entenderse como “los trabajadores no puede parar de producir plusvalía porque, caso contrario, no gano o gano menos”.
Muchas “luces amarillas”
Sin embargo, la realidad suele volver como un boomerang cuando gobiernos y burguesías pretenden falsificarla y actúan de acuerdo con esa falsificación. Lo cierto es que la realidad ha prendido diversas luces amarillas que indican que el virus del covid-19 se recicla en nuevas variantes que provocan nuevos brotes que podrían expresarse en nuevas olas de la pandemia.
La propia OMS “advierte que la pandemia de Sars-Cov-2 aún no ha terminado”[2]. Al mismo tiempo, señala que “el estudio de la propagación del Covid-19 se viene complicando en las últimas semanas debido al menor número de pruebas [testeos] que se llevan a cabo por parte de los Estados miembros” ya que esos testeos “son claves en la investigación para estimar la posibilidad de entrar en una nueva fase de la pandemia”[3].
En ese contexto, se produjeron por lo menos dos brotes significativos. Uno de ellos fue en China, país en el que, el martes 15 de marzo pasado, se produjeron “5.280 casos de Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020, según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS)”[4]. Esto llevó a las autoridades a realizar testeos masivos y a confinar a cerca de 30 millones de personas en 19 ciudades del país. Entre ellas, la “gran metrópolis tecnológica de Shenzhen (17 millones de habitantes), situada en el sur del país, a las puertas de Hong Kong”.
El otro se dio en Gran Bretaña, país en el que “el fin de semana que finalizó el 26 de marzo pasado se registraron 143.382 casos con 210 muertos”[5]. Recordemos que aquí se contabiliza un 73,8% de vacunados con dos dosis. Sin embargo, la aparición de nuevas cepas, por un lado, y el fin de las restricciones (situación en la que miles de personas aprovecharon el fin de semana para viajar) provocaron este nuevo brote. Se estima que el número real de contagios es mucho mayor ya que ahora no es obligatorio realizar testeos ni autoaislarse.
En varios aeropuertos (entre ellos, el más importante del país, Heathrow, en Londres) se vivieron situaciones caóticas ya que, con una cantidad de pasajeros igual a antes de la pandemia, muchas compañías aéreas debieron cancelar numerosos vuelos porque parte de su personal se reportó enfermo y no podían reemplazarlos a todos. Una situación similar se vivió en otras terminales de transporte: “Hubo retrasos de hasta cinco horas en el servicio de automóviles del Eurotunnel de Folkestone [Inglaterra] a Calais [Francia] el lunes por la tarde. Los vehículos pesados se apilaban en la auto-ruta M20”. Un dato dado por Walter Ricciardi, asesor de salud del gobierno británico, completa el cuadro: «En Gran Bretaña hay una espera de 20 horas por una ambulancia; dicen no poder dar respuestas ni en emergencia ni en llamados normales»[6].
Un panorama parecido, de fuerte aumento del número de contagios, se produce en varios países europeos. Por ejemplo, en Alemania, en el marco de una nueva ley que “elimina las restricciones generales”, el último fin de semana de marzo se produjeron casi 132.000 contagios[7].
La aparición de nuevas cepas
Hemos dicho que uno de los factores que provocan estos brotes recientes es la aparición de nuevas cepas del virus. Veamos algunos casos. Por ejemplo, ha sido confirmada la existencia de la variante deltacron (combinación de las cepas delta y ómicron) que, meses atrás, algunos especialistas consideraron que no existía y que era el resultado de un error de manipulación producido en laboratorio. “La OMS ha confirmado la existencia de esta nueva cepa del coronavirus”, según informó la doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de esta organización: “se ha detectado ya en Francia, Países Bajos y Dinamarca, pero a niveles muy bajos”, lo que fue ratificado por estudios del Instituto Pasteur de Francia.
Otra nueva cepa, llamada IHU, ha sido detectada en Marsella (sur de Francia), con varios casos. Según los investigadores, “el caso índice o paciente cero regresó de un viaje a Camerún… Estos datos son otro ejemplo de la imprevisibilidad de la aparición de variantes del SARS-CoV-2 y de su introducción en un área geográfica determinada desde el extranjero”, explican los autores del estudio”[8]. En este caso, se reitera lo ocurrido con las cepas delta y ómicron (detectadas inicialmente en la India y Sudáfrica): en los países con menores índices de vacunación, las personas contagiadas se transformaban en “laboratorios” de mutación y surgimiento de nuevas variantes que, luego, se transferían a los países imperialistas y otros con índices de vacunación más altos.
Pero ahora, la dinámica de la pandemia se ha vuelto más compleja porque a la persistencia de la cepa ómicron original, se suma además la aparición de la variante XE, resultado de la combinación de dos sublinajes de la primera. La XE es considerada por la OMS como “la variante más contagiosa de todas las conocidas”. Se detectó por primera vez en Gran Bretaña, en enero pasado, pero también apareció con varios casos en la ciudad gallega de Vigo (Estado español)[9]. En otras palabras, en la medida en que se mantienen los casos de covid, las personas contagiadas en los propios países imperialistas o de altos índices de vacunación también se transforman en “laboratorios” del surgimiento de nuevas cepas y, en el marco de la eliminación de restricciones y cuidados por parte de los gobiernos, en punto de partida de nuevas oleadas como la que describimos en Gran Bretaña. Una conclusión que es compartida por el ya citado Walter Ricciardi: “La aparición de casos en Gran Bretaña, también facilita la formación de variantes porque desde el 24 de febrero no hay restricciones”.
Es cierto que tanto la ómicron como la XE aparecen como menos letales que el covid original o la variante delta. También es cierto que el aumento de la vacunación atenúa el nivel de peligro de un contagio. Pero las nuevas cepas parecen tener la capacidad de afectar también a personas vacunadas o a aquellas que se contagiaron con otras variantes previas. Un informe reciente expresa que, además de un porcentaje de casos de segundos contagios, frente a las nuevas cepas “una persona que hoy tiene dos dosis prácticamente no está vacunada”[10].
Un futuro incierto
Un artículo escrito recientemente por tres científicos especializados en la evolución del virus del covid, nos explica lo que está sucediendo en este terreno[11]. Un virus es un microorganismo básico que necesita de un organismo vivo superior (un anfitrión) para sobrevivir y reproducirse, proceso que se da a través de una cadena de contagios. El organismo anfitrión responde con anticuerpos cuya función es destruir y eliminar el virus dentro de él. Al mismo tiempo, el virus responde con mutaciones genéticas que buscan eludir este ataque. Es un proceso que se llama “exploración evolutiva”.
Normalmente, una mutación hacia una nueva cepa del virus requiere de una “cadena de contagios”. Pero el covid-19 ha mostrado una capacidad de mutación mucho más rápida: existe la hipótesis de que es suficiente que una persona contagiada, o dos, “respondan mal” al virus para que haya una mutación hacia una nueva variante.
Es muy posible que hayan surgido muchas nuevas cepas o subcepas. Aquellas que sean más contagiosas por su capacidad de eludir o engañar a los anticuerpos, son las que pueden prosperar. Es el caso de la ómicron y ahora de la XE: aparecen como menos letales pero más contagiosas: “Estos grandes saltos en su contagiosidad han sido un factor impulsor importante de la pandemia hasta ahora”. Luego, los autores expresan que “las variantes del coronavirus que han surgido hasta ahora solo representan una fracción del espacio genético probable. […] No hay ninguna razón, al menos biológica, por la que el virus no vaya a seguir evolucionando […] Que el virus haya desarrollado la capacidad de infectar a personas vacunadas o que hayan sufrido contagios previos no debería haber sido una sorpresa”.
Finalmente, analizan la combinación de diversas variables para prever las posibles perspectivas futuras: “¿Desaparecerá? ¿Irá a peor? ¿Se desvanecerá al fondo de nuestras vidas? ¿Se volverá estacional, como la gripe?” Su respuesta es: “Tomado todo esto en conjunto, prevemos que el SARS-CoV-2 seguirá causando nuevas epidemias, cada vez más impulsadas por la capacidad de esquivar el sistema inmunitario. En este sentido, en el futuro podría parecerse a algo como la gripe estacional, donde las nuevas variantes provocan olas de casos cada año. Si esto pasa, como esperamos que pasará, quizá haya que actualizar con frecuencia las vacunas, como se hace con las de la gripe, a menos que desarrollemos vacunas más amplias a prueba de variantes”.
En ese marco, realizan un alerta: “Por supuesto, la importancia que tenga todo esto para la salud pública depende de la gravedad de la enfermedad que nos provoque el virus. Esa es la predicción más difícil de hacer, porque la evolución selecciona los virus que se propagan bien, y que eso haga crecer o disminuir la gravedad de la enfermedad es, en su mayor parte, una cuestión de suerte” (destacado nuestro). Es decir, no puede predecirse que la tendencia a la menor letalidad que hoy se percibe sea la única alternativa posible. También está planteada como hipótesis que una nueva variante combine la capacidad de contagio de las cepas ómicron y XE con la letalidad de la delta. Es solo “una cuestión de suerte”.
La burguesía juega al azar con la salud de los trabajadores
El gran problema que enfrentamos ahora es que gobiernos y burgueses han tomado la posibilidad de “gripalización” del covid-19 no como los especialistas que hemos citado sino en el sentido de la aceptación, por parte de la población, de la gripe como algo “normal”. Como vimos, han levantado las restricciones y los cuidados necesarios, ayudando así a la propagación de nuevas olas. También han dejado de invertir (o invierten muy poco) en el desarrollo de nuevas vacunas o en el perfeccionamiento de las existentes.
Tan importante como esto: continúan con el debilitamiento (con presupuestos cada vez más ajustados) de los sistemas de salud pública y el criterio de transformar la atención sanitaria en un negocio privado. Ya hemos visto el caso de Gran Bretaña, un país imperialista que supo tener en el pasado uno de los mejores sistemas de salud pública del mundo, el NHS, ahora muy deteriorado por décadas de ataques de diferentes gobiernos[12]. Una situación aún más difícil en países como Brasil o Argentina y que llega a una fragilidad absoluta en las naciones más pobres del mundo.
Ahora, los gobiernos y burguesías juegan al azar con la salud de los trabajadores y el pueblo: tiran una moneda al aire y apuestan a que la suerte les sea favorable. Si pierden la apuesta, la derrota será pagada por la población con mayores penurias y sufrimientos. Incluso si la ganan, la perspectiva es de epidemias secuenciales de una enfermedad crónica que serán enfrentadas con sistemas de salud pública cada vez más deteriorados. Es decir, aunque menores, también habrá penurias y sufrimientos.
Reiteramos, entonces, lo que expresamos en un artículo de enero pasado, escrito ante la oleada generada por la variante ómicron: “Frente a este panorama, nosotros reivindicamos como correctas las consignas, asumidas por la LIT-CI, de vacunas para todos, ruptura del derecho de patente de los laboratorios que las fabrican y la necesidad de un plan internacional de vacunación masiva y gratuita, extendido a todos los países del mundo, así como la reconstrucción y el fortalecimiento de los sistemas de salud pública”[13].
Notas:
[1] https://litci.org/es/omicron-oleada-final-o-pandemia-eterna/
[2] https://www.cronica.com.ar/mundo/Variante-XE-Cuantas-dosis-son-necesarias-para-estar-protegidos-de-esta-nueva-cepa-del-Covid-20220406-0005.html
[3] https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/la-oms-halla-la-variante-covid-xe-la-mas-contagiosa-de-todas-las-conocidas-5269
[4] https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220315-china-confina-a-casi-30-millones-de-personas-por-un-brote-r%C3%A9cord-de-covid-19
[5] https://www.clarin.com/mundo/coronavirus-vuelve-reino-unido-provoca-nuevo-caos-aeropuertos_0_iYTW1Sh3aq.html
[6] Ver nota 2.
[7] En medio de una sexta ola, Alemania levanta restricciones contra COVID-19 (planoinformativo.com)
[8]https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/una-nueva-variante-de-covid-con-46 mutaciones-y-origen-camerunes-a-estudio-3301
[9] https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/la-oms-halla-la-variante-covid-xe-la-mas-contagiosa-de-todas-las-conocidas-5269
[10] Ver nota 2
[11] Creemos que este es el futuro del coronavirus – The New York Times (nytimes.com)
[12] Ver, entre otros artículos publicados en este sitio: El año que se vivió peligrosamente – LIT-CI (litci.org)
[13] Ómicron: ¿oleada final o pandemia eterna? – LIT-CI (litci.org)