Jue Jul 04, 2024
4 julio, 2024

Quién fue Hugo Blanco

Nahuel Moreno decía que Hugo Blanco fue el más grande dirigente trotskista de masas después de Trotsky. Y hasta hoy eso es así. Fue el dirigente indiscutido de la revolución agraria peruana, que tuvo su centro en La Convención[1], desatada en la década del 60 del siglo pasado. Durante todo ese proceso fue parte de nuestra corriente y de la lucha por la construcción del partido revolucionario en Perú. Hoy se reivindica como indigenista y sigue siendo una referencia importante para el movimiento campesino-indígena latinoamericano.

Por Alicia Sagra

Hugo Blanco Galdós nació en el Cuzco, Perú, en 1934. Su padre era un abogado defensor de campesinos, lo que hizo que, desde muy temprana edad, conociese sus miserias y aprendiese el idioma quechua, a través del contacto con viejos dirigentes campesinos e indígenas que visitaban a su padre.

En 1954 fue a La Plata, Argentina, a estudiar Agronomía. Allí se integró a la organización dirigida por Nahuel Moreno, conocida por el nombre de su periódico “Palabra Obrera”. Él describe esa etapa de su vida de la siguiente manera:

En 1954 fui a La Plata, Argentina, cuando había una dictadura en Perú. Allí llegaron los exiliados apristas, como Melgar, Villanueva. Mis hermanos, de 17 y 19 años, fueron apresados por ser apristas. En ese momento ser aprista, o comunistas, era un delito en Perú. Al llegar recién me enteré que mi hermano era secretario general de la célula aprista de La Plata. Por supuesto ahí ya no había persecución.

A mí el aprismo no me gustaba. Y a los comunistas, mi hermano se encargaba de alejarlos de mí. Yo andaba en busca de gente del POR (y/o la gente trotskista que sabía que existía), porque sabía que en Lima, había habido una represión contra el POR y en el periódico habían publicado su programa, que me gustaba.

Estábamos en el cuarto de mi hermano, que era el local del Partido Aprista. El Centro Federado había caído, por primera vez, en manos de la izquierda. Y mi hermano me dice: “Sabes lo que ha hecho Pavón, ha llevado a un trotskista a la Unión de Estudiantes Peruanos”. Y, entonces, yo paré la oreja. Y mi otro hermano le dijo “justo a éste que está buscando trotskistas se lo vienes a decir”.

Hubo una movilización de apoyo a los estudiantes peruanos y ahí lo encontré a Carlos Salguín, peruano, y le dije: “Tu eres trotskista y yo ando buscando a apristas rebeldes, del POR o gente trotskista”. Me respondió: “Yo soy trotskista del POR-Perú y estoy deportado” y me contactó con el POR argentino. Así fui como conocí a Moreno, él era el dirigente del POR. Era 1956.

Los peruanos entramos al POR como aspirantes. Teníamos todos los derechos y obligaciones, salvo el derecho al voto.

Yo y otros estudiantes dejamos la universidad y nos fuimos a trabajar a fábrica[2]. En el Perú se dio una apertura. Había que regresar para construir el partido allá.

Los peruanos, cómo íbamos a volver al Perú, aunque éramos aspirantes tuvimos el privilegio de participar de las reuniones de la dirección del partido, donde estaba Moreno[3].

La ida de Blanco al Perú no era para sumarse al movimiento campesino, sino que, como él bien dice, tenía el objetivo central de ayudar a la construcción del partido revolucionario. Con ese objetivo se integra al POR[4]

Ya en Perú, intentaba entrar a fábrica, pero eran fábricas pequeñas y sin sindicatos y tratábamos de formarlos. Hasta que por fin logré entrar a una fábrica de aceites, que sí tenía sindicato. En ese momento llega Nixon, que era vicepresidente en ese entonces, y se preparó una manifestación en contra, donde participó el POR peruano y llegó la represión. Ahí decidimos que me fuera al Cuzco, donde había un levantamiento importante. Y ahí empieza otra historia, la lucha de La Convención[5]

La lucha de La Convención

Hugo fue al Cuzco, trabajó como canillita y fundó el sindicato.  Se liga a los campesinos de La Convención. Es preso por participar en una movilización en el Cuzco y liberado por presión de la Federación de Trabajadores de La Convención y con su apoyo consigue superar las trabas que le ponía el Partido Comunista para para participar de las asambleas de la Federación de Trabajadores del Cuzco y de la Federación de Campesinos. Se asienta en el valle de La Convención y a partir de impulsar la organización sindical campesina, se va convirtiendo el gran dirigente de la sublevación agraria que estalla en 1961, que tuvo su centro en la Provincia de La Convención, al tiempo que va ganando a dirigentes campesinos para la construcción el partido revolucionario, a partir del ingreso al POR.

“El grito de ¡Ota allpa otac huañuy! (Tierra o muerte) recorrerá los valles en boca de decenas de miles de campesinos. Blanco, al llegar al Cuzco, había encontrado sólo seis sindicatos organizados. Cuando finaliza su campaña, serán ciento cuarenta y ocho.

En julio de 1961 Hugo Blanco ya era un importante dirigente campesino en La Convención y estaba disputándole palmo a palmo al PC la dirección de la FTC (Federación de Trabajadores del Cuzco)”[6]

Por un año continúa el proceso de sindicalización, la ocupación de haciendas, enfrentamientos armados con la policía.  La política discutida en el SLATO de impulsar la organización campesina en la lucha contra el latifundio incorporaba la defensa de los indígenas como nación oprimida.

“El “indio” es una nacionalidad oprimida. Aunque el muro que lo separa del mestizo y del blanco no es tan sólido como en el caso de los EE. UU, la humillación, el aplastamiento de que es víctima son mayores. Su lengua, su música, su indumentaria, sus gustos, sus costumbres son escarnecidos, aplastados, denigrados (…) Indudablemente, la lucha en el campo es del campesino contra el gamonal[7]; pero la reivindicación del indio, de la nacionalidad oprimida, es un ingrediente fundamental. Por eso, nosotros, siempre hemos hablado en quechua a lo largo de la lucha, siempre hemos exaltado lo indio”[8]

Y, como planteaba Nahuel Moreno, “el gran problema que se presenta es como combinamos esta lucha por la tierra y el voto para el campesinado[9] (que es una lucha que interesa a las masas rurales) con los problemas que afligen o preocupan a las masas urbanas y especialmente a la clase obrera de Lima”[10]

Lamentablemente esa combinación no se logró. Los esfuerzos por encontrar una solución en el exterior no dieron resultados. Palabra Obrera de Argentina envió a uno de sus dirigentes a Cuba para para pedir apoyo material, pero esa ayuda no llegó. Así la insurrección campesina quedó aislada y la represión, en especial la persecución a Hugo Blanco, fue en aumento.

Hugo Blanco es capturado

En agosto de 1962, Blanco con un grupo de compañeros, se vio obligado a constituirse en guerrilla para defenderse.

“Sucedió lo que era de prever. Una fuerte represión contra nosotros que causó el derrumbe de todo (…) menos lo único sólido que había: el movimiento campesino. Aunque debido a la protección de este no pudieron encarcelarme, mi acción quedó muy limitada (…) Fue precisamente el aislamiento lo que nos obligó a convertirnos de milicia en guerrilla[11]

Ese destacamento armado fue aprobado por las asambleas campesinas.

“El apoyo del campesinado era casi absoluto, emocionante. Nos alimentaba, nos vestía, nos guiaba, nos protegía (…) Como nuestro estómago y nuestra mochila tenían capacidad limitada, recibíamos un poco de cada uno, para que nadie se sintiera ofendido (…) cualquier alusión a un pago hubiese sido un insulto (…)”[12]

Hugo Blanco y su destacamento armado continuaron recorriendo las diferentes zonas y firmando como “Secretario de Reforma Agraria de la Federación Departamental”, las resoluciones aprobadas por las asambleas campesinas. Tuvieron tres enfrentamientos armados. Finalmente, el 15 de mayo de 1963, Hugo Blanco fue apresado. Se salvó de ser asesinado porque hubo una discusión entre sus captores que no se pusieron de acuerdo en matarlo.

Una gran campaña internacional logró que la pena de muerte fuese conmutada por la de 25 años de prisión. Fue amnistiado a los 8 años y deportado a México, de donde fue Argentina, donde volvió a ser preso y una nueva campaña internacional logró su libertad.

El gran apoyo de masas que tenía se evidenciaba en que fue elegido para la dirección de la Federación de campesinos durante todos los años que estuvo preso, pero no sólo en eso.  Fue muy emocionante, escucharlo en una charla que dio para militantes del PST en La Plata cuando nos contó que estaba perseguido, en toda casa de campesinos de La Convención había una cama de más, era la cama para Hugo Blanco, o lo importante que fue para él, cuando estuvo incomunicado, ver todas noches, por una ventanita que daba a un cerro, LIBERTAD A HUGO BLANCO, escrito con antorchas.

La misma relación con el movimiento de masas se mostró cuando, volviendo del exilio, como integrante del FOCEP[13], se presentó a las elecciones a la Asamblea Constituyente de 1978, y fue uno de los candidatos más votados

Hugo Blanco no fue un dirigente guerrillero

A pesar de que así lo presentan muchos sectores, eso no tiene nada que ver con la realidad. Hugo Blanco sigue siendo un gran defensor de la democracia de base, de las asambleas, lo que es opuesto al accionar de todos los dirigentes guerrilleros, que no nunca llevaron en cuenta la opinión de las bases obreras y campesinas. 

 Nahuel Moreno explica eso cuando polemiza con Mandel (Germain) sobre la actuación de Hugo Blanco en Perú: “¿Se olvida el camarada Germain de que todo lo que hizo Hugo Blanco lo hizo desde los sindicatos campesinos y no desde un “ejército revolucionario” creado por el partido, por su propia iniciativa? ¿Se olvida el camarada Germain de que la lucha armada surgió como una necesidad del movimiento campesino (sindicalmente organizado por Hugo Blanco) para defenderse de la represión desatada por el régimen ante la ocupación masiva de tierras? ¿Qué tiene que ver esa lucha armada, fruto de un momento de la lucha de clases en Perú, con la “estrategia de la lucha armada” de la mayoría para toda América Latina y para todo momento de la lucha de clases? ¿Se olvida el camarada Germain que dicha lucha armada surgió como una necesidad del movimiento de masas campesino y no como una iniciativa del partido ni de la vanguardia”[14]

Ya vimos la explicación de Hugo Blanco de por qué tuvo que recurrir al método de la guerrilla. Pero para que no queden dudas sobre su posición sobre el tema, veamos lo que decía en 1970, en una entrevista realizada por Imprecor y reproducida en Revista de América N 1 [15]

Blanco: Es muy triste que Fidel apoye a este gobierno burgués, pro-imperialista, por su política de desarrollo del país y por su demagogia anti-imperialista. Este es el gobierno que ha masacrado campesinos, que se mantiene al lado de la burguesía nacional y de los imperialistas en sus conflictos con los obreros peruanos y que está reprimiendo a los estudiantes (…)

¿Por qué deposita Fidel su confianza en ese gobierno que lucha contra esa campesina? ¿Por qué no confía en esa compañera que luchó por su tierra y alimentó, vistió y protegió sus guerrillas que luchaban en las montañas? ¿Cree Fidel que sólo las guerrillas y los ejércitos burgueses son capaces de hacer una revolución? Serán las masas del Perú las que harán la revolución, camarada Fidel, y usarán la guerrilla sólo como una de sus armas.

(…)

Blanco: De las respuestas que hemos dado a las otras preguntas queda claro que no consideramos la lucha guerrillera como estrategia, sino sólo como táctica a ser usada en determinados momentos y bajo ciertas circunstancias.

Elevar la lucha guerrillera rural como estrategia general para todos los países de Latinoamérica, fue un grave error de Fidel y del Che.  Ha sido una experiencia muy dolorosa para toda América Latina. Afortunadamente, la dura realidad está obligando a muchos camaradas fidelistas a la reconsideración. Comienzan a comprender que la opción no es entre oportunismo o guerrilla, sino entre oportunismo o revolución.[16]

Hugo Blanco hoy

Hugo Blanco se alejó del trotskismo, no pertenece a ninguna organización política, dirige la revista “Lucha indígena”.

A diferencia de otros tantos dirigentes, él no fue de las “trincheras a los palacios”. Por el contrario, desde su actual visión indigenista, continuó la lucha contra el imperialismo y el capitalismo, defendiendo los intereses de los explotados y oprimidos, siempre reivindicando la democracia de base de las asambleas campesinas e indígenas.

Hugo Blanco fue una gloria de nuestra corriente. Las diferencias políticas, programáticas e ideológicas que hoy tenemos, no cambian nada de ese glorioso pasado ni nuestro gran respeto por él y su permanente lucha.


[1] Una de las 13 provincias que conforman el departamento del Cusco, en el sur de Perú.

[2] Hugo Blanco trabajó como obrero en el Frigorífico Swift de Berisso.

[3][3] Conversaciones con Nahuel Moreno, edición homenaje a 30 años de su muerte. Testimonio de Hugo Blanco. Ediciones Marxismo Vivo

[4] Partido Obrero Revolucionario, organización trotskista, perteneciente al SLATO (Secretariado Latinoamericano del Trotskismo Ortodoxo), organización fundada por Moreno ante la negativa del SWP norteamericano de centralizar el Comité Internacional, el sector que agrupó a las organizaciones que enfrentaron a la desviación pablista en la ruptura de la IV Internacional en 1953. En el SLATO estaban otros dirigentes, como Luis Vitale, y agrupaba a los partidos argentino, chileno y peruano.

[5] Ídem

[6] El trotskismo obrero e internacionalista en Argentina, Cord. Ernesto González

[7] El gamonalismo fue un sistema de poder en manos de los hacendados, que surgió a mediados del siglo XIX y se mantuvo hasta la reforma agraria de 1970, en el sur de Perú.  No todos esos hacendados habían heredado la tierra, sino que muchos de ellos, por medio de artimañas se las habían ido robando a los indígenas

[8]  Hugo Blanco, Tierra o Muerte. La lucha campesina en Perú

[9] Sólo votaban los alfabetizados y en ese momento el analfabetismo alcanzaba al 80% en las zonas rurales del Cuzco (citado en El trotskismo obrero e internacionalista en Argentina, pág. 210)

[10] Carta de Nahuel Moreno de abril de 1961

[11]  Hugo Blanco, Tierra o muerte. La lucha campesina en Perú.

[12]  ídem

[13] Frente Obrero, Campesino, Popular, que sacó el 12 % de los votos

[14]  Nahuel Moreno, El partido y la revolución, Ediciones Marxismo Vivo, pág. 276

[15] Imprecor, revista del Secretariado Unificado. Revista de América, revista de la Fracción Bolchevique, antecesora de la LIT-CI

[16] Reportaje a Bejar, Gadea y Blanco, publicado en Revista de América N 1 (mayo 1970)

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