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100 años sin Lenin

Volumen I: Donde comenzó su militancia revolucionaria, escribió sus primeros libros en defensa del marxismo y conoció a su media naranja

Lenin en Petrogrado, 1897
enero 18, 2024

Por Nazareno Godeiro

LA SOCIEDAD QUE MOLDEÓ A LENIN Y A SU GENERACIÓN

La década de 1890 se caracterizó por un rápido desarrollo capitalista en Rusia. Se produjo un aumento numérico de la clase obrera, una concentración de la gran industria, una oleada de huelgas en las grandes fábricas y la penetración del marxismo en el movimiento obrero. En resumen, una nueva etapa del movimiento obrero en Rusia coincidió con el inicio de la militancia de Lenin.

Este momento dio la dinámica para la unificación de una nueva generación de jóvenes intelectuales burgueses y pequeñoburgueses con el movimiento obrero, proporcionando las bases para la solidez de las ideas marxistas, uniendo la teoría marxista (científica) con la lucha del movimiento obrero.

Superó la fase anterior del movimiento revolucionario ruso, basada en las ideas democrático-burguesas, en la intelectualidad socialista-cristiano-campesina y en la corriente populista, que combinaba un programa socialista utópico con los métodos terroristas del héroe revolucionario.

Mostró gráficamente la relación dialéctica entre la estructura, la base material de la sociedad rusa, y la superestructura, los partidos, las organizaciones y las ideas de la época. Lenin, como su generación, fue moldeado por estas transformaciones de la base material, el paso del feudalismo al capitalismo de forma no revolucionaria, bismarckista, prusiana, pero basada en la rápida introducción del capitalismo en el campo y en la ciudad (una alta concentración de grandes fábricas), que impulsó a la clase obrera industrial a asumir un papel protagónico político, de primera linea, incluso al frente de la burguesía raquítica, que nació umbilicalmente ligada al zarismo. Este desarrollo capitalista condicionó la lucha de clases en Rusia y transformó al proletariado en actor político, al tiempo que catapultó al marxismo como doctrina central del movimiento obrero a partir de la fusión de la intelectualidad burguesa y pequeñoburguesa con el movimiento obrero, iniciándose así una transformación que vino de la superestructura a la estructura y viceversa. Así, la se combinó dialécticamente, visión marxista donde «los hombres hacen la historia, pero condicionados por las relaciones económico-sociales»

Así vemos que la relación entre estructura y superestructura es muy fluida: a pesar de que son dos cosas distintas, éstas en la vida real funcionan como una sola y que «sólo adquieren vida y movimiento apenas en sus relaciones recíprocas»,[1], aunque la estructura condiciona a la superestructura. Nada que ver con la visión subjetivista según la cual la historia la hacen «los grandes hombres» o con la visión marxista vulgar y determinista según la cual las acciones de los hombres son reproducciones automáticas determinadas por la economía

Es este movimiento de la vida real, del desarrollo capitalista de Rusia, el que dio la razón a los marxistas y negó la teoría populista, aunque no anuló ni el movimiento campesino, que tendrá peso hasta después de la toma del poder, ni la fuerza del partido campesino (SRs), sólo lo colocó en su debido lugar en la historia, como fuerza auxiliar de la revolución proletaria o de la contrarrevolución burguesa

A partir de este movimiento se desenvolvió la estructura de la sociedad, surgió un partido burgués (Kadete, Demócratas Constitucionalistas) con una orientación de conciliación con el zarismo, que buscó introducir el capitalismo por la vía pacífica, reformista, prusiana, a partir de 1861, con la reforma campesina, y un partido marxista revolucionario, el POSDR, que representaba el ascenso de la clase obrera en la economía y en la política.

LENIN Y SU ÉPOCA

Lenin ingresó en la Universidad de Kazán a los 17 años (1887) y comenzó a participar en un círculo estudiantil revolucionario. En diciembre de 1987 fue detenido por participar en manifestaciones estudiantiles y excluido de la Universidad.

Lenin fue deportado en diciembre de 1887 al pueblo de Kokúshkino, bajo vigilancia policial. Hacía sólo ocho meses que su hermano, Alexander, había sido ejecutado como terrorista, cuando Lenin tenía 17 años.

A los 18 años leyó «El Capital» e inició su militancia en un círculo marxista clandestino organizado por Fedoséev. Da clases particulares para ganar algo de dinero.

A los 19 años leyó libros del populista Vorontsov, que decía que en Rusia no había condiciones para el desarrollo del capitalismo y defendía al campesinado y apostaba/idealizaba a la comunidad campesina como fuerza motriz de la revolución.

A los 20 años tradujo «El Manifiesto Comunista» al ruso.

Durante los cuatro años siguientes, escribió libros polemizando con los populistas y demostrando que ya se estaba dando el desarrollo del capitalismo en Rusia: «Quiénes son los ‘amigos del pueblo’ y cómo luchan contra los socialdemócratas» y «El desarrollo del capitalismo en Rusia».

A los 20 años (1890), leyó y tradujo obras de Marx y Engels y las discutió en círculos clandestinos. Entre los 20 y los 22 años, da prioridad a los estudios de Derecho.

A los 22 años, abogó en defensa de los campesinos y pensó en establecerse como abogado.

A los 23 años, cursó estudios de economía y estadística rusa. Se incorpora a un círculo de estudiantes marxistas de la Universidad Técnica.

Según la hermana de Lenin, María, valoraba mucho la puntualidad y la minuciosidad, así como la estricta economía de gastos.

“Por primera vez en San Petersburgo llevo ahora un libro de entradas y salidas para ver cuánto gasto en verdad. Resulta que, en un mes, del 28/VIII al 27/IX, gasté en total 54 rublos 30 kopeks, sin contar el equipaje (cerca de 10 rublos) y los gastos por un asunto judicial (también unos 10 rublos), que posiblemente tenga que afrontar. Es cierto que una parte de estos 54 rublos se gastó en cosas que no tendrán que comprarse todos los meses (chanclos, ropa, libros, un ábaco, etc.); pero aun descontando esto (16 rublos), el desembolso sigue siendo excesivo: 38 rublos por mes. Sin duda no he vivido con prudencia: sólo en viajes en tranvía de sangre, por ejemplo, gasté un rublo 36 kopeks. Cuando me adapte al lugar es posible que gaste menos.”

Esto fue escrito el 5 de octubre de 1893 para su madre, María Blank. Para hacerse una idea de la época, la cantidad de dinero que Lenin gastó en un mes correspondía al salario medio anual de un jornalero agrícola de la época.

Los estudios de Lenin revelan una preocupación del joven militante: el análisis socioeconómico de la Rusia de finales del siglo XIX y las orientaciones tácticas y estratégicas derivadas de esta comprensión de las clases sociales en lucha (principalmente la formación del partido marxista), que se incluirán en el programa del partido que sería discutido dentro de unos años.

Una característica importante e insólita de un joven militante que buscaba utilizar el marxismo en relación con las peculiaridades de la sociedad rusa, es decir, no se contentaba con memorizar el marxismo, sino que lo utilizaba como guía para la acción. La dialéctica siempre guio las elaboraciones de Lenin, por eso una de sus máximas preferidas era: «La verdad es siempre concreta». Rara vez hacía pronósticos sobre el futuro, por lo que tampoco se equivocaba casi nunca

En 1893, a la edad de 23 años, Lenin profundizó sus estudios sobre la economía rusa, criticando a los populistas (en la filosofía, la economía, el programa y la táctica) desde un ángulo marxista. Lenin se basó en la experiencia de Marx y Engels sobre la lucha ideológica dentro del movimiento obrero, combinando tres formas de lucha: teórica (científica), política (por el poder) y económica (práctica), donde la lucha teórica y la lucha económica están subordinadas a la lucha por el poder

Escribió su primer libro: «Nuevos cambios económicos en la vida campesina», que sólo sería publicado en 1923.

Nuevos cambios económicos en la vida campesina (1893). Basándose en las estadísticas recopiladas por Postnikov, Lenin demostró que la introducción del capitalismo en el campo ruso provocó la división del campesinado en tres sectores: pobre, medio y acomodado, lo que llevó al surgimiento del proletariado y de la burguesía rural, que creció a expensas del pequeño productor y del campesinado medio. Reveló el carácter pequeñoburgués del campesinado ruso. El pequeño propietario, y parte del mediano, se convirtió en asalariado porque no podía competir con el gran productor, que disponía de máquinas y animales para la agricultura y contaba con capital para comprar y alquilar tierras y emplear trabajadores asalariados.

En 1893 se trasladó a San Petersburgo, ya como militante del partido, donde estableció contacto con los obreros de vanguardia, donde conoció a Shelgunov, Bábushkin y otros.

A finales de 1893, a la edad de 23 años, Lenin escribió su segundo libro: «Acerca de la llamada cuestión de los mercados» – continuando con el mismo tema, la sociedad rusa, a partir de su estructura socioeconómica.

Sobre la llamada cuestión de los mercados (1893, publicado en 1937). Basándose en «El Capital», mostró la formación del capitalismo en el campo y el mercado interior y criticó la visión de que la producción capitalista necesitaba el mercado externo para realizar la plusvalía, una visión defendida por Krasin, un viejo marxista, y los «marxistas legales» (Struve y compañía). Lenin polemizó con Krasin sobre la formación del mercado capitalista en Rusia a partir de la miseria del campesinado. Krasin decía que el capitalismo tenia preponderancia del sector I (producción de los medios de producción), que hacía su propio mercado. Lenin cuestionó este punto de vista basándose en un profundo conocimiento de «El Capital» de Karl Marx, diciendo que el desarrollo del sector I y II (medios de consumo) se producen en paralelo, pero con una ley en la que el capital constante crece en mayor proporción que el capital variable, dicho de otro modo, la producción de medios de producción crece más rápido que la producción de medios de consumo. Para Lenin, el desarrollo del mercado no era más que el desarrollo de la división social del trabajo y de la producción de mercancías. Por último, Lenin demostró, en una polémica con intelectuales populistas, que el empobrecimiento del campo y el descampesinismo eran la condición para el desarrollo del mercado interno y del capitalismo, con la diferenciación en el campo y el surgimiento del proletariado y de la burguesía rural.

En 1894, se convirtió en dirigente del Círculo Marxista de San Petersburgo e impartió cursos a obreros marxistas de los barrios de la ciudad.

Con apenas 24 años, en 1894, Lenin escribió su tercer libro «Quiénes son los ‘amigos del pueblo’ y cómo luchan contra los socialdemócratas». El libro se publicó ese mismo año. Fue un libro importante para la lucha ideológica del POSDR en vías de formación contra los populistas, una corriente ampliamente mayoritaria en la lucha contra el zarismo, que propugnaban un socialismo utópico de base campesina, y métodos terroristas.

«Quiénes son los ‘amigos del pueblo’ y cómo luchan contra los socialdemócratas» (escrito en la primavera y el verano de 1894), un libro escrito para la lucha ideológica del marxismo, que estaba naciendo en Rusia, contra el populismo, que había iniciado una campaña contra el marxismo en el país. El debate central del primer fascículo tenía un trasfondo filosófico: qué es la concepción materialista de la historia y el método dialéctico-materialista, base fundamental de la corriente comunista fundada por Marx y Engels.

Lenin afirmaba que el marxismo podía explicar mejor lo que estaba ocurriendo en Rusia («Rusia es un país capitalista») que el populismo, que creía que el capitalismo en Rusia no podía progresar porque el campesinado ruso tenía la propiedad de la tierra y de la industria que estaba surgiendo, la producción casera, un régimen social «popular», «progresista», basado en la propiedad comunal de la tierra, la famosa «Comuna Rusa». Por esta razón, el populismo de finales del siglo XIX sólo defendía introducir pequeñas reformas en el campo, albergaba esperanzas en el gobierno zarista y en la «sociedad culta» para promover estos cambios y soñaba con la unión de todos los campesinos (pobres, medios y ricos) para marchar hacia un socialismo cooperativo, basado en la propiedad comunal de la tierra, una marcha hacia el socialismo como desarrollo natural de la economía. Por lo tanto, los intelectuales populistas veían la introducción del capitalismo como algo «artificial», que no combinaba con la estructura del campo ruso. No comprendían que el capitalismo ya había sido introducido en Rusia por la vía reformista y que ya imperaba en el campo, con la división entre campesinos pobres que estaban vendiendo sus tierras para convertirse en jornaleros y proletarios, campesinos medios que sólo sobrevivían trabajando en el campo y una clase de campesinos ricos, que dominaban las grandes propiedades y explotaban a los asalariados rurales, así como a los intermediarios que explotaban las industrias familiares, la gran producción industrial basada en el trabajo a domicilio, esencialmente una empresa de naturaleza capitalista, moderna aunque no mecanizada. Lenin explicaba este desarrollo capitalista apoyándose en la teoría marxista y en la concepción materialista de la historia, que analizaba la sociedad a partir de las relaciones entre los hombres en la producción de riqueza en la sociedad: decía que la sociedad rusa ya estaba diferenciándose entre proletariado y burguesía, a partir de la reforma en el campo en 1861, que acabó con la servidumbre en el país y la propiedad de la tierra pasó a ser vendida de forma privada (como una mercadería).Los populistas, con su método sociológico subjetivista, criticaban al marxismo, diciendo que éste sólo se fijaba en la «economía» y no en la voluntad de las personas, que era lo que de hecho transformaba a la sociedad. Siguiendo a Marx, Lenin argumentaba que «el modo de producción de la vida material condiciona los procesos de la vida social, política y espiritual en general», es decir, las relaciones económicas y sociales condicionan la superestructura política, jurídica y cultural, e incluso la forma del Estado zarista tal y como se estaba moldeando en esa época, y si bien es cierto que es la acción humana la que transforma esta sociedad, esta acción está condicionada por la situación real del país en ese momento. Por lo tanto, el marxismo estudia las sociedades como formaciones socioeconómicas, como relaciones sociales de clase establecidas en la base de la sociedad, en la producción material de las riquezas.

El marxismo explicó que el socialismo (a diferencia de los socialistas utópicos) no es sólo un deseo subjetivo de algún líder iluminado, sino una necesidad histórica que se deriva de las contradicciones internas del propio sistema capitalista.

De esta forma, mientras Lenin y los socialdemócratas rusos (marxistas) defendían la unión del nuevo proletario rural y el campesino pobre con los trabajadores de la ciudad para luchar contra el zar y el capitalismo, mediante el método de la lucha de clases («La única solución [negrita de Lenin] reside en la lucha de clases del proletariado contra la burguesía»), los populistas idealizaban la pequeña propiedad rural rusa, defendían el terrorismo individual y exigían libertades y pequeñas reformas en el campo.

Así, Lenin demostró el fortalecimiento del capitalismo en Rusia (con el fortalecimiento del mercado capitalista, a partir de la expropiación del campesino pobre y de la diferenciación de clases en el campo) y que los populistas, al idealizar al campesinado en su conjunto como un todo como portador de la sociedad del futuro, representaban los intereses de los campesinos acomodados y ricos, los que realmente estaban lucrando con la miseria total del campesino ruso.

Lenin afirmaba (en una polémica de nivel muy alto, y con sólo 24 años), en un enfrentamiento ideológico con los intelectuales más renombrados del populismo ruso, que el capitalismo ya estaba implantado en Rusia, aunque existían importantes contradicciones basadas en la supervivencia del zarismo y de restos feudales en la sociedad.

Demostró que el error de los populistas se originaba en su filosofía (el método subjetivo en sociología), que negaba que el capitalismo estaba implementándose a partir de leyes propias del desarrollo económico y social capitalista, y que el papel protagonista en la sociedad rusa pasaba a ser del proletariado y el campesinado pobre contra el Zar y la burguesía.

De ahí dedujo Lenin la necesidad de una alianza revolucionaria obrero-campesina para derrocar a la autocracia zarista. Los populistas creían que la historia se movía a través de las acciones de personajes «heroicos». Lenin demostró que el curso de la historia estaba condicionado por la diferenciación de clases en el campo ruso (por leyes objetivas, operantes en el capitalismo ruso, con características propias y diferentes de Europa occidental) y que esto determinaría la forma de expresión de la lucha de clases en Rusia. Lenin refutó la crítica populista de que Marx sólo veía la «economía», que el marxismo, el materialismo dialéctico aplicado a la historia, no tiene nada que ver con el automatismo-determinismo en el que el ser humano es un instrumento ciego de leyes eternas de funcionamiento de las sociedades, ideología que 40 años después sería la base central ideológica del estalinismo, tras la degeneración de la Revolución Rusa

Lenin afirmó en este libro que: «Ningún marxista jamás y en ningún lugar había utilizado el argumento de que en Rusia «debe haber» capitalismo «porque» ya lo había en Occidente, etc. Ningún marxista jamás vio en la teoría de Marx una especie de esquema histórico-filosófico obligatorio para todos, algo más que la explicación de una formación socioeconómica concreta»

Lo que Lenin afirmaba era que, desde que surgió el marxismo, el análisis de las sociedades pasó a ser científico, porque «por primera vez permitió adoptar una actitud rigurosamente científica ante los problemas históricos y sociales». Para Lenin, el marxismo era la «única concepción científica de la historia», una «teoría científicamente probada», por lo que «…la concepción materialista de la historia será sinónimo de ciencia social»

En este libro, Lenin desarrolló una polémica sobre el potencial revolucionario del sistema capitalista, que incluso le valió la acusación de que veía el capitalismo como una etapa «progresista» de la sociedad. Sin embargo, esto es una caricatura de su posición porque siempre hizo esta afirmación en relación al sistema feudal de la Rusia de entonces y no con el capitalismo en general. Decía que la implantación del capitalismo generaría una clase burguesa y una clase proletaria, lo que llevaría a una lucha de clases abierta y directa, sin las mediaciones del zarismo y la supervivencia feudal. También consideraba progresista el establecimiento de la gran industria mecanizada que avanzaba en la socialización general de la producción capitalista en oposición a la pequeña producción rural, y la formación del mercado nacional unificado y del mercado internacional, ya que fortalecía a la clase proletaria -la «única clase verdaderamente revolucionaria»- y al ejército internacional del proletariado. Lenin tenía claro que el desarrollo del capitalismo en Rusia generaría una clase de poderosos multimillonarios capitalistas mientras que crecería la miseria entre el proletariado y el semiproletariado. La supervivencia de elementos feudales añadía «a las penurias capitalistas, otras aún peores».

Siguiendo este debate, Lenin discutió la conexión entre las luchas democráticas (de las otras clases sociales) y de la lucha por el socialismo (del proletariado), donde las reivindicaciones democráticas deben ser abordadas por el proletariado sólo como un medio para llevar a las reivindicaciones socialistas:

Y por eso, la lucha al lado de la democracia radical contra el absolutismo y los estamentos e instituciones reaccionarios es una obligación directa de la clase obrera, que deben inculcarle los socialdemócratas, inculcándole a la vez, sin pérdida de tiempo, que la lucha contra todas estas instituciones es necesaria sólo como medio para facilitar la lucha contra la burguesía, que la clase obrera necesita conquistar las reivindicaciones democráticas de carácter general sólo como medio para desbrozar el camino que conduce a la victoria sobre el enemigo principal de los trabajadores: el capital….”

A partir de este debate, Lenin extrajo una conclusión programática fundamental que fue el pilar de toda su militancia en la construcción del POSDR y luego de la fracción bolchevique: el proletariado como principal fuerza motriz de la revolución, la clase protagonista de la sociedad rusa, sus aliados y su conexión internacional:

A la clase de los obreros dirigen los socialdemócratas toda su atención y toda su actividad. Cuando sus representantes avanzados asimilen las ideas del socialismo científico, la idea del papel histórico del obrero ruso, cuando estas ideas alcancen una amplia difusión y entre los obreros se creen sólidas organizaciones que transformen la actual guerra económica dispersa de los obreros en una lucha consciente de clase, entonces EL OBRERO ruso, poniéndose al frente de todos los elementos democráticos, derribará el absolutismo y conducirá AL PROLETARIADO RUSO (al lado del proletariado DE TODOS LOS PAISES) por el camino recto de la lucha política abierta a LA REVOLUCION COMUNISTA VICTORIOSA» (pág. 327).”[2]

En este libro Lenin llegó a una conclusión muy importante sobre las tareas del partido revolucionario:

“Y si hubiera expuesto la verdadera concepción que los socialdemócratas tienen de la realidad rusa, no habría podido menos de ver que hay una sola manera [negrito do Lênin] de «tomarlas en consideración»: contribuir al desarrollo de la conciencia de clase del proletariado, organizándolo y cohesionándolo para la lucha política, contra el régimen contemporáneo.”

Aunque criticaba la ideología y las concepciones anticientíficas de los populistas, Lenin reivindicaba la lucha de los populistas de las décadas de 1860 y 1870 como una corriente democrático-revolucionaria. En este texto, Lenin está criticando a los populistas de 1894, que estaban iniciando un movimiento de aproximación a posiciones ideológicas liberales burguesas.

Siempre analizando el carácter de clase de las corrientes, Lenin llamaba la atención sobre el hecho de que los populistas representaban los intereses de clase de la pequeña propiedad campesina rusa, después de la reforma capitalista campesina de 1861. Por esta razón, Lenin decía que la concepción materialista de la historia buscaba encontrar el carácter de clase de las tendencias políticas y que era necesario analizar los acontecimientos desde un ángulo de clase. En este caso, el carácter científico del marxismo coincidía con su carácter de clase, el proletariado, como única clase verdaderamente revolucionaria.

Con 24 años (1894) entró en contacto con la vanguardia obrera de Petersburgo, para la que impartió cursos de formación. A principios de 1895 escribió el primer volante marxista para las fábricas. Escribió «Quiénes son los ‘amigos del pueblo’ y cómo luchan contra los socialdemócratas»[3], en una feroz lucha ideológica contra los populistas y la moda «campesina», defendiendo una visión marxista del mundo.

En 1894 conoció a su media naranja, Nadia Krupskaya, en el partido de Petrogrado. Conoció a los economistas marxistas «legales» Struve y Tugan-Baranovsky. Estudió el libro de Engels «El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado».

En 1895, con 25 años publicó su cuarto libro «Contenido económico del populismo y su crítica en el libro del señor Struve«:

Este libro fue una crítica al libro de Piotr Struve (Notas críticas sobre el desarrollo económico de Rusia, 1894), dirigente de la corriente marxista que actuaba en la legalidad, y que buscaba presentar un marxismo «blando» a los ojos de la burguesía liberal. Sin embargo, antes de comenzar su crítica a Struve, Lenin retomó sus caracterizaciones de la teoría y el programa de los populistas, que son criticados por Struve, pero de forma incompleta. Según Lenin, los populistas de finales del siglo XIX, a diferencia de sus pares de la década de 1860 y 1870, se aproximaron al liberalismo burgués y se convirtieron en una corriente que proponía pequeñas reformas destinadas a mejorar las condiciones de la pequeña propiedad rural. Ellos creían que la situación en el campo ruso era buena porque existía la propiedad comunal de la tierra, sin dar importancia a la diferenciación de clases que surgía de esa misma propiedad comunal: una división de clases propia del sistema capitalista que ya estaba vigente en el campo ruso desde la reforma campesina de 1861, que abrió la comercialización de la tierra en beneficio de la naciente burguesía naciente a partir del propio campesinado. Criticaron a los marxistas que decían que en Rusia había nuevas relaciones de producción (burguesas) en el campo, afirmando que estos querían la ruina de los campesinos al defender el capitalismo. Lenin replicó que no defendía el capitalismo, que sólo utilizaba el método marxista, que no tenía miedo de llamar a las cosas por su nombre. Los marxistas, al identificar la proletarización de una parte importante del campesinado, se pusieron del lado de estos semi-proletarios o proletarios rurales contra la burguesía y la nobleza. Para Lenin, la implantación del capitalismo dejaría más claras las relaciones sociales de explotación con respecto a la explotación en el sistema feudal y que la socialización de la producción (en el país y en el mundo) fortalecería a la única clase revolucionaria de la sociedad: el proletariado urbano y rural. Los populistas, al contrario, no querían ver que el capitalismo ya estaba en plena marcha y a todo vapor, y soñaban con el retorno de una economía centrada en la pequeña propiedad, sin pasar por la explotación capitalista. Hacían esto porque los populistas representaban los intereses del pequeño productor rural, que la fuente del populismo se encontraba en el predominio de clase de los pequeños productores en la Rusia capitalista posterior a la Reforma.

La segunda parte del libro es una crítica al libro de Piotr Struve. Partiendo del acuerdo general con Struve, Lenin criticaba el carácter abstracto de la presentación del tema (que no conectaba con la situación de la Rusia de ese momento) y que se mostrara reacio a traducir las ideas sociales en relaciones económicas reales. Lenin también diferenciaba entre el «objetivismo» y el marxismo, algo que Struve confundía. Según Lenin, el objetivista -también llamado «fatalista» por Lenin- hablaba de «tendencias históricas insuperables» (a riesgo de convertirse en un apologista del capitalismo ruso) mientras que el marxista analizaba las contradicciones de clase de una realidad dada y qué clases determinaban el tipo de régimen existente y veía la salida en la lucha de clases, a través de la acción política de grupos e individuos. Por eso Lenin decía que el marxismo es «determinista» (no en el sentido en que lo es hoy, después de que el estalinismo distorsionara el marxismo vulgarizándolo, tergiversándolo y transformándolo en «determinismo fatalista»), pero no fatalista. De ahí Lenin extrajo la opinión de que el materialismo (marxismo) presupone ponerse de un lado en la lucha, de defender franca y abiertamente una clase social. El marxismo es incompatible con estar » entre dos aguas encima de la pared «

Para Lenin,

“La teoría de la lucha de clases es una gran realización de las ciencias sociales precisamente porque establece los procedimientos para reducir lo individual a lo social con toda precisión y exactitud. En primer lugar, esta teoría ha elaborado el concepto de formación económico-social. Tomando como punto de partida el modo de obtención de los medios de subsistencia —hecho básico para toda colectividad humana—, vincula con él las relaciones entre los hombres creadas bajo la influencia de ese modo de obtener medios de subsistencia, y en el sistema de esas relaciones «(Velaciones de producción», según la terminología de Marx) ve la base de la sociedad, base que se reviste de formas políticas y Jurídicas y de determinadas tendencias del pensamiento social. Cada sistema de relaciones de producción es, según la teoría de Marx, un organismo social particular, con sus propias leyes de aparición, funcionamiento y paso a una forma superior, de conversión en otro organismo social. Esta teoría aplicó a las ciencias sociales el criterio objetivo y científico general de la repetición, que los subjetivistas consideran inaplicable a la sociología.”

Otra diferencia importante con Struve es su crítica a la teoría marxista del Estado, que para él es una «generalización unilateral y apresurada». Según este autor, el carácter distintivo del Estado es su «poder coercitivo», razón por la cual ya existía antes de las clases sociales y seguirá existiendo tras la supresión de las clases.

Struve polemizaba con los populistas desde un punto de vista abstracto, sin vincular los fenómenos a las clases sociales y sectores de clase en lucha, debilitando la discusión con ellos. Lenin criticó a Struve por su intento de unir al marxismo con el malthusianismo.

Al final, el objetivismo fatalista de Struve reforzaba su apología del sistema económico capitalista y su «inevitabilidad histórica y la legitimidad del capitalismo». Así que, a diferencia de Lenin, Struve es, después de todo, el que teorizó sobre un sistema capitalista progresista en sí mismo:

«Si el Estado […] no desea fortalecer la gran propiedad agraria, sino la pequeña, dadas las actuales condiciones económicas podría lograr ese objetivo, no corriendo en pos de una irrealizable igualdad económica entre los campesinos, sino, únicamente, apoyando a los elementos capaces, creando con ellos un campesinado económicamente fuerte» (240).  «No puedo dejar de ver que la política orientada a la creación de tal campesinado [concretamente: «del económicamente fuerte, adaptado a la producción mercantil»] sería la única política sensata y progresista» (281).  «Rusia, que es un país capitalista pobre, debe convertirse en un país capitalista rico» (250), etc., etc., hasta llegar a la frase final: «aprendamos del capitalismo».

En conclusión, Lenin criticó a los «marxistas legales», una corriente económica marxista de carácter burgués legal, que adulteraban al marxismo, quitándole su carácter de clase, y lo utilizaban para mostrar lo «progresista» que era el desarrollo del capitalismo en Rusia. La lectura de este libro nos permite desmentir la leyenda estalinista de que Lenin veía la introducción del capitalismo en sí, como sistema social, como una etapa progresiva en Rusia y que la burguesía liberal era una aliada en la revolución democrático-burguesa. Esta era la concepción de Struve y Tugán-Baranovski -el objetivismo fatalista- y no la de Lenin. Esta sería la base fundamental, de la corriente menchevique que luego surgiría en el POSDR en una década.

Lo que es interesante señalar es que esta crítica que Lenin hacía a Struve (como apologista del capitalismo), hoy en día la hacen muchos marxistas, afirmando que Lenin era un etapista, porque supuestamente creía en (se inclinó por) una etapa histórica progresiva del capitalismo en Rusia.

  •  

A los 25 años, Lenin viajó al extranjero para contactarse con el grupo marxista «Emancipación del Trabajo», dirigido por Plejánov, organización que sería la base para la constitución del POSDR.

En el extranjero estudió las obras filosóficas de Marx y Engels.

Vivió en París, donde empezó a estudiar el «Estudio del movimiento comunalista en París en 1871«.

Al cabo de cinco meses, regresó a Rusia para construir el partido en consonancia con el grupo de Plejánov establecido en el extranjero. Empezó a visitar pueblos y grupos locales para publicar un periódico llamado «El Trabajador» o «El Obrero». Se convirtió en uno de los representantes más importantes del grupo de Plejánov en el interior de Rusia, en su centro obrero que era Petersburgo.

En 1895 fundó el grupo marxista «Unión de lucha por la emancipación de la clase obrera», que comenzó a tener un trabajo fabril, con la distribución de volantes en las fábricas. Esta unión iba a ser uno de los principales grupos que constituirían el POSDR.

Llevó una donación del grupo marxista a los trabajadores detenidos por la huelga de la fábrica Thornton. Esto formaba parte de la campaña del grupo marxista en apoyo a la huelga de los obreros. Escribió folletos volantes en apoyo a la huelga.

Lenin preparó la edición de un periódico clandestino del grupo Unión de Lucha llamado Rabochee Delo (La causa obrera).

Esta fue la primera detención de Lenin, a la edad de 25 años. Fue detenido por publicar el número 1 del periódico. Pasó 14 meses en prisión, donde permaneció incomunicado todo el tiempo.

A finales de 1895, con casi 26 años, Lenin empezó desde la cárcel a estudiar para escribir «El desarrollo del capitalismo en Rusia». También comenzó a redactar el «Proyecto de Programa» del POSDR.


[1] Lenin, Tomo 29, página 125, Resumen de “Ciencia de la Lógica”, de Hegel.

[2] Las negritas son de Lenin, en el texto original.

[3] En este periodo, los populistas abrieron una guerra ideológica contra el marxismo. El programa populista, al igual que su táctica era reformista, veía a Rusia al margen del capitalismo, afirmando que no había penetración capitalista en el campo. Lenin defendía la creación de un partido obrero y una alianza revolucionaria entre obreros y campesinos. Defendió al proletariado como fuerza motriz de la revolución burguesa en Rusia. La base social de los populistas es el pequeño productor, representan sus intereses y de ahí proviene su fuerza social…

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