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Reino Unido

¿Corbyn hará un gobierno de unidad nacional?

John McDonnell, canciller sombrío del Tesoro desde 2015. Foto tomada de The Times, Matthew Chattle/Alamy
agosto 29, 2019

 La “Iglesia amplia” y el Frente Popular.

El tipo de adulación que surgió en el inicio del liderazgo reformista de Corbyn está más débil que antes, su negativa de romper con el establishment del partido por miedo a perder su elegibilidad mostró su debilidad.

Por: Margaret McAdam, ISL-Reino Unido

La “Iglesia amplia” del Partido Laborista (Labour) siempre tuvo algo de la naturaleza de un frente popular, que ahora está siendo empujada más allá de los límites del Partido Laborista. John McDonnell fue a Escocia para adaptarse a las exigencias del Partido Nacional Escocés (SNP – Scottish National Party), un partido capitalista abiertamente nacionalista. Él prometió al SNP un nuevo referendo sobre la independencia de Escocia si el Partido Laborista formase un gobierno.

El dirigente del Partido Laborista Escocés no está feliz, porque esta propuesta contradice la política laborista escocesa y la posición formal del Partido Laborista del Reino Unido de no apoyar tal referendo[1].

No obstante, McDonnell reconoce la debilidad del Partido Laborista de Corbyn y desea ignorar la política laborista si él pudiese construir la base de un futuro gobierno de “unidad”.

Él sigue la sugerencia de Tom Watson, vice líder del Partido Laborista, que habló hace algunos meses sobre un gobierno de unidad nacional, y los parlamentarios laboristas han conversado sobre una alianza con los Verdes y hasta con los Demócratas Liberales.

Eso puede ser visto en el hecho de que algunos Consejos Municipales[2] de mayoría laborista, en Liverpool, por ejemplo, están ansiosos por hacer la próxima rodada de cortes draconianos en servicios y empleos públicos, en unidad con los Demócratas Liberales.

Tales frentes populares en los Consejos, con el SNP o con los Verdes, son la repetición de todos los frentes populares que ocurrieron en la historia: contra la clase obrera. Ellos serán usados para intentar contener y derrotar la lucha de los trabajadores y continuar imponiendo la austeridad.

Que es ese el pensamiento de muchos de la izquierda reformista está demostrado por el artículo de Paul Mason, “¿La mejor táctica del laborismo para derrotar a Boris Johnson? Un Frente Popular”, en The Guardian. La necesidad de librarse de los conservadores es usada por los simpatizantes del Frente Popular para justificar su posición, pero ellos nunca defienden una unidad en la lucha de la clase trabajadora para derribar a los conservadores del poder.

Sin duda, McDonnell sigue su política de este tipo de pensamiento.

La ISL dice no al gobierno de Frente Popular. Estamos por la independencia de clase de los trabajadores, contra todos aquellos que buscan mantener la austeridad y desean apoyar una Europa imperialista y capitalista.

Si Mason, el Partido Laborista o los Verdes llamasen a una acción de los trabajadores para librarse del gobierno, lucharíamos lado a lado, pero oponiéndonos a cualquier política de un gobierno de salvación nacional.

Decimos nada de Frente Popular; la lucha independiente de los trabajadores para sacar a Johnson es la manera de luchar por los intereses de los trabajadores y por el socialismo.

Consejos conservadores y laboristas reducirán más servicios

Muchos Consejos (uno de cada cinco) están proponiendo cortes drásticos como la última parte de los actuales planes presupuestarios de cuatro años. Los Consejos laboristas están planeando muchos millones de cortes que afectarán todos los servicios, incluso la asistencia social y la de adultos, centros de primer empleo, servicios de biblioteca, y recolección de basura.

Hasta 2020-2021, todas las autoridades locales dejarán de ser financiadas por el gobierno central, y un gran número de ellas podrá seguir el camino del Consejo de Northamptonshire, controlado por los Tories (Conservadores), que quebró el año pasado. Hasta 2022, un tercio de los Consejos hasta podrá dejar de existir.

El análisis independiente de la Pricewaterhouse Coopers sobre las presiones financieras enfrentadas por los gobiernos locales en todo el país, en el período hasta 2024-2025, afirma que las autoridades locales precisarán de 51.800 millones de euros adicionales.

El eslogan para derrotar los planes conservadores en el pasado, era: “Es mejor quebrar la ley que quebrar a los pobres”. Pero los consejeros laboristas de izquierda y de derecha votan a favor de los cortes y contra los pobres.

Exigimos que los Consejos convoquen reuniones en todas las regiones para combatir el gobierno central, a fin de luchar por más servicios y empleos públicos y poner fin a la privatización.

Los grupos antiausteridad que surgieron en 2013 deben ser reconstruidos, pero sin el control del Partido Laborista o de las burocracias sindicales.

Las comunidades de la clase trabajadora precisan organizar y construir organizaciones comunitarias de combate. Los sindicalistas de base son fundamentales. ¡Ellos deben ayudar a organizar la lucha contra los cortes!

“Socialistas” españoles y británicos

Podemos, el partido “radical” español, intentó seguir un camino fácil. Hicieron promesas anticapitalistas en las cuales muchos activistas de España (y de Gran Bretaña) creyeron.

Pero, ¿qué pasó? Podemos subió y cayó en cinco años. En 2015 obtuvo 5,2 millones de votos (apenas 340.000 o menos que el PSOE – Partido Laborista de España) y conquistó la dirección de muchas de las principales alcaldías. Cuatro años después, perdió 1,5 millones de votos y los gobiernos municipales de los cuales había conquistado el control.

Surgió en la “ola de indignación social y política desencadenada por el movimiento de masas 15M” (de www.corrienteroja.net, sección de la LIT-CI en el Estado español), que luchó contra la austeridad y la miseria y se volvió una referencia internacional, como Syriza en Grecia.

Pero ambos partidos traicionaron la confianza de los jóvenes, activistas y trabajadores. No rompieron con el parlamentarismo de izquierda ni con la Unión Europea. Es por eso que decimos que hay un paralelo con el Corbynismo.

Corbyn surgió dentro del viejo laborismo reformista, no fuera de él. No surgió de las luchas de masas sino, sobre todo, por la profunda frustración con las traiciones del Nuevo Laborismo [cuyo principal representante es Tony Blair] en relación con las luchas de las masas contra la guerra y la austeridad.

Corbyn se comprometió muchas veces al adaptarse al establishment del Partido Laborista y modificar sus posiciones para apaciguar a la derecha del partido: en la campaña del Brexit; al no defender una salida de los trabajadores y socialista de la UE y no luchar por su disolución junto a los trabajadores europeos; al instruir y prestar apoyo a los dirigentes de los Consejos que hacen cortes drásticos en los servicios y empleos públicos; al negar apoyo a la revolución siria, al retroceder en la defensa del pueblo palestino, aceptando las definiciones sionistas sobre el antisemitismo; y al hacer acuerdos con bancos y multinacionales.

Syriza y Podemos muestran adónde llevan tales compromisos.

Notas:

[1] En el referendo sobre la independencia de Escocia, realizado en 2014, el Partido Laborista se unió al Partido Conservador contra la independencia, que perdió por apretado margen.

[2] Similar a la Cámara de Concejales en Argentina, o a la Cámara de Vereadores del Brasil, pero en algunos casos asume también la función ejecutiva, es decir, no hay un intendente o alcalde electo.

Fuente: Socialist Voice n.° 36.

Traducción del original en inglés al portugués: Marcos Margarido.

Traducción al castellano: Natalia Estrada.

 

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