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Debates

Apoyamos al pueblo ucraniano contra la invasión rusa y la colonización yanqui

junio 28, 2025

Recientemente, en su plataforma multimedia Izquierda Diario, el Partido de los Trabajadores Socialistas-PTS, de Argentina, y su organización internacional (la Fracción Trotskista-FT) dedicó un programa televisivo y un extenso artículo a analizar la propuesta de Donald Trump a Vladimir Putin de establecer un “acuerdo de paz” que ponga fin a la guerra entre Ucrania y Rusia. Con base en esos análisis y caracterizaciones, enfoca las consecuencias internacionales de esta propuesta y propone una orientación “antimilitarista y antiguerra”[1]. En este artículo, debatiremos con esos análisis y caracterizaciones y con el contenido de esa orientación.

Por Redacción

El programa televisivo es más claro y directo mientras que el artículo de Juan Chingo es mucho más “alambicado” (parece estar destinado a una audiencia europea). Por supuesto, coinciden en los conceptos centrales y en la conclusión sobre qué orientación propone el PTS/FT a los activistas y a las masas. Veamos un resumen de su razonamiento.

En dicho programa, se analiza una situación mundial determinada por el enfrentamiento entre dos polos imperialistas: el encabezado por EE.UU. y el conformado por China y Rusia.

A partir de una aplicación mecánica de este análisis, desde la invasión rusa a Ucrania y la respuesta del pueblo de este país que la combatía (la resistencia ucraniana), siempre consideró que se trataba de una “guerra reaccionaria”, un mero reflejo de la disputa interimperialista.

Con esta visión, la resistencia ucraniana fue y es solo una herramienta del imperialismo yanqui. O, como dicen ahora: una “guerra por procuración” (término jurídico utilizado cuando alguien actúa en nombre de otra persona). A partir de esta caracterización, siempre levantaron la política de “No a la guerra en Ucrania”, lo que significaba “en esta guerra no tenemos lado” y, más profundamente, la propuesta a la resistencia ucraniana de que bajase sus armas y dejase de defender a su país contra la invasión rusa[2]. Luego de ello, los excombatientes ucranianos debían limitarse a esperar la revolución socialista mundial que resolvería todos los problemas. Por supuesto, esta corriente lanzó esta propuesta desde sus escritorios. Nunca intentó ir a Ucrania a plantearla “en el terreno”.

Una guerra de liberación

La LIT-CI caracterizó en su último congreso una situación mundial marcada por el enfrentamiento entre dos polos imperialistas. Sin embargo, a diferencia del PTS/FT, consideró la guerra iniciada por la invasión rusa y la resistencia ucraniana de acuerdo con los criterios revolucionarios propuestos por Lenin en la I Guerra Mundial (1914-1918), en su artículo El socialismo y la guerra[3].

En ese artículo, Lenin expuso que a diferencia del “moralismo de los pacifistas” que se oponen a toda guerra per se, los revolucionarios deben caracterizar el contenido político de cada guerra para fijar una posición, por un lado, por otro, o por ninguno. En ese sentido, caracterizó que la I Guerra Mundial en su conjunto era una guerra interimperialista y propuso la línea del “derrotismo revolucionario” (“la derrota del propio imperialismo es el mal menor”), y al interior de cada campo imperialista “transformar la guerra en guerra revolucionaria de clases” (lo que logró en Rusia en 1917). Oponía esta política a la traición de los principales partidos de la II Internacional (el alemán y el francés) que apoyaban a sus respectivos imperialismos.

Pero, al mismo tiempo que proponía esta política revolucionaria para la guerra en su conjunto, Lenin analizaba que, en ese contexto, también se daban otro tipo de conflictos: las guerras de resistencia nacional. “Existen gobiernos y/o sectores burgueses que de una u otra forma, casi siempre desesperada, intentan resistir la ofensiva recolonizadora y para eso también buscan apoyarse en el movimiento de masas. Este enfrentamiento entre las masas de los países dependientes y el imperialismo, enfrentamiento del cual participan sectores burgueses de variados tipos [y muchas veces dirigen, agregaríamos] es lo que está por detrás de esta guerra”.

La conclusión de Lenin es que cuando se trata de la lucha de un país dependiente y agredido por el imperialismo, sí “tenemos patria”. Al caracterizar la guerra ruso-ucraniana y formular su política frente a ella, el PTS/FT ha dejado completamente de lado estos criterios revolucionarios propuestos por Lenin.

La política de la LIT 

La guerra ruso-ucraniana se inicia a partir de la invasión ordenada por el régimen de Putin, que consideraba que Ucrania pertenecía a Rusia por “derecho histórico” y otras falsificaciones[4]. Rusia tiene un poderío militar mucho mayor que Ucrania: Putin creyó que le sería fácil llegar hasta Kiev y dominar la capital. Pero se enfrentó con un obstáculo inesperado: la heroica resistencia del pueblo ucraniano que paró la ofensiva rusa en las puertas de Kiev y comenzó un contraataque que obligó a las tropas rusas a retroceder al oriente de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia[5].

Se trataba de la agresión militar de una potencia mucho más fuerte a un país dependiente, con el objetivo de anexárselo. La población del país dependiente resistía heroicamente contra esa agresión, aunque la dirección de esa resistencia era burguesa (el gobierno de Zelenski). Ante una realidad tan evidente, la LIT-CI aplicó los criterios de Lenin y “tuvo patria”: estuvimos y estamos por el triunfo de la resistencia ucraniana y por la derrota de la invasión rusa (la única paz justa en este caso). Lo hicimos impulsando la acción independiente de los trabajadores, sin depositar ninguna confianza política en el gobierno de Zelenski y combatiendo sus políticas contra la clase obrera.

Soldados ucranianos ayudan a la gente a cruzar un puente destruido durante la evacuación de civiles de la ciudad de Irpin, al noroeste de Kiev, el 8 de marzo de 2022 Serguei Supinsky/AFP

Como parte de nuestro apoyo a Ucrania, a través de la CSP-Conlutas del Brasil junto con otras organizaciones sindicales y políticas de Europa, se organizó el convoy obrero de apoyo a la resistencia ucraniana para entregarle medicamentos y suministros (de modo similar a lo que intentaron hacer días pasados la Flotilla y la Marcha Global a Gaza con los palestinos)[6]. El convoy llegó a Ucrania y entregó su carga a la resistencia ucraniana.

Dado que se trata de una guerra, además de esta actividad, la LIT-CI sintetizó su política en la consigna “Armas para la resistencia ucraniana”[7]. Consideramos que la resistencia ucraniana tenía todo el derecho de pedir armas a quien estuviese dispuesto a dárselas, incluido los países imperialistas europeos y EE.UU. Debatimos duramente con quienes con distintos argumentos se oponían a este derecho[8]. También con aquellos que consideraban que si el imperialismo yanqui y las potencias europeas suministraban armas a la resistencia ucraniana, le daban apoyo logístico e instrucción militar, la guerra había cambiado su carácter (y se había transformado en una expresión del conflicto interimperialista, la “guerra por procuración” de la que habla el PTS/FT). Sostuvimos que, a pesar de esa ayuda militar de países imperialistas, seguía siendo una guerra de liberación del pueblo ucraniano contra el agresor ruso. Para ello, nos basamos en los criterios expuestos en un artículo del SWP estadounidense (1942) frente a la guerra chino-japonesa, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, ante la ayuda del imperialismo estadounidense al ejército chino[9]. Recordemos que este partido se había desarrollado bajo la influencia directa de Trotsky.

Gracias a esta posición de principios y a su actividad con el convoy obrero, la LIT-CI estableció estrechas relaciones con algunos de los mejores representantes de la resistencia obrera ucraniana, como Yuri Petrovich Samoilov, presidente del Sindicato Independiente de Mineros de Krivoy Rog, región de Dniepropetrovsk, Ucrania[10].

Mientras tanto, el PTS/FT seguía pontificando desde sus escritorios de Buenos Aires su equivocada política de “No a la guerra en Ucrania” (“no tenemos lado”) que llamaba a los obreros ucranianos a no combatir. En medio de una guerra, esa posición acaba favoreciendo al lada más fuerte y agresor: Putin y Rusia.

La verdadera política del imperialismo yanqui hacia la guerra en Ucrania

Hemos visto que el PTS/FT siempre consideró que la guerra ruso-ucraniana fue, en esencia, una guerra entre EE.UU./OTAN y el régimen de Putin y que la resistencia fue apenas una herramienta de los primeros. Esa caracterización lleva a esta organización a no entender tampoco cuál fue la verdadera política de EE.UU. hacia esta guerra.

La realidad es que nunca existió tal guerra OTAN/Rusia. Desde la asunción del régimen de Putin, la política del imperialismo yanqui, las potencias europeas y la OTAN fue de “coexistencia pacífica” con este régimen y de hacer muy buenos negocios con él, en especial el imperialismo alemán.

Por ejemplo, los países de la OTAN “miraron para otro lado” cuando el régimen de Putin anexó una parte de Ucrania y ocupó Donetsk y Luhansk, en 2014. Desde el inicio de la invasión rusa estaban dispuestos a pactar con Putin y a dividirse el país con él[11]. Sin embargo, también fueron sorprendidos por la fuerza de la heroica resistencia ucraniana que paró la ofensiva rusa e inició una poderosa contraofensiva. Esa situación les presentaba un peligro mucho mayor: que una derrota categórica de Putin en Ucrania llevase al derrumbe de su régimen y que, combinada con el triunfo de una resistencia obrera y popular en este país, abriese una dinámica de revolución permanente en toda Europa del Este.

Para enfrentar esos peligros, comenzaron a enviar algún apoyo militar y financiero al gobierno de Zelenski, supuestamente para “derrotar la invasión rusa”. Pero este endurecimiento de palabra se expresó de modo muy parcial en los hechos. Aunque los países de la OTAN aprovechan la excusa de la guerra de Ucrania para rearmarse hasta los dientes, el suministro de armas a la resistencia ucraniana y a su ejército siempre fue muy limitado en cantidad y en potencia de destrucción. Y se redujo al mínimo cuando la contraofensiva ucraniana podía derrotar categóricamente al ejército ruso y expulsarlo del país. Aunque sí hubo apoyo logístico al ejército ucraniano desde EE.UU. y entrenamiento de oficiales ucranianos en países europeos, nunca hubo soldados de la OTAN combatiendo en Ucrania.

Era una táctica diferente, al servicio de debilitar un poco a Putin y traerlo “mansito” a la negociación para dividir el país. Al mismo tiempo, necesitaban controlar y frenar el proceso del “pueblo en armas” que se desarrollaba en Ucrania (una gran amenaza al capitalismo, una vez terminada la guerra). Junto con el gobierno de Zelenski comenzaron a construir un ejército clásico como sólida base de un Estado burgués en la posguerra. Por eso, nunca dieron armas de modo directo a las milicias de la resistencia sino al gobierno de Zelenski, que fue el instrumento de esta política.

La política del imperialismo yanqui y de la OTAN fue extender la guerra todo lo posible para desgastar y desangrar al pueblo ucraniano, avanzar en la destrucción de la economía y de la infraestructura del país para que, cansado de la guerra, aceptase un “acuerdo de paz”. Es decir, que se rinda y entregue a Putin la región oriental del país. Al mismo tiempo, buscaban dejarlo totalmente endeudado y comprometido financieramente para asegurarse que la “reconstrucción” del país fuera la vía para someterlo completamente hasta el nivel de una semicolonia del imperialismo yanqui y de las potencias europeas[12].

Personas observan los restos destruidos de vehículos militares rusos en una carretera de la ciudad de Bucha, cerca de la capital, Kiev, Ucrania, el 1 de marzo de 2022. Foto: Serhii Nuzhnenko, AP

Desde antes de asumir, Trump hizo la propuesta de hacer un acuerdo con Putin sobre la guerra ruso-ucraniana para “lograr la paz”. Varias razones lo obligan a acelerar los tiempos. Trump lucha por la hegemonía norteamericana. Pero, a diferencia de Biden, reconoce la decadencia actual de EEUU. Por eso la “guerra arancelaria”, típica actitud defensiva. También quiere reducir sus gastos militares en la guerra de Ucrania, y repasar esa tarea al imperialismo europeo.

Por el otro, y como elemento importante, está enfrentando una oleada de grandes movilizaciones en contra de su gobierno, con epicentro en Los Ángeles pero que se extendió a todo el país. Es el movimiento llamado No Kings (No a los Reyes”)[13].

Ante esta situación interna, el gobierno de Trump necesita salir de conflictos externos y pone como “agenda urgente” el acuerdo de “paz” con Putin. Más allá de las razones que llevaron a Trump a acelerar los tiempos en este punto, una cuestión es evidente: se trata de una “paz” contra el pueblo ucraniano[14].

Algunas consideraciones económicas

Después de la restauración del capitalismo en Rusia, China y los ex Estados obreros del Este de Europa, comenzó el plan de las potencias imperialistas para aprovechar el gran “espacio de negocios” que se había abierto. EE.UU. se centró en las inversiones en China y Taiwán. Inglaterra obtenía su tajada como intermediario en China, por su vieja influencia en Hong Kong, y también de las inversiones en la India.

Las otras potencias europeas, en especial Alemania, se concentraron en los negocios en Europa del Este: Croacia, Eslovenia, Polonia y los países del Báltico entraron en la UE y varios de ellos ya son semicolonias de Alemania. Era el “espacio propio de negocios” que el imperialismo yanqui le dejaba a la UE y a Alemania.

Con la Rusia de Putin, Alemania estableció relaciones económicas muy profundas. Por un lado, tiene fuertes inversiones en las principales empresas energéticas rusas, como Gazprom, y se derrumbaría sin esas inversiones[15]. Al mismo tiempo, Alemania es muy dependiente de la provisión de gas ruso. Es lo que explica su “coexistencia pacífica” con Putin: en 2004, el entonces canciller alemán Gerhard Schröder afirmó que Putin no era un dictador sino “un demócrata impecable”[16].

Las contradicciones ante la guerra ruso-ucraniana

En ese contexto, Putin invade Ucrania y se inicia la guerra contra la resistencia nacional ucraniana. Putin había roto la “coexistencia pacífica” con la OTAN y a este bloque político-militar se le planteaba el problema de cómo responder a ello. Ahí surgieron contradicciones en su interior.

Todos estaban de acuerdo en que la OTAN no intervendría directamente como tal. Pero surgieron diferencias entre EE.UU. y Alemania sobre otros puntos. Por un lado, sobre el tipo y el volumen de armas que le entregarían a Ucrania[17]. La diferencia central fue sobre las sanciones económicas a Rusia. EE.UU. quería aplicar sanciones más fuertes para desgastar y debilitar a Rusia y así obligar a Putin a negociar. Entre las sanciones propuestas estaba la de impedir el acceso de Rusia al sistema internacional de operaciones bancarias internacionales (SWIFT)[18]. Alemania se opuso terminantemente a ello porque Putin hubiera respondido con el bloqueo del suministro de gas al país. La sanción finalmente no se aplicó. Pero la UE y Alemania se adaptaron a la política yanqui de entregar armas a Ucrania. Alemania aportó territorios donde EE.UU. entrenó a militares ucranianos[19].

Tal como vimos, la guerra se fue extendiendo hasta ahora y desgastando al pueblo ucraniano. Al mismo tiempo, el imperialismo yanqui y las potencias europeas tenían un objetivo estratégico: colonizar Ucrania una vez terminada la guerra. Todas las supuestas “ayudas financieras” que le dieron a este país fueron en realidad “préstamos hipotecarios” a ser pagados en la posguerra y que tenían como garantía el control total por parte EE.UU. y de las potencias europeas sobre la “reconstrucción” de Ucrania y la entrega de sus recursos naturales.

Hasta aquí, el imperialismo yanqui y las potencias europeas se asociaban para colonizar juntos a Ucrania luego de la guerra. El “acuerdo de paz” propuesto por Trump a Putin cambia esta situación: por un lado, deja a las potencias europeas fuera del acuerdo; por el otro, también la deja fuera del negocio de la apropiación de recursos naturales, como los estratégicos minerales conocidos como “tierras raras”, que ahora sería exclusivamente para el imperialismo yanqui[20].

Esta es la razón de fondo del “enojo” de las potencias europeas, en especial de Alemania, con la propuesta de Trump: las deja completamente afuera de los negocios en Ucrania. Alemania considera que, tal como sucedió con los otros países de Europa del Este, Ucrania sería parte de su “espacio natural de negocios”. Pero la propuesta de Trump ahora no la invita a “la fiesta”.

¿Qué dice el PTS frente la propuesta de Trump?

El punto central de este debate es la propuesta de Trump a Putin de poner fin a la guerra y acordar la “paz”. Frente a esta propuesta, la posición de la LIT-CI ha sido clarísima: lo denunciamos como una paz contra el pueblo ucraniano, que dividiría a Ucrania entregándole una parte a Putin y la otra al saqueo colonial del imperialismo yanqui y las potencias europeas. Llamamos a la clase obrera ucraniana a seguir luchando por la independencia del país contra ese acuerdo. Seguimos llamando a los trabajadores y pueblos de mundo a continuar apoyando a la resistencia ucraniana[21]. y, por lo tanto, a garantizar el suministro de las armas necesarias para mantener ese combate.

Somos totalmente conscientes que los sufrimientos y bajas en esta larga y dura guerra de liberación han generado cansancio en muchos trabajadores ucranianos y que esa desmoralización puede llevarlos a aceptar este acuerdo para poner fin a la guerra. Sería equivalente a una huelga combativa que es derrotada porque sus fuerzas están casi por agotarse. En ese caso, entenderemos perfectamente esa situación y mantendremos nuestro apoyo y solidaridad con los trabajadores y el pueblo ucraniano.

Lo que nunca haríamos es decirles que ese acuerdo es bueno. Les propondríamos que si retroceden, lo hagan lo más ordenadamente posible, que recuperen fuerzas y que saquen conclusiones del porqué de esa derrota. Con base a ello, les diríamos que se preparen pacientemente para retomar la lucha que les permita recuperar la parte de su país que ha sido robada por Putin y para enfrentar el saqueo colonial del imperialismo yanqui y las potencias europeas.

En una posición opuesta, un sector de la izquierda proveniente del estalinismo, que había apoyado la invasión rusa ordenada por Putin, llamó a apoyar la propuesta de Trump porque considera que este acuerdo de “paz” es el reconocimiento por parte del imperialismo yanqui de que fue derrotado en la guerra. Es el caso del periodista brasileño Breno Altman, que equipara este acuerdo con el que se vio obligado a firmar Richard Nixon en 1975, luego de la derrota de EE.UU. en la guerra de Vietnam. Hemos debatido duramente con esta posición que tiene el mérito de ser muy clara[22].

Ahora bien, ¿cuál es la posición del PTS/FT ante la propuesta de Trump? Hemos leído y releído varias veces el artículo de Juan Chingo y vuelto a asistir el programa televisivo: ¡no conseguimos encontrarla! La conclusión de su extenso análisis es que los revolucionarios deben impulsar movilizaciones con una “política antimilitarista y antiguerra”. Es decir “por la paz”, sin definir de qué “paz” se trata. La misma política que tuvieron desde el inicio de la guerra con el “no tenemos lado”.

La conclusión lógica de este enfoque sería apoyar el “acuerdo de paz” entre Trump y Putin porque pondría fin a la guerra reaccionaria” en Ucrania y lograría la “paz”. El PTS/FT es consciente que no puede decir eso. Entonces, mira para otro lado y trata de esconder el hecho de que no tiene una posición concreta frente a esta propuesta, en medio de muchos análisis y de un llamado abstracto a la revolución socialista en el mundo. Es decir, un “gracias no fumo” que le capitula tanto a Trump como a Putin (ahora asociados).

Para nosotros la única verdadera paz en Ucrania debe partir del triunfo de la resistencia ucraniana y de la derrota de la invasión rusa, y continuar en la lucha contra el saqueo del imperialismo yanqui y de las potencias europeas. Para esa lucha, como en toda guerra, se necesitan armas, no vacíos llamados a la “paz”.                         


[1] https://www.laizquierdadiario.com/Trump-Ucrania-y-el-rearme-de-Europa

 y https://www.laizquierdadiario.com/La-crisis-historica-de-la-relacion-transatlantica-y-los-desafios-de-los-internacionalistas-proletarios

[2] https://litci.org/es/sobre-la-consigna-no-a-la-guerra-en-ucrania/?utm_source=copylink&utm_medium=browserlink&utm_medium=browser

[3] https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1915sogu.htm

[4] https://litci.org/es/las-falsificaciones-de-putin-sobre-la-batalla-de-stalingrado-y-la-guerra-en-ucrania/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[5] https://litci.org/es/la-resistencia-militar-ucraniana-y-el-nuevo-momento-de-la-guerra/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[6] https://litci.org/es/csp-conlutas-va-a-ucrania-con-convoy-obrero-internacional-y-entrega-donaciones/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[7] https://litci.org/es/armas-para-la-resistencia-ucraniana/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[8] https://litci.org/es/debate-con-el-buro-politico-de-la-iv-internacional-y-gilbert-achcar/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[9] Ver WRIGHT, John G., “Why we defend China?”, en: https://www.marxists.org/history/etol/writers/wright/1942/04/china.htm

[10] https://litci.org/es/entrevista-con-yuri-petrovich-samoilov-dirigente-minero-ucraniano/?utm_source=copylink&utm_medium=browser       

[11] https://litci.org/es/el-imperialismo-acepta-repartir-ucrania-con-putin/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[12] https://litci.org/es/la-guerra-de-ucrania-y-el-imperialismo-estadounidense/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[13] https://elpais.com/us/2025-06-14/las-protestas-no-kings-y-el-desfile-militar-de-donald-trump-en-vivo.html

[14] https://litci.org/es/la-paz-de-trump-y-putin-contra-el-pueblo-ucraniano/?utm_source=copylink&utm_medium=

[15] Sobre este tema, recomendamos leer El endeudamiento externo de Rusia: dinámica, estructura y riesgos en las condiciones de las sanciones económicas de los países de occidente, de Tatiana Sidorenko en: https://www.redalyc.org/journal/599/59947016001/

[16] https://www.dw.com/es/el-excanciller-schr%C3%B6der-y-putin-cuando-la-amistad-se-convierte-en-descaro/a-61640542 

[17] https://noticias-do-brasil.com/internacional/2022/04/25/alemanha-promete-decisao-rapida-sobre-envio-de-armas-pesadas-para-a-ucrania.html

[18] https://cnnespanol.cnn.com/video/ucrania-rusia-eeuu-sanciones-redaccion-buenos-aires

[19] EUA inicia treinamento de militares ucranianos na Alemanha (metropoles.com) y EUA marca reunião na Alemanha sobre segurança de longo prazo da Ucrânia – Internacional – Estado de Minas

[20] https://litci.org/es/trump-y-zelensky-acuerdan-saqueo-de-los-minerales/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[21] Putin y Trump ¡Saquen sus manos de Ucrania! – Liga Internacional de los TrabajadoresLiga Internacional de los Trabajadores

[22] La “paz” de Trump y Putin contra el pueblo ucraniano – Liga Internacional de los TrabajadoresLiga Internacional de los Trabajadores

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