Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

Visite el especial sobre los 40 años de la LIT-CI

El partido mundial es la prioridad número uno del movimiento obrero porque existe una economía y una política mundial a la cual están supeditadas las realidades nacionales […] La existencia de una política mundial es característico del capitalismo y, puesto que se trata de derrocar a éste, se necesita un instrumento acorde con esa realidad y esa tarea […]”. 

Nahuel Moreno, 1986.

Han pasado 40 años desde la realización de aquel encuentro de revolucionarios/as pertenecientes a distintos países, que por sus resoluciones centrales se transformó en un paso importante para avanzar en la superación de aquel que, según definiera León Trotski en 1938, es el problema más importante de toda la humanidad: la crisis de dirección revolucionaria del proletariado. El encuentro fue en Bogotá. Ocurrió entre el 5 y el 11 de enero de 1982, y fundo lo que hoy se denomina Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI).

Por Daniel Sugasti

En un primer momento, el conclave fue convocado como una “Reunión Internacional de Consulta”. El llamado se hizo a dirigentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Panamá, Perú, Portugal, Suecia, Uruguay y Venezuela. No pudieron asistir, pero hicieron llegar su adhesión, compañeros/as de Nicaragua, El Salvador, Grecia, Bélgica, Alemania y Turquía.

La mayoría de los presentes eran miembros de la ex Fracción Bolchevique (FB), una organización revolucionaria de carácter internacional que tenía como su principal constructor y dirigente al trotskista argentino Hugo Miguel Bressano Capacete, conocido como Nahuel Moreno. Esta corriente, durante muchos años, había sido parte del entonces denominado Secretariado Unificado de la IV Internacional (SU), la organización mayoritaria dentro del movimiento trotskista desde su reunificación en 1963. El máximo exponente de la SU era Ernest Mandel. La ruptura con el ex SU, como veremos en los artículos del especial, se dio en 1979, en medio de duras polémicas programáticas, políticas y, sobre todo, de orden moral.

En 1980, el sector dirigido por Moreno intenta una unificación con otro dirigido por Pierre Lambert. Pero ese intento duró poco tiempo, dada la capitulación de la corriente lambertista al gobierno de Mitterrand, que asumió en 1981.

Por eso, en medio de esa situación compleja, no todos los presentes en Bogotá habían sido parte de la ex FB. A esa reunión, que una vez más tenía como finalidad reagrupar a los trotskistas ortodoxos, también asistieron el venezolano Alberto Franceschi y Ricardo Napurí, entonces dos dirigentes importantes de la ex CORCI[1]. Precisamente, uno de los motivos centrales de la “Reunión Internacional de Consulta” era organizar la defensa de la honra revolucionaria de Napurí, atacada de forma calumniosa por Lambert y Jorge Villarán, dirigente del Partido Obrero Marxista Revolucionario (POMR), organización peruana del lambertismo.

En este sentido, la reunión aprobó dos textos: “La Reunión Internacional de Consulta exige que se respete el Protocolo”[2] y “Contra los calumniadores, en defensa del honor revolucionario de Ricardo Napurí y de la moral proletaria”. Pero hubo una tercera decisión, de carácter estratégico. Esta consistió en convertir esa reunión internacional en una Conferencia Mundial de Fundación de la Organización Trotskista Internacional.

Esta Conferencia, además de discutir el balance sobre los últimos intentos de unificación del movimiento trotskista y las perspectivas de su ala ortodoxa, deliberó sobre los principios, el programa, los estatutos, las publicaciones, el nombre y la dirección de una nueva organización internacional revolucionaria.

La premisa central para este cometido, expresada después en forma de tesis, afirmaba categóricamente que:

“La mayor necesidad material, objetiva, de la humanidad, la revolución socialista mundial, tiene un correlato subjetivo: una dirección revolucionaria mundial. Sin ésta, aquélla es imposible. Así, la crisis de la humanidad se agudiza día a día sin solución […] La necesidad absoluta objetiva de la revolución socialista mundial se concreta, se encarna, en la necesidad absoluta subjetiva de una dirección revolucionaria –no burocrática- internacional”[3].

Convencidos de este entendimiento histórico, de las deliberaciones de esta Conferencia nace la actual Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional –LIT (CI) –. Este nombre se determinó, valga la anécdota, por el estrecho margen de dos votos, en contraposición a otra propuesta que defendía como denominación “Liga Internacional de la Revolución Socialista-Cuarta Internacional”.

Una nueva organización internacional revolucionaria, leninista-trotskista, hacía su aparición en escena, encarando el presente y con todo un futuro por delante. La algarabía se apoderó de esas pocas decenas de compañeros presentes, todos ellos militantes abnegados, sacrificados, curtidos por los duros avatares de la lucha de clases en sus países. El discurso final de la Conferencia de 1982, breve y emotivo, cerró parafraseando las últimas palabras de Trotsky: “Estamos seguros de la victoria de la Cuarta Internacional”. En más de un rostro corrieron lágrimas. Los puños estaban cerrados y en alto. El fin de los trabajos, pese al tremendo cansancio después de siete intensos días, encontró a todos abrazándose, saltando y cantando: “Si ésta no es la Cuarta, la Cuarta donde está…”. Nahuel Moreno, con toda razón, podía sentenciar: “La existencia de una tendencia trotskista ortodoxa es un hecho”.

Así nacimos. Así surgió esta corriente internacional, cuyo pasado y presente reivindicamos con inmenso orgullo militante.

A partir de hoy, y durante las siguientes semanas, presentaremos a nuestros lectores y lectoras una serie de artículos para celebrar los 40 años de la fundación de nuestra organización internacional.

Todos tendrán el objetivo de rescatar determinados elementos de nuestra trayectoria militante, nuestros principios y principales experiencias políticas. Entre otros temas, ofreceremos una historia de la LIT-CI hasta nuestros días; abordaremos la necesidad y la posibilidad de una revolución socialista mundial; la intervención de la corriente morenista, con casi 80 años de existencia, en el movimiento obrero; el significado y papel del internacionalismo proletario y revolucionario; el centralismo democrático como régimen organizativo de los partidos de vanguardia; el carácter militante y combativo, “conspirativo”,  que deben tener los partidos revolucionarios; en ese sentido, plantearemos el debate sobre qué significa ser militante de una organización revolucionaria; la actitud del marxismo ante las diferentes opresiones; el legado y el presente de nuestra corriente en la elaboración sobre la palestina y los conflictos en Medio Oriente; el papel del estalinismo clásico y sus nuevas variantes; el papel del reformismo, sus nuevas formas y la actitud del trotskismo ante esa tendencia enemiga de la revolución obrera y socialista.

Algunos artículos irán acompañados de algunos videos, a modo de introducción. Invitamos a todas y todos a visitar y divulgar el especial con más compañeros y compañeras. De esa manera, apropiándonos de nuestro pasado de cara al futuro, conmemoraremos las cuatro décadas de la LIT-CI, una corriente trotskista, con programa obrero, socialista e internacionalista, al servicio de la reconstrucción de la Cuarta Internacional fundada por León Trotski.

Visite el especial conmemorativo de los 40 años de la LIT-CI: https://litci.org/es/40anos/


[1] Corriente internacional liderada por Lambert.

[2] Nos referimos al acuerdo firmado el 17 de noviembre de 1981 entre Pierre Lambert y Andrés Romero (del PST argentino), en el marco de la ruptura de la CI (CI), donde se establecía que ninguna de las dos partes utilizaría las siglas de la CI (CI) ni el nombre Correspondencia Internacional (que había sido el órgano de este agrupamiento) para sus publicaciones. Lambert rompió el acuerdo once días después.  

[3] LIT (CI). Tesis de Fundación de la LIT (CI): Sobre la necesidad de construir una dirección y una organización internacionales. Revista Marxismo Vivo, edición especial, febrero 2007.p. 89.

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