Una investigación revela el impacto devastador del conflicto en la Franja de Gaza, lo que apunta a una crisis humanitaria de proporciones masivas.
Por Marcel Wando
13 de julio de 2024.-
Un estudio reciente publicado en la revista médica británica “The Lancet”, dirigido por Rasha Khatib, Martin McKee y Salim Yusuf, sugiere que el número real de muertos en la Franja de Gaza podría superar los 186.000. El estudio, publicado el 5 de julio de 2024, analiza las muertes directas e indirectas desde el inicio de la invasión israelí en octubre de 2023.
Los autores llegaron a esta cifra alarmante utilizando una estimación conservadora que considera cuatro muertes indirectas por cada muerte directa registrada. Hasta el 19 de junio de 2024, el Ministerio de Salud de Gaza informó 37.396 muertes, cifra aceptada por organizaciones como la ONU y la OMS, a pesar de ser cuestionada por las autoridades israelíes. Pero el estudio señala que es probable que estas cifras estén subestimadas, dado el gran número de cuerpos aún enterrados bajo los escombros y las dificultades para recopilar datos. Es importante señalar que el estudio aún no ha sido revisado por pares.
Este tipo de subestimación del número de muertos tiene precedentes. Durante la invasión de Irak por Estados Unidos en 2003, un estudio también publicado en “The Lancet” reveló que 601.000 iraquíes murieron como consecuencia directa de la violencia, mientras que otros 54.000 murieron por factores indirectamente relacionados con la situación del país. Estas cifras eran 20 veces superiores a las estadísticas oficiales divulgadas por el gobierno de EE. UU. y más de diez veces superiores a las cifras presentadas por grupos de investigación independientes. En Gaza, los investigadores sugieren que la cifra de 186.000 muertes puede ser una estimación conservadora, lo que indica que la verdadera magnitud de los daños sólo se conocerá años después del final del conflicto.
El estudio se inserta en un contexto en el que el gobierno israelí intenta minimizar el número de víctimas para respaldar la narrativa de que su ofensiva es una guerra contra el terrorismo. Sin embargo, los datos presentados refuerzan la tesis de que estamos frente a otra fase más del genocidio y la limpieza étnica promovida contra los palestinos por Israel. La destrucción masiva de infraestructura, la falta de recursos básicos y el bloqueo continuo de alimentos y medicinas exacerban la crisis humanitaria en Gaza.
Comprender plenamente la situación de Gaza requiere un análisis más profundo de las estrategias empleadas y sus implicaciones humanitarias. Para explorar más sobre cómo el hambre y las privaciones se utilizan como armas de genocidio en Palestina, recomendamos leer el artículo «Palestina: El arma del hambre en el genocidio en Gaza«. Este texto detalla cómo esas tácticas afectan a la población en Gaza y refuerza la necesidad de una respuesta urgente de la clase trabajadora internacional. Traducción: Natalia Estrada.
