Sobre la «disputa» entre Colombia y Perú por la Isla Santa Rosa

Pronunciamiento conjunto del Partido Socialista de los Trabajadores de Colombia y el Partido Socialista de los Trabajadores del Perú
A los pueblos de Perú y Colombia nos une la historia por varios hechos: la lucha de la independencia, la lucha contra el saqueo imperialista de nuestros recursos, la explotación laboral, la opresión contra nuestros pueblos originarios y la existencia de gobiernos lacayos, entre otros más.
El reciente “incidente” entre los gobiernos de Gustavo Petro y Dina Boluarte en torno a la soberanía sobre la isla Santa Rosa, en la triple frontera (Perú, Colombia y Brasil) del río Amazonas, se ha convertido en una controversia mediática que cada gobierno intenta capitalizar al servicio de su popularidad.
Como tantas veces en la historia, cuando los gobiernos afrontan dificultades, buscan distraer el descontento hacia conflictos (reales o ficticios) con otros estados para avivar el “sentimiento patriótico” reaccionario y llamar a la “unidad nacional” detrás de ellos mismos.
Sin embargo, la realidad de los pueblos pobres y trabajadores de Colombia y Perú, a uno y otro lado de la frontera, no es de conflicto, sino de común abandono y miseria.
Gustavo Petro, aprovechando la popularidad de su gobierno “progresista”, nos llama a la unidad latinoamericana, a propósito de las palabras de Donald Trump y de su injerencia en los asuntos internos de la justicia de Brasil o de Colombia, pero no habla de soberanía cuando le entrega la Isla de Gorgona en el Pacífico colombiano para que el gobierno norteamericano instale un radar, con el pretexto de combatir el narcotráfico, pero además no dice nada de las bases norteamericanas en suelo colombiano o de la permanencia de Colombia en la Otan. Petro también aprovecha este incidente para la campaña electoral del Pacto Histórico, el partido de gobierno.
Por su lado, Dina Boluarte, que además de haberse mantenido en el cargo sobre la sangre de los pueblos del sur del Perú, gobierna de la mano de los sectores más corruptos y reaccionarios y acaba de indultar a los militares implicados en violaciones de libertades democráticas durante el periodo de violencia política (1980 – 2000), mientras habla de “patriotismo”.
Ratificando su papel al servicio de los negocios imperialistas, entrega los recursos a las grandes transnacionales mineras, petroleras de la pesca y la agroindustria, que depredan los recursos naturales del país en desmedro de cualquier soberanía nacional, entregando al pueblo pobre y trabajador a la superexplotación de las multinacionales imperialistas.
Los Partidos Socialistas de los Trabajadores, de Perú y Colombia, reiteramos que es más lo que nos une a los pueblos de Colombia y Perú, que la farsa que nos muestran en la frontera los gobiernos de Petro y Boluarte. Tenemos muchos motivos para luchar juntos contra el saqueo de nuestros recursos, contra la explotación capitalista/imperialista y contra la única moneda de cambio que el plan económico neoliberal entrega a nuestros pueblos: la miseria. Por eso llamamos a nuestros pueblos y a los latinoamericanos, a luchar decididamente contra la injerencia imperialista y por la segunda independencia.
Los trabajadores y los pobres de América debemos unirnos en una lucha continental contra el saqueo imperialista y por la federación de repúblicas socialistas del continente, en esto estamos convencidos de que solo la clase obrera, en alianza con los campesinos pobres, los pueblos indígenas y los sectores populares, es la única que puede luchar por la verdadera unidad del continente sin las barreras artificiales que significan las fronteras nacionales. Esto pasa por el llamado a desconocer la fraudulenta deuda externa y el rompimiento de todos los tratados internacionales que nos atan a las potencias imperialistas.
Frente a este incidente fronterizo nos posicionamos contra cualquier intento de los gobiernos de Colombia y Perú por llevarnos a un enfrentamiento entre nuestros pueblos. Demandamos la libre movilidad para los habitantes de Tabatinga, Leticia y la Isla Santa Rosa por los tres países. Y reafirmamos que las fronteras de nuestros países son artificiales, al servicio de los intereses de los capitalistas y los pueblos debemos luchar por borrarlas con relaciones de fraternidad, solidaridad y hermandad, a cambio de dejarnos empujar a levantar banderas de patriotismo reaccionario.
En lugar de destinar recursos en una disputa internacional, los gobiernos de Colombia, Perú deben enforcarlos para garantizar el bienestar de la comunidad de la doble frontera e invertir recursos en planes para la protección de la selva y del río mar, como es conocido en la región.
20 de agosto de 2025