Repudiamos las ejecuciones en Irán
En la primera semana de enero, el régimen dictatorial iraní ejecutó en la horca a Mohammad Mahdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini, participantes de las protestas que explotaron en el país desde setiembre pasado. El juicio en el que fueron condenados fue calificado como “vergonzoso” por organismos de derechos humanos.
Alejandro Iturbe
Estas ejecuciones son la última expresión de la durísima represión con que el régimen dictatorial de los ayatolás respondió a las protestas y a sus exigencias. Es difícil tener datos exactos de las consecuencias de esa acción represiva porque el gobierno niega información veraz. De acuerdo a informaciones difundidas por la organización Human Rights Activists’s News Agency (HRANA), desde el inicio de las manifestaciones “19.262 personas han sido arrestadas” y “al menos 516 manifestantes han muerto desde entonces, incluyendo 70 niños”[1].
Según este mismo artículo: “Varios reportes indican que muchos arrestados tras las protestas han sido sujetos a desapariciones forzadas, detenciones incomunicadas, torturas y otros maltratos”. Aquí es necesario incluir la repugnante metodología de las violaciones en cautiverio de jóvenes detenidas. Ahora, como vimos, se suman las ejecuciones de participantes detenidos y condenados en juicios sumarios y sin ninguna garantía de defensa para los acusados.
En diversos artículos y declaraciones de la LIT-CI publicados en esta página, hemos manifestado nuestro apoyo y solidaridad con la justa lucha del pueblo iraní contra la dictadura de los ayatolás[2]. En ese marco, adherimos e impulsamos la campaña internacional contra la ejecución del jugador de fútbol Amir Nazr-Azadani[3].
Frente a las recientes ejecuciones reiteramos esa posición y llamamos a los todas la organizaciones que se reivindican democráticas, a las organizaciones defensoras de derechos humanos, en especial a las organizaciones de las/los trabajadoras/es y de masas, redoblar la campaña internacional de repudio a la represión y de apoyo y solidaridad al pueblo iraní, exigiendo la inmediata suspensión de las ejecuciones, la liberación de los miles de presos políticos. Es una tarea urgente que no puede quedar en meras palabras.
La rebelión generalizada
La fuerte y extendida rebelión en Irán tuvo una gran repercusión internacional. Por su importancia, desde la página de la LIT-CI seguimos con mucha atención este proceso[4]. En ellos, intentamos abordar la historia de la formación del Irán actual, la gran revolución de 1979, la instalación del régimen dictatorial de los ayatolás y las profundas contradicciones sociales y políticas que este régimen no solo no resolvía sino que, por el contrario, comprimía y agravaba.
En ese marco, las mujeres, en especial las jóvenes, fueron la vanguardia del proceso con su respuesta a la dura opresión y represión que sufren por parte del régimen clerical. Es importante recordar que el detonante del proceso de rebeliones fue la indignación por el asesinato de la joven Mahsa Amini, detenida por la Patrulla de Orientación Religiosa (conocida como Policía de la Moral) por llevar “de modo incorrecto el hijab” (el tradicional pañuelo que deben usar las mujeres musulmanas). A esta reacción masiva se sumaron también miles de jóvenes varones (hermanos, amigos, colegas de estudio o de trabajo)[5].
Esa base principal, se combinó con otras “cuentas pendientes” que sectores de la población del país tienen con el régimen, especialmente las nacionalidades oprimidas como los kurdos o los baluches (Masha Amini era kurda) y, de modo incipiente, la clase trabajadora sometida a duras condiciones de explotación y sin derechos de organización sindical.
Se configuró así un cuadro de rebelión generalizada y extendida por todo el país que apuntaba al derrocamiento del régimen, objetivo que ya empezaba a parecer en diversas consignas y carteles. Como vimos el régimen respondió con una dura represión y, al mismo tiempo, se vio obligado a dar un paso parcial hacia atrás y disolver la Policía de la Moral.
¿Cuál es la situación actual?
Al abordar el análisis y la apreciación de este proceso, hicimos un alerta metodológico: éramos “conscientes de la limitación que representa el hecho de que la LIT-CI no tiene una organización nacional en Irán (aunque sí mantenemos contacto con exiliados iraníes en el exterior). Por eso, seremos muy cuidadosos en la formulación de caracterizaciones y propuestas, porque pueden contener errores de apreciación. Sin embargo, al mismo tiempo contamos con el conocimiento de experiencias históricas en situaciones similares y también con el capital teórico que nos suministra el marxismo para su comprensión”[6].
Nuestras fuentes de información son, por un lado, las comunicaciones que las organizaciones y participantes individuales de las movilizaciones envían al exterior y, por el otro, las que suministran las agencias de prensa internacionales. Ese alerta metodológico debe ser ahora mayor aún porque el flujo de información de lo que está sucediendo en Irán ha disminuido drásticamente porque el régimen dictatorial ha establecido un bloqueo de internet desde el país hacia el exterior.
Las únicas movilizaciones que hemos podido corroborar de modo fehaciente son las producidas semanalmente en Zehedan, capital de la provincia de Sistán-Baluchistán, región que en la que es ampliamente mayoritario el pueblo oprimido de los baluches, muy castigados por la represión (en setiembre, en un solo día fueron asesinadas más de 90 personas)[7].
Entonces, nos es imposible apreciar si las movilizaciones continúan con la extensión y la intensidad del año pasado y el bloqueo de internet impide que la información trascienda o si, con la represión, el régimen ha conseguido un debilitamiento del proceso (o un impasse), aunque sea coyuntural.
Incluso si fuera esta segunda situación, ý a pesar de la dura represión, no estaríamos frente a una derrota aplastante del movimiento y la perspectiva de varios años de “tranquilidad” para el régimen sino apenas frente a un respiro coyuntural que nuevamente explote en una rebelión generalizada, como expresión de las fuertes contradicciones acumuladas. Repetimos, solo el tiempo nos dirá cuál de estas alternativas se darán en la realidad.
Las divisiones en el régimen
Varios analistas internacionales consideran que el régimen está resistiendo este embate de las masas (tal como lo hizo frente a una oleada anterior en 2018/2019) pero que, al mismo tiempo se está debilitando consciente que está montado sobre un volcán que ya entró en erupción. Frente a esa realidad y cómo responderle, comienza a dividirse.
Un artículo reciente de la agencia internacional AFP analiza que “El régimen iraní muestra divisiones sobre la manera de poner fin al movimiento de protesta provocado por la muerte de una joven kurda, vacilando entre la represión y las muestras de apaciguamiento, estiman los analistas”[8]. Así, el sector de los halconesimpulsa continuarcon los juicios sumarios y las ejecuciones, como un mensaje del poder para intimidar a los manifestantes. Por su parte, el sector de las palomas impulsó la disolución de la Policía de la Moral y, ahora, la liberación de algunas de las figuras más conocidas de la protestas, como Majid Tavakoli y Hossein Ronaghi, como otro intento de sosegar los ánimos. El artículo cita a Anoush Ehteshami, director del Instituto de Estudios Islámicos y de Oriente Medio de la Universidad de Durham (Gran Bretaña): «En el mismo seno del régimen, hay divisiones sobre la forma de gestionar la situación».
Si se considera el régimen en su conjunto, se trata de cuestiones menores y muy puntuales. Sin embargo, detrás de esta división sobre “gestión” inmediata de la situación parece haber un debate más profundo de qué hacer hacia adelante, más en profundidad. Es decir, si cerrarse cada vez más en su carácter represivo o iniciar alguna apertura cosmética para aliviar en algo la presión acumulada en las masas y así mantener el conjunto del régimen. En el marco de esa disyuntiva (y de esta incipiente división), el profesor universitario Afshin Shahi considera que “el régimen no parece tener estrategia clara».
Lo que resulta claro es que esta incipiente división en el régimen es el resultado de esta onda de rebeliones y, al mismo tiempo, lo tornan más débil. Es cierto que en sus 44 años de existencia, ha mostrado capacidad de adecuaciones y salir adelante frente a las rebeliones populares. Pero esta oleada reciente es más extendida y fuerte que las anteriores y, en ese sentido, le deja menor margen de maniobra. La realidad nos dirá si esta situación del régimen ayuda a mantener y fortalecer la rebelión del pueblo iraní en la perspectiva de su derrocamiento revolucionario por la vía de la acción del movimiento de masas.
En este punto, solo nos cabe, por un lado, reiterar algunas propuestas al pueblo iraní que, de modo muy cuidadoso, hemos hecho en los últimos meses, como unificar los diversos reclamos alrededor del eje central: ¡Abajo la dictadura de los ayatolás! y por su derrocamiento, y la necesidad, para avanzar en este objetivo, tal como muestra la experiencia histórica, de que los trabajadores y las masas construyan núcleos de organización y lucha en las fábricas, barrios, escuelas y universidades, y que esos núcleos se coordinen en comandos regionales y en uno nacional, con representación democrática.
A nivel internacional, reiteramos la propuesta y el llamado a mantener y desarrollar una gran campaña de apoyo y solidaridad con esta gran lucha del pueblo iraní, y nuestro compromiso de impulsarla con todas nuestra fuerzas.
[1] Irán ejecuta en la horca a dos manifestantes más de las protestas por Mahsa Amini – BBC News Mundo
[2] Ver por ejemplo: Declaración de la LIT-CI en apoyo de las protestas en Irán – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[3] No a la ejecución de Amir Nasr-Azadani – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[4] Ver los numerosos artículos publicados desde setiembre pasado en: Irán – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[5] Sobre este tema, recomendamos ver un interesante vídeo realizado por la BBC en https://www.google.com/search?q=iran+women+rising&oq=iran+women+rising&aqs=chrome..69i57.7212j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8#fpstate=ive&vld=cid:b5294399,vid:1cWAOWxCr54
[6] Irán | Sobre la rebelión contra el régimen de los ayatolás – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[7] Ver las imágenes difundidas por el grupo Iran Human Rights y reproducidas por las agencias internacionales en https://www.bbc.com/news/av/world-middle-east-64199086
[8] Divisiones en el régimen iraní frente a las protestas – LA NACION