A un trabajador que lucha día a día por llegar a fin de mes, por que no lo desalojen de su casa, por recibir una atención digna en el SNS o por conseguir que sus hijos tengan un maestro, no puede dejar de indignarle las barbaridades cometidas por el gobierno de Costa, a saber, la connivencia con gestores millonarios, ya sean los pagados con impuestos de todos nosotros, o los que también roban a los trabajadores desde el sector privado.
Editorial de Em Luta, Portugal
No obstante, no olvidamos, como tanto quieren hacer los partidos de derecha, que este uso del aparato de Estado para proteger a los ricos y a sus administradores no es solo una característica del PS, sino también de los gobiernos del PSD/CDS.
Ante la crisis del Gobierno de Costa y el aprovechamiento que la derecha pretende hacer de esta, algunas voces buscan excusar al Gobierno ante el peligro de retorno de un gobierno de derecha o de extrema derecha. Pero fue exactamente este argumento el que hizo que el PS tuviera la mayoría absoluta para descargar los costos de la inflación sobre los trabajadores, mientras que EDP y Galp, Continente y Pingo Doce, o los grandes bancos, hacen millones. O, más recientemente, quiera amenazar con poner fin a la huelga de los profesores, buscando alegar su ilegalidad, solo por su impacto. Es la protección al PS la que alimenta el crecimiento de la derecha, no lo contrario.
Por su parte, Paulo Raimundo, nuevo secretario general del PCP, en una entrevista reciente apunta al retorno del modelo de la Geringonça, abriendo las puertas a alianzas entre la izquierda parlamentaria y el PS. Aquí también ya vimos que el camino no nos sirve: ahogó la confianza y el ánimo de lucha de la clase trabajadora y de la juventud en las ilusiones de conciliación con la patronal y con el gobierno, y no revirtió la decadencia de las condiciones de vida ni el proyecto de sumisión del país. También por ahí creció la extrema derecha.
Al contrario de lo que decía Costa: no nos vamos a acostumbrar. Ni a los dos pesos y las dos medidas del gobierno, con mano dura para los trabajadores y protección para los administradores, ni la falsa dicotomía de que o es el PS (con o sin izquierdas atadas) o es el retorno de la derecha. Las luchas de fin de año en la Autoeuropa, y ahora la lucha de los docentes defendiendo la dignidad de su profesión, pero también de la propia escuela pública, muestran que hay otros caminos. Ya basta de aceptar el mal menor y el chantaje constante. Ya basta de agachar la cabeza o de esperar las soluciones de siempre. Es necesario recuperar la confianza en nuestras fuerzas y unificar las luchas, para construir una verdadera alternativa al capitalismo y sus sucios negocios.
Artículo publicado en https://emluta.net, 13/1/2023.-
Traducción: Natalia Estrada.