Liga Internacional de los Trabajadores: 40 años construyendo una dirección revolucionaria mundial
Este 2022 conmemoramos el 40 aniversario de la Liga Internacional de los Trabajadores. Hace cuarenta años unas decenas de delegados representando organizaciones de 16 países distintos se reunieron en Bogotá y decidieron fundar una organización para la reconstrucción de la Cuarta Internacional. Hoy cuatro décadas después seguimos luchando día a día por la reconstrucción de la Cuarta Internacional y la propia situación de la lucha de clases a nivel mundial y la barbarie a la que nos lleva el capitalismo nos confirma no solo que es una tarea posible sino además urgente.
Por Secretariado Internacional- LIT-CI
El capitalismo lleva a la humanidad a la decadencia y a la destrucción
Detrás de la máscara del desarrollo y progreso económico el capitalismo imperialista esconde un sistema en putrefacción que arrastra al conjunto de la humanidad a un abismo de barbarie sin precedentes. Hoy en el mundo 28 millones de niños hombres y mujeres son víctimas de esclavitud en trabajo forzoso[i]. Nunca en la historia de la humanidad hubo tantas personas en condición de esclavitud.
Lejos de generar mejores condiciones de vida para la humanidad el capitalismo cada vez genera más pobreza y desigualdad. El 10% más rico del mundo concentra el 75.6% de la riqueza, mientras que el 50% que menos tiene posee apenas el 2% de toda de la riqueza mundial[ii]; para finales del 2020 se estima que 719 millones de personas sobrevivían con menos de 2.15 dólares al día.[iii] Esto lleva a que 828 millones de personas sufran hambre en el mundo[iv] y se estima que probablemente 11 personas mueren cada minuto producto de hambruna.[v] Contradictoriamente se produce alimento suficiente para toda la población mundial y un 30% más.
Por si fuera poco, la violencia contra las mujeres es una verdadera calamidad, se calcula que 1 de cada 3 mujeres en el planeta alguna vez en su vida ha experimentado violencia física o sexual, siendo que la mayoría de esta violencia es perpetrada por sus parejas o exparejas.[vi]
El saqueo imperialista y la explotación de la burguesía nacional obliga a millones de personas a migrar, dejando sus hogares familias y todo arraigo, para exponerse a las más mortíferas rutas de migración hacia los centros imperialistas de Europa y Estados Unidos. Este año vimos la desgarradora escena en que 23 migrantes murieron en un enfrentamiento con la policía marroquí mientras intentaban ingresar al Estado Español. Desde el 2014 hasta junio del 2022 se registran más de 48.000 muertes de migrantes[vii], aunque se estima que son muchas más porque muchas muertes quedan sin registrar.
El capitalismo amenaza además al conjunto de la humanidad con su depredación de la naturaleza y su modo de producción anárquico, causa fundamental del calentamiento global. El planeta está enfrentando una catástrofe ambiental que amenaza con afectaciones irreversibles en las capas de hielo y la pérdida de los arrecifes de coral. Esto está llevando a un aumento acelerado de los desastres naturales, aumentando las ondas de calor, los incendios, las sequías y las inundaciones.
La reciente pandemia del Covid-19 dejó en evidencia como el capitalismo es incapaz siquiera de garantizar la propia vida de la humanidad. Una pandemia que fue provocada por la propia depredación de la naturaleza, produjo, hasta ahora, más de 6.6 millones de muertos en todo el mundo, producto de la necesidad del capitalismo de garantizar su lucro por encima de la vida. Las medidas de aislamiento físico (cierres o cuarentenas) fueron mínimas, el acceso a las vacunas muy desigual y los recursos destinados a mitigar los impactos de la pandemia y fortalecer los sistemas de salud insuficientes.
La necesidad de acabar con el capitalismo es evidente, pero el capitalismo no se va a acabar solo, para derrotarlo es necesario un partido mundial, por esto es que el proyecto de la Liga Internacional de los Trabajadores está hoy más vigente que nunca.
A pesar de la restauración capitalista, la revolución socialista sigue vigente
Después de la restauración del capitalismo en la ex URSS bajo las manos de la burocracia estalinista, y el hecho de que las revoluciones antidictatoriales entre 1989-1991 en la ex URSS y el Este europeo no hayan podido revertir la restauración burguesa, llevó a la inmensa mayoría de la vanguardia revolucionaria a desechar la idea de la lucha por el poder obrero y la vía revolucionaria. Si bien las masas conquistaron la destrucción del aparato central estalinista, producto de la falta de un partido revolucionario no lograron revertir el proceso de restauración capitalista. Este fenómeno de restauración del capitalismo que ya había iniciado en China, en la década de los 70s, y que posteriormente se dio en Cuba a inicios de los 90s, desmoralizó a una gran parte de la vanguardia que erróneamente veían en el estalinismo un aliado para la revolución socialista, cuando en realidad eran y siguen hoy siendo los agentes de la burguesía en el movimiento de masas.
Esto provocó lo que llamamos el aluvión oportunista, donde las organizaciones revolucionarias se volvieron centristas y las centristas se tornaron reformistas. La LIT-CI no fue inmune a esta presión, estuvo a punto de ser disuelta a mediados de la década de 1990, pero un grupo de camaradas continuaron confiando en la salida revolucionaria, en la necesidad y la posibilidad de la revolución socialista y enfrentaron decididamente ese aluvión oportunista, que ha venido arrasando con casi la totalidad de las organizaciones de izquierda, las cuales cada vez se adaptan más a la democracia burguesa.
Los años sombríos producto de la restauración capitalista no duraron mucho, y rápidamente las masas demostraron que estaban dispuestas y listas para hacer una revolución. El nuevo siglo fue inaugurado con una serie de procesos revolucionarios: Ecuador en el 2000, Argentina 2001, Venezuela 2002, Bolivia 2003 y 2005. Las masas en el mundo no han dejado de luchar, tumbando gobiernos y regímenes dictatoriales como en la primavera árabe en 2010-2011, o resistiendo contra golpes de Estado como en Honduras en el 2009 o en Bolivia en el en 2019. Como estos hay muchos ejemplos más de revoluciones y sublevaciones: Honduras en 2017, Nicaragua en 2018, Chile en 2019, EEUU 2020, Kazajistán, Irán y Sri Lanka en 2022, etc.
Para quienes opinan que la lucha revolucionaria acabó, que la lucha de clases terminó y toda forma de “resistencia” se debe hacer en el marco de la democracia burguesa, las propias masas se encargaron de mostrar cuan equivocados están, evidenciando con una tremenda fuerza lo que el verdadero leninismo y el trotskismo vienen planteando desde hace más de 100 años. Las condiciones para el triunfo de la revolución socialista mundial están dadas, el mundo necesita del triunfo de la revolución socialista, pero, para ello, es indispensable la existencia de un partido mundial de la Revolución, una dirección revolucionaria. Este 2022 conmemoramos 40 años de la LIT-CI, que es parte de una corriente con casi 80 años de lucha por la construcción de la dirección revolucionaria internacional que requiere del mundo para acabar con la lacra de capitalismo.
Ucrania y el mundo necesitan de un partido revolucionario mundial
La resistencia heroica el pueblo ucraniano ante la invasión rusa es al mismo tiempo una prueba de la necesidad de la revolución mundial, así como de la posibilidad de la misma. En el 2014 la movilización revolucionaria del pueblo ucraniano derrocó al gobierno asesino, entreguista y oligárquico de Yanukovich; sin embargo, la ausencia de una dirección revolucionaria imposibilitó que esta movilización pudiera avanzar en la independencia nacional y llevó a una encrucijada al pueblo ucraniano: o la invasión rusa o la colonización imperialista de la Unión Europea y Estados Unidos.
La única salida a esta disyuntiva es la construcción de un partido revolucionario en Ucrania enlazado a un partido revolucionario mundial. En la resistencia a la invasión rusa las masas y la clase obrera están cumpliendo un papel formidable, con la organización de la resistencia y el combate militar al invasor. La eventual derrota de Rusia, con las masas ucranianas armadas, será un golpe al control imperialista en la región al que le será más difícil aplicar sus planes de ataques a la clase obrera ucraniana, además será un impulso a la lucha en clases en Eurasia.
Es por esto que desde la LIT-CI nos hemos colocado desde el día uno del lado del pueblo ucraniano, exigiendo que se entreguen, sin ninguna condición, las armas pesadas y la tecnología militar, que la resistencia ucraniana necesita para enfrentar la invasión y ganar la guerra. Hemos impulsado la solidaridad desde las organizaciones obreras para fortalecer esta resistencia sin depositar un ápice de confianza en el gobierno burgués de Zelenski, y más bien denunciándolo por sus tendencias conciliadores y por los ataques que propicia a la clase trabajadora. Sin embargo, no basta con derrotar a Rusia, es necesario construir un partido revolucionario que se ponga al servicio de derrotar al imperialismo y a las pretensiones anexionistas de Rusia, llevando esta lucha hasta las últimas consecuencias, lo que significa que el poder del Estado ucraniano lo tome la clase obrera. Al servicio de la construcción de esa dirección revolucionaria están los esfuerzos de la LIT-CI.
La situación en Ucrania es solo el epicentro de una crisis general. Hoy el mundo vive cada vez una polarización más aguda, la crisis económica y del orden imperialista lleva a un aumento del saqueo y expoliación de los pueblos alrededor del mundo. Este descontento produce por un lado fuertes movilizaciones de masas contra los diferentes planes de descargar la crisis sobre la clase trabajadora y sus consecuencias como vemos hoy en Europa.
Como parte de esta polarización vemos el crecimiento de los movimientos y partidos políticos de ultraderecha que han ganado terreno a nivel electoral y social, ejemplo de esto fueron las elecciones de Trump en el 2016, Bolsonaro en Brasil (2018) e incluso ahora en 2022, Kast en 2021 (Chile) y Meloni en Italia este año. Está claro que el fortalecimiento de la ultraderecha ya no es solo un fenómeno europeo.
Este fortalecimiento está ligado a las desilusiones de las masas con los gobiernos dichos “progresistas” del último período, todos gobiernos con y para la burguesía. Las masas han estado luchando constantemente, pero estas luchas han sido controladas y desviadas por los diferentes aparatos “progresistas” al terreno electoral, donde ya en el poder han implementado los mismos planes de austeridad y ataques a la clase trabajadora que venían implementando los gobiernos anteriores. Esta desilusión lleva a las masas a buscar otras salidas, fuera de lo “convencional” y es aquí donde se fortalecen los proyectos de extrema derecha.
Es por esto que la necesidad de construir partidos revolucionarios y socialistas es la única salida para derrotar a la extrema derecha, incluso las derrotas electorales que sufra la extrema derecha como lo fue la de Bolsonaro en Brasil, terminarán fortaleciendo a la extrema derecha porque los gobiernos “progresistas” como el de Lula son gobiernos de la burguesía, aplicarán sus agendas y terminarán contribuyendo a la desilusión de las masas. Cada vez se hace más urgente tener partidos fuertes que disputen la conciencia de las masas, para que de la experiencia con el “progresismo”, quede desenmascarada la traición de los reformistas y para que saquen la conclusión de que la única salida es la lucha contra la burguesía, contra los reformistas, contra la derecha y por el socialismo.
Un partido cimentado en los principios del marxismo
Para cumplir con esta tarea, de reconstruir la Cuarta Internacional, desde la Liga Internacional de los Trabajadores estamos convencidos que solo lo podemos hacer apegados firmemente al marxismo, es decir, a sus principios y a las conclusiones que este ha sacado de la propia lucha de clases.
Es por esto que luchamos por la reconstrucción de la Cuarta Internacional bajo los principios de la tercera internacional, la internacional comunista en sus primeros años, antes de que fuera usurpada por el estalinismo.
Los partidos de la LIT-CI nos construimos bajo una concepción internacionalista. Para nosotros la construcción de nuestros partidos está al servicio y subordinada a la construcción de un partido internacional, democráticamente centralizado. La lucha para la liberación de la humanidad del capitalismo es imposible en el marco de las fronteras nacionales. El capitalismo es un sistema económico y social internacional, por lo tanto, la lucha por el socialismo, no podrá construirse sobre las bases nacionales, solo podrá ser victoriosa destruyendo al capitalismo en todo el mundo. Es por esto que la elaboración del programa es internacional, la dirección es internacional, y por más débil que esta dirección sea siempre será superior a cualquier dirección nacional.
Este partido internacional, para que sirva a la revolución socialista solo podrá construirse sobre la base de una completa independencia de clase. Entendemos que el capitalismo es el sistema de dominación de la burguesía para explotar a la clase obrera. La principal tarea de la LIT es ganar a la clase obrera para que asuma su papel dirigente en la lucha por la revolución socialista. Esto solo se puede hacer educando a las masas en la independencia de clase, entendiendo que la burguesía es el enemigo a vencer, y que para hacerlo hay que destruir su Estado y derrotar a sus gobiernos. Por eso, nos construimos con completa independencia de clase, lo que significa completa independencia de cualquier gobierno.
Como dijo Engels (parafraseado al indígena Dionisio Yupanqui) “un pueblo que oprime a otro pueblo no puede ser libre”, de igual manera la clase obrera para poder cumplir su papel dirigente necesita luchar contra toda forma de opresión, sea de las mujeres, indígenas, LGBTs, negros, inmigrantes, etc. Para que la revolución socialista triunfe es necesario en primer lugar la más amplia unidad de la clase, y en segundo lugar dividir a las clases medias y a la pequeña burguesía, ganando para la revolución a sus sectores más radicales y empobrecidos. Es por esto que para la LIT-CI la lucha contra las opresiones dentro del movimiento obrero y sus organizaciones (incluido el propio partido) y la lucha por las reivindicaciones de los sectores oprimidos son una cuestión de principios. Solo con un combate cotidiano contra las opresiones y por las reivindicaciones de los oprimidos es posible unificar a la propia clase y ganar a quienes luchan contra las opresiones a un programa socialista y revolucionario, para poder disputar a estos activistas de las direcciones burguesas que luchan contra las opresiones en el marco del sistema capitalista.
El partido que construye la LIT es una organización para la toma revolucionaria del poder. No nos hacemos ilusiones en la democracia burguesa. Aunque participamos de las elecciones y e incluso podemos elegir diputados como la camarada María Rivera en la constituyente de Chile, lo hacemos no porque alberguemos ilusiones en las instituciones de la democracia de los ricos, sino para utilizar esos puestos como tribuna revolucionaria, para denunciar cómo estos son inútiles para conseguir las reivindicaciones de la clase.
Pero esa toma revolucionaria del poder requiere de la construcción de un partido internacional con características especiales. En primer lugar, es un partido para la acción, un partido de combate, que sirva para la movilización de las masas y el enfrentamiento con las fuerzas del orden burgués. No construimos partidos electoralistas y parlamentaristas, sino partidos para tomar el poder y cambiar el mundo. Este tipo de partido requiere de la más férrea disciplina, de una acción conjunta y coordinada, donde hacia afuera del partido todos los militantes actúen como uno solo. Sin embargo, para lograr este grado de centralización es necesaria la más amplia democracia a lo interno de la organización, donde la base tenga acceso a discutir y definir mediante sus organismos la política fundamental del conjunto del partido. Donde los militantes y los dirigentes se subordinen a los organismos y donde estos dirigentes sean democráticamente electos por la base del partido.
El camino es largo y difícil, pero tenemos confianza en la victoria
En estos cuarenta años de trayectoria miles de revolucionarios han dedicado su esfuerzo y muchos incluso han dado la vida por la LIT. Hemos tenido avances como lo es por ejemplo la reciente fusión en EEUU que significa la incorporación de la tradición del SWP a las filas de la LIT. Pero también hubo retrocesos en la construcción del partido, sabemos que la construcción del partido para la revolución mundial es una tarea muy difícil que nos tomara la vida entera.
Celebrar las cuatro décadas de la LIT-CI significa reivindicar su programa y acción, significa conmemorar la tradición de una corriente que pasó la prueba de la restauración capitalista y del vendaval oportunista, y que ha militado ferozmente apoyando los levantamientos y las luchas del proletariado en el mundo. Sabemos que estamos lejos, que nos faltan décadas aún para construir el partido que necesita la humanidad para el triunfo de la revolución socialista.
Sin embargo, estamos convencidos de que no hay otro camino, no hay atajos ni caminos para cortar. Solo con la militancia cotidiana, ardua, decidida y audaz es posible construir el partido. Por eso invitamos a todas y todos los activistas que día a día luchan en los diferentes ámbitos de la lucha social a sumarse a nuestras filas. A combinar esa lucha que ya hacemos todos los días en nuestros centros de trabajo, en nuestros barrios, en los centros de estudio, con la lucha por la revolución socialista mundial.
El capitalismo nos está llevando a la barbarie, por eso en el cuarenta aniversario de la LIT decimos que es necesario destruir al capitalismo antes que nos destruya a nosotros, y remplazarlo con una nueva sociedad, un mundo socialista, donde la producción se haga de manera planificada y ordenada para garantizar que sea acorde a las posibilidades del planeta de soportarla, donde la riqueza que produce la clase trabajadora se destine a satisfacer las necesidades del conjunto de la humanidad y no a engrosar las cuentas bancarias y satisfacer los caprichos de un puñado de billonarios, donde por fin se sienten las bases para poder tener un mundo libre de explotación y opresión, donde seamos “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.
[i] https://news.un.org/es/story/2022/09/1514261
[ii] World Inequality Report 2022, World Inequality Lab. https://wir2022.wid.world/www-site/uploads/2021/12/WorldInequalityReport2022_Full_Report.pdf
[iii] https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2022/10/05/global-progress-in-reducing-extreme-poverty-grinds-to-a-halt
[iv] https://www.unicef.es/noticia/las-cifras-del-hambre-en-el-mundo
[v] https://www.oxfam.org/en/press-releases/six-fold-increase-people-suffering-famine-conditions-pandemic-began
[vi] https://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/facts-and-figures
[vii] https://www.migrationdataportal.org/es/themes/muertes-y-desapariciones-de-migrantes#:~:text=Desde%202014%2C%20se%20han%20registrado,el%20mundo%20no%20se%20registran.