Las estrechas relaciones entre Putin y el sionismo
Frente al gran repudio mundial que Israel y el sionismo han generado por su agresión genocida a la Franja de Gaza, algunos sectores intentan mostrar que Putin se opone al sionismo y apoya la lucha palestina. La realidad es muy diferente.
En primer lugar, es necesario recordar algunos elementos históricos. En 1947, cuando la ONU “decretó” la creación del Estado de Israel, el representante de la ex Unión Soviética (URSS, gobernada por la burocracia estalinista) votó junto con las potencias imperialistas (EE.UU., Gran Bretaña, Francia). Peor aún, el llamado “bloque soviético” envió armas a la milicia sionista Haganah, las que fueron usadas en la “limpieza étnica” de Palestina. Una política opuesta a la de Lenin, que combatió duramente la corriente sionista, y a la de los trotskistas de la IV Internacional que siempre se opusieron a la creación del Estado de Israel y apoyaron la lucha palestina.
Luego de la muerte de Stalin, y en el marco de la llamada Guerra Fría, la burocracia estalinista cambió su política y pasó a establecer estrechas relaciones con las direcciones nacionalistas burguesas que surgían en el mundo árabe y combatían a Israel (por ejemplo, en Egipto, Siria, Irak, la OLP, etc.). En ese marco, siempre actuaba como “moderador” para evitar que estos procesos desbordasen el Estado y el sistema capitalista y avanzasen hacia el socialismo.
Cuando se restauró el capitalismo y se disolvió la URSS (a inicios de la década de 1990), se abrió un período de gran inestabilidad política en Rusia que se cerró cuando la fracción de oligarcas burgueses de Putin consiguió controlar férreamente el poder. Un paso importante para ello fue la guerra contrarrevolucionaria con que derrotó a las fuerzas separatistas de la pequeña República de Chechenia (de amplia mayoría musulmana)[1].
Desde allí, Putin desarrolló una política de relaciones cada vez más estrechas con el sionismo y con Israel. Un ejemplo de ello, fue el acuerdo que realizó con el gobierno de Ariel Sharon (entonces primer ministro de Israel), en los primeros años del siglo XXI, para impulsar la inmigración de judíos rusos a Israel, que, por la Ley del Retorno vigente en este país, pasaban a ser automáticamente ciudadanos israelíes.
Cientos de miles de judíos de origen ruso se establecieron en Israel, y la cifra siguió aumentando cada año. Actualmente, se calcula que hay cerca de un millón de ellos en este país[2]. Estos inmigrantes han recibido grandes beneficios del Estado sionista, como tierras y propiedades robadas a los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este (los “colonos judíos”). Por eso, se han transformado en la primera línea en la defensa de Israel y en la agresión a los palestinos en esos lugares. Políticamente, integran o votan al partido de la extrema derecha Yisrael Beteniu, fundado y encabezado por Avigdor Lieberman, tradicional aliado de Netanyahu y ministro en sus gobiernos[3].
A partir de 2007, Rusia e Israel firmaron un acuerdo de “exención de visas” para que los ciudadanos de cada uno de los países pudiesen viajar al otro sin ningún requisito. Algo que, a nivel internacional, solo se da entre países “muy amigos” y de relaciones muy estrechas[4].
“Apoyamos a Israel”
A partir de allí, el régimen de Putin comenzó a considerar a Israel como parte del “mundo ruso”. En 2011, Putin declaró: «Israel es, de hecho, un Estado especial para nosotros. Es prácticamente un país que habla ruso. […] Los ciudadanos israelíes ruso-parlantes son mis compatriotas y parte del ‘mundo ruso’”[5].
En ese marco, este régimen siempre ha defendido a Israel contra la lucha y la resistencia palestina. En 2006, luego que Hamas hubiese tomado el control de la Franja de Gaza, un miembro de la delegación oficial rusa que visitaba Israel declaró: «Rusia nunca permitirá cualquier clase de violencia contra Israel»[6].
En 2014, en medio de un sangriento ataque de Israel contra la Franja de Gaza, Putin declaró que “apoyaba la batalla de Israel para mantener a sus ciudadanos a salvo”[7].
Lazos económicos, tecnológicos y militares
Estas estrechas relaciones entre el régimen de Putin y el Estado sionista se evidencian con claridad en las relaciones económicas entre ambos países. Desde 2016, Rusia es el mayor proveedor de petróleo crudo a Israel (a través de Kazajistán y Azerbaiyán)[8]. Israel no posee petróleo propio por lo que su maquinaria militar y de agresión a los palestinos funciona gracias al petróleo que le suministra Putin.
Israel paga con armas y tecnología general y nuclear. En el campo tecnológico existen proyectos comunes en nanotecnología, a través del proyecto ruso Rusnano que ha instalado una rama en Israel[9]. Otros proyectos son desarrollados por el centro Skolkovo con base en Moscú y una sede en Israel[10].
Entre las armas que Israel le entrega a Rusia hay modernos drones, parte de los cuales han sido utilizados contra Ucrania, como el que fue derribado cerca de la ciudad de Donetzk, en 2015[11].
Como parte de estas estrechas relaciones, Putin y Netanyahu han establecido una “línea telefónica encriptada” que les permite hablar directamente en privado cuando lo consideran necesario[12].
Las razones de Putin
La LIT caracteriza que actualmente, Rusia es un país imperialista débil y que el régimen de Putin busca consolidar un espacio regional de dominio sobre otros países, aprovechando el desgaste del imperialismo estadounidense. Esto genera disputas entre ambos países como la que ahora se expresa en la guerra de Ucrania.
El régimen de Putin es parte de la contrarrevolución mundial y, en ese marco, actúa según sus necesidades. Las estrechas relaciones con Israel y el sionismo le son beneficiosas. Por un lado, como vimos, en las relaciones económicas y de desarrollo tecnológico (campo en el que Israel está más avanzado). Por el otro, porque el papel de Israel ayuda a mantener “bajo control” una región explosiva (el mundo árabe y musulmán que también está presente en repúblicas bajo influencia rusa).
Al mismo tiempo, “juega a dos puntas” ya que mantiene estrechas relaciones con países como Irán que tiene una fuerte disputa regional con Israel (es el principal apoyo internacional de Hamas). Completando el cuadro, Irán también provee a Rusia drones que utiliza en Ucrania[13].
Los intereses y la política de EEUU y Rusia hacia Israel son diferentes. El imperialismo estadounidense es el principal respaldo del estado sionista, sin el cual este no podría sobrevivir. Rusia, como vimos tiene intereses más contradictorios y de ahí su política es “a dos puntas”.
Pero lo cierto es que Putin es hoy uno de los respaldos que tiene el sionismo en su permanente agresión al pueblo palestino que actualmente se desarrolla con su invasión genocida en la Franja de Gaza.
[1] Rusia bajo Putin – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[2] 25 years later, Russian speakers still the ‘other’ in Israel, says MK | The Times of Israel
[3] Sobre este tema, ver: Movilizaciones en Israel contra la reforma judicial de Netanyahu – Liga Internacional de los Trabajadores (litci.org)
[4] La Voz judía – ISRAEL – No se requerirá más visa de turismo entre Rusia e Israel (delacole.com)
[5] «Russian Prime Minister Putin: Israel Is, in Fact, a Special State to Us».
[6] Владимир Жириновский: я – не «сын юриста». Рассказ об отце – NEWSru.co.il
[7] President Putin: I Support Israel (collive.com)
[8] https://oec.world/es/profile/bilateral-product/crude-petroleum/reporter/isr
[9] Rusnano Israel to help Russias Rusnano cultivate Israeli nanotech developers | Central regions, Finance, business»
[10] «Israel Skolkovo Gateway». Israelsk.com
[11] «Israel Backs Off Ukraine Drone Deal, Fearing Russian Ire: Report (VIDEO) | Jewish & Israel News»
[12] Ainda não se sabe impacto da conversa entre Putin e Netanyahu (uol.com.br)
[13] https://cnnespanol.cnn.com/2023/04/28/drones-iranies-rusia-ucrania-tecnologia-occidental-robada-investigacion-trax/