La clase obrera británica se levanta de nuevo
¡Unificar las luchas de forma coordinada!
¡Los sindicatos deben exigir que el TUC organice una huelga general!
¡Imponer controles de precios!
¡Por una escala móvil de salarios, beneficios y pensiones!
Por: ISL
La ira y la determinación están aumentando en la lucha contra los duros ataques de los patrones y el gobierno. Las huelgas nacionales y locales de septiembre incluyen los sindicatos ferroviarios RMT, Aslef y TSSA, los trabajadores de los Correos afiliados a la CWU y el sindicato de trabajadores en universidades, UCU. Una de las muchas huelgas locales incluye la de los portuarios de Liverpool, del 19 de septiembre al 3 de octubre, de secciones del sindicato de empleados públicos, el PCS, que también harán huelga, mientras, la huelga de ocho días en el puerto de Felixstowe paralizó el puerto más activo de Gran Bretaña.
La ola de huelgas, la primera respuesta masiva de los trabajadores en 30 años, incluye demandas salariales para mantenerse al día con la inflación y el rechazo al agravamiento de las condiciones de trabajo y las pensiones. En los sectores privados, mientras se pagan grandes dividendos a los accionistas y bonos a los ejecutivos, las ofertas salariales no superan el 7%.
La tempestad de la clase se fortalece
Se agudiza una tempestad por la catastrófica subida de los precios de la energía tras diez años de austeridad y cortes, y dos años de congelamiento salarial por la pandemia. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria estima que las familias sufrirán la mayor caída en su nivel de vida desde la década de 1950, y los salarios han estado cayendo para muchos trabajadores durante más de 30 años. Los municipios están preparando «Bancos Calientes», que son lugares cálidos para las familias que no pueden permitirse mantener calefaccionados sus hogares, y «Bancos de Alimentos», que reciben donaciones de alimentos, debido a los enormes cortes de subsidios por parte del gobierno, dejando a las familias sin alimentos. El Banco de Inglaterra advierte sobre la recesión y el aumento del desempleo. Gran Bretaña es una de las últimas economías del G20, y solo Rusia tiene un peor desempeño. Este es el capitalismo británico en declive, que quiere bajar aún más los salarios.
“Al igual que millones de personas en Gran Bretaña, Josina, una profesora de Sheffield, está siendo empujada a la pobreza por el aumento de los precios de la energía. En octubre de este año, cuando las facturas volverán a subir, tendrá que cortar alimentos y otros artículos esenciales para tener alguna esperanza de poder pagar”[i].
Todos los medios hablan de millones de hogares de trabajadores que enfrentarán la catástrofe en invierno, pues están sumidos en la miseria, y que perderán vidas por el costo de calentar sus hogares y alimentarlos. La Fundación Joseph Rowntree destacó que los aumentos de precios consumirán todos los ingresos de las familias más pobres.
Mientras tanto, las ganancias de las compañías de petróleo y gas alcanzan muchos miles de millones de libras. La respuesta del gobierno Tory (Partido Conservador) a esto es permanecer en silencio y negarse a aparecer en la televisión y la radio. El capitalismo está en crisis y es hora de que nos levantemos en un movimiento de huelga.
Unificarse como clase, llamar a una huelga general
Eddie Dempsey, secretario general adjunto del sindicato RMT, dijo en un mitin en Liverpool: “El 15 y el 17 de septiembre vamos a mostrarles a los medios de comunicación, al gobierno y a las corporaciones que tenemos el poder porque la RMT va a parar este país a menos que consigamos un acuerdo». Y continuó entre los aplausos de 1.300 personas, “tenemos que unirnos como clase y actuar colectivamente en piquetes de huelga y otras formas de acción”. Dirigiéndose al gobierno ya la clase dominante, dijo: “Si ustedes atacan a los carteros, lucharemos con ellos; si atacan a enfermeras y trabajadores de la salud, lucharemos con ellos”.
La Liga Socialista Internacional (ISL) está de acuerdo con que necesitamos de la acción colectiva, es decir, una acción huelguística coordinada a nivel nacional, que una todas las acciones de huelga regionales y municipales para enfrentar la embestida contra la clase trabajadora. La RMT y todos los dirigentes sindicales combativos tenemos que seguir luchando por esta necesidad; organizarse desde abajo y exigir que la TUC (la central sindical británica) organice una huelga general.
Una huelga general significa que todos los sindicatos y barrios de la clase trabajadora y los oprimidos pueden luchar como uno solo, con una sola voz, exigiendo salarios, beneficios y pensiones acordes con la inflación, luchando contra toda opresión, reestatización de la economía sin indemnización y donde los sindicatos y barrios obreros tengan como objetivo controlar las empresas recién nacionalizadas.
Defendemos la realización de una conferencia nacional de sindicatos para planificar la mejor manera de atacar juntos. Algunos dirigentes sindicales ferroviarios dicen que es mejor que los maquinistas de la Aslef hagan huelga en días diferentes a los de los trabajadores de la RMT, ya que esto crearía más trastornos. Pero lo que estamos diciendo es que necesitamos un plan de todos los sindicatos que quieran luchar, y hacemos un llamado a las bases de los sindicatos que aún no han entrado en la batalla para exigir a sus dirigentes que luchen por la huelga y acciones conjuntas, y para exigir que la TUC luche y haga más que protestas frente al parlamento y varias reuniones. La TUC tiene que convocar a todos los sindicatos, organizarlos como uno solo, juntos, actuar con una sola voz, como dice la RMT, y movilizar a los 5,5 millones de trabajadores afiliados a la TUC.
Construir la lucha comunitaria
Hay un apoyo mayoritario de la población a los huelguistas, y el apoyo organizado está creciendo a través de grupos de apoyo a la huelga y campañas como “No Pagues”[ii], para que las facturas de energía no se paguen a partir del 1 de octubre.
Mientras las familias de clase trabajadora y clase media-baja se preocupan por alimentar y mantener abrigados a sus hijos; varios hogares de ancianos, muchos de ellos privatizados en la década de 1990, pueden cerrar debido a que las facturas de energía son muy altas. Las facturas de las pequeñas empresas han aumentado en un 1000%, ya que las empresas no tienen techo en el precio de la energía.
Los huelguistas repudian los ataques del gobierno tory al NHS (Servicio Nacional de Salud), que se está privatizando, la falta de viviendas dignas (porque los centros de vivienda municipales se vendieron a partir de los años 1980) y la mercantilización de la educación.
Los huelguistas también piden acciones contra la catástrofe climática y la necesidad de luchar contra la opresión; muchas campañas LGBTQ+ han sido bien recibidas y algunos eventos del Orgullo Gay han dado la bienvenida a trabajadores en huelga. También hay apoyo para las comunidades negras y asiáticas y viceversa. Todas estas interconexiones necesitan profundizarse en un movimiento con una sola voz contra la opresión y la explotación.
¿Qué ofrecen los conservadores ahora? Subsidiarán 400 libras de la factura de la luz de todos los hogares, con excepción de los que compran gas en cuentas prepagas, que son las más caras. Este subsidio se otorgará a las empresas para que puedan seguir obteniendo superganancias.
El Partido Laborista
La Izquierda del Partido Laborista aboga por la “justicia social”, como si la justicia social pudiese acabar con la explotación de las multinacionales. Solo el socialismo obrero, es decir, un gobierno obrero bajo el control de los trabajadores, puede impedir la decadencia de Gran Bretaña.
Keir Starmer, el líder laborista, está en contra del apoyo del Partido Laborista a los piquetes de huelga, pero dice que apoya el derecho de huelga de los sindicatos. Pero este político burgués solo piensa en términos de maniobras parlamentarias, mientras apoya todas las instituciones burguesas del Estado. Angela Rayner, líder adjunta del Partido Laborista, “se jactaba de su defensa incondicional de la ley y el orden: la policía debería ‘disparar primero a los terroristas y hacer preguntas después’ y ‘derribar la puerta de los criminales, identificarlos y enfrentarlos’.“[iii].
Por lo tanto, la represión es apoyada por el Partido Laborista. Mencionan “terroristas”, pero estos métodos se están utilizando contra personas no blancas y en redadas policiales contra jóvenes estudiantes negros. En el futuro, se utilizará contra huelguistas. “Si la vigilancia del espacio público durante el confinamiento es algo lejano, el recurso del Estado a la vigilancia y al ‘poder penal’ para contener a las poblaciones y lidiar con los efectos de la pobreza y del descontento a través de la represión a la protesta social, se convertirá en una característica embutida en el Estado fuerte e intervencionista prometido por los políticos” [iv].
Keir Starmer está librando una guerra contra la izquierda laborista mientras los trabajadores están librando una guerra contra los patrones. La respuesta es construir la ola de huelgas y un nuevo partido obrero alternativo que apoye todas las acciones decididas por los trabajadores en lucha.
La lucha europea y mundial
Fueron enviados saludos de solidaridad desde Solidaire (Francia), de México, de los trabajadores de los Correos palestinos, los mineros ucranianos, los metalúrgicos (CSP-Conlutas), la CGT de Francia, los trabajadores del transporte italiano, y otros. La lista está creciendo. El movimiento internacional de trabajadores puede construir nuevos lazos militantes entre los trabajadores de todo el mundo. Las huelgas en Europa necesitan unirse, lo que es posible a través de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas.
– Sindicato de Trabajadores de los Servicio Postales Palestinos
«Hola, camaradas de la CWU.
Sentimos la fuerza y la unidad de los trabajadores cuando escuchamos sus noticias y su lucha. El PPSWU, el sindicato independiente de los Correos de Palestina, se solidariza y está hombro con hombro con ustedes en esta huelga para alcanzar los derechos de los trabajadores del sector postal.
En solidaridad,
Consejo del PPSWU».
– Sindicato de los mineros de Ucrania
“Hola, soy Yuri Samoylov, dirigente de un sindicato independiente de mineros en la ciudad de Krivyi Rih. Manifiesto mi solidaridad con los trabajadores en huelga en Gran Bretaña: los trabajadores ferroviarios, los portuarios, los conductores de autobuses y los trabajadores de Correos. Le deseo la victoria en su lucha por conquistar sus derechos. ¡Solo la lucha puede traer resultados! Solo aquellos que no luchan ya han perdido. Las victorias son solo para aquellos que luchan por ellas. ¡Una vez más, victoria para todos nosotros!”
Organizar una huelga general, unificar como uno solo, unir a nuestra clase
Los conservadores y el capitalismo no retroceden, sino que preparan nuevos embates; debemos construir un movimiento aún más fuerte.
Mick Lynch, el líder de la RMT, ha exigido constantemente acciones nacionales conjuntas desde el 18 de junio, y los sindicatos Unison y Unite hablan de huelgas coordinadas en octubre. Pero se necesita hacer más. Todos los sindicatos deben exigir que la TUC llame a una huelga general y, en el proceso, construya un plan de luchas. Es la única manera de enfrentar el poder de la clase trabajadora contra el poder de la clase dominante y todas sus instituciones.
Todo debe basarse en la democracia obrera, con decisiones acordadas en asambleas de masas, donde todos son bienvenidos, incluidos todos los sectores oprimidos.
Necesitamos construir un partido revolucionario para lograr estos objetivos, e instamos a los lectores a adherir a la Liga Socialista Internacional, cuyo objetivo es hacer un partido de este tipo con la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional.
¡Sindicatos, unan sus huelgas y exijan que la TUC organice una huelga general!
¡Construir grupos de apoyo a las huelgas para incluir a todos los trabajadores y sectores oprimidos!
Don’t Pay! [¡No pague!] ¡Sindicatos y barrios obreros, exijan control de precios!
¡Construir la ISL y un partido revolucionario para llevar adelante la lucha contra la guerra de clases del gobierno Tory!
[i] https://www.theguardian.com/money/2022/aug/07/cant-pay-wont-pay-thousands-in-britain-vow-to-ignore-energy-bills
[ii] https://dontpay.uk/
[iii] Liz Fekete, Racism, radicalisation and Europe’s ‘Thin Blue Line’ [Racismo, radicalización y la ‘Delgada Línea Azul’ de Europa].
[iv] Ibídem.
Traducción: Natalia Estrada.