Perú
El 4 de julio en las calles en unidad hacia el paro nacional

julio 1, 2013

Ollanta Humala desata una ofensiva contra las clases oprimidas y explotadas. El Congreso, por mandato del gobierno, discute la aprobación de la ley del Servicio Civil con la que se intenta poner fin al derecho a la estabilidad laboral de medio millón de trabajadores estatales; también discute una nueva ley Universitaria que hasta las autoridades más corruptas y privatizadoras la rechazan. Por otro lado, el gobierno ha dejado como letra muerta la ley de Consulta Previa con el fin de abrirle paso a la gran inversión minera en Conga y Cañaris, donde pisotea la voluntad de los pueblos que no quieren minería. Y pretende aplicar la ley de Servicio Militar Obligatorio con los métodos del viejo estado autocrático.
Asimismo, se viene aplicando la nueva ley de Reforma Magisterial que ha iniciado la segregación de los activistas sindicales y el retiro compulsivo de miles de maestros por “límites de edad”, en el marco de la imposición de un régimen laboral de inestabilidad permanente para los maestros.
Todo esto es sólo una parte de la segunda generación de contrarreformas neoliberales que se ha propuesto llevar a cabo el gobierno llamado “nacionalista”. Y son aplicadas bajo el pretexto de evitar un “posible” freno en el crecimiento de la economía. La continuidad del modelo ya ha significado colocarle cerrojo al sistema de trabajo basado en contratos permanentes (servis y CAS), en salarios miserables y derechos recortados; y la entrega de nuestros recursos energéticos que llena los bolsillos de las multinacionales, mientras en las alturas el friaje causa muerte de infantes y el GLP se comercializa a 40 soles. Todo esto, aplicado con políticas que criminalizan las protestas procesando y despidiendo luchadores sindicales.
Se pretende que los trabajadores, que no nos beneficiamos en nada con el “crecimiento” y que seguimos siendo pobres en medio de la gigantesca bonanza empresarial, paguemos el costo de su sostenimiento con un nuevo paquete de ajustes. Incluso los patrones van por más. Ni se sonrojan cuando no sólo defienden el criminal régimen impuesto a los trabajadores textiles por la dictadura militar de los años 70 de “contratos de exportación”, sino pretenden que ese régimen se extienda al conjunto de la clase trabajadora.
Crisis del gobierno y del Estado
Este ataque que lleva a cabo Humala como títere de los empresarios, tiene como trasfondo una crisis institucional donde se devela, por un lado, la corrupción de los partidos patronales y de sus figuras, como Alan García y Alejandro Toledo, ambos involucrados en compras de residencias y danzas millonarias; y, por otro, el proyecto reeleccionista de Humala que hace escandaloso clientelismo con recursos públicos y reactiva a los servicios de inteligencia para “vigilar” a la oposición, lo que ha generado disputas interburguesas.
Una crisis que se refleja hoy en la caída en tobogán de la aprobación de Humala y de todos los políticos patronales, agravando los problemas que ya se arrastran producto del modelo que se aplica: la educación sigue en niveles sotánicos, el caos vehicular, la inseguridad ciudadana y la criminalidad rampante; todos los cuales afectan más a los más pobres.
En este contexto se enciende el descontento y crecen las luchas.
La Jornada del 4 de julio y el plan de Mario Huamán
Los estatales iniciaron una poderosa huelga indefinida el 30 de mayo que no concluyó en una victoria definitiva porque la dirigencia de la CGTP, por encima de ellos, le dio tregua al gobierno. En Cajamarca se ha reiniciado la lucha contra el proyecto minero Conga, en el marco de una reactivación de la lucha antiminera en varias localidades del país. Y los estudiantes empiezan a movilizarse en todo el país contra la nueva ley Universitaria y la ley del Servicio Militar Obligatorio.
En este contexto la CGTP ha acordado llamar a una Jornada Nacional para el 4 de julio. El llamado tiene un petitorio mínimo y pide “diálogo”. Mario Huamán incluso ha dicho que el diálogo (a la que ya accedió Humala), “será decisivo para resolver las demandas y evitar las movilizaciones y conflictos”.
¿El “diálogo es la “solución? No, es una farsa. Los sindicatos que todo el tiempo dialogan con los empresarios sin que se resuelva sus demandas, saben que el dialogo no significa solución. Menos lo será con Humala comprometido como está en resguardar los intereses patronales y llevar hasta el final la actual escalada antipopular.
La cúpula de la central muestra así su disposición de sacrificar una vez más los intereses de los trabajadores en el altar de la conciliación con el gobierno. Así lo hizo cuando asumió Humala, y el hecho costó 25 muertes, represión, más despidos y endurecimiento patronal. La central hizo esto a cambio de algunos cargos en el gobierno, y hoy reedita la misma política como parte de su estrategia de posicionar al “Frente Amplio de Izquierda” (que se acaba de constituir), con vistas a las elecciones del próximo año y a las del 2016. La cúpula de la CGTP le impone a sus bases una vez más una política ajena a sus intereses: ayer sirvió para alimentar la aspiración presidencial de Humala, y hoy se coloca al servicio de las aspiraciones de otros oportunistas rotulados de “izquierda”.
Todos a las calles el 4 con nuestras propias banderas
Pese a esto, la jornada la harán suya los trabajadores y sectores populares que saldrán a mostrar su indignación con el gobierno y los empresarios.
Por ello hay que delimitar claramente entre el camino conciliador y electoral que nos ofrece Mario Huamán, del camino de la lucha unitaria para arrancar las soluciones que demandan los trabajadores.
Es claro que Ollanta Humala no nos dará nada aunque le tendamos la mano, sino tendremos que arrancarle con la luchas la exigencias que hace rato están en su mesa. Si Mario Huamán quiere la Jornada del 4 para que lo reciban en Palacio, los trabajadores queremos la Jornada para que haya soluciones.
Por la política conciliadora de la central y sus métodos de usar a la central y a los trabajadores para sus propios fines, algunas bases sindicales se han desafiliado o alejado de ella, y por ello muchas no muestren interés en la jornada. Una actitud que se entiende pero que no es correcta porque en la acción concreta, aunque mediatizada, contra el gobierno y los patrones, es un deber elemental de clase ocupar el lugar que nos corresponde.
Construyamos una nueva dirección democrática y de clase
Sólo en la lucha y con la participación activa y coordinada de los cros. y cras. más conscientes, será posible empezar a construir una nueva dirección de clase y para la clase trabajadora. Una dirección que vele por nuestros intereses y no por cálculos electorales, una dirección democrática y controlada por el mandato de la base y no de una cúpula.
Mario Huamán tiene razón en un aspecto: en la construcción de un instrumento político. Sólo que su instrumento político, el “Frente Amplio”, es un refrito del humalismo y por tanto no es el que necesitamos los trabajadores.
Todos vemos como, mientras los empresarios se enriquecen a costillas del trabajo superexplotado, se pudre todo el sistema político y el país es llevado al caos. Pero todo esto resulta funcional a sus intereses, inclusive el plan reeleccionista de Humala. Los trabajadores rechazamos el modelo económico que se aplica y a los partidos del régimen como al plan reeleccionista. Ante ellos la alternativa no es el que ofrece Mario Huamán, de “diálogo” y de promesas electorales para el 2016.
Nosotros necesitamos un partido distinto, al servicio de la unidad y lucha de los trabajadores y por sus reivindicaciones, un partido propio que aspire a hacer gobierno para cambiar el modelo económico y construir un nuevo Estado al servicio de las mayorías.
Este partido sólo puede ser construido desde la clase trabajadora y en sus luchas y con sus mejores dirigentes.
Premunidos de esta perspectiva, los activistas sindicales y juveniles necesitamos actuar para que triunfen las luchas, llevar la solidaridad a todos nuestros hermanos, defender a nuestros dirigentes, fortalecer nuestros organismos de base y construir espacios de coordinación y autoorganización con otros gremios, para que los trabajadores y dirigentes comencemos a tomar en nuestras manos la conducción de la lucha y de nuestros destinos.
Nuestro programa
El 4 de Julio llamamos a salir en frente único a las calles, por:
– – Archivamiento de la ley se Servicio Civil, el proyecto de ley Universitaria, la derogatoria de la ley del SMO y la ley de Reforma Magisterial.
– – Respeto a la ley de Consulta Previa; ni Conga, ni Cañaris, ni Tía María. No a la minería sin consulta a la población.
– – 100% de aumento general de sueldos y salarios. No a las miserias que frecen los empresarios. Ni servis, ni contratas, ni CAS: estabilidad y derechos laborales.
– – No a la criminalización de la protesta, respeto la libertad sindical. Corte de juicio a los dirigentes del Sindicato Ripley y a todos los dirigentes procesados por luchas sindicales.
– – Gas a 12 soles, Gas para el Sur y energía barata para el pueblo trabajador mediante la nacionalización sin pago de los recursos energéticos
Junio 2013