Lula venció las elecciones de esta segunda vuelta. En todo el país, los trabajadores, la juventud y los sectores oprimidos se sienten aliviados y conmemoran, con razón, la derrota electoral de Bolsonaro.
Dirección Nacional del PSTU Brasil
Ahora, nosotros de la clase trabajadora, debemos mantenernos atentos a los movimientos de Bolsonaro para, en caso de que no acepte el resultado de las urnas, realizar movilizaciones masivas y garantizar, en las calles, con paralizaciones y autodefensa, que la voluntad del pueblo se imponga.
El PSTU llamó e hizo campaña por el voto crítico a Lula en este segundo turno, para derrotar, en las elecciones, a Bolsonaro y su proyecto autoritario de dictadura. Vimos como el gobierno utilizó, de forma inédita, la máquina estatal para perpetuarse en el poder, así como contó con asedios generalizados, realizados por gran parte de la patronal, con amenazas e intimidaciones. La propia Policía Rodoviária Federal (PRF) [policía caminera] fue movilizada de forma absurda para realizar blitz [operativos policiales sorpresivos] e impedir o dificultar el voto a la oposición.
El voto del PSTU fue crítico porque, a pesar de la importancia de sacar a Bolsonaro de la Presidencia, la alternativa representada por Lula-Alckmin, en nuestra opinión, no derrotará de forma definitiva a la extrema derecha ni atenderá las necesidades de la clase trabajadora. Es un alivio derrotar a Bolsonaro en las urnas e, insistimos, debemos rechazar cualquier tentativa de Bolsonaro contra la toma de posesión de Lula.
Sin embargo, la ultraderecha no se derrota con elecciones y puede fortalecerse más si no cambiamos las condiciones que posibilitaron su surgimiento y ascenso, o sea, el profundo retroceso vivido por el país en las últimas décadas, agravado por la crisis, el desempleo, el hambre y la carestía.
Publicado en www.pstu.org.br
Traducción: Natalia Estrada.