Ataque a convoy humanitario reafirma el carácter nazifascista del Estado de Israel
Por: Redacción PSTU Brasil
Las fuerzas israelíes atraen a palestinos hambrientos y, en una trampa, disparan contra civiles desarmados, matando al menos a 122 personas e hiriendo a 760.
Si había alguna duda o polémica sobre el carácter nazi-fascista del Estado de Israel y su práctica de exterminio en masa de la población palestina, las escenas que conmocionaron al mundo el pasado jueves 29 de febrero, pusieron un freno en esa discusión.
Escenas grabadas por un dron de las propias FDI (Fuerzas de Defensa de Israel, nombre hipócrita con el que se autodenominan las Fuerzas Armadas del Estado sionista), revelan una multitud de palestinos reunidos alrededor de camiones que distribuían alimentos a una población hambrienta debido al bloqueo impuesto por Israel, que duraba un mes. De repente, esta multitud se dispersa desesperada, huyendo de los disparos de las fuerzas sionistas.
Mientras escribíamos este texto, ya se habían confirmado 122 muertos y al menos 760 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Al parecer, disparados por soldados y tanques de guerra que escoltaban los vehículos. La primera versión de las autoridades israelíes daba cuenta que los propios palestinos se pisotearon y que algunos incluso murieron asfixiados o aplastados. Las escenas de los cuerpos y de los heridos por balas obligaron a Israel a reconocer que dispararon, pero «al aire» y en las piernas de algunas personas para que no se acercaran a los camiones, matando «sólo» a 10 palestinos.
Sin embargo, las escenas de los muertos y heridos, además del testimonio del jefe de enfermería del hospital de Al Shifa, revelan que todas las lesiones sufridas por los pacientes atendidos en la unidad fueron causadas por disparos y artillería de tanques.
Una periodista palestino, y varias organizaciones, denunciaron lo que en realidad fue una trampa diseñada por las fuerzas del Estado de Israel para provocar a una multitud bajo la justificación de distribuir alimentos, aprovechando la condición de hambre de los palestinos, para asesinar al mayor número de personas posible de una sola vez. El informe también hace una comparación con las prácticas de exterminio judío en el Holocausto, cuando se engañaba a las víctimas para que entraran en las cámaras de gas sin resistencia.
El caso es que las escenas de este jueves representan, hasta el momento, las imágenes más dramáticas y reveladoras del plan de exterminio de la población palestina por el Estado sionista. Un proyecto iniciado con la Nakba hace 75 años y que ahora adquiere el carácter de “solución final”. Incluso antes de este ataque del jueves, la vida de la población ya estaba en riesgo debido a la falta de comida provocada por el bloqueo israelí. «El deterioro del estado nutricional que se produjo en la población de Gaza en cuatro meses no tiene precedentes en ninguna otra población del mundo» , declaró la Unicef.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, tras los fallidos intentos de justificar la masacre, declaró que la actuación del Ejército fue “excelente”. «Se debe brindar pleno apoyo a nuestros heroicos combatientes que operan en Gaza, quienes actuaron de manera excelente contra una turba de Gaza que intentó perjudicarlos«, escribió en X, anteriormente Twitter. El ministro del gobierno de Netanyahu también defendió el fin de cualquier ayuda humanitaria a la población de Gaza.
Aislamiento internacional
Lo que ya se ha llamado la “Masacre de la Harina” ha aumentado el aislamiento del gobierno de Netanyahu. Líderes como el presidente Emmanuel Macron incluso expresaron su “profunda indignación” por el caso, aunque sin nombrar ni responsabilizar a los responsables de esta matanza. El presidente Biden, que suministra gran parte del armamento que mata a los palestinos, exigió “explicaciones”. Declaraciones que no sólo reflejan una desaprobación a la radicalización de la política de exterminio perpetrada por el Estado de Israel, sino, principalmente, expresan la presión interna que vienen sufriendo por el creciente odio de la opinión pública contra Israel. Incluso cuando la mayoría de los medios tratan la masacre de este jueves como un “incidente” o, como en el caso del G1 en el Brasil, una “confusión”.
El presidente de Colombia incluso lo calificó de “genocidio que recuerda el Holocausto” y anunció la suspensión de la compra de armas israelíes. “Saludamos la tardía pero muy importante decisión de Gustavo Petro de suspender la compra de armas a Israel, esperamos la expulsión de la embajada y la ruptura de todos los pactos económicos y militares” , declaró el PST, partido hermano del PSTU, afiliado a la LIT-CI.
Una situación similar ocurre en el Brasil, donde el presidente Lula denunció, acertadamente, el genocidio cometido por Israel, pero mantiene al embajador en el país y no ha tocado las relaciones diplomáticas, comerciales e incluso militares con este Estado terrorista.
Hasta ahora, más de 40.000 palestinos han sido asesinados, incluidos 15.120 bebés y niños y 9.300 mujeres, según el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos.
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Reforzar la lucha contra el genocidio
La Masacre de la Harina reafirma la necesidad de fortalecer la lucha contra el genocidio y en defensa del pueblo palestino, especialmente ahora, en un momento en que las vidas de 1,5 millones de personas en Gaza están en peligro inminente. Las protestas se producen en prácticamente todo el mundo, incluido Estados Unidos, donde un joven soldado se autoinmoló frente a la embajada de Israel contra el genocidio.
Es necesario exigir un alto el fuego inmediato, el retiro de las tropas de las zonas ocupadas y presionar a los gobiernos para que rompan todas las relaciones con el Estado nazi-fascista de Israel.
Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 1/3/2024.- Traducción: Natalia Estrada.