Vie Mar 29, 2024
29 marzo, 2024

A tres años del asesinato de Marielle: ¿qué esperar de un Estado infiltrado por milicias?

Como dijimos, este 14 de marzo se cumplieron tres años del brutal asesinato de Marielle Franco y del chofer Anderson Gomes, y no se está ni cerca de saber quienes son los mandantes y sus motivaciones. Aunque una de las razones de la demora en las investigaciones sea la complejidad del caso y el “profesionalismo” de los ejecutantes, la principal causa de esta demora reside en el hecho de que las fuerzas que deberían elucidar el caso están, en parte, también involucradas en la autoría del crimen.

Por: Emília Tolosa y Ramiro Antunes

Es consenso que milicias [parapoliciales] están involucradas en el bárbaro asesinato de Marielle. Las milicias son una asociación criminal de agentes de seguridad pública con fines lucrativos. Ronnie Lessa era comprobadamente miliciano, pero ¿cuál es su relación con Adriano da Nóbrega y la familia Bolsonaro? ¿Son solo coincidencias como afirma el propio presidente? En este artículo sintetizamos lo que fue revelado en la prensa sobre el caso y cuál es la relación de las milicias con la extrema derecha y la familia Bolsonaro.

Ronnie Lessa, Adriano da Nóbrega y Marielle Franco

En la época en que fue preso, Ronnie Lessa vivía en un complejo de propiedades de lujo de Barra de Tijuca, él poseía un lote y otra propiedad de lujo en la ciudad de Angra dos Reis, y una lancha. La Policía Militar (PM) no le proveyó los ingresos para esa vida de lujo, pero le garantizó los caminos para el enriquecimiento ilícito. Ex integrante del grupo de exterminio “Scuderie Le Cocq[1], integró el Ejército en 1988 y entró en la PM en 1991. En los años 1990, a pesar de no haber hecho el Curso de Operaciones Especiales, participó de varias operaciones del BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) a raíz de sus “cualidades” como tirador: “Lessa era un serial killer. Ya llevó varios tiros, pero se mantuvo en pie. Era un verdadero soldado de guerra. Máquina de matar”, conforme relató un experimentado policía civil que actuó con el miliciano[2].

Ese perfil llevó a que, en los años 2000, integrase la seguridad personal del “bicheiro” [empresario del juego clandestino] Rogério de Andrade (sobrino de Castor de Andrade – el más famoso “bicheiro” brasileño). Se jubiló de la PM luego de un atentado con bomba que lo dejó sin una pierna, pero mantuvo los negocios en el crimen organizado. Las investigaciones relatan que era dueño de un bingo clandestino en Barra de Tijuca, Zona Oeste de Rio de Janeiro, que contenía cerca de 80 máquinas caza-níquel (tragamonedas), un gimnasio y una tienda de tatuajes en el barrio Rio das Pedras (localizado también en la Zona Oeste), y que también estaba involucrado en el tráfico de armas. Además, Lessa es sospechoso de estar asociado a los negocios del ex concejal de Rio de Janeiro Cristiano Girão, preso a consecuencia [del informe] de la Comisión Parlamentaria de Investigaciones (CPI) sobre las milicias en el barrio Gardênia Azul (vecino de Rio das Pedras)[3].

Su trayectoria es muy semejante a la de Adriano da Nóbrega, ex jefe de la milicia de Rio das Pedras. Adriano era ahijado afectivo de un bicheiro, Waldomiro Paes Garcia, el “Maninho” [hermanito], que era dueño del haras en que su padre trabajaba. Adriano integró la PM a los 21 años, en 1998. Poseyendo características muy semejantes a las de Ronnie Lessa, Adriano integró el BOPE tres años después. “Sentía placer en hacer embestidas de madrugada en las favelas cariocas para aprehender armas y bandidos. Un colega contó que, cuando no había ninguna acción programada, el entonces teniente hacía incursiones por cuenta propia. ‘Él agarraba una combi de pocas plazas, la llenaba de armamento y entraba, sin hacer alarde, en comunidades de Rio, en medio de la madrugada. Esas acciones casi siempre terminaban en aprehensiones y muertes’, relató el policía”.[4]

La constancia en las prácticas de tortura, extorsión y ejecuciones se tornaron exageradas incluso hasta para una institución como el BOPE. Adriano fue apartado del BOPE algunos años después, retornando a los batallones de la PM. En 2003, conoció a Fabrício Queiroz en el 18° Batallón de la Policía Militar[5], en Jacarepaguá, y los dos se tornaron socios en las extorsiones, “arreglos” (coima que el tráfico paga a las autoridades), y ejecuciones. En 2004, Adriano fue preso por el secuestro, extorsión y asesinato de un cuidador de autos (en la calle). A pesar de haber sido condenado en primera instancia a 19 años de prisión a raíz de las múltiples pruebas incriminatorias, acabó por ser absuelto en 2007, en la segunda instancia. Esto ocurrió, en buena parte, por el esfuerzo de Jair y Flávio Bolsonaro en garantizar su defensa.

Luego de ser sobreseído en 2007, Adriano se involucró definitivamente con el crimen organizado, haciendo trabajo de seguridad y matador para el bicheiro Zé Personal, yerno de su padrino Maninho. En diciembre de 2013, Adriano da Nóbrega fue expulsado de los cuadros de la Policía Militar a raíz de las acusaciones de su conexión con el “jogo do bicho” (quiniela clandestina). Luego de salir de la PM, también montó un grupo de matadores profesionales, el “Escritorio del Crimen” [oficina del crimen], con un modus operandi típico: uso de ametralladoras, autos clonados, ausencia de vestigios, asesinatos precisos con una ráfaga: “Él usa un fusil con la corona cortada y se sienta en el banco de atrás del vehículo, de forma que posiciona solamente el caño del arma para el lado de afuera, evitando así que las cápsulas deflagradas sean eyectadas para afuera del vehículo y tirando la materialidad de una confrontación de balística”[6].

Nos atrevemos a decir que cualquier semejanza con la ejecución de Marielle Franco no debe ser mera coincidencia.

Esa conexión con los bicheiros y las ligazones con el 18° Batallón de la PM acabaron por aproximarlo de las milicias actuantes en la Zona Oeste de la ciudad. Las consecutivas decapitaciones de los jefes de las milicias que actuaban en el barrio Rio das Pedras abrieron el camino para que Adriano da Nóbrega y el mayor Ronald Paulo Alves Pereira se tornasen los cabezas de las milicias que actuaban en este barrio y en la Favela da Muzema, desde por lo menos 2015.

En 2019 durante la operación Los Intocables, casi toda la cúpula de la milicia actuante en el barrio Rio das Pedras fue presa, excepto el propio Adriano da Nóbrega, que huyó y acabó siendo muerto en Bahia, en una más que probable quema de archivo.

Uno de los presos en la operación Los Intocables, Laerte Silva de Lima, se afilió al PSOL el 17 de abril de 2017, exactamente el mismo día en que Ronnie Lessa inició las búsquedas de internet sobre el PSOL y figuras relacionadas al movimiento negro y de periferia[7].

Ronnie Lessa y Adriano da Nóbrega tienen recorridos y perfiles muy semejantes, se movían en los mismos medios, eran custodios de bicheiros, eran matadores profesionales, tenían el mismo modus operandi de ejecuciones. Recordemos, también, que Lessa tenía un gimnasio en Rio das Pedras, entonces dominado por el grupo de Nóbrega.

No existe, hasta el momento, comprobación pública de conexión directa de la Oficina de Crimen con Ronnie Lessa y la ejecución de Marielle Franco. No obstante, la ligazón de Lessa con las milicias no se puede negar, y ahí comienza una parte importante en la resolución del caso. Las milicias no son compuestas apenas por agentes de seguridad pública, están infiltradas en todos los poderes, en el Judicial, en el Legislativo, y en el Ejecutivo. Actúan tanto en nivel municipal y estadual como federal. O sea, la investigación en curso se enfrenta o es ejecutada contra las propias instancias del Estado. En las palabras de la promotora Simone Sibilio, del Ministerio Público de Rio: “(…) era el hecho de que los involucrados estén ligados a la policía y conocieran por dentro los atajos para trabar o despistar una investigación. Además de evitar celulares, imágenes de video, testigos, las cuadrillas trabajaban con contrainformación, plantando pistas falsas para implicar a rivales”[8].

La conexión con la familia Bolsonaro

La vecindad de Bolsonaro con Ronnie Lessa, en un complejo de lujo en Barra de Tijuca, por sí sola no comprueba nada. Caso contrario, lo mismo podría concluirse para todos los moradores restantes de este complejo. Pero esa relación de vecindad no es, de lejos, un hecho aislado en los puentes existentes entre la familia Bolsonaro y las milicias de Rio de Janeiro.

Más difícil de explicar es la fotografía de Bolsonaro con el ex policía militar Élcio de Queiros, el chofer del auto Cobalt plata que transportaba a Ronnie Lessa en la ejecución de Marielle y Anderson. “Tengo fotos con millares de PMs”, afirmó Bolsonaro en su defensa. Es un hecho; pero una coincidencia puede ser solo una coincidencia, dos coincidencias pueden ser solo dos coincidencias, el problema es cuando una gran cantidad de coincidencias se suman en un mismo tema. Lo que se torna más difícil aún de justificar como siendo solo una “coincidencia” es la relación de los integrantes de la familia Bolsonaro con Adriano da Nóbrega y los movimientos de Fabrício Queiroz, ex asesor y ex chofer del senador Flávio Bolsonaro (Republicanos-Rio de Janeiro).

Élcio de Queiroz y Jair Bolsonaro.

La primera mención honrosa en la ALERJ (Asamblea Legislativa del Estado de Rio de Janeiro) al ex capitán data de 2003, época en que estaba asignado en el 18° Batallón junto con Fabrício Queiroz. Cuando Nóbrega fue preso por primera vez, Flávio y Jair Bolsonaro hicieron de todo para que él fuese sobreseído, incluso emitieron declaraciones en la Cámara de Diputados prestando apoyo a Adriano y solicitando la ayuda de la jueza Denise Frossard, diputada en la época, en su defensa. En junio de 2005, incluso estando preso, Adriano recibió la medalla Tiradentes, la más alta condecoración concedida por la ALERJ, de manos de los Bolsonaro. La ex esposa de Adriano era funcionaria de la ALERJ desde 2010, su última esposa desde 2015, y su madre desde 2016. Todas ellas involucradas en el esquema de la “rachadinha” [parte de los ingresos que un servidor público da a políticos o asesores, ndt.] junto con Fabrício Queiroz[9].

La lista de los homenajeados por el hijo “zero um” [cero uno – 01] Flávio Bolsonaro en la ALERJ es extensa en sospechosos de ejecuciones, extorsión y masacres. Hay, no obstante, un elemento más que nos llama la atención: en 2004, el entonces capitán Ronald Paulo Alves Pereira también fue homenajeado en la ALERJ. Tres meses antes, Ronald había sido acusado de participar de la masacre de cuatro jóvenes en la casa de espectáculo Via Show, en São João de Meriti, en la Baixada Fluminense[10]. Quince años después, el Mayor Ronald Paulo Alves Pereira fue preso en la operación Los Intocables por dirigir, junto con Nóbrega, las milicias de Rio das Pedras y Muzema.

El ex policía Fabrício Queiroz tiene una amistad de larga data con la familia Bolsonaro, ya ampliamente conocida y divulgada por los medios. Pero, ¿cuáles son sus relaciones con las milicias? En 2007, fue cedido para la Asamblea Legislativa de Rio; se tornó custodio y chofer del entonces diputado estadual Flávio Bolsonaro. Fue Queiroz quien indicó a los familiares de Nóbrega para el gabinete del hijo “zero um”, que posteriormente fueron involucradas en el esquema de la “rachadinha”, como dijimos. Esas mismas familiares de Nóbrega eran dueñas de una pizzería que transfirió cerca de R$ 4000.000 para la cuenta de Queiroz.

Posteriormente, en diciembre de 2019, cuando Nóbrega y Queiroz estaban prófugos, hubo por lo menos tres encuentros de ambas familias, según se informó en varios órganos de prensa, en la casa de la madre de Adriano da Nóbrega. A ese encuentro fueron Márcia, esposa de Queiroz; el abogado electoral de Flávio Bolsonaro, Luis Gustavo Botto Maia; y la ex mujer de Adriano, Danielle Mendonça. Esta última iría a llevar un “recado a Adriano”. En otro encuentro, Queiroz orientó a la madre de Adriano a permanecer escondida[11].

Fuerzas de seguridad y crimen organizado

El involucramiento de las diferentes fuerzas policiales con el crimen viene de lejos. La corrupción del Estado, en los distintos poderes, es inherente al capitalismo, pero podemos decir que Rio de Janeiro ha sido vanguardia tanto nacional como internacional en varias modalidades de corrupción y crimen de las más variadas categorías. Tal vez no se deba a alguna naturaleza específica del carioca, como mucho se defiende por ahí. Las raíces de esa particularidad brotan de la realidad objetiva, de los orígenes históricos y económicos de la ciudad, y de su localización política en el país. Este tema daría para otro, extenso, artículo.

Enumeramos algunos aspectos que deben ser tomados en cuenta. El modelo económico basado en el esclavismo, en la capital del país, fue uno de los marcos que imprimió a la burguesía carioca su odio particular al mundo del trabajo, la tendencia al lumpesinato, la dependencia casi absoluta de chupar las finanzas estatales para mantenerse viva.

El relato de Thomas Ewbank, un burgués estadounidense, sobre su visita a Rio de Janeiro a mediados del siglo XIX es reveladora de este espíritu: “La inevitable tendencia de la esclavitud es tornar por todas partes el trabajo una actividad deshonrosa. (…) los brasileños se retraen como horrorizados ante cualquier empleo manual. (…). Se pregunta a un joven brasileño de familia respetable, sin embargo en malas condiciones económicas, por qué no aprende un oficio y pasa a ganarse su vida con independencia, y, nueve veces de cada diez, él temblará de indignación, ¡y preguntará si quiere insultarlo! ¿Trabajar? –recriminó uno de ellos. —¡Tenemos los negros para eso! (…) es lícito preguntarse: ¿Cómo viven ellos? Del poder público siempre que pueden”[12]. Casi dos siglos pasaron y el relato no podría tener un carácter más actual. Esas características de la burguesía carioca acabaron por reflejarse en el propio aparato del Estado.

Ejército-policía en Operación Rocinha, Rio de Janeiro. Foto: Fernando Frazão/Agência Brasil.

El racismo y la esclavitud también permanecieron como marcas del Estado y de las fuerzas de seguridad en el trato con la clase trabajadora y los sectores pobres. Truculencia, violencia y ejecuciones sumarias se mantuvieron como métodos después de la ley áurea.

El Estado Nuevo (1937-1946) de Getúlio Vargas representó un salto en la generalización de la violencia y de la tortura, no solamente a los presos políticos sino a los presos comunes. También fue en esta época que la corrupción en la policía carioca comenzó a profesionalizarse. Y esta no es una coincidencia fortuita. Los incentivos directos e indirectos de los empresarios y de las actividades ilegales –como la prostitución y la quiniela– para con la represión institucionalizaron una tela de corrupción que, en general, beneficiaba a los torturadores, los matadores y los más truculentos.

Luego del golpe de 1964, toda esa tela da un salto en dimensión y se encamina hacia una profundización de la barbarie. Todos los grandes bicheiros de Rio estuvieron involucrados con el régimen militar, en apoyo directo o indirecto. Usaron la dictadura para consolidar su influencia política, y posteriormente a los agentes de la dictadura para asesorar sus negocios.

La década de 1960-1970 también fue marcada por la “profesionalización” del juego del bicho [la quiniela], con la delimitación rígida de territorios y la constitución de organizaciones fuertemente jerarquizadas. Ese cambio fue posible gracias a la contratación de agentes de la represión de la dictadura, garantizando, por medio de la violencia, lo que no se podía garantizar por la ley. El caso más pragmático de esta asociación es el del capitán Guimarães, acusado de dar clases de tortura para una platea de cerca de cien personas, y que aún hoy está libre, leve y suelto como jefe del “juego del bicho” en la región de Niterói[13].

La relación de la contravención con policías matadores permaneció luego de la redemocratización, para realizar servicios de seguridad y ejecuciones de rivales. Por lo tanto, Ronnie Lessa y Adriano da Nóbrega no son excepción en esta relación, sino sí una regla.

La asociación entre juego clandestino, grupos de exterminio y milicias fue casi una evolución natural si tenemos en cuenta los actores involucrados y sus modos de actuación. Actualmente, las principales redes de máquinas tragamonedas y casinos ilegales están asociados o son controlados por milicianos.

La milicia es la consagración de la corrupción del Estado y, en especial, de las fuerzas de seguridad, pero no es, obviamente, su única vertiente. El “arreglo”, el tráfico de armas y de drogas, la extorsión, el alquiler de delegaciones policiales, el alquiler de carros de asalto del BOPE, el contrabando de armas y drogas aprehendidas en operaciones… la lista de actividades ilegales a las cuales se dedican las fuerzas de seguridad fluminenses parece no tener fin y siempre va sorprendiendo por la originalidad y el sadismo. Esto, obviamente, solo es posible porque las redes de corrupción no se restringen a los bajos mandos, sino que involucran tanto altos rangos de la policía y del ejército como altos puestos en el Legislativo y el Ejecutivo. Parafraseando al ex ministro de Defensa Torquato Jardim: “comandantes de batallones de la PM son socios del crimen organizado en Rio”[11].

Milicias y extrema derecha

El conjunto de ideologías a que se llama hoy bolsonarismo, el odio a los partidos y organizaciones de izquierda, el anticomunismo militante, el racismo, el machismo y la LGBTfobia, no son obviamente nuevos en el país. Bolsonaro tuvo el mérito de congregar esa escoria política en un movimiento coherente y militante.

Por otro lado, la clara asociación de la familia Bolsonaro a grupos milicianos, y la adhesión de estos a la defensa del bolsonarismo confirieron al fenómeno aires de novedad. No obstante, esas ideologías que el bolsonarismo congrega en un solo movimiento tienen raíces antiguas en las fuerzas de seguridad, desde el Estado Nuevo a la Dictadura Militar, como dijimos anteriormente. La asociación de juego clandestino con dictadura, y la incorporación de torturadores a sus cuadrillas, consolidaron un ala del crimen organizado compuesta por agentes de seguridad del Estado imbuidos de una ideología profundamente reaccionaria.

La democratización negociada, al no criminalizar las barbaridades de la dictadura, al dejar a criminales impunes, permitió que ese ala siguiese diseminándose tal como un cáncer, infiltrándose en todos los poderes y en los más altos cargos y rangos. Ejemplo práctico de eso es el caso que comentamos del mayor Ronald Paulo Alves Pereira, número dos de Adriano da Nóbrega en el comando de las milicias de Rio das Pedras y Muzema.

No sabemos cuáles son las motivaciones del asesinato de Marielle. Como defensora de los derechos de las comunidades oprimidas por la violencia del Estado y de las milicias, aunque por dentro de los mecanismos de la democracia burguesa, su actuación incomodaba, y podría haber obstaculizado algún negocio; ese puede haber sido el motivo. Las milicias, en general, son machistas, racistas y LGBTfóbicas, y esas ideologías pueden haber cumplido un papel en este bárbaro asesinato. También es posible que sea una venganza tardía a la CPI de las milicias, ya que Marielle era la principal asesora de Freixo en esa época y no disponía de la seguridad del diputado, así era un blanco más fácil. Pueden ser otros motivos, inclusive.

Como dijimos en otro artículo: “creemos que la lucha contra Bolsonaro y Mourão, conectada con la exigencia de investigación y resolución del caso, es lo que puede acabar poniendo a los asesinos en la cárcel. Y es por medio de la lucha que podremos solucionar los problemas de las vidas de las ‘Marielles’ que existen en todo el país”.

[1]   https://epoca.globo.com/uma-breve-historia-de-ronnie-lessa-acusado-de-matar-marielle-23572452

[2]     Ídem.

[3]   https://noticias.uol.com.br/cotidiano/ultimas-noticias/2019/09/16/caso-marielle-franco-morte-ronnie-lessa-chefe-de-milicia-rio-de-janeiro.htm

[4]  https://epoca.globo.com/rio/a-vida-a-morte-de-adriano-da-nobrega-24247527

[5]    https://g1.globo.com/jornal-nacional/noticia/2020/06/19/mp-detalha-contatos-entre-fabricio-queiroz-e-o-miliciano-adriano-da-nobrega.ghtml

[6]   https://epoca.globo.com/rio/a-vida-a-morte-de-adriano-da-nobrega-24247527

[7]    https://oglobo.globo.com/rio/caso-marielle-milicianos-presos-na-intocaveis-se-filiaram-ao-psol-no-dia-em-que-lessa-comecou-pesquisar-marcelo-freixo-24786241

[8]    Bruno Paes Manso, A república das milicias, p. 200.

[9]     https://www.bbc.com/portuguese/brasil-51447905

[10]   https://www.bbc.com/portuguese/brasil-46980618

[11]        https://www.estadao.com.br/infograficos/politica,ligacao-com-queiroz-e-flavio,1111837 e https://g1.globo.com/jornal-nacional/noticia/2020/06/19/mp-detalha-contatos-entre-fabricio-queiroz-e-o-miliciano-adriano-da-nobrega.ghtml

[12] Jaime Larry Benchimol, Pereira Passos um Haussman tropical, pp. 33-34.

[13]  Os porões da contravenção: Jogo do bicho e Ditadura Militar: a história da aliança que profissionalizou o crime organizado, Livro por Aloy Jupiara.

Artículo publicado en www.pstu.org.br

Traducción: Natalia Estrada.

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