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18 octubre, 2024

Grupo Meta anuncia que censurará a los críticos del sionismo en Facebook e Instagram

Las plataformas de Mark Zuckerberg eliminarán publicaciones que denuncien los crímenes de Israel por considerarlas de contenido antisemita.

Por Marcel Wando

13 de julio de 2024.-

El 9 de julio de 2024, el grupo Meta anunció en su blog de transparencia que actualizará sus políticas de censura de contenidos para incluir el término “sionismo” cuando se utilice en determinados contextos. Según la plataforma, esta palabra se utiliza en múltiples sentidos, algunos de los cuales consideran “legítimos”, como el movimiento político o el Estado de Israel –equiparando a críticos y partidarios– y otros “ilegítimos”, cuando se refieren al pueblo judío como uno todo.

El objetivo alegado sería detener las comparaciones deshumanizantes, los llamamientos a la violencia o la negación del derecho a la existencia del pueblo judío. El comunicado de Meta incluso especifica algunos escenarios en los que se suelen aplicar estos casos, como en comparaciones con ratas, cerdos y gusanos, o acusaciones de que controlan los medios de comunicación o el mundo. Un discurso antisemita que existe desde hace mucho tiempo y que ha ido creciendo con el aumento de los partidos de extrema derecha en todo el mundo. Se trata, por tanto, de un intento de ganar el apoyo de la comunidad judía y de ciertas organizaciones de izquierda y activistas.

Sin embargo, si este fuera el caso, entonces es contradictorio que Meta permita tanto contenido de extrema derecha, incluido el contenido patrocinado. También es contradictorio que esto recién se esté implementando ahora, ya que estas organizaciones han estado creciendo en todo el mundo durante más de una década, impulsadas por las redes sociales controladas por Meta. El lobby político por la libertad de expresión irrestricta de la extrema derecha es conveniente para la plataforma, que se beneficia con la ausencia de regulaciones. Estos intereses políticos y económicos demuestran una contradicción entre el discurso actual y la práctica histórica de esta empresa.

Para parecer imparcial, el comunicado indica que consultó a 145 stakeholders (partes interesadas), incluidos representantes de la sociedad civil y académicos, como politólogos, historiadores, abogados, grupos de derechos civiles y digitales, lobistas por la libertad de expresión y especialistas en derechos humanos de Medio Oriente, África, Israel, América del Norte, Europa, América Latina y Asia. Además, también cuenta con un Consejo de Supervisión Independiente. Finalmente, dijeron que, además de estas consultas, también se realizaron revisiones de literatura académica e investigaciones cualitativas con usuarios y en la plataforma para buscar entender qué comprende la población con el término “sionismo”. Sin embargo, no informan quiénes son las personas involucradas, cuál es ese consejo ni el resultado de estas investigaciones. Tampoco dice qué papel jugará esto en la elaboración de la nueva política o qué papel tendrán en su aplicación.

Pero si, por un lado, el argumento de que esta política sirve para proteger al pueblo judío es bastante frágil, por otro lado, puede amenazar a los activistas de la causa palestina. El primer indicio de esto es que el comunicado reconoce que el término “sionista” se utiliza para referirse al gobierno israelí y sus partidarios, lo que se ha intensificado desde lo que llamaron “las acciones del gobierno israelí en Gaza y Cisjordania”. Cuando optan por un término genérico como “acciones” y no “genocidio”, “masacre”, limpieza étnica”, lo hacen porque quieren pasar un mensaje de neutralidad. Pero neutralidad frente a la carnicería sionista en Palestina es asumir el lado del opresor.

Además, en tres momentos sugieren que el término sionista puede usarse para referirse a negar la existencia de judíos o israelíes. Este enfoque genera un doble sentido muy común en la retórica sionista. ¿Quién estaría abogando por que el pueblo judío deje de existir? ¿Podría una consigna de “Palestina única” o “Palestina libre del río al mar” ajustarse en este criterio? Porque es bastante común escuchar como respuesta a eso que esto significaría una hipotética limpieza étnica de judíos de Palestina, lo cual no es cierto. Todo aquel que quiera convivir en paz con los palestinos podrá habitar Palestina, tal como lo hacían antes de la creación de Israel.

Coincidentemente, este anuncio se hace en la misma semana en que aumentan las denuncias sobre el uso del protocolo Hannibal por parte de Israel. En otras palabras, durante meses los medios internacionales y los sionistas utilizaron la muerte de colonos y soldados del 7 de octubre como justificación para llamar terroristas a los palestinos.

Lo utilizaron para hacer comparaciones deshumanizantes, llamar a la violencia contra los refugiados y negar el derecho a la existencia del pueblo palestino, árabe y musulmán. Tanto en Palestina como en los países donde ellos están refugiados. En ningún momento esto fue motivo de preocupación para Meta. Ahora que se ha demostrado que estas muertes fueron perpetradas por Israel y no por la resistencia, la empresa dice que está muy preocupada por el discurso de odio.

Este cambio de política podría censurar a quienes denuncian los crímenes de Israel, ya sea de las fuerzas armadas o de los colonos. La propia nota admite al final que los cambios en sus políticas dependen tanto de la tecnología como de los humanos que revisan el contenido y que la falta de contexto y matices pueden provocar retrasos y falta de precisión en las respuestas. En otras palabras, es posible que los discursos de la extrema derecha, que en realidad son antisemitas, queden disponibles durante días antes de ser eliminados, pero que el contenido crítico al genocidio de Israel contra los palestinos sea eliminado en cuestión de minutos. Este riesgo es evidente cuando dicen que serán removidos los contenidos críticos al sionismo que no estén explícitamente dirigidos al movimiento sionista. O sea, ante la falta de contexto o matices, es mejor censurar.

El texto coquetea con la falsa equivalencia entre sionismo y antisemitismo y, en la práctica, amenaza la libertad de expresión de todos los que luchan contra la opresión colonial en Palestina. El control de las redes sociales por empresas multimillonarias de países imperialistas muestra una vez más su papel nocivo para la humanidad y el vínculo entre el capital estadounidense y el proyecto colonial sionista.

Traducción: Natalia Estrada.

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