Engels, las guerras y la violencia revolucionaria
Por Alicia Sagra
Hoy, 28 de noviembre, se cumplen 203 años del nacimiento de Federico Engels, el gran compañero y amigo de Marx. El mal llamado, debido a su extraordinaria modestia, de “el segundo violín”.
Mal llamado porque, a pesar de los que dicen sus detractores (abiertos o vergonzantes), que lo acusan de deformar el pensamiento de Marx, ellos fueron un equipo. Y, como dice Lenin, es en su abundante correspondencia donde más se evidencia esa elaboración en común.
Engels, al igual que Marx, fue, en primer lugar, un revolucionario preocupado no sólo con impulsar la lucha, sino también con que avance la organización sindical y política de la clase obrera en el partido. Las coincidencias con Marx era tantas que éste no dudaba en firmar artículos muchas veces redactados por Engels, en recomendar la lectura del Anti Düring[1] a los que le pedían explicaciones sobre su teoría y en dejarlo al frente de la Primera Internacional a partir de 1870, cuando se vio obligado, por problemas de salud, a reducir su actividad.
En su trabajo de elaboración hubo una división de tareas. Engels asumió centralmente los temas que tenían que ver con la filosofía, por lo que es quien más desarrolló los diferentes aspectos del materialismo dialéctico y, junto con eso, dio una especial atención al tema militar. No sólo tuvo experiencia directa en este aspecto con su destaca participación en la revolución alemana de 1848, sino que fue un especialista sobre el tema. Tanto que sus amigos, entre ellos la familia de Marx, le habían puesto el apodo de “el General”.
En momentos en que estamos viviendo dos guerras de liberación nacional, la de Ucrania contra la ocupación rusa, y la de Palestina contra el genocidio de Israel, y cuando se han puesto de moda entre la vanguardia, incluso en sectores que se reivindican marxistas, el “ni-ni”, el rechazo a todas las guerras y la idea de igualar la violencia del opresor con la violencia del oprimido, resulta interesante recordar las posiciones de Engels sobre la violencia y sobre las guerras.
La guerra y la revolución
Marx y Engels, en especial este último, estudiaron mucho sobre los conflictos armados contemporáneos. Estimaban que las guerras interestatales del presente podían contener importantes lecciones para las guerras revolucionarias del futuro y la destrucción del Estado capitalista. En ese camino, defendían, por ejemplo, el servicio militar universal porque daban gran importancia a que la mayor cantidad de obreros tuviera instrucción militar.
Desde la perspectiva de Engels, en la futura guerra mundial (que predijo con gran exactitud en 1889[2]), el proletariado en armas de los países que estarían arruinados apuntaría sus fusiles contra los enemigos de clase y el Estado, y sería con el triunfo de la revolución la única forma de evitar la guerra mundial. Concepto que fue tomado a fondo por Lenin en su llamado a convertir la guerra imperialista en revolución social.
Engels estudió y escribió mucho sobre las guerras y su papel en la historia, sobre las tácticas y estrategias militares. Pero no se limitó a eso, sino a precisar su carácter y lo que éstas reflejaban. Por ejemplo, estudiando la Guerra Civil de EEUU, concluía:
“La actual batalla entre sur y norte (…) no es nada más que una batalla entre dos sistemas sociales, el sistema de la esclavitud y el sistema del trabajo libre. Consecuentemente estos dos sistemas no podrían vivir lado a lado por mucho tiempo. Ello solo puede terminar con la victoria de uno de estos sistemas”[3].
Tanto Marx como Engels, no se limitaron a acompañar el desarrollo bélico. A pesar de no tener ninguna expectativa en el gobierno de Lincoln, no asumieron una posición “ni-ni”, muy de moda en la actualidad, sino que apoyaron decididamente al Norte, en la lucha contra la esclavitud. Y desarrollaron un trabajo sobre la clase obrera mundial, llamándolos a no permanecer indiferentes ante un conflicto de este tipo. Lejos de llamar a la paz, como harían muchos “marxistas” actuales, los llamaban a definirse por un lado.
La burguesía británica también asumió un lado. La industria textil habría sufrido con la falta del algodón producido por los estados del sur de Norteamérica, y este sector de la burguesía presionaba por la intervención del gobierno británico a lado de la Confederación.
Marx y Engels hicieron parte del movimiento contra la intervención británica. Y reivindicaron que, a pesar de los miles de trabajadores despedidos por la crisis de la industria textil, la clase trabajadora británica se solidarizó con la lucha de la Unión: “La clase trabajadora inglesa conquistó una honra histórica inmortal por sí misma, frustrando los repetidos intentos de las clases dominantes de intervenir en nombre de los propietarios de esclavos americanos con sus entusiasmadas reuniones de masa, a pesar de que la prolongación de la Guerra Civil Americana sujetó a un millón de trabajadores ingleses a los más terribles sufrimientos y privaciones.”[4]
Sobre la violencia
Enfrentando las posiciones reformistas que reniegan de todo tipo de violencia, Engels afirma:
“Para Herr Dühring, la fuerza (violencia) es el mal absoluto; el primer acto de fuerza para el pecado original (…) Esa fuerza, (violencia), entretanto, desempeña también otro papel en la historia, un papel revolucionario…”[5]
Y, en un artículo, polemizando con los anarquistas y sus acusaciones de autoritarismo, relaciona el tema de la autoridad con la violencia revolucionaria:
“¿No han visto nunca una revolución estos señores? Una revolución es, indudablemente, la cosa más autoritaria que existe; es el acto por medio del cual una parte de la población impone su voluntad a la otra parte por medio de fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios si los hay; y el partido victorioso, si no quiere haber luchado en vano, tiene que mantener este dominio por medio del terror que sus armas inspiran a los reaccionarios. ¿La Comuna de París habría durado acaso un solo día, de no haber empleado esta autoridad de pueblo armado frente a los burgueses? ¿No podemos, por el contrario, reprocharle el no haberse servido lo bastante de ella?”[6]
Y, en este tema de la violencia tiene una absoluta coincidencia con Marx, quien en El Capital plantea
“La violencia es la partera de toda sociedad vieja que está embarazada de una sociedad nueva”
Acuerdo que se vuelve a manifestar cuando coinciden en la afirmación, de que uno de los mayores errores de la Comuna de París fue no haber sido todo lo violenta que la realidad exigía, por ejemplo, no haber ejecutado a los rehenes ante el ataque sanguinario de las fuerzas de la reacción.
La actualidad del pensamiento de Engels
Elegimos este tema, para homenajear a Engels a los 203 años de su nacimiento, porque reivindicamos su actualidad en vista a los conflictos armados que estamos viviendo.
Evidentemente, no tienen nada que ver con estas posiciones defendidas por el gran camarada y amigo de Marx, las de los “marxistas” que se rasgan las vestiduras por las muertes de los civiles israelíes, que igualan la violencia de los dos lados y que no se niegan a participar de homenajes a las víctimas de Israel.
[1] Anti During, libro de Engels, publicado en 1878 donde, en polémica con un profesor (Düring) que había ganado influencia dentro del partido socialdemócrata alemán, desarrolla los diferentes aspectos de la teoría desarrollada en común con Marx. Marx escribe un capítulo de ese libro, el dedicado a la Economía.
[2] “En cuanto a la guerra, para mí es la eventualidad más terrible. De lo contrario me mofaría no poco de las veleidades de la señora Francia. Pero una guerra en que habrá de 10 a 15 millones de combatientes, una devastación inaudita tan solo para alimentarlos, una supresión forzada y universal de nuestro movimiento, el recrudecimiento de los chovinismos en todos los países…” Carta a Paul Lafargue del 25 de marzo de 1889 (Engels, Paul et Laura Lafargue, Correspondance, t. 2, Éditions sociales, París, 1956, p. 22
[3] Guerra Civil en los Estados Unidos, Die Press, 07 de noviembre de 1861. Escritos sobre la Guerra Civil Americana, Aetia Editorial.
[4] Citado por NOVACK, George. Marx y Engels sobre la Guerra Civil de los Estados Unidos.
[5] Anti- Düring
[6] “De la Autoridad”, octubre 1872. Marxits Internet Archive