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Reino Unido

Británicos luchan contra la suspensión del parlamento de Boris Johnson

Británicos salieron a las calles a defender su Parlamento. Foto: lmneuquen.com
septiembre 3, 2019

¡Un millón de firmas en 24 horas contra la suspensión del parlamento de Johnson! ¡Defender la democracia; no al cierre del parlamento! ¡Solamente movilizaciones, huelgas y ocupaciones en masas pueden parar a Johnson!

Por: Martin Ralph – ISL, Inglaterra

El nuevo primer ministro británico, a fin de aprobar el Brexit hasta el 31 de octubre (que es el plazo de la Unión Europa para que el Reino Unido decida salir o permanecer) suspendió el parlamento por cinco semanas a partir de mediados de setiembre. Suspender el parlamento por ese período es extremadamente poco común. Pero, luego de tres años de parálisis, la poderosa sección del capitalismo británico determinada a dejar la UE está presionando el botón rojo: Boris Johnson.

Hay una gran alarma en muchos sectores industriales y en otros del gran capital, apoyados por The Economist, Financial Times y la Confederación de la Industria Británica, portavoces de los capitalistas que desean permanecer en la UE.

La acción de Johnson extiende los límites de la democracia parlamentaria burguesa, pero no los destruye; la suspensión del parlamento es permitida por las reglas de un poderoso primer ministro británico. Pero Jeremy Corbyn no quiere admitir un acto simple: esa es la democracia de la burguesía existente. Es por eso que todos están llamando esto de golpe. No obstante, si lo fuera, ¿por qué ellos creen que solo manifestaciones impedirán un golpe del capitalismo británico?

La suspensión ocurrió para aprobar un hard Brexit [es decir, sin acuerdo con la UE] si la UE no desiste de insistir en la posibilidad de una frontera o aduana entre Irlanda e Irlanda del Norte con base en la frontera británica impuesta por la ocupación de Irlanda del Norte y la división del país.

¡La suspensión del parlamento es una gran lección para todos los trabajadores y activistas británicos! Muestra a todos lo que realmente significa la democracia parlamentaria. La mayoría del pueblo demostró su oposición a la suspensión con manifestaciones por todo el país; anteriormente, el parlamento había votado contra un hard Brexit. No obstante, la táctica de Johnson “es legal, pero estira las convenciones de la constitución británica hasta sus límites” (The Economist, 29 de agosto).

Si los partidos de la oposición no organizan acciones crecientes de la clase trabajadora en las calles para impedir ese ataque a la democracia parlamentaria, estarán demostrando qué tipo de oposición son. Ellos deberían llamar a manifestaciones lideradas por la clase trabajadora, desobediencia civil y huelgas. Esto significa organizar ocupaciones en las calles, los puentes y el Parlamento. Hasta ahora, lo que ellos hicieron está lejos de ser suficiente.

Un diputado laborista, Lloyd Russell-Mole, dijo que “una huelga general parece ser cada vez más la única manera de parar” a Johnson (Daily Mirror, 29 de agosto). “Esto debe volverse un movimiento de masas con desobediencia civil en todos los barrios y ciudades”. Nosotros concordamos.

El Momentum[1] instó a las personas a bloquear autopistas y puentes, pero muchos parlamentarios, incluidos los laboristas, se oponen furiosamente a este llamado. Corbyn convoca a manifestaciones para fortalecer su acción parlamentaria y pide un gobierno de ‘unidad nacional’ que ignore las diferencias sobre austeridad, leyes antisindicales e inmigración. Este tipo de gobierno va a defender los intereses del capital, será un fracaso completo en la defensa de la clase trabajadora.

Los trabajadores deben estar en la línea del frente contra Johnson. Solamente con desobediencia civil en masa y los sindicatos convocando a huelgas y a una huelga general, el gobierno Johnson será derrotado.

Mientras tanto, Johnson impone sus políticas: ”stop and search”[2] (que será usada contra negros y jóvenes), la tentativa de retirar todas las escuelas públicas del control de las autoridades municipales, la expansión de la red de escuelas libres [enseñanza privada], inminentes cortes de remesas para los municipios (también siendo impuestos por los laboristas donde gobiernan). El hard Brexit de Johnson destruiría los derechos laborales, agravaría aún más la crisis climática y desregularía las salvaguardas que aún existen para proteger la vida de los trabajadores y, al mismo tiempo, daría más beneficios fiscales a los ricos.

Los pocos días del parlamento en setiembre u octubre serán usados no solo para promover el Brexit sino también para más ataques a los derechos de los trabajadores.

Qué piensa la ISL

Johnson solo oirá la presión de las masas. Apelamos a los sindicatos, a los jóvenes, a los oprimidos, y a todas las tendencias políticas para una unidad de lucha contra Johnson. Pero no apoyamos la permanencia en la UE ni el Brexit de Johnson. Estamos a favor de la profundización de la lucha contra Johnson, pero al mismo tiempo luchando contra la UE de Johnson.

No creemos que lo que ocurrió sea un golpe. Es una maniobra parlamentaria permitida por la reglas democrático burguesas. No estamos a favor de la democracia de los ricos que permite a los capitalistas imponer sus decisiones de esa manera.

Exigimos que el parlamento sea inmediatamente reunido, mientras la clase trabajadora debe luchar por su independencia de clase, por democracia directa y de masas. Defendemos el parlamento contra Johnson, porque la clase trabajadora tiene que luchar contra el parlamento con sus métodos, no con los de Corbyn.

No existe democracia obrera en el parlamento, un ejemplo de eso son las leyes antisindicales impuestas por el parlamento a los trabajadores, para que ellos no tengan el derecho de discutir libremente y al mismo tiempo decidir cuál acción, incluyendo huelgas, pueden y quieren usar.

¡El Parlamento debe reabrir inmediatamente!
¡Movilizaciones en masa, huelgas y ocupaciones para detener a Johnson!

¡Por una salida obrera y socialista para dejar la Unión Europea!

Notas:

[1] Corriente del Partido Laborista que apoya a Jeremy Corbyn.
[2] Política de abordaje de personas consideradas sospechosas en las calles, hasta entonces inexistente en Gran Bretaña.

Traducción del original en inglés al portugués: Marcos Margarido
Traducción al castellano: Natalia Estrada.

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