No al pacto Mel-Lobo-Hernandez. Unifiquemos las luchas y apoyemos las candidaturas clasistas del PST

Hace tres años y medio se le asestó una artera puñalada a la voluntad al Pueblo hondureño a través del Golpe de Estado militar-empresarial del 28 de junio de 2009. Con esa acción, las Fuerzas Armadas así como los partidos Liberal y Nacional y sus comparsas más pequeños (PDCH, PINU y después se les sumo UD), han demostrado ser peones de la burguesía de este país, de las transnacionales y de los intereses de los gringos.
El pueblo hondureño, y en especial la clase trabajadora, salimos por millones a luchar en gigantescas movilizaciones para exigir la salida de los usurpadores del poder y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Sin embargo, aunque nunca había salido tanto pueblo a las calles y plazas, la dictadura golpista no fue derribada, e incluso después dio lugar al actual gobierno Lobo-Hernández. Este se ha caracterizado por profundizar, como pocas veces en la historia, la entrega de nuestro país a los intereses extranjeros, no importando que pase por encima de los cadáveres de nuestros compatriotas campesinos, indios o negros.
Como monumentos de la burguesía vende patria, ahí están las llamadas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico o “Ciudades Modelo”, la recién aprobada Ley de Minería, la concesión de nuestras carreteras, la entrega de nuestros recursos petrolíferos en el Litoral Atlántico, la regalía de territorios y ríos para la construcción de decenas de represas hidroeléctricas en manos privadas, la usurpación de los territorios ancestrales de los indios lencas en Intibucá, o de las comunidades campesinas del Bajo Aguán en Colón, Arizona en Atlántida, o Zacate Grande en Valle, etcétera, etcétera.
No bastándole con esto, ha destruido algunas de las más importantes conquistas de la clase trabajadora hondureña al aprobar leyes como el trabajo temporal, la eliminación de los artículos claves del Estatuto del Docente, la aprobación de la nueva Ley de Educación, así como la aprobación de nuevos paquetazos que lesionan el bolsillo de los consumidores y consumidoras y pírricos aumentos al salario mínimo que son una burla para la clase trabajadora.
¿Cómo es posible que, a pesar de lo anterior, este régimen se sostenga en el poder sin la menor resistencia después de haber salido el Pueblo a las calles como nunca? El principal obstáculo para derrotar al golpismo de los partidos de la oligarquía, no es la fortaleza del régimen en sí, sino la política conciliadora de la dirigencia del FNRP, incluidas las burocracias de las centrales sindicales, que han depositado más confianza en los pactos y la conciliación con el gobierno, que en la lucha contra de este. El Pacto Guaymuras y después el Acuerdo de Cartagena, son los mejores ejemplos de pactos de conciliación con los gobiernos golpistas. Desde entonces se ha creado un gran vacío por la ausencia de una conducción revolucionaria del movimiento social.
La excusa de oro del FNRP-LIBRE para no luchar hoy, es que toda la energía debe ser puesta en su participación en el próximo proceso electoral de noviembre de 2013. Se le dice a la base que todo será resuelto “cuando tengamos el poder” en el proceso electoral y con eso ha sustituido los actos de lucha en actos proselitistas a favor de sus candidaturas.
El problema no está en participar en el proceso electoral sino en poner esa participación como excusa para haber abandonado la lucha popular. Nuestro partido, el PST, también estamos impulsando candidaturas independientes a diputaciones en Francisco Morazán (Fredin Funez, luchador contra las Ciudades Modelo) y en Yoro (Magdalena Morales, luchadora campesina), pero eso no nos ha limitado para acompañar las luchas de los distintos sectores populares ni para trabajar en la organización de un Encuentro Nacional de Luchadores y Luchadoras que relance la movilización popular contra las medidas neoliberales arriba descritas. No anteponemos la participación como pretexto para no luchar, sino que ponemos nuestras candidaturas al servicio de las luchas sociales.
Peor aún, la ausencia de una verdadera oposición al régimen demuestra que entre la conducción del FNRP-LIBRE y el gobierno Lobo-Hernández existe un Pacto de gobernabilidad, no público, que se aplica con funestas consecuencias para la clase trabajadora, la cual ve cómo sus conquistas son destruidas sin que sus dirigentes hagan nada por defenderlas, gracias a los acuerdos de cúpula con el gobierno. Este maridaje, y no otra cosa, es lo único que sostiene políticamente a este régimen.
Ante esta situación el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) hace un llamado a los obreros y obreras, a los campesinos y campesinas, a los desempleados y desempleadas, a los y las jóvenes, estudiantes, amas de casa, pobladores y pobladoras, profesionales independientes, micro empresarios, a:
• Exigir a la cúpula del FNRP-LIBRE rompa el pacto político que tiene con este gobierno y pase a impulsar jornadas de lucha a nivel nacional contra las medidas neoliberales que entregan a nuestro país a pedazos, violentan nuestras conquistas y atropellan nuestra integridad.
• Unificar las luchas populares desde la base, a partir del Programa de lucha unitario definido por el Primer
Encuentro Nacional de Luchadores y Luchadores.
• En las próximas elecciones apoyar las alternativas clasistas que impulsa el PST para anteponer a los candidatos y candidatas de la burguesía y del oportunismo, una opción de combate que acompañe la lucha popular.
Dado en la ciudad de Tegucigalpa, M.D.C. el Primero de Mayo de dos mil trece