Unificar las luchas para que triunfe el «estudiantazo»
Por Juventud del PSTU – Argentina
El veto de [el presidente] Milei a la Ley de Financiamiento Universitario despertó a un demonio. El movimiento estudiantil se levantó por todo el país, organizando asambleas, movilizaciones, sentadas, y muchas, muchas tomas. El Gobierno dobla la apuesta y presenta un presupuesto que representa un recorte mucho mayor a las universidades para el 2025.
Milei afirma que no va a privatizar ni arancelar. Pero su política de desfinanciamiento llevará al cierre de carreras, al recorte de contenidos (para llevarlos hacia posgrados arancelados) o directamente al arancelamiento de carreras enteras, que ya existe en muchas universidades.
Así como con el RIGI (Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones] le regala nuestros recursos a las multinacionales, el gobierno de Milei también favorece el saqueo del conocimiento, que queda en manos de tan solo quién puede pagarlo. Ese es el peligro al que estamos enfrentando, que también amenaza a la salud, a las jubilaciones, los salarios, los puestos de trabajo.
El CIN administra el ajuste
Desde abril venimos denunciando que los rectores no son nuestros aliados en esta pelea. A medida que la lucha se profundiza, ellos muestran su verdadera cara. Víctor Moriñigo, rector de la Universidad de San Luis y presidente del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) , en una nota a ElDiarioAR recientemente, se explayó con claridad: “que el techo del 3,8 sea un piso y no un techo me parece bueno. Lo más cercano que estemos al siete por ciento va a ayudar a destrabar el conflicto (…) Lamentablemente los salarios este año no se van a poder recomponer; le hicimos pagar el ajuste a los trabajadores universitarios”.
Moriñigo, de origen radical1, se pronuncia por dejar de pelear, aceptar el desfinanciamiento, y esperar que el Congreso que votó la Ley Bases, que sostuvo el veto tanto al aumento jubilatorio como al presupuesto universitario, nos de una partida un poco mejor en el 2025.
Sus colegas en el peronismo no están haciendo nada muy distinto. Por ejemplo, Alfredo Alfonso, rector de la UNQ (Universidad Nacional de Quilmes) cerró unilateralmente los ingresos para el año que viene a las carreras informáticas, convirtiendo a estudiantes y docentes en variable de ajuste. Y ni hablar de Martínez, rector de la UNLaM (Universidad Nacional de La Matanza), que puso patotas para amedrentar a estudiantes autoconvocados que querían realizar una asamblea. Hablan mucho de que “el enemigo es Milei”. Pero son ellos el principal obstáculo para enfrentarlo, atacando las conquistas y la organización de los estudiantes.
En esta discusión es muy importante el rol que cumplen las direcciones de los centros de estudiantes. En la Universidad de La Matanza, fueron parte de la patota que mandó la gestión a pegarle a los estudiantes. La Liga Federal dirige desde que existe la universidad, con elecciones de dudosa transparencia y métodos mafiosos. Ahora actúan en contra de la organización estudiantil.
Recientemente vivimos como en facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) como Filosofía y Letras, la conducción de El Colectivo demostró con sus votaciones que no quería impulsar ningún tipo de asamblea interfacultades que reorganice e impulse más la lucha. Al contrario, impulsa en todo momento la alianza con la administración de la facultad y viene teniendo una política muy pacifista con la conducción institucional.
Así mismo, es central no dejar de denunciar el papel reaccionario que la dirección de las federaciones universitarias FUA (nacional) y FUBA (Buenos Aires), conducidas por la Franja Morada (corriente universitaria de la UCR), mantienen en la lucha por el presupuesto universitario. Si hoy tuviéramos estudiantes combativos en la conducción de los órganos del movimiento estudiantil, otro escenario tendríamos ante los ataques de Milei.
¡Urge la unidad obrero-estudiantil!
La lucha estudiantil está en un punto crítico. Si no avanzamos en la unidad activa del movimiento estudiantil con el movimiento obrero, corremos el riesgo de que nuestra lucha quede estancada y empiece un retroceso, o peor aún la desmoralización de quienes estamos al frente.
Pero ¿por qué consideramos tan importante esta unidad? Hoy día el movimiento obrero es el único sector capaz en la sociedad de afectar las ganancias de la burguesía si decide paralizar las fábricas, los campos, los yacimientos o los puertos. Es por esto, que debemos intensificar la lucha contra el gobierno, y contra su plan económico. No podemos seguir permitiendo que la gran mayoria del país siga cayendo en la miseria, es tarea también del estudiantazo colocarse al frente junto a las y los obreros de Argentina, así como lo hicimos en el Cordobazo en 1969.
El 30 tiene que ser el próximo paso
Esta semana tenemos como principal tarea preparar la jornada del 30. El paro de los gremios del transporte será una gran oportunidad para dejar de pelear separados y pegarle al Gobierno de Milei donde le duele, justamente en las ganancias empresariales.
Es necesario que coordinemos acciones en cada lugar para hacer activo ese paro. No nos podemos quedar en casa. Tenemos que organizar piquetes y cortes de ruta, movilizaciones a la Rosada o a instituciones del Estado y provinciales, urge radicalizar los métodos de lucha junto a la clase obrera.
Las experiencias en la UNA o en Santa Cruz con la policía intentando ingresar a las universidades. Las provocaciones de grupos libertarios como en la UNQ o en la UNLu (Universidad de Luján), y las patotas de las autoridades como en UNLaM hacen necesario que nos preparemos para defendernos de cualquier ataque contra nuestro movimiento, debemos reforzar la discusión sobre nuestros métodos de autodefensa. Y lo más importante es que este sea un primer paso en construir la unidad que necesitamos.
Hoy, los estudiantes estamos en primera plana de todos los medios. Nuestra lucha tiene protagonismo nacional. A partir de eso, tenemos la responsabilidad de convertir nuestras facultades en espacios de organización de toda la comunidad, frente al problema de la educación, pero también de la salud, los salarios, los puestos de trabajo, que también sufrimos.
Tenemos que salir de cada facultad a las fábricas cercanas, ir a buscar a los trabajadores, sumarlos a la pelea, organizar a toda la comunidad. Debemos hacer carne el lema que tanto cantamos: “¡Obreros y estudiantes, como en el Cordobazo!”
Prepararnos para una pelea larga ¿Qué hacemos después del 30 de octubre?
La lucha no da tregua, y hay signos de cansancio en los compañeros. Tenemos que definir cuáles son las mejores medidas para avanzar. Las tomas son medidas muy importantes pero debemos ser muy cuidadosos.
Ésta será una pelea larga, muy probablemente, entonces no debemos desperdiciar fuerzas. Tenemos que fortalecer nuestros espacios de organización, no solamente con asambleas interclaustro e interfacultades, sino haciendo asambleas o reuniones en las cursadas que lleven mandatos a las instancias superiores, y manteniendo la unidad y la coordinación con todos los sectores que hoy salen a luchar contra Milei. Crear comités de lucha a nivel nacional que sea permanente puede contribuir a la democratización de la pelea y a intensificar el golpe que le queremos dar al Gobierno. Javier Milei ya ha dado sobradas muestras de sus intenciones. Esperar que el Congreso le ponga freno cuando el Gobierno viene pasando su plan es vivir en la utopía. Lo mismo esperar a que lleguemos a 2025 o 2027 cuando la educación, la salud y más están en peligro ya. Tenemos que sacarnos de encima a este gobierno cuanto antes. Eso es seguir con la tradición del «Cordobazo»2. Preparar esta pelea es nuestra tarea de primer orden el día de hoy.
- Nombre con el que se identifica a quienes adhieren a la Unión Cívica Radical (UCR), partido burgués que ha sido gobierno en distintas ocasiones. ↩︎
- Gran lucha obrero-estudiantil en la ciudad de Córdoba, en 1969. La acción unificada marcó el principio del fin de la dictadura militar de Juan Carlos Onganía. ↩︎