Una ola de huelgas y protestas sacude a Panamá

Por Lena Souza
Trabajadores/as, juventud y sectores populares e indígenas de Panamá protagonizan una creciente ola de protestas sociales en respuesta a las reformas del gobierno de José Raúl Mulino. Bloqueos de carreteras, manifestaciones y huelgas aumentan en todo el país y tienen como centro la derrota de la Ley 462, de reforma de la previsión social. Pero las demandas también pasan por el rechazo a los acuerdos del gobierno panameño con Estados Unidos sobre el Canal de Panamá y la entrega de la soberanía del país y la propuesta de reabrir la mina de cobre en Donoso-Colón, que fue cerrada tras grandes manifestaciones en 2023[1].
Las protestas que se venían dando desde hacía unos meses contra la reforma previsional se radicalizaron a partir del 12 de febrero de 2025. En esa fecha, miles de panameños salieron a las calles para manifestarse en contra de los cambios propuestos por el gobierno al sistema de pensiones y sufrieron una fuerte represión luego de que los trabajadores, encabezados por el Suntracs (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares), bloquearan una de las principales avenidas de la capital. La policía utilizó gases lacrimógenos contra los manifestantes, deteniendo a unas 500 personas y dejando al menos 16 heridos[2]. El Primero de Mayo también hubo una amplia movilización con protestas en varias ciudades del país y actualmente, además de los sectores de la construcción, el magisterio y los trabajadores bananeros, que están en lucha desde abril, también se han sumado a las protestas otros sectores como el de los profesionales de la salud, los movimientos populares e indígenas, formando un frente de resistencia a las actuales políticas gubernamentales[3].
La represión del gobierno no intimidó a la resistencia
Desde el 23 de abril, los docentes están en huelga por tiempo indeterminado contra la reforma de las pensiones. La Asociación Panameña de Profesores (Asoprof) denuncia que la Ley 462 compromete el derecho a la jubilación y profundiza la precarización de la educación. Incluso con el recorte salarial anunciado el 12 de mayo por el Ministerio de Educación, el movimiento sigue fuerte. “Seguiremos adelante pese a las intimidaciones”, afirmó Fernando Ábrego, dirigente de Asoprof.
Los obreros de la construcción, en huelga y movilizados desde principios de año, denuncian una campaña de criminalización por parte del gobierno, que incluye el congelamiento de sus cuentas y la prisión de sus miembros. Sin embargo, en una reunión de los sectores en lucha realizada este domingo (11/5), el secretario general del sindicato llamó a los trabajadores a mantenerse unidos, con firmeza y disciplina, hasta que se derogue la Ley 462[4]. Los trabajadores/as bananeros/as, organizados en el Sitraibana (Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera, Empresas Agrícolas y Similares), también están en huelga desde hace tres semanas en la provincia de Bocas del Toro.
Las enfermeras de la ANEP (Asociación Nacional de Enfermeros de Panamá) anunciaron un paro gradual a partir del 19 de mayo. Los pueblos indígenas, a través de la Coordinadora Nacional, anunciaron su adhesión al paro nacional a partir del 12 de mayo. Además de las fuertes huelgas en diversos sectores, luchadores de varias provincias, como Veraguas, Chiriquí y Bocas del Toro, mantienen bloqueos permanentes, que demuestran la fuerza de la movilización.
Y muestran su rechazo a las medidas del gobierno y su apoyo a la lucha de los trabajadores/as, los/as estudiantes que organizaron varias marchas y manifestaciones para expresar su oposición a la ley 462 y exigir su derogación.
Reforma de las pensiones: un ataque a los derechos
La Ley 462, aprobada en marzo de 2025, es vista como un regalo al capital financiero. Aumenta la edad de jubilación y señala una futura privatización de la previsión social. Las estimaciones indican que las pensiones podrían reducirse hasta en un 30%. Todo esto en un proceso legislativo apresurado y antidemocrático. Las organizaciones en lucha argumentan que la ley “enmascara” el aumento de la edad de jubilación, perjudica la previsión social al implementar un modelo de cuenta individual, y exigen la derogación de la ley y el retorno al sistema solidario por medio del sistema de distribución de beneficios definidos.
Sumisión al imperialismo y saqueo ambiental
La ofensiva neoliberal del gobierno de Mulino también se manifiesta en el deseo de reabrir la mina Cobre Panamá, operada por la canadiense First Quantum Minerals, incluso después de las grandes manifestaciones de 2023, que obligaron a la Corte Suprema de Justicia a cerrar y revocar el contrato. La reanudación del proyecto es un ataque directo al medio ambiente y a los derechos de las comunidades.
La lucha también es por la soberanía del país. En abril de 2025, Mulino firmó un memorando de entendimiento con Estados Unidos que concede a las tropas estadounidenses acceso a las instalaciones aéreas y navales en Panamá. Esto reaviva el debate sobre la soberanía panameña en relación con el Canal y el papel del imperialismo en la región, que se desarrolla en el artículo de Alejandro Iturbe: EEUU quiere recuperar su “patio trasero”[5].
¿Quién es José Raúl Mulino?
Mulino asumió la presidencia de Panamá el 1 de julio de 2024, tras ganar las elecciones, como sustituto de Ricardo Martinelli[6], quien fue inhabilitado para postularse debido a condenas por corrupción. Para entender quien es Mulino, es importante conocer el historial de corrupción de Ricardo Martinelli, a quien reemplazó como candidato.
Ricardo Martinelli fue presidente de Panamá entre 2009 y 2014 y tiene un largo historial de acusaciones y procesos por corrupción y abuso de poder. En 2015, luego de que la Corte Suprema de Justicia de Panamá emitiera una orden de captura contra Martinelli por espionaje ilegal y desvío de fondos públicos, este dejó el país y se fue a Estados Unidos, donde en 2017 fue detenido y, tras un año de prisión en ese país, fue extraditado a Panamá en junio de 2018 para responder a los cargos.
En agosto de 2019, Martinelli fue absuelto de los cargos de espionaje y peculato relacionados con el caso conocido como «Pinchazos», lo que resultó en su liberación del arresto domiciliario en que estaba.
En julio de 2023, Martinelli fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión y el pago de una multa de US$19 millones por lavado de dinero en el caso “New Business” [“Nuevos Negocios”]. Luego de que la sentencia fuera confirmada por la Corte Suprema de Panamá en febrero de 2024, Martinelli solicitó asilo en la embajada de Nicaragua en la Ciudad de Panamá, alegando persecución política. Al momento de escribir este artículo, Colombia ha concedido asilo político a Martinelli y el gobierno panameño ha autorizado su traslado a Bogotá[7].
Mulino, quien fue elegido presidente, tiene antecedentes de reprimir las protestas populares durante su período como ministro de Seguridad en el gobierno de Martinelli, incluyendo acciones violentas contra huelgas y manifestaciones.
Su elección, a pesar de los escándalos de corrupción que involucran a Martinelli, es una expresión de la crisis económica capitalista y pone de relieve la distorsión que representa la democracia burguesa, que manipula ideológicamente a los/as trabajadores/as y al pueblo pobre, haciéndoles creer que ellos toman las decisiones, mientras mantiene en el poder a los representantes de los ricos.
Como se demuestra en este momento de lucha en el país, Mulino representa la continuidad de políticas autoritarias y represivas contra los movimientos sociales y sindicales, consolidando un gobierno alineado a los intereses de las elites económicas y al imperialismo.
Esto refuerza la necesidad de construir una alternativa socialista que represente los intereses de la clase trabajadora y enfrente las estructuras de poder establecidas por el sistema capitalista.
¡Todo el apoyo a la lucha panameña!
La rebelión en Panamá no es sólo contra una ley, sino contra todo un sistema que mercantiliza los derechos sociales, entrega la soberanía nacional al imperialismo, y reprime a quienes luchan. La clase trabajadora, la juventud y el pueblo panameño dan ejemplo de valentía, unidad y disposición de lucha.
Llamamos a todas las organizaciones de la clase trabajadora y de la izquierda internacional a manifestar su solidaridad con la lucha en Panamá. Que sirva de inspiración para toda América Latina.
Traducción: Natalia Estrada.
[1] Seguir el ejemplo de lucha en Panamá – Liga Internacional de los TrabjadoresLiga Internacional de los Trabajadores
[2] Masiva protesta en Panamá contra la reforma del sistema de pensiones | El Ejecutivo busca aumentar la edad jubilatoria | Página|12
[3] Sectores populares de Panamá mantendrán huelga contra ley del seguro – Noticias Prensa Latina
[4] Sectores populares de Panamá mantendrán huelga contra ley del seguro – Noticias Prensa Latina
[5] Estados Unidos quiere recuperar su “patio trasero” – Liga Internacional de los TrabajadoresLiga Internacional de los Trabajadores
[6] Ex-presidente do Panamá condenado por corrupção recebe asilo na Colômbia
[7] Colômbia concede asilo político a ex-presidente panamenho Ricardo Martinelli