Theresa May no consigue aprobar el Brexit mientras los trabajadores van más a fondo en el abismo
¡Por asambleas de trabajadores para decidir una salida obrera! ¡Unir nuestras luchas contra los ataques de los patrones y el gobierno! ¡El TUC precisa convocar una huelga general para derribar el gobierno! ¡Por una salida obrera y socialista [de Gran Bretaña] de la Unión Europa!
Por: Martin Ralph
La propuesta del Brexit de Theresa May fue derrotada en el Parlamento británico el 15 de enero por 432 a 202 votos. Esta es una derrota histórica, la mayor de un partido en el poder en más de cien años.
Cerca de 196 diputados conservadores votaron por su plan, juntamente con tres rebeldes laboristas y cuatro independientes. Los 432 votos contrarios incluyeron 118 parlamentarios de su propio partido y los diez diputados del DUP de Irlanda del Norte, que forman la mayoría del gobierno en el parlamento.
El Partido Conservador y el segundo mayor partido, el Laborista, están profundamente divididos sobre cómo dejar la UE. No hay mayoría para cualquier plan Brexit ni para realizar un segundo referendo, que es propuesto por aquellos que quieren permanecer en la UE. El líder laborista Jeremy Corbyn no apoya un segundo referendo, aun cuando muchos diputados laboristas participen de la campaña, además de varios parlamentarios conservadores.
Luego de dos años de negociaciones, el Brexit debería ocurrir en cinco semanas. May marcó una segunda votación para el 29 de enero pero, ¿puede tener éxito? Pocos, si alguien apuesta en el resultado. Cualesquiera sean las concesiones que ella haga o reciba de otros partidos, su hostilidad a los trabajadores e inmigrantes continuará. Y, entonces, la UE tendrá que decidir si acepta o no el acuerdo obtenido.
Este episodio muestra lo que el Parlamento es: una fachada democrática para el dominio del capital, bajo la apariencia de estar respondiendo a las necesidades del electorado. Las divisiones en la Cámara de los Comunes reflejan las divisiones en la clase dominante, las exigencias de las grandes empresas, incluyendo el sector financiero. Lo que está ocurriendo muestra más un debilitamiento histórico del capitalismo británico en escala mundial.
El resultado del referendo se basó, en cierta medida, en el sentimiento antiinmigrante planteado por el gobierno, pero hubo apoyo de sectores populares para dejar la Unión Europea en todo el Reino Unido, como una reacción a los ataques al padrón de vida.
Una encuesta reciente de la UGov sugiere un apoyo de 23% al acuerdo de May, mientras 49% se opone y 28% no sabe. La encuesta fue hecha entre apoyadores de diferentes partidos y posiciones. La incerteza en la población es alta.
Lo que no es incierto es que la austeridad y los ataques continuos a los derechos de los trabajadores están creando una catástrofe social. Un informe reciente mostró que más de 14 millones de personas, incluyendo 4,5 millones de niños, viven por debajo de la línea de pobreza, con más de la mitad presas en la pobreza por años. Los moradores de la calle son cada vez más visibles en las calles de todas las ciudades de Gran Bretaña[1]. La tasa de encarcelamiento de personas en las prisiones del País de Gales es la más alta de Europa –una indicación de lo que algunos sectores de la clase trabajadores precisan hacer para sobrevivir–[2].
La clase trabajadora enfrenta una situación peor en 2019 que en 2016. No solo por causa de la austeridad sino porque el Brexit llevó a la suspensión de inversiones en el sector público.
Por lo tanto, es preciso poner a los Tories fuera del gobierno en primer lugar, para después decidir qué hacer. Porque no podemos permitir que este Parlamento decida sobre los remiendos que se pueden hacer.
Si podemos derrocar a May, y nosotros podemos, entonces también podemos decidir por nosotros mismos a través de instituciones democráticas construidas por los trabajadores sobre qué hacer a seguir, sin precisar pedir permiso a aquellos que arrojaron a Gran Bretaña a un abismo.
Tanto los Tories como los Laboristas –y sus partidos auxiliares, como el DUP o los Liberales– son responsables por la situación del pueblo. Todos ellos concuerdan con la austeridad, independientemente de sus diferencias en cuanto al camino y el ritmo con que ella debe ser aplicada.
La crisis económica se profundiza
El partido Conservador puede proponer un nuevo plan, pero no hay un plan claro que pueda garantizar una mayoría parlamentaria. Contra los intereses políticos del Parlamento británico, la UE está luchando por su posición como el mayor bloque comercial del mundo, donde los más importantes países imperialistas –Alemania y Francia– permanecen en el control. Es un club de los patrones y no muestra señales de concesión a los representantes del capitalismo británico.
No obstante, todos los países de la UE enfrentan crisis políticas y/o económicas. Hay rebeliones en Francia y en Hungría contra la austeridad y los gobiernos que apoyan el proyecto de la UE. Los controles presupuestarios nacionales son impuestos por la Comisión Europea y por el Banco Central Europeo. Europa enfrenta una crisis mundial creciente en la producción y en el comercio. En las palabras del economista marxista Michael Roberts:
“El crecimiento real del PIB de Alemania, la potencia capitalista de Europa, en 2018 fue de 1,5%, debajo de los 2,2% de 2017. Esta fue la tasa de crecimiento más franca en cinco años. El sector industrial de Alemania está en recesión. La producción industrial en Alemania disminuyó 4,7% en noviembre de 2018 en relación al mismo mes del año anterior”[3].
Los trabajadores y los pobres de toda Europa quieren un futuro mejor, pero la UE ofrece solo la misma miseria para los trabajadores y los pobres de todos los países.
Los políticos conservadores y laboristas no reconocen esa realidad y hablan como si la UE solo fuese a concordar con otro “acuerdo”. Los debates continuarán, pero es probable que el impasse persista.
Si fuera ese el caso, puede haber un segundo referendo. Pero la campaña para eso es liderada por los amigos del ex primer ministro laborista y señor de la guerra Tony Blair[4], y ¡hasta incluso Nigel Farage, defensor del Brexit, xenófobo y ex líder del partido de extrema derecha UKIP ya indicó su apoyo!
La respuesta oficial del Partido Laborista, comandado por Jeremy Corbyn, es la anticipación de la elección general. No obstante, una manifestación nacional en Londres convocada por la Asamblea del Pueblo (que está vinculada al Partido Laborista) para exigir una elección general reunió solo 3.000 personas. En caso de que esto ocurra, el resultado más probable será un parlamento sin mayoría de cualquier partido –un resultado que mostraría su total fracaso en organizar, o hasta incluso lanzar un apelación por un movimiento de masas para derribar a los conservadores–.
Contra la Unión Europea
La Comisión Europea no electa y el Banco Central Europeo avanzan con medidas cada vez más rígidas contra las economías periféricas de la UE, como Grecia. Hoy, esos países se volvieron semicolonias. Ellos continúan sufriendo miseria, mientras la UE expande su programa de austeridad en nombre de los bancos y de las grandes empresas.
Las privatizaciones aumentan en toda la UE, con las corporaciones europeas asumiendo los servicios públicos, incluso el transporte ferroviario, la salud y la educación, bajo la protección de las directivas de la UE.
Y la catástrofe social impuesta antes a los países periféricos está ahora desarrollándose en los países centrales. La explosión de los chalecos amarillos en Francia ocurrió por causa de las políticas de Macron (que sigue las directivas de la UE).
Los trabajadores y los refugiados, incluso los inmigrantes en todos los países, tendrán que unirse para romper la zona del euro y la UE como parte de una lucha para acabar con la imposición de la austeridad permanente y los ataques a los derechos de los pueblos europeos.
Para alcanzar la unidad real de las luchas de los trabajadores de los países centrales contra sus propios gobiernos y contra el capitalismo con aquellos países periféricos contra el imperialismo y sus gobiernos, es necesario dejar la UE. Pero no con las políticas de los Conservadores o de la extrema derecha de privatización, control de la inmigración y remoción de cada vez más derechos de los trabajadores.
Los trabajadores y el pueblo deben decidir
La dura situación que los trabajadores enfrentan con el ataque a sus jubilaciones, la precarización de empleos, los cortes en la previsión social, y el chivo expiatorio y la persecución de minorías es responsabilidad de los Conservadores en el gobierno. La parálisis del Parlamento, que continuará por algún tiempo, muestra que no hay solución parlamentaria en la lucha contra la UE o contra el gobierno Conservador. Cualquier acuerdo conjunto en el Parlamento será en detrimento de los derechos de los trabajadores.
Las mociones de “desconfianza” no derrocarán el gobierno. La moción de desconfianza planteada por los Laboristas el 16 de enero perdió por 306 votos a 325, con el apoyo de los parlamentarios Conservadores y del DUP a Theresa May contra Corbyn.
La convocatoria para un segundo referendo es una tentativa de desviar la construcción de la lucha por derrocar a los Conservadores, y tal referendo estaría basado en mentiras de ambos lados, como en el primer referendo; solo es un conjunto diferente de mentiras.
En el caso del Brexit, llamamos a la clase trabajadora a discutir cómo vamos a defender nuestro movimiento de clase, los inmigrantes, los piquetes de huelga y las manifestaciones de los ataques de la extrema derecha, que están aumentando. Es necesaria la acción colectiva de los trabajadores en los sindicatos y en sus comunidades.
Llamamos a la realización de asambleas de trabajadores abiertas a todos los de abajo para decidir sobre el segundo referendo, una salida obrera de la UE, y cómo parar los ataques del gobierno Tory a los trabajadores y refugiados. Nuestra posición es que estas asambleas deben aprobar la lucha por la destrucción de la UE, por la organización de la clase trabajadora europea, y que la política para un segundo referendo es una política de reacción democrática para impedir cualquier irrupción de la lucha de los trabajadores.
En el Partido Laborista ni la burocracia sindical levantó la cuestión de una huelga general para derrocar al gobierno, porque ellos no quieren la participación directa de los trabajadores. En lugar de eso, ellos quieren que el parlamento decida, que no va a decidir nada a favor de los trabajadores
Patear a los Tories
Defendemos, como muchos otros, la expulsión de los Conservadores, pero eso solo puede ser hecho con una lucha de masas de los trabajadores para organizar una huelga general con los nuevos sindicatos y comunidades de la clase trabajadora. El TUC[5] debe organizar una huelga general y no entrar en negociaciones con los Conservadores.
Aquellos que actualmente están tomando medidas de huelga, como el RMT, y aquellos que planean o votan por ella, deben presionar por la coordinación de las huelgas, mientras exigen que el TUC organice la huelga general.
La clase trabajadora enfrenta un abismo con la combinación de austeridad, políticas de la UE y políticas conservadoras, incluyendo sus planes de Brexit y la profundización de los problemas económicos de Gran Bretaña, de Europa y del mundo. Solamente un camino independiente de lucha por el socialismo encontrará una salida del abismo.
Gran Bretaña precisa salir de la UE, pero esa salida debe estar basada en un programa de la clase trabajadora: acabar con la austeridad, abrir las fronteras a los inmigrantes, nacionalizar bajo control de los trabajadores, no pagar las deudas solicitadas por el UE, llamar a toda la clase trabajadora europea para una lucha por la destrucción de esta UE capitalista, y construir un gobierno de los trabajadores y los Estados Unidos Socialistas de Europa.
[1] https://www.theguardian.com/society/2018/sep/16/new-study-finds-45-million-uk-children-living-in-povert
[2] https://www.theguardian.com/uk-news/2019/jan/16/wales-has-highest-incarceration-rate-in-western-europe-prison-population-england
[3] Thenextrecession.wordpress.com
[4] Tony Blair apoyó y envió tropas para la invasión de Irak comandada pro George Bush.
[5] TUC – Trades Union Congress, la central sindical inglesa.
Traducción: Natalia Estrada.