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Stellantis: renovaciones de contratos peyorativos y lucha de clases

julio 27, 2023

Entrevista realizada por la redacción de la web del PdAC, Italia

En las fábricas de Stellantis, el nudo capitalista se aprieta cada vez más alrededor del cuello de la clase trabajadora, atacada desde varios frentes, pero no por ello derribada. Hablamos de esto con Roberto Tiberio, obrero de la planta FCA Italia (antes Sevel), activista del Slai Cobas de Chieti, además de militante de Alternativa Comunista.

Roberto, se ha firmado la tan discutida renovación del convenio colectivo de trabajo específico (Ccsl) de Stellantis: ¿ha cambiado algo respecto del anterior?

Los cambios realizados con respecto al contrato anterior son desfavorables para los trabajadores. En primer lugar, la firma se produjo el 8 de marzo, y durante meses se mantuvo oculto el texto íntegro del contrato; las únicas noticias nos las dieron a través de una asamblea de una hora (!) de los secretarios territoriales… Ahora, después de cuatro meses, los delegados nacionales se dignaron a presentar este contrato, con frialdad, tal vez esperando una reacción tranquila de los trabajadores. Básicamente, la nueva CCSL (1) apuesta aún más por la flexibilidad horaria, por lo tanto, mayor libertad por parte de la empresa para horas extras, recuperación productiva y turnos. En lo que a salarios se refiere, estamos lejos de recuperar los puntos de inflación de los últimos años, y los incentivos económicos están ligados a las lógicas productivas o a las cada vez más invasivas cuotas de bienestar empresarial. Se ha renovado la confianza en las «comisiones paritarias» (comisiones en los cuales están la patronal y burócratas sindicales)

que se han revelado inútiles para supervisar las condiciones de trabajo y seguridad y el cumplimiento de los ciclos de trabajo. Por todo este gran trabajo, los sindicatos firmantes han tenido a bien pedir un «cuota del contrato» a los trabajadores…

Dadas estas premisas, el ambiente en la fábrica no debe ser de los mejores…

Absolutamente, hay una presión cada vez más abrumadora sobre las líneas [de producción] que atenta contra la salud psicofísica de los trabajadores. Los ritmos de trabajo son llevados al extremo, faltan los necesarios tiempos de descanso y esto también afecta el estado de ánimo de quienes ven pocas salidas. Se obstaculiza el uso de los permisos y los pocos derechos que les quedan a los trabajadores, quienes son chantajeados si no están dispuestos a someterse a la voluntad de la empresa en lo que respecta a las horas extras o a aceptar en silencio los aumentos de la carga de trabajo. Hay una mezcla de resignación y rabia, y no ayuda que a los que se supone que deben proteger a la clase trabajadora no les importe.

¿Te refieres a las direcciones de los sindicatos firmantes?

Sí, sobre todo Fim y Uilm, que son los sindicatos mayoritarios en la fábrica: hacen el papel de guardias en defensa del patrón capitalista. Su historia es bien conocida, pero en los últimos años han demostrado de manera inequívoca cuál es su tarea. El contrato en Stellantis no es fruto de una negociación, sino del intento de apoyar en todo la voluntad del empleador, de maximizar las ganancias contra los intereses de la clase trabajadora, sin oponer resistencia. No me detendré en el lado económico, dado que la pérdida de salarios es clara; es la conducta en la fábrica lo que desconcierta. Los delegados firmantes sólo se preocupan por mantener el control sobre los trabajadores y llenarse los bolsillos a través de los fondos de pensiones y de salud. Renunciaron por contrato a la huelga tratando de convencer a los trabajadores de que es un medio obsoleto e inútil para reclamar derechos y mejores condiciones de trabajo. El famoso «procedimiento de enfriamiento» previsto por la CCSL es su emblema: en caso de problemas, o bajo la presión de la clase obrera, los firmantes se reúnen en torno a una «mesa de negociación» con los patrones para discutir las soluciones a adoptar, pero una cortina de humo; el objetivo es tomarse tiempo y disipar los malos humores. La realidad es que no tienen intención de interferir con los planes patronales, conteniendo a los trabajadores lo más posible. Y, como mencioné antes, no dudaron en pedir a los trabajadores no registrados una cuota por la firma del contrato, con el infame método del silencio/asentimiento. Aquí también, antes de que fuera oficial, mintieron descaradamente sobre esta deducción con explicaciones ridículas, luego puntualmente desmentidas por los hechos.

Por lo tanto, parece que, en este momento, los únicos que pueden iniciar una protesta obrera en Stellantis son los sindicatos de base. En el pasado reciente ha habido divergencias estratégicas. ¿Cómo se están moviendo en Slai Cobas también con relación a Usb y cuáles son las próximas iniciativas?

Al igual que Slai Cobas levantamos la polvareda sobre la cuota del contrato. Apenas tomamos conocimiento de la retención, lanzamos una serie de iniciativas al respecto, con comunicados de prensa, huelgas internas y sobre todo con la distribución de un formulario que diseñamos con el objetivo de negar esta retención. Hemos asumido la responsabilidad de proteger a los trabajadores que no quieren aceptar tal extorsión: la respuesta ha sido muy positiva, señal de que la iniciativa fue justa y oportuna.
En los últimos meses, con el empeoramiento de las condiciones laborales y las políticas empresariales cada vez más represivas, se han sucedido huelgas muy exitosas, enfocadas en eventos específicos. Los casos más llamativos fueron una huelga convocada contra un patrón que sancionaba regularmente a algunos trabajadores que no bajaban la cabeza con medidas disciplinarias engañosas y una huelga en el taller de pintura por el calor insoportable en la línea de producción. En estos casos, la participación masiva de los trabajadores bloqueó la producción.
Sobre el tema de la carga de trabajo y la seguridad, todavía hay iniciativas de huelga en curso, algunas compartidas con Usb, que están teniendo una buena respuesta, aunque hay que tener en cuenta el trabajo sucio de los dirigentes y delegados de Fim y Uilm y la conducta ambigua de los de Fiom, que prácticamente se mantienen al margen de la lucha. En cuanto a Usb, entendida como dirección sindical, es necesaria una precisión. Hay diferencias, como la firma de la Tur –el texto úncio sobre la representación (2)– que imposibilita compartir un enfoque estratégico de base amplia, pero como Slai Cobas tenemos el deber y la voluntad de unir a la clase obrera desde abajo para oponerla al patrón, y las huelgas compartidas, así como las asambleas son una herramienta útil para que llevemos nuestra posición a la mayor cantidad de trabajadores posible, sin compromiso. El sindicato de los obreros en fábrica estará en el centro de las próximas iniciativas.

Roberto, una última pregunta: mirando la cuestión desde una perspectiva más amplia, ¿crees que la lucha sindical es suficiente para reanimar la suerte de la clase obrera?

Yo diría que no. En nuestro partido somos muy conscientes de que las dificultades de la clase obrera se deben al sistema capitalista que nos oprime, pero observo que este concepto aparentemente evidente no es completamente entendido por muchos trabajadores con los que me relaciono. La lucha sindical, por lo tanto, es quizás una lucha más inmediata y sentida en el corto plazo, puede y debe ser el primer y necesario paso para adquirir una conciencia útil para mirar más allá, para la construcción del partido y de la revolución.

(1) Stellantis no está adherida a Confindustria –salió en 2012, en la época de la dirección de Marchionne, después de una temporada de huelgas obreras en el grupo– y por eso tiene un contrato de trabajo por empresa (CCSL), no sujeto al CCNL (el Convenio Colectivo Nacional de Trabajo, estipulado entre la dirección sindical y Confindustria).

(2) En nuestro sitio encontrará varios artículos sobre las implicaciones de la Tur, este es uno de los más recientes:

www.partitodialternatecomunista.org/articoli/sindacato/rappresentanza-sindacale-giu-le-mani-dei-padroni-dalle-rappresentanze-dei-lavoratori

Artículo publicado en www.partitodialternativacomunista.org, 22/6/2023.-

Traducción: Natalia Estrada.

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