Repudiamos el ataque israelí a Irán y apoyamos el contraataque iraní
Las fuerzas armadas israelíes han realizado un ataque aéreo sobre territorio iraní, con 200 aviones de combate que dispararon misiles y destruyeron bases militares, plantas nucleares y residencias particulares de militares. The New York Times informó la muerte de tres altos generales iraníes y también de cuatro científicos nucleares[1]. El gobierno iraní “promete una respuesta contundente”[2] y ya lanzó un ataque a distancia con misiles sobre Tel Aviv y alcanzó algunos objetivos militares[3]. ¿Por qué el gobierno de Netanyahu lanzó este ataque? ¿Cuál será el nivel de la respuesta iraní? ¿Cómo analizamos estos hechos en el marco de la escalada de conflictos en la región de Medio Oriente?
Por Redacción
Para responder esta pregunta es necesario ver la combinación del enfrentamiento entre el Estado de Israel e Irán, por un lado, y la situación regional e internacional creada por la ocupación israelí en la Franja de Gaza, con métodos genocidas.
Comencemos por Irán, hoy gobernado por el régimen religioso de los ayatolás. Este régimen se instaló luego de la gran revolución que derribó el régimen monárquico del Sha Mohamed Reza Pahlevi, títere del imperialismo estadounidense. Esta gran revolución democrática avanzaba en la dinámica de que la clase obrera tomase el poder lo que abría la posibilidad de una continuidad hacia una revolución socialista[4].
Para impedirlo, volvió al país Ruhollah Khomeini (jefe del clero chiita, obligado a exiliarse por el Sha) quien, con su influencia y la fuerza militante de ese clero, primero consiguió frenar la revolución, destruyó sus organismos, y finalmente la derrotó. Se instaló una “república islámica”, etiqueta de un régimen burgués dictatorial al servicio del enriquecimiento del alto clero chiita y de sectores asociados, a partir de control del Estado y sus empresas.
Es un régimen que, a través de una durísima represión, no solo garantiza un alto grado de explotación de los trabajadores sino que oprime duramente a las mujeres y a las minorías étnicas, como los kurdos. Por eso, en los últimos años ha enfrentado numerosas huelgas y rebeliones, a las que respondió con una dura represión y ejecuciones[5]. Es decir, está parado sobre un volcán en actividad.
Juego propio en el plano internacional
Sin embargo, al mismo tiempo, por su origen, ese régimen ha mantenido un importante grado de autonomía del imperialismo yanqui y un discurso muy antiimperialista. A su vez, aspira a que Irán sea reconocido como potencia de influencia regional. Para eso se apoya en los imperialismos chino y ruso. China le ha posibilitado superar el bloqueo económico del imperialismo estadounidense por el tema nuclear y es su mayor socio comercial. Con el imperialismo ruso tiene una alianza económica, política y militar, pero no de defensa mutua. Ahora en la ONU, China y Rusia criticaron Israel por el ataque (EEEU lo apoyó).
Por su parte, el imperialismo yanqui tiene “cuentas pendientes” con el régimen iraní y diversos gobiernos lo consideran como un “enemigo a combatir”. Parte de ello ha sido la pretensión de supervisar y limitar el desarrollo nuclear iraní, y aplicar sanciones comerciales para ello[6].
En su aspiración de tener un juego internacional propio en la región, el régimen iraní se ha ubicado en algunos casos del lado opuesto a la lucha revolucionaria de las masas. Por ejemplo, colaboró con el imperialismo yanqui para lograr algún grado de estabilidad en Irak, país que había quedado fragmentado en varios pedazos luego de la derrota de la ocupación militar realizada por el gobierno de Bush en 2003. Durante la guerra civil siria, soldados iraníes fueron parte de las fuerzas militares que sostuvieron la dictadura de Bashar al-Assad contra la ofensiva “rebelde”, al igual que los combatientes rusos enviados por Putin.
En otros casos, está del “lado correcto” de la lucha: es uno de los países musulmanes que no ha reconocido al Estado de Israel y mantiene una posición de apoyo a la lucha palestina. Ha provisto las armas con que Hezbolá logró derrotar dos veces las invasiones israelíes. Recientemente, el régimen iraní ha sido acusado de proveer “bajo cuerda” las armas con que los hutíes yemenitas combaten contra Arabia Saudí y atacan barcos israelíes que navegan por el mar Arábigo y el golfo de Adem[7].
Se trata de un apoyo limitado. Durante toda la ocupación de Gaza, Irán no ha dado apoyo militar concreto a los palestinos. Solo se ha limitado explícitamente a responder a los ataques israelíes a su territorio.
Por eso, los gobiernos sionistas siempre han considerado a Irán como un “enemigo peligroso” que debe ser derrotado. A lo largo de estos años, los gobiernos israelíes afirmaron que sus fuerzas armadas estaban en condiciones de destruir el desarrollo iraní y gran parte de su infraestructura militar y le pidieron apoyo al imperialismo yanqui para hacerlo. Este siempre les pidió que no hicieran ese ataque, incluido el propio Trump hace pocos días, porque “estamos cerca de un acuerdo” con el régimen iraní y un ataque israelí “lo echaría a perder”[8].
La encrucijada de Netanyahu
A pesar de este pedido del “hermano grande”, el gobierno de Benjamin Netanyahu decidió lanzar el ataque. ¿Por qué lo hizo? En esa decisión se combinaron varios factores que pusieron a su gobierno en una encrucijada.
En primer lugar, la gran dificultad de lograr los objetivos que tenía la invasión a la Franja de Gaza: “aniquilar a Hamas”, expulsar a un millón de palestinos a Egipto y anexar al Estado de Israel el norte de este territorio. A pesar de los métodos genocidas utilizados, de las miles de víctimas y del terrible sufrimiento ocasionado a los palestinos de Gaza, Netanyahu no consiguió la “victoria definitiva” ni estabilizar el dominio sobre Gaza dada la heroica resistencia del pueblo palestino que se niega a abandonar su tierra. Una situación que es reconocida incluso por los más lúcidos analistas sionistas, como Mario Sznajder, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien considera que “Netanyahu no logró ninguno de los objetivos que justificaron la pesadísima intervención militar en Gaza”[9].
Al mismo tiempo, esta invasión reabrió una división en la sociedad israelí que ya se había manifestado en las grandes manifestaciones que derrotaron la reforma judicial que en 2023 impulsaba Netanyahu[10]. En las últimas décadas, un sector importante de israelíes (empresarios y empleados) trabaja en empresas privadas de seguridad, software y sistemas, farmacología y alimentos, que exportan por miles de millones de dólares, y quieren obtener inversiones imperialistas.
Por la invasión a Gaza aumentó el impacto de la campaña BDS y eso ha generado una fuerte crisis económica del Estado de Israel y la salida de muchas empresas y profesionales[11]. Este sector de la sociedad israelí quiere terminar con la “guerra permanente” y se ha movilizado (junto con otros) para exigirle al gobierno de Netanyahu que detenga la invasión a Gaza y abra algún tipo de negociación con los palestinos[12]. Incluso, se ha abierto una incipiente crisis con los reservistas, que se niegan a reincorporarse al ejército porque no quieren volver a Gaza[13].
Como resultado de esta oposición y de otros reclamos específicos (como el tema del fin de la exención del servicio militar obligatorio para los religiosos ultraortodoxos) el gobierno de Netanyahu vive una crisis política y no está excluido que caiga si pierde su mayoría parlamentaria[14].
Veamos ahora el tema del aislamiento internacional del Estado de Israel. Las masivas movilizaciones de repudio por la invasión a Gaza y por sus métodos y la solidaridad con los palestinos han generado varias olas de masivas movilizaciones, incluso en EE.UU. y los países imperialistas europeos que siempre apoyaron incondicionalmente al Estado sionista. Han obligado a sus gobiernos a criticar la invasión a Gaza[15] y, junto con la campaña BDS, obligaron a algunas a no invertir en el Estado de Israel o comprar sus productos. Incluso Yair Golán, un exgeneral israelí de alto rango, expresó que “Israel va camino a convertirse en un Estado paria entre las naciones, como la Sudáfrica de antaño”[16].
La Flotilla y la Marcha a Gaza
Como una expresión de ese repudio al genocidio en Gaza y de solidaridad con el pueblo palestino, personalidades de varios países del mundo, como la activista sueca Greta Thunberg, organizaron la Flotilla de la Libertad, un embarcación que intentaría llegar a Gaza por el mar Mediterráneo, romper el bloqueo impuesto por el Estado sionista y entregar alimentos y medicamentos a la población. Las fuerzas israelíes amenazaron la embarcación con drones, la cercaron, la atacaron con armas químicas, y secuestraron y detuvieron en Israel a varios de sus integrantes, entre ellos, el activista brasileño Thiago Ávila[17]. La mayoría fueron liberados y deportados excepto dos activistas franceses y un holandés, que no fueron deportados ni pudieron ser visitados por sus abogados, supuestamente por “el cierre de los aeropuertos israelíes” ante la situación con Irán[18].
De modo paralelo a la Flotilla de la Libertad, se organizó la Marcha Global a Gaza con un convoy de varios miles de activistas provenientes de países árabes del norte de África, como Marruecos, Argelia, Libia y Túnez, que marchó a pie y en vehículos hacia Egipto para cruzar el país, entrar en la península del Sinaí, llegar al paso de Rafah (que conecta Gaza con Egipto) y así quebrar el bloqueo por el sur del territorio[19]. Activistas de varios países del mundo se unieron a la marcha en El Cairo para participar de ella, como el militante de la LIT-CI Fabio Bosco.
En este caso, el Estado sionista “tercerizó” la tarea de detener la Marcha en el régimen egipcio, cómplice del sionismo y del imperialismo desde los acuerdos de Camp David (1978)[20]. El régimen egipcio cumplió esta misión: detuvo la Marcha en el checkpoint de acceso al Sinaí y la obligó a volver a El Cairo.
El ataque a Irán
En este marco de agudo aislamiento internacional y de crisis económica y política interna, Netanyahu decidió “salir disparando balas” (tal como lo hizo en otras ocasiones, como en la propia invasión a Gaza). Es decir,atacar a Irán para llamar a la “unidad nacional” y “unir filas” alrededor de su gobierno para combatir al enemigo común.En los próximos días sabremos en qué medida lo consiguió.
Al cierre de este artículo, los medios informan de un segundo ataque iraní que, a pesar del “escudo antimisiles” que despliega el Estado sionista, ayudado por tecnología e información de EE.UU., consiguen quebrarlo y alcanzar algunos objetivos. En ese contexto, Netanyahu y su ministro de Defensa se refugiaron en un búnker antimisiles.
Sobre el tema central de este artículo, repudiamos esta nueva agresión del Estado sionista contra Irán y apoyamos su contraataque sobre territorio israelí. Lo hacemos porque es una expresión de la lucha de los pueblos árabes y musulmanes contra el enclave militar del imperialismo que es el Estado de Israel, que solo puede mantenerse como tal con agresiones y ataques militares permanentes.
En este conflicto, estamos en el campo militar de Irán y contra el Estado sionista. Al mismo tiempo, mantenemos nuestra total independencia política frente a esta dictadura burguesa.
Ese objetivo es muy difícil de lograr a través de una “guerra tecnológica a distancia” donde el Estado de Israel tiene mucha ventaja, más aún con el apoyo de EE.UU. Por el contrario, las cosas se le complican y mucho cuando el combate es terrestre, más convencional, como lo demuestran sus dos derrotas en la invasión al Líbano.
Por eso, Irán debe avanzar hacia una guerra total con Israel. Al mismo tiempo, es necesario que eso se combine con un avance de la revolución en los estados de la región, con una nueva primavera árabe que posibilite la incorporación de las masas árabes y musulmanas que apoyan a palestina en la lucha contra el Estado de Israel. Una revolución que debe “pasar por arriba” de los gobiernos de Jordania, Egipto y Siria.
[1] https://www.ambito.com/mundo/israel-descabezo-la-cupula-militar-iran-quienes-son-generales-y-cientificos-asesinados-n6156285
[2] https://www.aljazeera.com/news/liveblog/2025/6/13/live-explosions-reported-in-iran-amid-israel-tensions
[3] https://www.nytimes.com/live/2025/06/12/world/israel-iran-us-nuclear
[4] https://litci.org/es/iran-a-pesar-de-bani-sadr-la-revolucion-irani-continua-1980/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[5] https://litci.org/es/repudiamos-los-fusilamientos-en-iran/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[6] Las sanciones de Trump a Irán – Liga Internacional de los TrabajadoresLiga Internacional de los Trabajadores
[7] Cómo arma Irán a los hutíes de Yemen
[8] Donald Trump pidió a Israel que no ataque las instalaciones nucleares de Irán: “Estamos cerca de un acuerdo, lo echarían a perder” – Infobae
[9] https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/netanyahu-bajo-asedio-presion-de-los-familiares-por-los-rehenes-una-ofensiva-empantanada-y-reclamos-nid03022024/
[10] https://litci.org/es/israel-a-netanyahu-se-le-complica-todo/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[11] https://litci.org/es/crisis-economica-en-el-estado-de-israel/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[12] https://www.bbc.com/mundo/articles/cgeg48xn488o
[13] https://cnnespanol.cnn.com/2024/10/25/reservistas-israelies-carta-rechazan-pelear-gaza-libano-trax/
[14] https://www.france24.com/es/medio-oriente/20250604-israel-partidos-ultraortodoxos-abandonar%C3%A1n-a-netanyahu-si-no-logra-una-ley-de-excepci%C3%B3n-militar
[15] https://www.youtube.com/watch?v=LZ2mxwxnxW4
[16] https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/israel-se-esta-convirtiendo-en-un-estado-paria-nid21052025/
[17] https://litci.org/es/liberen-la-flotilla-de-la-libertad/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[18] https://www.swissinfo.ch/spa/tres-activistas-de-la-flotilla-no-pueden-ser-deportados-de-israel-por-la-escalada-con-ir%C3%A1n/89512446
[19] https://litci.org/es/marcha-global-y-convoy-contra-el-genocidio-se-dirige-a-gaza-la-solidaridad-con-palestina-crece-en-todo-el-mundo/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
[20] https://litci.org/es/egipto-el-impacto-de-la-situacion-en-gaza/?utm_source=copylink&utm_medium=browser
