Portugal | ¡La fiesta de los bancos no para! ¡El hogar es para vivir, no para lucrar!
Después de poco más de siete meses desde el lanzamiento del programa Mais Habitação, el PS aprobó por sí solo en el Parlamento un programa que sirve, esencialmente, para garantizar los lucros de los bancos y especuladores, los mayores beneficiados de la actual crisis de habitación en Portugal.
Por: Joana Salay
El primer semestre de 2023 terminó con el anuncio de que los bancos en Portugal obtuvieron ganancias récord. Esto era de esperar, dado que, por diez veces consecutivas, el Banco Central Europeo ha aumentado las tasas de interés, con el objetivo de garantizar que los bancos puedan recomponer sus ganancias a costa del aumento de las cuotas de los préstamos.
En Portugal, los cinco principales bancos (CGD, BCP, Santander, BPI y Novo Banco) aumentaron sus lucros en 58% en los primeros seis meses de este año. Este aumento se sostiene en el aumento de los créditos para vivienda que, desde que comenzaron a subir los intereses, ya han aumentado 80%.
Una situación cada vez más insostenible
La crisis de habitación [vivienda] no se trata sólo del aumento del crédito, que afecta a alrededor de 27% de las familias en Portugal, sino también en el acceso a la vivienda, que afecta a otro 30% de las familias que no tienen vivienda propia. En Lisboa, los alquileres subieron 13,9% en el primer semestre de este año y 32,7% en junio respecto al mismo mes de 2022. Este aumento se debe también a la desastrosa política del gobierno, que anunció un posible control del aumento de los alquileres, pero no lo aplicó, lo que provocó un aumento anticipado por parte de los propietarios.
Sin embargo, la evolución del aumento de los alquileres ha sido casi constante desde 2016, a un ritmo muy acentuado y completamente diferente del aumento de los ingresos de las familias. Las causas de los aumentos ya son conocidas: la liberalización del mercado de alquiler, los vistos gold, el régimen de residencia no habitual, los incentivos a los nómadas digitales y el alojamiento local. Es una clara inversión de cuál debería ser realmente el papel social de las casas.
Especulación y vivienda
Datos del propio Banco de Portugal muestran que 93,9% de la inversión extranjera directa corresponde a inversiones inmobiliarias realizadas por no residentes en Portugal, y que el peso de este tipo de inversiones casi se ha duplicado en 15 años. Es el paraíso de los especuladores.
Esta cifra es un síntoma de la búsqueda de retornos de inversión potencialmente altos en las viviendas en Portugal, especialmente aquellas sujetas a recalificación. Los grandes inversores compran casas, a menudo dejándolas vacías durante años, y luego las venden o las renuevan, obteniendo ganancias millonarias. La política de los gobiernos de atraer dinero extranjero es como fuego en un pajar para hacer subir los precios de las viviendas y de los alquileres.
Una crisis con historia
La actual crisis habitacional es consecuencia de las opciones políticas que se han ido tomando desde el 25 de Abril [1974]. En aquel momento, se planteó la posibilidad de que la clase trabajadora y el pueblo pobre, organizados a través de asociaciones de moradores, construyesen soluciones colectivas a la entonces crisis habitacional generada por las políticas del Estado Novo. Sin embargo, la consolidación de la democracia burguesa, llevada a cabo por el PS con la complicidad del PCP en el movimiento de masas, provocó el desvío de este proceso hacia la implementación de la lógica burguesa, donde prevalecen la propiedad privada y la ganancia. Así, la política fue priorizar la facilitación de créditos para vivienda en detrimento de la construcción de un parque público de viviendas, lo que tuvo como resultado un progresivo endeudamiento de las familias y el fortalecimiento de los grandes bancos y fondos inmobiliarios.
Las medidas de Costa sirven a las ganancias de los bancos
El paquete Mais Habitação [Más Vivienda], tan discutido en los últimos meses, preserva todas las condiciones que favorecen y estimulan la iniciativa privada, valorizando el funcionamiento del mercado inmobiliario como solución al problema de la vivienda.
En relación con el mercado de alquileres, Mais Habitação prevé la creación de incentivos fiscales para que los propietarios lleven viviendas al mercado de alquiler y mantiene los beneficios fiscales para los residentes no habituales. Peor aún, la propuesta no tuvo el coraje de interferir con la famosa Ley Cristas, que aceleró los desalojos, liberó el mercado, y fomentó la especulación inmobiliaria.
En cuanto al crédito para la vivienda, una de las medidas de las que más se habla en este momento, el “descuento” de 30% en los intereses de los préstamos para la vivienda, es un gran empujón con la barriga. Lo que Costa llama descuento es un aplazamiento del pago de esta cantidad de aquí a cuatro años, diluida en el total del préstamo. La otra medida, que es la bonificación de intereses, es un apoyo que puede alcanzar hasta 800 euros al año para las familias que cumplan los criterios definidos. Se trata de una medida más para desviar fondos públicos para garantizar que las familias sigan pagando las ganancias de los bancos.
¡La solución pasa por devolver la vivienda a su función social de morada, no de ganancia!
La solución a la crisis de la vivienda en Portugal pasa por atacar el problema de raíz. Es necesario aplicar medidas que enfrenten los intereses de los bancos y de los especuladores y restablezcan la verdadera función social de la casa, donde las casas sirven para vivir y no para especular, y toda persona que vive y trabaja en Portugal pueda tener una vivienda digna y adecuada a sus necesidades.
¡Se necesita control público de los precios de la vivienda! ¡Precios vinculados al salario mínimo nacional!
La medida más inmediata para contener la crisis habitacional es reducir los alquileres y los precios de la vivienda, a través del control público. La lógica de la autorregulación del mercado es lo que nos trajo hasta aquí. Es necesario actuar para garantizar que los precios de la vivienda estén vinculados al salario mínimo nacional y sean compatibles con los ingresos de la clase trabajadora y de los inmigrantes, los más afectados por la crisis de la vivienda.
¡Regular el mercado de alquileres! ¡Prohibir los desalojos!
La liberación del mercado de alquileres, llevada a cabo por la ley Cristas, desencadenó una fuerte subida de los alquileres, ya que la lógica de los propietarios es obtener el mayor beneficio posible y, por lo tanto, priorizan el alquiler a los sectores de mayores ingresos: extranjeros, turistas, visas gold, etc. Quienes viven y trabajan en la ciudad quedaron excluidos de su derecho a la vivienda. Es necesario regular el mercado de alquiler y prohibir los desalojos que se lleven a cabo repetidamente como forma de aumentar aún más los alquileres.
¡Prohibir la venta de casas a no residentes! ¡Regular el alojamiento local!
La búsqueda de inversión extranjera en el mercado inmobiliario por parte de los gobiernos del PS y del PSD llevó al desenfrenado disparate que tenemos hoy en día, donde las casas en Lisboa son para gente que no vive aquí. Tenemos barrios, como Mouraria, donde la mayoría de viviendas son alojamiento local. Para revertir esta situación es necesario prohibir la venta de casas a no residentes y regular el alojamiento local.
¡Expropiar las casas vacías y de fondos de inversión para un plan de vivienda pública!
Son varias las casas vacías que se compran para especular, a la espera de que la propiedad aumente de valor y se recupere la inversión. Si hay gente sin hogar, no puede haber casas vacías. Es necesario expropiar las casas vacías que son propiedad de los fondos de inversión para crear un verdadero parque de viviendas públicas al servicio de la población de menores ingresos.
¡Acabar con los fondos de inversión inmobiliarios! ¡Nacionalizar la banca!
Para garantizar todas estas propuestas es necesario acabar con los fondos de inversión inmobiliarios y nacionalizar la banca. No basta con decir que el aumento de los intereses debe proceder de las ganancias de la banca, como dicen el BE y el PCP. Es necesario nacionalizar la banca bajo control público y así, a través de un gobierno de los trabajadores, ponerla al servicio de los intereses de la clase trabajadora y del pueblo pobre.
Artículo publicado en Em Luta, Portugal, 28/9/2023.-
Traducción: Natalia Estrada.
