Ofensiva ucraniana sobre Kursk: ¿Cambio estratégico o maniobra táctica?
Después de largos meses en una agotadora guerra de posiciones en las trincheras con una persistente presión ofensiva rusa en el Oriente de Ucrania, en particular en el Donbass, se inició desde el 6 de agosto una sorpresiva incursión de tropas ucranianas en la región de Kursk en la Federación rusa. En una semana, las fuerzas armadas ucranianas ya han tomado un área cercana a los mil kilómetros cuadrados con una penetración de entre 20 a 40 kilómetros desde la frontera ruso-ucraniana. ¿Qué causas y objetivos tiene esta incursión? ¿Qué perspectivas plantea para la guerra en curso? ¿Qué conclusiones sacamos?
Por Pavel Polska
Muchos hechos evidencian que esta ofensiva y su preparación no fueron esperadas y menos aún advertidas, no sólo por los servicios de inteligencia militar rusa, sino tampoco por los “expertos militares occidentales” que monitorean obsesivamente las acciones bélicas en Ucrania. Y también quedó en evidencia que esta operación no fue alentada por EEUU, ni la OTAN ni las potencias imperialistas occidentales. Y tenemos fundadas dudas sobre si fue siquiera informada en sus aspectos concretos a estas potencias por los militares ucranianos.
¿Por qué? Ante todo porque las respuestas iniciales de John Francis Kirby, Secretario de Prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos ante el requerimiento periodístico fueron muy ambiguas y contradictorias, sobre el “permiso” de EEUU a esa acción. Pero más en general, porque desde febrero de 2022, cuando se inició la invasión rusa a Ucrania en gran escala, las fuerzas armadas ucranianas tenían prohibido golpear con armas provistas por Occidente al territorio de Rusia. ¡E incluso les estaba prohibido golpear los territorios anexados antes del 2022, como Crimea! ¡Ni se podía hablar de entrar a combatir en el territorio de los invasores, de la Federación Rusa (FR)! ¡Así, con las manos atadas ha resistido Ucrania 2 años y medio la agresión genocida por parte de una de las mayores potencias militares! Y esta aberración política se ejecutó bajo la consigna de “Evitar la escalada del conflicto”. Por eso, indigna la burda falsedad con que los neo estalinistas y apologistas del régimen de Putin distorsionan la realidad de esta agresión imperialista rusa como que “La OTAN enfrenta a Rusia”.
Esta decisión del gobierno ucraniano, que desde el punto de vista militar podemos caracterizar como una audaz y riesgosa maniobra táctica hasta ahora exitosa, representa también la expresión de un giro político respecto a la absoluta y asfixiante subordinación a los dictados y el chantaje de las potencias occidentales. Y ese giro responde a una profunda presión de las masas obreras y populares ucranianas, que aunque desangradas y desgastadas por el sacrificio, la destrucción y penurias indecibles de la guerra, no se resignan a capitular frente a los ocupantes. Y ese rechazo entre las masas a negociaciones amañadas se transformó en una desconfianza y resentimiento hacia los gobiernos imperialistas, que ejercen la presión y el chantaje para negociar con Putin a cualquier precio.
Pero qué nadie se confunda. Esta incursión rápida del gobierno de Kiev en Kursk –que casi seguro se extenderá a las regiones de Briansk y Belgorod dentro de la FR– no responde a un cambio de su carácter ni a un desafío estratégico a las políticas colonizadoras y antiobreras de todas las instituciones imperialistas. Responde a una necesidad vital del país y su pueblo en guerra ante la ocupación de una quinta parte de su territorio y el bombardeo y destrucción permanente del resto.
De una “guerra de posiciones” a una “guerra de maniobras”
No somos especialistas ni pretendemos mostrar una erudición en el tema que no tenemos. Sólo rescatamos aquí algunos términos que la ciencia militar ha acuñado a lo largo de los siglos.
“La guerra de posiciones o guerra de trincheras es un tipo de guerra terrestre que utiliza líneas ocupadas que comprenden principalmente trincheras militares, en las que las tropas están bien protegidas del fuego de armas pequeñas del enemigo y están sustancialmente protegidas de la artillería”…. La guerra de trincheras se asocia típicamente con la Primera Guerra Mundial (1914-1918)… Otros conflictos destacables en los que se dieron guerra de trincheras fueron la guerra de Secesión (1861-1865), la guerra ruso-japonesa (1904-1905) o la guerra entre Irán e Irak (1980-1988)…. Resultó en una forma de guerra extenuante en la que el defensor tenía la ventaja… Los ataques, incluso si tenían éxito, a menudo sufrieron graves bajas… Después de la Primera Guerra Mundial, la «guerra de trincheras» se convirtió en sinónimo de estancamiento, guerra de desgaste, asedios y ataques inútiles en los conflictos…” (Wikipedia).
“La maniobra… en el campo militar podría ser interpretada, como la capacidad de desplazarse para obtener posiciones ventajosas, desde las cuales accionar ofensivamente sobre el enemigo. Las siguientes son algunas de las definiciones existentes: A. La guerra de maniobras es una línea de pensamiento sobre una forma de combate continuo, que desafía voluntades y no armas». B. «La guerra de maniobras es una filosofía de combate que busca destruir la cohesión enemiga mediante una serie de acciones rápidas, violentas e inesperadas que produzcan un deterioro rápido y turbulento de la situación a la que aquél no puede hacerle frente». C. «Implica ser consistentemente más rápido que el enemigo«. D. «La Guerra de Maniobras es, ante todo, un estado de la mente o una forma de pensamiento más imaginativo y audaz».
En resumen, la Guerra de Maniobras constituye una forma de pensamiento para enfrentar el combate. Se basa en acciones rápidas, violentas y audaces para destruir al enemigo. La rapidez de las acciones es fundamental, ya que se pretende ganar la iniciativa y retenerla, sin dejar al enemigo tiempo ni espacio para desarrollar acción alguna”. (https://revistamarina.cl).
Justamente, el primer tipo, de guerra de posiciones es el que se ha instalado en Ucrania desde la primavera boreal de 2023, cuando la contraofensiva ucraniana chocó en el Sur con las líneas defensivas rusas, compuestas por tres cadenas de “dientes de dragón” de concreto y campos minados, instalados durante un período de 9 meses en la regiones ocupadas de Jersón y Zaporizhia. Y esos largos meses de espera ucraniana se debieron a la demora en recibir artillería de largo alcance y municiones suficientes y a la negativa a aportar aviones caza de los supuestos “aliados occidentales”. Y desde el oriente en el Donbass, las tropas rusas apoyadas en la artillería de largo alcance y el bombardeo de sus aviones, machacan permanentemente las trincheras ucranianas. Aun así, la defensa ucraniana les ha producido enormes bajas a las tropas rusas, concentradas en frente oriental y que fueron logrando un lento avance.
Sin embargo, esa penosa resistencia y el lento retroceso ucraniano, el cansancio por la falta de rotación de las fuerzas más experimentadas y la pérdida de algunos bastiones como Avdeevka fue agudizando el descontento y la tensión dentro las tropas de las Fuerzas de Defensa de Ucrania (FDU). Y fueron inmediatos los reflejos políticos de esas tensiones en la sociedad ucraniana, que no está bajo una dictadura como la de Putin, sino que tiene en su memoria movilizaciones masivas como el Maidán del 2014, que derribaron a gobiernos como el de Víctor Yanukovich, que intentó un giro bonapartista, alentado por Putin.
La iniciativa ucraniana en Kursk: su impacto militar y socio-político
La incursión ucraniana en la región de Kursk es una maniobra que “se basa en acciones rápidas, violentas y audaces para destruir al enemigo”. Y después de dos años y medio, en que desde el poder se decretó que sólo había una “Operación Militar Especial”, esta incursión ucraniana desnudó ante las masas que Rusia está embarrada en una guerra de agresión. Sin menospreciar la magnitud de esta incursión defensiva y sus logros militares y políticos, dejamos de lado algunas frases periodísticas que han tenido amplia repercusión como “La primera incursión de un ejército extranjero en Rusia desde la Segunda guerra”. Porque esta no es una invasión y porque en el curso de esta guerra ya tuvieron lugar acciones militares de menor envergadura y sabotajes en territorio ruso, por parte de comandos ucranianos de FDU en coordinación con formaciones militares rusas opuestas al régimen de Putin, como Cuerpo Ruso de Voluntarios (RDK) y otras formaciones.
Pero esta incursión en la Federación Rusa, que se inició con casi un millar de efectivos ucranianos bien entrenados y con experiencia de combate –y que ahora abarca a casi 10 mil–, apoyados por decenas de tanques, drones y carros blindados en la región de Kursk, apunta hacia una posible nueva dinámica de la guerra en los próximos meses. Por lo pronto, sin que haya euforia ni visión facilista sobre el enfrentamiento, ha crecido mucho la moral general de las tropas y la confianza en sus propias fuerzas.
Según opinan nuestros amigos ucranianos, veteranos de combate, “Un primer objetivo ya se ha logrado: mostrar el caos y la estupidez de los burócratas rusos ante la indignación de la población ahora abandonada y que antes estaba acostumbrada a que ‘hay una guerra en algún lugar allá fuera’…” Y esto lo produjo la dictadura de Putin. Porque Ucrania es vecina y su pueblo íntimamente relacionado con el ruso. Millones de familiares a ambos lados de la frontera quedaron aislados y enfrentados por la invasión y el genocidio.
Otro objetivo inmediato de esta incursión ya logrado –y que tiene un carácter defensivo– fue golpear preventivamente y desarticular la concentración de fuerzas rusas, que se preparaban en Briansk, Kursk y Belgorod para desarrollar una mayor ofensiva desde el Norte sobre Jarkov, Sumy y Chernigov. Y según expertos militares, más que profundizar dentro de Rusia, es necesario ampliar el frente sobre territorios fronterizos para consolidar una zona “buffer” dentro de Rusia, próxima a las fronteras ucranianas para impedir el permanente fuego de artillería rusa sobre esas regiones.
Además, no sólo los analistas y expertos militares sino los cientos de miles de ucranianos vinculados a la resistencia hace tiempo están hablando de que “Ya es hora de atacar más allá de las fronteras de Rusia. Rusia es ahora más o menos fuerte en la ofensiva a distancia, pero débil en la defensa debido a las enormes dimensiones de su territorio y longitud de sus fronteras y, lo más importante, la escasa motivación de la población… Les es cada vez más difícil reclutar voluntarios, todos los dispuestos a ganar dinero con la guerra ya están contratados en el ejército”.
Por otro lado, la evacuación masiva –180 mil personas– que ejecuta el régimen de Putin, junto a la implantación del régimen de “Operación Anti Terrorista”, OAT no sólo en Kursk, sino en las regiones fronterizas de Belgorod y Briansk, está muy lejos del declarado objetivo de “proteger a la población”. En realidad refleja el temor del poder a los reclamos indignados de los habitantes de Kursk afectados, a los que el gobierno les asignó una compensación equivalente a 100 dólares. Y por otra parte temen que se inicie una confraternización con las tropas ucranianas. Tenemos evidencias de que no hay pánico por parte de los habitantes, sino diálogos con las tropas de la FDU. Pues esa región tiene una raíz histórica en la antigua “Slobozhanschina”, que incluía los territorios de las regiones de Sumy (Ucrania) y Kursk (Rusia). Muchos habitantes de la región de Kursk –y de Briansk y Belgorod– hablan ucraniano.
Otro dato que desnuda que el objetivo central del régimen ruso es el control policial es que la conducción de la OAT y de la defensa rusa de Kursk está bajo el comando del Servicio de Seguridad Federal (FSB sus siglas en ruso) y no del comando del Ejército ruso. Y la evacuación tiene el objetivo de acumular el odio a los “agresores ucranianos” en las grandes capitales rusas, para justificar nuevos bombardeos masivos a la población de las ciudades ucranianas.
Aún es prematuro para hacer predicciones. Podemos sacar algunas conclusiones
Las tropas de ucranianas controlan Sudzha, donde se encuentra el nudo central de bombeo de oleo-gasoductos que alimentan Hungría, Eslovaquia y Austria. Y está a muy pocos kilómetros de la ciudad de Kurchatov, donde se encuentra la Central Eléctrica Nuclear que alimenta a muchas industrias y aeródromos militares en la región. Desde esa ubicación podría dejar sin electricidad a una amplia región. Sería una acción simétrica de la que los invasores rusos cometieron en Energodar, región de Zaporizhia y que mantienen bajo su control. Pero no sabemos si tomarán esa decisión.
Respecto a otro objetivo militar ucraniano: obligar al Kremlin a replegar tropas de otros puntos del frente y enviarlas hacia la defensa de la región de Kursk, aún no se ha logrado nada cualitativo. En el frente Oriental de Donbass, los rusos no han disminuido su presión y la situación se mantiene crítica. Y en el Sur mantienen sus posiciones defensivas, incluso montando provocaciones como generar incendios en instalaciones cercanas a la central nuclear de Zaporizhia.
Pero es una cuestión de tiempo que la presión en Kursk se haga insostenible. Porque desde el comando ruso han enviado jóvenes recién reclutados y conscriptos sin experiencia de combate anterior, para enfrentar la incursión ucraniana en Kursk. Y un reflejo de esta composición y la casi nula moral de combate es la masividad de los soldados rusos que se entregan prisioneros, que en poco más de una semana han superado varios centenares. Incluso, entre los que se entregaron sin combatir están los mercenarios chechenos del batallón Akhmat, que es de hecho la empresa militar privada de Ramzan Kadirov, el títere de Putin en el Cáucaso Norte. Por otro lado, el régimen de Putin-FSB intenta compensar las deficiencias de la máquina bélica rusa involucrando más intensamente en la guerra a sus regímenes satélites. Por ahora con muy poco éxito. Hasta el más lacayuno, Aleksandr Lukashenko de Bielarús, se prodiga en sermones hacia los otros miembros de la “Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”, OTSC, integrada además por Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán. Intenta convencerlos que si Rusia pierde “no nos salvamos cada uno por separado y nos caeremos todos al mismo cráter”. Pero en concreto sólo puede ofrecerle algunos pocos tanques y de ninguna manera tropas pues el pueblo de Bielarús odia a Putin tanto o más que a este dictador.
Una conclusión fundamental
Surge de esta audaz incursión militar, de la experiencia de estos 30 meses de guerra y se convierte en base para una política revolucionaria para esta guerra de liberación nacional. No podemos esperar que el triunfo venga de la mano de los imperios dominantes, ni de las corporaciones transnacionales ni de los oligarcas locales asociados a ellos. La clase obrera y el joven pueblo trabajador con las armas en mano están ofrendando su vida para expulsar a los ocupantes y salvar a Ucrania. Son los trabajadores los que tienen el derecho a decidir y controlar el país y a su gobierno. Economía de guerra. Es necesario que toda la economía del país se coloque al servicio de la resistencia para la victoria y no para las ganancias de los capitalistas. Hay que seguir exigiendo aviones, artillería de largo alcance, Himars y Atacms y municiones. Pero más aún, exigir que toda la industria esté al servicio de la defensa nacional y las necesidades del pueblo. Es una traición a esta lucha por la independencia, cuando más debemos producir para la liberación, que haya grandes fábricas paradas o trabajando al 20% porque el “mercado lo indica”.