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México | ¡Basta de dominación colonial!

octubre 1, 2022

El 1° de Septiembre AMLO presentó su 4° Informe de Gobierno. Sus informes no se diferencian de los de anteriores sexenios, porque también están plagados de mentiras deliberadas sobre los resultados económicos y sociales que solo concuerdan con “los otros datos” que solo él tiene.

Miente AMLO sobre los niveles de extrema pobreza en que ha sumido a la mayoría de la población mexicana; sobre el nivel inflacionario en el costo de los artículos de primera necesidad, pues no registra la ruina total del campo mexicano y sus campesinos producto del T-MEC. Exalta a los mexicanos que emigraron obligados a abandonar el país en condiciones sombrías y letales en búsqueda de  trabajo para que su familia no se muera de hambre o no los persiga el narco. Aplaude las remesas que envían porque representan una parte fundamental de los ingresos del país sin mencionar que en un buen porcentaje provienen del narco.

En el informe debería haber mencionado el desempleo creciente, ya que los nuevos empleos que pomposamente anuncia, son irreales, ocultados en cifras globales y la mayoría son empleos informales, temporales y efímeros.

No informó que en inseguridad, rompemos records mundiales. Cifras que se han agravado en estos primeros años de la 4T. Feminicidios, periodistas asesinados, violencia en las ciudades, desapariciones, víctimas inocentes en enfrentamientos entre matones “institucionales legalizados” y elementos del crimen organizado. Cada vez más, enormes territorios del país están bajo el control de los narcos en los que solo reina su poder. AMLO presume en su Informe que decreció en 12.8 % el porcentaje de crímenes dolosos, dato que oculta la cifra de 35 mil desaparecidos en su gestión.

La inversión del gobierno en Programas Sociales, Ayuda a Adultos Mayores o becas para los jóvenes, ha sido el principal renglón del que se ufana AMLO. Estas inversiones son dirigidas al consumo y no al sector productivo, por lo tanto no combaten la pobreza, ya que solo pasa momentáneamente por las manos de la población que seguirá siendo pobre. Por el contrario, al gobierno le reditúan apoyo y votos. Funcionan como una transferencia de circulante para engrosar la riqueza del sector empresarial, además de ser fuente de corrupción de los políticos que se quedan con sus mochadas.

La militarización ha alcanzado dimensiones muy graves, contrarias a las promesas de enviar el Ejército a sus cuarteles que AMLO proclamó durante la campaña electoral. ¿Por qué da al Ejército y a la Marina el control de importantes sectores administrativos de poder y grandes sumas de capital? Lo hace para comprar lealtades que garanticen estabilidad y gobernabilidad política durante su gobierno, y que sean su brazo represor ante el creciente desencanto y pérdida de base social en la mayoría de la población por el incumplimiento de sus promesas.

Y de sus proclamados Mega Proyectos ¿Qué hay detrás de ellos?

1.- El gobierno de la 4T no puede evitar ocultar que su mayor fracaso ha sido el AIFA (Aeropuerto Felipe Ángeles) que además, administrativamente ha sido otorgado al Ejército.

2.- La destilería de Dos Bocas, ha sido una enorme  fuente de corrupción. Pese a que inicialmente presumió austeridad en su presupuesto, su costo se ha elevado hasta un 50%. Además, expertos petroleros aseguran que faltan importantes segmentos por construir para comenzar a producir gasolina y que seguramente el presupuesto se elevará otros miles de millones de pesos.

  3.- El Tren Maya, la gran obra sexenal, además de ser destructora ecológica de toda la península Yucateca, es fuente de enriquecimiento para el Ejército y la Marina y para una élite empresarial y familiar. Además, constituye la punta de lanza para consumar el proyecto del Canal Transístmico -viejo anhelo imperial de EU semejante al Canal de Panamá- lo que significará la destrucción ecológica de grandes regiones del Istmo y un aumento del control del imperio.

Segunda Independencia Mexicana

Este mes celebramos el 212° aniversario de nuestra Independencia del Imperio Español. Pero hoy no hay mucho que festejar, nuevamente somos una colonia, esta vez del imperialismo Norteamericano. Aunque  AMLO haga discursos presumiendo su soberanía política respecto al gobierno de EU, no puede ocultar su papel de sumiso servidor colonial. Basta mencionar cuatro hechos:

1.- Ha cumplido con creces el alarde cínico que hiciera Trump “Los mexicanos van a pagar el muro fronterizo”. El gobierno de la 4T ha  puesto un doble muro  de contención y control de la migración: primero de los mexicanos, y enseguida, de todos los pueblos de centroamericanos y más. Un cerco de 33 mil agresivos y asesinos militares pagados por México que cuidan a todo lo largo de la frontera norte, y del río Suchiate al sur.

2.- Continúa fielmente con las políticas privatizadoras de los anteriores gobiernos, convirtiendo a PEMEX, y a la CFE en simples Secretarías de Gobierno intermediarias que entregan las riquezas del país al saqueo del capital privado extranjero y nacional, como ahora ha anunciado hacerlo con el  Litio. Las grandes compañías extranjeras, que los trabajadores echaron en 1938, hoy vuelven a ser dueños del subsuelo mexicano.

3.- Firmó un tratado comercial desfavorable e indigno, el TMEC, que nos convierte en un país exportador de materia prima e importador del mercado capitalista; exportador de mano de obra barata y descalificada que se empleara en EU para constituirse en la más explotada. 

4.- En política exterior, AMLO alardea de “principios nacionalistas y soberanía” ante el gobierno Norteamericano. La realidad es que la aparente tolerancia del gobierno de Biden hacia su subordinado solo son hilos que manipula para posicionar a AMLO y permitirle cumplir la tarea de “facilitador diplomático” en las negociaciones con gobiernos de países que al imperialismo le resultan “espinosos” –llámense Maduro, Díaz Canel, Boric, etc.

Nuestra crítica al gobierno de AMLO es la crítica a un gobierno que llegó para representar los intereses del sistema capitalista. Como uno más de ellos, llegó en 2018 para contener el descontento del pueblo que amenazaba con un estallido social. Es por eso que no ha cumplido el pacto que estableció con 33 millones que lo votaron con la promesa de “Justicia Social”. Para desmovilizar y desorganizar a las masas esperanzadas, ha pactado con todos los corruptos aparatos sindicales charros. Tuvo planes para corromper a organizaciones de lucha, como lo hizo con gran parte de los dirigentes de la CNTE, o reprimió y persiguió a otros, como el SutNotimex o los luchadores medioambientales. Hasta ordenó la destrucción de los Comités de Base de Morena. En cambio, sí ha respetado y sido fiel al pacto hecho con la clase burguesa imperialista y nacional. Ha proseguido con las privatizaciones a favor de capitales extranjeros y nacionales, enriqueciéndolos. Ha sido fiel al pacto para cubrir la corrupción de los funcionarios de gobiernos anteriores.

Pero el pueblo trabajador resiste y toma conciencia de esta situación y ante la presión de la crisis económica ha empezado a combatir y a luchar para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo: por estabilidad y derechos laborales básicos, por salario digno ajustado de acuerdo a la inflación; por salud y seguridad laboral y social; por la expropiación de las grandes corporaciones energéticas y mineras para ponerlas a producir bajo control obrero; por la defensa de los pueblos originarios, los derechos de los migrantes, el medio ambiente y por la defensa  de los luchadores sindicales y sociales perseguidos  por este gobierno; por una Segunda Independencia: no al T-MEC; no al pago de la Deuda Externa para pagar mayor presupuesto para salud, educación y viviendas.

Para luchar por estas demandas será determinante el desarrollo y fortalecimiento de un sindicalismo independiente de empresarios y gobierno, democrático y de lucha; la autoorganización democrática de los movimientos sociales y la autodefensa y la organización de los sectores oprimidos de la clase trabajadora.

Para que esta lucha no retroceda y se encamine hacia a un cambio real de la sociedad, hay que ganar la conciencia de la vanguardia de los trabajadores y los sectores oprimidos del proletariado para el programa de la revolución socialista.  Para eso es necesario construir un partido revolucionario. Esa es nuestra tarea.

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