Huelgas y levantamientos despuntan en todo el mundo
Los ferroviarios del Reino Unido preparan nuevos paros para los días 18 y 22 de agosto por garantía en el empleo, mejores salarios y condiciones laborales. Otras categorías, como los conductores de ómnibus y líneas aéreas, también pueden paralizar sus actividades.
Por: Fábio Bosco
En Noruega, los trabajadores petroleros cerraron tres campos offshore el 5 de julio para obtener mejores salarios.
En Alemania, el sindicato IG-Metall ha convocado huelgas en 50 empresas desde el 1 junio, movilizando a 16.000 trabajadores por un aumento salarial de 8,2%. La patronal ofreció solo 4,2%.
En Francia, las centrales sindicales Solidaires y CGT convocan una huelga general nacional el 29 de setiembre por reposición salarial, derechos laborales y previsionales.
En los países semicoloniales se producen importantes levantamientos en el Ecuador, Sri Lanka y Panamá, todos ellos contra la inflación de los productos básicos y los combustibles.
El desastre capitalista prepara nuevos levantamientos y luchas
El motivo de las huelgas y levantamientos es la explosión de los precios de los alimentos y los combustibles, que garantizan las ganancias récord del agronegocio y de las petroleras en detrimento de toda la población.
Pero este no es el único desastre del capitalismo. Tampoco fue capaz de proporcionar vacunas contra el covid-19 a toda la población mundial, ya que las grandes farmacéuticas no aceptan entregar gratuitamente inmunizantes a los países más pobres. Este tema del “mercado” llevó a la muerte de más de medio millón de seres humanos en varios países, y aún hoy nos amenaza con nuevas oleadas de contaminación y muertes.
La economía capitalista mundial vive un ciclo descendente desde 2007. Según el economista marxista Michael Roberts, Europa se dirige hacia una recesión económica. La producción industrial alemana experimenta un crecimiento negativo desde hace tres meses. La novedad es que Estados Unidos también se está moviendo en la misma dirección.
El presidente Joe Biden celebró la aprobación del proyecto de ley de $430.000 millones para supuestamente reducir la inflación y el cambio climático. Pero el proyecto en sí mismo garantiza la expansión de la exploración de petróleo y gas en tierra y parques nacionales. Y la mayoría de estos recursos se pasarán a las empresas capitalistas. En otras palabras, no habrá inversión pública para lo que se necesita, es decir, un plan global para desarrollar energías renovables, agricultura orgánica, transporte público o saneamiento básico.
Para colmo, los gobiernos europeos y estadounidense anunciaron una fuerte ampliación de las inversiones en la industria armamentista tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El llamado complejo industrial-militar es un gran emisor de gases de efecto invernadero. Pero esta producción bélica no es para la resistencia ucraniana, que recibe armas por lo general están obsoletas y a cuentagotas. Forma parte de la carrera armamentista entre las grandes potencias, lo que prepara nuevos horrores para la humanidad, tal como anuncia la disputa entre China y Estados Unidos.
Reformismo. Nuevos gobiernos de ‘izquierda’ en América Latina quieren salvar el capitalismo
Gabriel Boric y Gustavo Petro fueron elegidos en Chile y Colombia respectivamente. Esto no sucedió por casualidad. En Chile hubo una explosión social que empezó en octubre de 2019, y en Colombia tuvimos el ‘gran parón nacional’. Los dos presidentes se presentan como de izquierda. Pero ambos abogan por salvar el capitalismo a través de su política reformista.
Por supuesto, Boric y Petro no conseguirán convencer a los capitalistas de que renuncien a sus privilegios, ni pretenden presionarlos para que lo hagan. Por el contrario, nombraron burgueses para ministerios importantes. En este escenario económico decadente, sus esfuerzos por salvar el capitalismo los llevará a enfrentar a la clase trabajadora y los pobres. Esta es la misma perspectiva de un futuro gobierno de Lula en el Brasil.
Salida independiente de la clase.
Alianza con la burguesía contra el mal mayor no es solución
La mayoría de las organizaciones de izquierda argumenta que la única forma de detener a la extrema derecha, ya sean pinochetistas, uribistas (Colombia) o bolsonaristas, es apoyar a estos candidatos de izquierda capitalistas y sus alianzas burguesas.
La elección de estos candidatos no representa una garantía contra la extrema derecha. La elección de Lula, o de Syriza en Grecia, no impidió la extrema derecha ni el regreso de la derecha. Esta solo será detenida por la conciencia y organización independiente de la clase trabajadora y su lucha.
El papel de los revolucionarios es construir una alternativa de clase que defienda las ideas de la revolución socialista y que, al mismo tiempo, trabaje el frente único necesario para derrotar a la extrema derecha.
LIT-CI: 40 años construyendo una alternativa revolucionaria
En enero de 1982, revolucionarios de varios países se unieron para continuar a las ideas de Karl Marx, Vladimir Lenin y Leon Trotsky, de luchar por el poder de los trabajadores en todo el mundo.
A partir de la experiencia de 150 años de luchas de la clase trabajadora, decidieron formar un partido mundial para la revolución socialista: la Liga Internacional de los Trabajadores (Cuarta Internacional).
Rechazando el estalinismo y su política totalitaria de “socialismo en un solo país”, defienden la democracia obrera y el internacionalismo proletario.
La LIT-CI también se formó como una alternativa a otras organizaciones que, a pesar de su origen en el marxismo revolucionario, capitulan ante el estalinismo y sus variantes castrista, chavista o maoísta; o ceden a presiones nacionalistas o electoralistas, tan comunes en nuestros días. Por el contrario, luchamos contra todas las formas de explotación y opresión.
Recientemente, la LIT-CI lanzó un nuevo sitio web en portugués, español, inglés, francés, árabe y ruso: www.litci.org
El PSTU del Brasil es una sección de la LIT-CI. Venga a conocer nuestras ideas para Brasil y el mundo.
Artículo publicado en www.pstu.org.br, 17/8/2022.-
Traducción: Natalia Estrada.