Gkn y Alitalia: más allá de las barreras sindicales. Un ejemplo de resistencia contra los ataques del gobierno Draghi
A diferencia de los años anteriores, creo que se puede decir que este año se dan las condiciones para un verdadero otoño de lucha, en el que participen trabajadores y trabajadoras de diferentes sectores y gremios, activistas de diversos movimientos sociales, y también estudiantes comprometidos en la gran batalla por la defensa del clima y el medio ambiente (batalla que también toda la clase trabajadora debería apoyar).
Por: Daniele Cofani (obrero de Alitalia)
Dos años después del inicio de la pandemia, el gobierno y los patrones están pasando la cuenta a todo el mundo del trabajo y, a pesar de que han mantenido altas sus ganancias produciendo en plena emergencia sanitaria y embolsando fondos públicos millonarios, han desactivado, con la ayuda de las burocracias sindicales, el bloqueo de los despidos: esto ha dado la luz verde política a varias reestructuraciones y desplazamientos, con miles de despidos declarados en distintos sectores productivos. A menudo hemos recordado las distintas empresas en crisis y la resistencia de trabajadores y trabajadoras en defensa del empleo y del salario (Whirlpool, Gianetti, Ilva, Stellantis, etc.), pero quisiera detenerme en dos luchas de las cuales podemos extraer importantes enseñanzas: Gkn y Alitalia.
Creo que lo primero que hay que valorar son las estructuras organizativas de las que se han dotado los trabajadores, la más antigua y sólida representada por el Colectivo de fábrica Gkn Florencia y la más reciente, pero con un papel central en la lucha, del Comité Tutti a Bordo – No al piano Ita [Todos a Bordo – No al plan Ita], constituido hace algunos meses en Alitalia. La exigencia subyacente en ambas experiencias fue la de construir un organismo independiente que pusiera en el centro la democracia y la participación, por encima de las divisiones que caracterizan al mundo sindical y que respondiera sobre todo a las necesidades de los trabajadores y no a las distintas estructuras burocráticas. Modalidad que se ha mencionado también en el enfoque y en el diálogo con las otras realidades en lucha, donde el punto de encuentro no era la pertenencia sindical sino las prácticas y las reivindicaciones en disputa, con la intención de ir más allá de las fronteras sectoriales. Y creo poder decir que precisamente sobre estas bases se ha concretado la relación entre los trabajadores y las trabajadoras de Gkn y Alitalia que en la lucha se están apoyando mutuamente cada vez que se presenta la ocasión.
Solidaridad de clase
Era una cálida noche de agosto cuando algunos trabajadores y trabajadoras de Alitalia, respondiendo al llamado “Insorgiamo” [Nos Levantamos], se presentaron con volantes de solidaridad y su pancarta “Tutti A Bordo – No al plan Ita” a la manifestación por el aniversario de la liberación de Florencia del nazifascismo (11 de agosto), organizada precisamente por el Colectivo de fábrica Gkn junto con el Anpi [Asociación Nacional Partisana de Italia] territorial, para recordar la lucha de resistencia que tuvo como protagonistas a los obreros florentinos. Al día siguiente fue natural presentarnos en la fábrica ocupada en Campi Bisenzio, donde nació la conexión entre estas dos realidades en lucha, entre almuerzo, cerveza y confrontación sobre los ataques que estábamos sufriendo, pero sobre todo sobre cómo reaccionar. No podíamos faltar a la inmensa manifestación del 18 de setiembre también en Florencia, donde decenas de miles de trabajadores, trabajadoras, activistas marcharon juntos en el largo desfile a cuyo frente –con su pancarta “Nos levantamos”– estaban los trabajadores de Gkn. En la memoria la podemos considerar una de las manifestaciones, sobre el tema del trabajo, entre las más combativas y participativas de las últimas décadas: ha dado un impulso a todas las realidades de lucha en el país, atenazadas por los ataques y el aislamiento.
Los trabajadores de Alitalia nunca olvidaremos, además, esa “tortuga” [fila], cantante y combativa, de unos 70 trabajadores de Gkn, que el 24 de setiembre se presentó solidaria en el aeropuerto de Fiumicino durante la huelga general del sector aéreo (1). Una huelga unitaria e importante que paralizó los vuelos y vio salir una marcha de 2 mil trabajadores desde la terminal, marcha que concluyó con el bloqueo durante más de dos horas de la autopista que lleva a Roma.
¡Nos levantamos!
Como trabajadoras y trabajadoras de Alitalia nos ha parecido necesario responder y extender el llamado que los obreros de Gkn han dirigido a todo el mundo del trabajo: ¡Levantémonos! Sí, porque nos sentimos parte integrante y activa no de un eslogan, sino de una necesidad que afecta a todos los trabajadores y trabajadoras: unirse para rechazar los ataques que estamos sufriendo desde hace décadas por los gobiernos y los patrones, dentro de un sistema destinado exclusivamente a proteger las ganancias de unas pocas decenas de millonarios, llevando a la miseria a millones de trabajadores y devastando el planeta entero hasta su destrucción. Algunos centenares de obreros organizados en un colectivo de fábrica han dado un ejemplo de lucha a todo un país, no solo para defenderse del enésimo desplazamiento impuesto por los fondos y las multinacionales, sino para intentar construir las necesarias relaciones de fuerza que desde hace demasiado tiempo están evidentemente en nuestra contra: si permanecemos aislados y divididos –como pretende la inmensa mayoría de las direcciones sindicales– seguiremos siendo débiles y perdedores ante todo tipo de ataques, ya sea un desplazamiento, una reestructuración empresarial, un cambio de contrato o una simple renovación contractual.
También nosotros, como trabajadoras y trabajadores de Alitalia, hemos contribuido a la reanudación de las movilizaciones en el país, demostrando tenacidad y combatividad a través de prácticas organizativas y de lucha que nos han visto durante meses hacer huelga y ocupar carreteras y aeropuertos contra una verdadera masacre, sostenida por el gobierno pero también por las direcciones sindicales, que antepusieron las mesas de concertación a la lucha y su generalización, procurando en todo caso hacerla inofensiva. Hemos luchado contra todo y contra todos, incluso contra las ilusiones de este sistema, buscando a nuestros aliados entre los trabajadores en lucha y contestando en varias ocasiones a quienes seguían vendiéndonos humo tanto en el ámbito político como en el sindical.
Si bien es cierto que lograron poner en marcha a Ita, no nos hemos rendido: «de esta derrota brotará la futura victoria», citando a la revolucionaria Rosa Luxemburgo. Pero esta gran victoria debe construirse organizando un amplio frente de lucha que a partir de la defensa de la Gkn –su victoria sería importante para toda la clase trabajadora– una todas las las realidades de lucha y movimiento en una movilización general y generalizada, que nos deberá ver protagonistas, después de la huelga del sindicalismo de base del 11 de octubre (2), de los próximos plazos de movilización, a partir de la manifestación contra el G20 en Roma. Es necesario, en particular, seguir en la construcción de una real huelga general de masas hasta expulsar el gobierno Draghi, con el objetivo estratégico de crear las condiciones también para derribar este sistema socioeconómico que solo genera explotación, opresión y devastación. Vale también para la lucha en Alitalia: para volver a apropiarnos de la compañía de bandera que debe ser puesta bajo el control de los trabajadores… ¡Levantémonos!
Artículo publicado en el sitio del PdAC, sección Nacional: www.partitodialternativacomunista.org
Traducción: Natalia Estrada.