Es necesaria una alternativa de los trabajadores para enfrentar la crisis
¡Organización y movilización por un Plan Obrero y popular ante la crisis del país!
Arrecian los rumores de “renuncia”, de “revocatorio”, de salida de Nicolás Maduro del gobierno. Estos rumores dejan en evidencia la inestable situación política que atraviesa el país, mientras la crisis económica agrava esta situación y nos hunde en la miseria.
Por: UST – Venezuela
Una grave situación
La situación de los trabajadores y los sectores más humildes ha llegado a un estado terminal. ¿Quién puede comer si la carne molida está a 1.700 bolívares, el arroz a más de 400, la leche en polvo a más de 2.000? Ni hablar de los precios del vestido, el calzado. Las medicinas escasean en las farmacias. El sistema público de salud está totalmente en crisis, sin insumos. Faltan repuestos…y ahora el racionamiento de energía.
¿Quién puede vivir con un salario que el gobierno mantiene congelado desde 2015 en 9.648 Bs y un bono de alimentación de 6.750 Bs?
La creciente escasez de productos y la complicidad del gobierno contribuyen a dejar las manos libres para que los comerciantes especuladores abusen con los precios, deteriorando aún más el poder adquisitivo.
Pese a las promesas electorales de los candidatos de la oposición burguesa (hoy flamantes diputados mayoritarios) de “eliminar las colas”, estas continúan siendo el pan nuestro de cada día. Colas que aunque la funcionaria chavista Jacqueline Farías califique de “sabrosas”, es eso lo menos que son.
¿Se viene el “ajuste”?
¿Y esto que estamos viviendo qué es? Es un ajuste silencioso. Sin grandes anuncios. Pero, con esta inflación, el consumo popular está bajando rápidamente. Todavía falta lo peor: Nicolás Maduro ya ha anunciado el aumento de la gasolina. También varios funcionarios dicen que está en estudio la “unificación cambiaria”, que de concretarse significará una mega-devaluación, reduciendo, aún más, el poder adquisitivo de nuestro salario.
A pesar de las negociaciones y concesiones a los empresarios y el nombramiento del patrón “socialista” Miguel Pérez Abad (Presidente de FEDEINDUSTRIA) en el Ministerio de Industrias, la escasez en los mercados sigue y se profundiza.
Ningún empresario, sea mal llamado “socialista” del PSUV o de los opositores, que según el gobierno encabezan la “guerra económica”, invertirán ni un centavo en el país si primero el gobierno no les garantiza sus ganancias súper explotando a sus obreros. A ellos no les preocupa la situación de los trabajadores, solo miran por sus ganancias.
¿Y qué pasa con la inmovilidad laboral?
Las empresas, sin esperar ningún decreto ni ley, han comenzado a despedir a varios miles de trabajadores en todo el país. Ningún patrono público o privado la respeta ¿Y las inspectorías que deberían garantizar el derecho al trabajo? Actúan a favor de los patrones. Mientras tanto, los seudo dirigentes sindicales de las Centrales obreras ni abren la boca, permitiendo que patronos e inspectorías dejen en la calle a los trabajadores. Así viene sucediendo en petroleros, Fama de América, en Carabobo, en Sucre y un largo etcétera.
¿Y la Asamblea Nacional?
Muchos trabajadores pusieron sus expectativas en esta Asamblea Nacional para salir de la crisis. Esos compañeros se equivocaron. Creyeron que con votar por la MUD se empezarían a resolver los problemas.
Que estos nuevos diputados comenzarían a defender los derechos del pueblo. Nada más alejado de la realidad. En todo este tiempo de “nueva” Asamblea nada se ha propuesto para enfrentar la profunda crisis que vive el pueblo.
Esta Asamblea rechazó la propuesta de “Decreto de emergencia económica” que les envió Maduro (que dicho sea de paso no servía para resolver nada de la crisis); pero tampoco ellos hicieron ninguna propuesta para resolver esta situación. Más aún, el diputado opositor Henry Ramos Allup, Presidente de la Asamblea Nacional, ha declarado “que en la actual situación no se pueden seguir otorgando aumentos salariales ni vía decreto ni vía contratos colectivos.”
Es que tanto el gobierno como la MUD, más allá de las diferencias en sus discursos y en el ritmo y profundidad de las medidas, la única propuesta que tienen es ajustar al pueblo, despedir, liberar precios, aumentar los servicios públicos, devaluar, reprivatizar empresas estatizadas, etc. Nada a favor de los trabajadores.
¿Los últimos días de Maduro?
Mientras tanto, la crisis política y la parálisis del gobierno han activado toda clase de versiones. Los últimos días vienen arreciando los rumores de renuncia del presidente Maduro o un pedido de licencia; también se habla de un acuerdo entre un sector del PSUV, militares y la MUD, y que Aristóbulo Istúriz sería el articulador de dicho acuerdo para que después del alejamiento de Maduro se llame a elecciones en 90 o 180 días. La MUD ha anunciado que activará el mecanismo del Revocatorio…
Un “acuerdo” para que los trabajadores paguemos la crisis
Este nerviosismo y premura que muestran los diferentes sectores de la burguesía y el imperialismo no es para superar los problemas del pueblo. Todos ellos están discutiendo y negociando a espaldas del pueblo trabajador, cual es el “mejor camino” para aplicar el durísimo ajuste que exigen para garantizar sus ganancias y derrotar a los trabajadores, pulverizando sus conquistas.
Así como la MUD y el PSUV mintieron durante la campaña electoral, ahora ambos ofrecerán “soluciones” que solo servirán para descargar la crisis sobre nuestras espaldas. Ninguna medida a nuestro favor vendrá de parte de ellos.
Un programa para salir de la crisis, desde la clase obrera
Desde la Unidad Socialista de los Trabajadores (UST) proponemos organizarnos y pelear para enfrentar esta situación. Luchar por imponer un plan económico, una salida obrera y popular a la crisis que padecemos.
Solo la clase obrera, acaudillando a todos los sectores populares puede con su lucha imponer un programa diferente al de la MUD, el PSUV, Lorenzo Mendoza y todos los representantes del imperialismo en el país. Un programa que resuelva el problema de la escasez, la inflación y los bajos salarios, los despidos y la corrupción.
Este programa debe poner en el centro la necesidad de suspender inmediatamente el pago de la deuda externa, la investigación de dicha deuda así como también de la fuga de capitales, y la asignación de dólares preferenciales. La confiscación de los depósitos de empresas de maletín, y de quienes hayan malversado los fondos asignados (investigación de todos los funcionarios de CADIVI Y CENCOEX), y su encarcelamiento.
La repatriación de los capitales fugados. Por otra parte este programa obrero debe plantear, en nuestra opinión, utilizar todos los fondos del país para resolver inmediatamente el problema de la escasez de alimentos, medicinas e insumos, el aumento de los salarios a nivel de la Cesta Básica y la eliminación del impuesto a la renta para el salario de los trabajadores (ISLR). Los recursos para esto existen y estarían disponibles si nacionalizamos todo el petróleo y el gas, eliminando las empresas mixtas que se llevan nuestras riquezas. También habrá recursos por la suspensión del pago de la deuda externa y la nacionalización de la banca.
Convoquemos a un encuentro para organizar la resistencia
Este programa se puede mejorar. Pero es un programa básico para que no seamos los trabajadores y el pueblo los que paguemos esta crisis. Los préstamos, el FMI, la renegociación de las deudas, el “aumento de la productividad” y todas las propuestas que escuchamos hoy en día, van contra el pueblo, profundizarán la miseria y la desocupación.
Desde diferentes sectores se vienen proponiendo Encuentros Nacionales o Frentes de Lucha para enfrentar el ajuste del gobierno y la MUD. Acordamos en la necesidad de dichos encuentros, sin imposiciones, como un camino para construir una palanca que impulse la unidad de la clase obrera y los sectores populares contra el ajuste, para salir de la crisis.
En ese sentido, consideramos necesario una coordinación de los diferentes sectores para realizar una convocatoria a la brevedad.
La salida de fondo es que gobiernen los trabajadores
Desde la UST opinamos que ningún sector burgués, sea “progresista” o autodenominado “socialista”, puede aplicar este programa. Por eso, además de luchar por la unidad de la clase obrera para enfrentar el ajuste, debemos construir una herramienta política para que los trabajadores sean los que gobiernen y puedan aplicar sin limitaciones este programa.
Unidad Socialista de los Trabajadores
6/2/2016
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