Dom May 19, 2024
19 mayo, 2024

En acto virtual, militantes y refugiados conmemoran los diez años de la Revolución Siria

El último 15 de marzo se cumplieron 10 años de la revolución en Siria. En conmemoración a la fecha, la LIT-CI (Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional) organizó una actividad online sobre el tema. Realizada principalmente en lengua árabe, contó con la presencia de muchos sirios refugiados en el Brasil y en otros países. Abajo, transcribimos la intervención de Fábio Bosco, militante de la CSP-Conlutas y de la LIT-CI.

Por: Rafik Abdallah, 19/3/2021.-

Es una honra para nosotros estar aquí con ustedes, conversando sobre el décimo aniversario de la Revolución Siria. La Revolución Siria, junto con las demás revoluciones árabes, son las más importantes revoluciones que tuvimos en este siglo. Las lecciones de esas revoluciones son muy importantes para la liberación de la clase trabajadora del mundo.

La revolución siria tiene cuatro principales enemigos:

El primer enemigo es el régimen sirio, ayudado por milicias apoyadas por el gobierno iraní y por el ejército ruso. Ellos definieron que van a mantenerse en el poder por todos los medios necesarios, incluso si tienen que matar a medio millón de personas y expulsar a la mitad de la población de sus hogares, destruir barrios y ciudades. Ese es el principal enemigo de la revolución siria, pero no el único.

El segundo enemigo son los poderosos del mundo. Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU. Todos hacen críticas al gobierno de Assad, pero su papel en el combate a la revolución fue muy importante. Ellos evitaron que el Ejército Libre de Siria tuviese acceso a las armas que pararían los bombardeos aéreos que venían del régimen sirio y de Rusia. Ellos cerraron las fronteras para los refugiados. Un viaje que demoraría una o dos horas de avión es hecho por el mar Mediterráneo, lo que lleva a la muerte de millares de refugiados. Esos poderosos utilizaron los principales órganos de prensa para mostrar a las personas que lo que ocurría en Siria era un conflicto entre el régimen sirio y el Estado Islámico u otras organizaciones salafitas. Ellos escondieron la revolución obrera y popular que estaba en curso.

El tercer enemigo son los regímenes árabes y Turquía. Ellos actuaron en el sentido de convertir la revolución que poseía un carácter nacional y democrático en una guerra sectaria entre grupos religiosos.

El cuarto enemigo son los partidos estalinistas, maoístas, socialdemócratas, que hicieron un juego sucio. Ofrecieron al régimen de Assad una capa antiimperialista y antisionista, pero son toda una mentira.

Manifestación en Idlib, Siria, en conmemoración de los diez años de la Revolución.

Es importante mencionar también las perspectivas para Siria. El país está ocupado por milicias apoyadas por el gobierno iraní, por los rusos, norteamericanos, turcos y por los sionistas en el Golán, hasta el momento. La economía está en una situación de muerte. Barrios y ciudades están siendo destruidos. Pobreza por todos lados y la mitad de la población están en situación de refugio. Y aún tenemos una dictadura en el país. Solamente una nueva revolución obrera y popular puede ofrecer una solución a estos problemas. Solamente una nueva revolución puede expulsar a las fuerzas extranjeras, recuperar la economía, acabar con la pobreza, traer a los refugiados de vuelta, y derrocar el régimen criminal que sigue en el poder.

Nosotros de la CSP-Conlutas y de la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional, tenemos la certeza de que, tarde o temprano, el pueblo sirio se levantará nuevamente y, superando las debilidades de la revolución, si Dios quiere, vencerá. También es importante mencionar algunas de las debilidades de la revolución. La más importante de ellas fue la falta de una coordinación nacional que unificase todos los Tansiquiat (comités de coordinación local) y los grupos del Ejército Libre de Siria. El Itlaf Watani al Suri (el comité nacional) se desvinculó de la revolución y se alió a los regímenes árabes y a Turquía.

Si tuviésemos una coordinación nacional compuesta por los Tansiquiat y el Ejército Libre de Siria, habría legitimidad para impedir las luchas sectarias y los discursos sectarios. Y parar con eso posibilitaría traer a los trabajadores alauitas y cristianos, y también aumentar la solidaridad internacional a favor de la revolución. Los Tansiquiat y el Ejército Libre de Siria tendrían legitimidad para conversar con los Kurdos y decir a ellos que sus derechos a la autodeterminación y a su nacionalidad están garantizados. De esta forma, el pueblo kurdo podría unirse a la revolución y superar la política de PYD que aisló la revolución.

Los Tansiquiat y el Ejército Libre de Siria tendrían la legitimidad para conversar con los palestinos y decirles que la revolución siria podría seguir la lucha por la libertad de Palestina, continuar la lucha por la recuperación de las Colinas del Golán ocupadas por los sionistas. También podrían proveer de ayuda y libertad a los palestinos para su autoorganización y su lucha, por una Palestina libre del río al mar. Otra debilidad principal fue la falta de un partido revolucionario que luchase por estas orientaciones, y que sería un instrumento para la victoria de la revolución.

Volviendo a las perspectivas, el pueblo sirio se levantará nuevamente, y si supera esas debilidades, será capaz de liberar a Siria.

Artículo publicado en www.pstu.org.br
Traducción: Natalia Estrada.

 

Más contenido relacionado:

Artículos más leídos: