Elecciones israelíes y resistencia palestina
El 1 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones israelíes. En estas elecciones no hay espacio para que el pueblo palestino se exprese a pesar de que constituye la mayoría de la población que vive bajo el yugo del Estado de Israel. Solo una minoría de alrededor de 10% del pueblo palestino, llamado palestinos de 1948, tiene derecho a votar (o 20% si consideramos solo a los palestinos que viven dentro de la Palestina histórica, que incluye los territorios ocupados en 1948, a Cisjordania, Gaza y Al-Quds/Jerusalén). Así, en un marco institucional construido por un Estado colonial, la cuestión palestina se convierte en un tema electoral desde el punto de vista de quien está mejor preparado para continuar con la limpieza étnica del pueblo palestino y para implementar con mayor violencia el sistema de apartheid vigente en toda la Palestina ocupada.
Por: Fábio Bosco
La victoriosa coalición liderada por el ex primer ministro Benjamin Netanyahu reúne a la extrema derecha religiosa, en especial a los racistas Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, seguidores de la ideología del rabino racista Meir Kahane, que defienden la expulsión de los árabes y el cierre de la Autoridad Palestina. El principal eslogan de campaña de esta coalición fue la denuncia de que sus opositores incluyeron en su ministerio a Mansour Abbas, líder de un partido árabe, el Ra’am, lo que consideran una auténtica traición a los principios sionistas de limpieza étnica. Itamar Ben-Gvir se benefició del espacio político dejado por el partido Yamina, del extremista Naftali Bennett, que no se presentó a las elecciones. Y Netanyahu ganó porque dos partidos, el sionista de «izquierda» Meretz y el nacionalista árabe Baladi no alcanzaron por poco el coeficiente electoral de 3,25%.
La coalición perdedora, encabezada por Yair Lapid y Benny Gantz, presentaba en su defensa un historial continuo de crímenes cometidos contra los palestinos (bombardeos en Gaza, invasiones militares asesinas de ciudades palestinas y campos de refugiados en Cisjordania, apoyo a la violencia de turbas sionistas contra palestinos durante la Intifada de la Unidad en mayo de 2021, y la cosecha de aceitunas de este año,…) y alertaba contra la presencia de la extrema derecha racista en la coalición opositora que difícilmente sería aceptada por las potencias imperialistas que prefieren un sionismo racista disimulado.
Un dato interesante es que ambas coaliciones en la práctica defienden la alianza prioritaria con Vladimir Putin respecto de la invasión a Ucrania, no adoptando ninguna sanción contra Rusia y rechazando el apoyo material a Ucrania. El gobierno sionista entregó el software de espionaje, Pegasus, a Rusia pero se negó a entregárselo a Ucrania. Los sionistas también han rechazado entregar baterías antiaéreas a los ucranianos para interceptar misiles rusos y drones iraníes que han destruido la infraestructura energética del país. Una de las razones de esta política es la alianza de los sionistas con Putin en Siria, que permite al ejército israelí realizar ataques regulares en territorio sirio con la complicidad rusa.
Otro aspecto importante de estas elecciones fue la votación relevante del partido nacionalista palestino Baladi, con alrededor de 138.000 votos, mientras los otros partidos palestinos, como el partido islámico Ra’am, obtuvo 193.000 votos y la Lista Unida liderada por el partido comunista obtuvo 178.000 votos. Alrededor de 54% de los palestinos con derecho a voto acudieron a votar. Mientras que Ra’am defendía una perspectiva de adhesión total al sistema del apartheid, con participación en el gobierno sionista en nombre de la defensa de «los intereses concretos e inmediatos» de los palestinos de 1948, la Lista Unida señalaba su apoyo en el parlamento (llamado Knesset) por un gobierno de Lapid y Gantz contra Netanyahu.
Baladi, por su parte, se mostraba en contra de apoyar un gobierno sionista y defendió la transformación de Israel en “un Estado para todos los ciudadanos”. Con un programa más desligado de los intereses sionistas, el Baladi atrajo el voto de muchos palestinos de 1948 que estuvieron en la línea de frente de la Intifada de la Unidad en mayo de 2021. Está claro que la única estrategia justa de cara a las elecciones israelíes es el boicot, para exponer mejor ante el mundo el carácter racista y excluyente del apartheid israelí. La participación de los partidos árabes acaba encubriendo la exclusión de 90% del pueblo palestino de este proceso electoral promovido por la ocupación colonial de Palestina.(I)
Hezbollah adhiere a la normalización con el Estado sionista
En octubre, poco antes de las elecciones israelíes, el gobierno libanés y el Estado de Israel firmaron un acuerdo sobre las reservas de gas en el mar Mediterráneo a través de Estados Unidos.
Este acuerdo prevé que el campo de Karish quede bajo control total del Estado de Israel y que el campo de Qana se divida en una proporción de 63% para el Líbano y de 17% para el Estado de Israel.
La previsión es que el Estado de Israel empiece a extraer gas del campo de Karish en pocas semanas. Líbano ya concedió la exploración del campo de Qana a la multinacional francesa Total y la previsión es que la extracción de gas comience a finales de esta década y que proporcione entonces un ingreso de entre 100 y 200 millones de dólares por año.
De esta forma, el acuerdo beneficia claramente al Estado de Israel y también a los países europeos que necesitan gas para afrontar el invierno en medio de la invasión de Putin a Ucrania.
En el ámbito diplomático, el acuerdo implica, en la práctica, el reconocimiento del Estado de Israel por parte del Estado libanés y, lo que es peor, el Estado libanés legitima el robo de gas palestino por parte del Estado de Israel, cuyos ingresos servirán para reforzar el sistema de apartheid contra el pueblo palestino.
La gran sorpresa vino de Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, el principal partido libanés. Nasrallah afirmó con orgullo que el acuerdo con los sionistas representa una gran victoria para el Líbano, similar a las derrotas impuestas al Estado de Israel en 2000 y 2006.(II)
De esta forma, Hezbollah se integra a la vergonzosa ola, entre los regímenes árabes, de normalización de relaciones con el Estado de Israel, iniciada en 1979 por Egipto, seguida en 1984 por Jordania y más recientemente, en 2020, por los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein en los famosos acuerdos de Abraham. Actualmente, solo tres países árabes –Kuwait, Argelia y Túnez– no mantienen ninguna relación con el Estado de Israel, aunque no se puede esperar nada positivo del nuevo dictador tunecino Qais Saied.
La resistencia palestina continúa
En mayo de 2021, un levantamiento palestino enfrentó los ataques racistas en la ciudad de Al Quds/Jerusalén. El ejército israelí y turbas sionistas promovieron violentos ataques contra los palestinos en la Explanada de las Mezquitas, en la Puerta de Damasco (Bab al-Amoud) y en el barrio palestino de Sheikh Jarrah. Este levantamiento unió al pueblo palestino con importantes protestas en Al-Quds/Jerusalén, en la Palestina ocupada en 1948, Cisjordania, Gaza, y también en la Diáspora, por lo que se denominó Intifada de la Unidad. (III)
A principios de 2022, grupos de jóvenes palestinos de diferentes afiliaciones partidarias (Fatah, Hamas, Yihad Islámica y PFLP) y otros sin afiliación, rompieron con la orientación política de sus organizaciones y decidieron enfrentar militarmente los ataques del ejército israelí y de las turbas sionistas en las ciudades y aldeas palestinas. (IV)
Estos grupos comenzaron a formarse en el campo de refugiados de Jenin, ubicado en el norte de Cisjordania, donde existe una extraordinaria tradición de resistencia a la ocupación, que impidió el establecimiento de asentamientos israelíes alrededor de la ciudad durante la segunda Intifada (2000-2005). Pronto se formaron otros grupos en la ciudad vieja de Nablus, un importante centro económico y político palestino ubicado entre Ramallah y Jenin, en las cercanías de varios asentamientos israelíes. Hay varios grupos –Brigadas de Jenin, Brigadas de Nablus, y el más famoso de ellos se llama Cueva de los Leones–.(V) En este momento hay jóvenes de otras partes, como Uday al-Tamimi del campo de refugiados de Shuafat, que adhirieron a la táctica de resistencia armada. (VI)
Un punto importante es la popularidad de estos luchadores entre la población palestina, fatigada por los 30 años de colaboracionismo de la Autoridad Palestina que ha resultado en más asentamientos israelíes, más apartheid y limpieza étnica. Esta popularidad se expresó en protestas populares a raíz de las incursiones israelíes en las ciudades palestinas y también en los funerales de los jóvenes mártires asesinados por las fuerzas militares sionistas.
A contramano de la resistencia, la Autoridad Palestina repitió métodos sionistas e invadió violentamente la ciudad vieja de Nablus la noche del 19 de setiembre, y entró en un enfrentamiento militar con grupos locales para arrestar a dos activistas: Musab Shtayyeh, miembro del grupo Cueva de los Leones y afiliado al Hamas; y Ameed Tbaileh. Un palestino murió durante la invasión y el desprestigio de la Autoridad Palestina entre la población dio un nuevo salto. (VIII)
Hamas, por su parte, llevó a cabo una reconciliación con el dictador sirio Bashar al-Assad, oponiéndose a las revoluciones democráticas por “Pan, Libertad y Justicia Social” protagonizadas por las masas árabes a partir de 2010. (VIII) Es importante recordar a los dirigentes de Hamas que los verdaderos aliados de la causa palestina son los pueblos árabes y no sus regímenes.
Solidaridad con la Resistencia Palestina
La adhesión de los grupos de jóvenes palestinos a la táctica de resistencia armada no contó con la misma solidaridad internacional que la resistencia palestina por medios pacíficos.
De hecho, la resistencia palestina, como la resistencia de cualquier pueblo oprimido, es multifacética y se lleva a cabo por todos los medios posibles.
La campaña BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Estado de Israel y las empresas israelíes) ganó un apoyo extraordinario entre la juventud, particularmente en los países imperialistas, y se convirtió en un importante punto de apoyo para la lucha por la liberación de Palestina.
Otras campañas, como la lucha contra el Muro de la Vergüenza, contra la demilición de casas palestinas, por la reapertura de la calle Shuhada en Al-Khalil, por libertad de los presos políticos, contra el cerco a Gaza, por el derecho de retorno, son muy importante y tienen que ser apoyadas por todos y todas los que están comprometidos con el derecho democrático de autodeterminación de los pueblos oprimidos.
La misma solidaridad internacional debe dirigirse a los jóvenes palestinos que toman las armas para hacer frente a la violencia cotidiana del apartheid israelí. Este paso adelante dado por los jóvenes palestinos es también un signo de madurez política y de pleno compromiso con la liberación palestina.
La solidaridad internacional con Palestina debe inspirarse en la famosa frase de Malcolm X “By Any Means Necessary” (por cualquier medio que sea necesario) y dirigir su apoyo incondicional a la resistencia palestina, armada o desarmada, hasta la liberación de Palestina de río a mar.
(I) https://freehaifa.wordpress.com/2022/11/05/lessons-from-the-2022-knesset-elections/?fbclid=IwAR1AteiLtefzUymC34Xx_ZF1N0SEpJFYDoa03qXqlVYaKAV72cqLwvBxt1Y
(II) https://www.middleeastmonitor.com/20221104-finally-the-mask-slipped-from-the-face-of-hassan-nasrallah/
(III) https://litci.org/es/basta-de-apartheid-y-limpieza-etnica-por-una-palestina-libre-laica-y-democratica-del-rio-al-mar/
(IV) https://www.aljazeera.com/features/2022/9/13/why-is-israel-targeting-jenin-and-nablus
(V) https://www.aljazeera.com/news/2022/10/26/who-are-the-lions-den-armed-group-in-used-west-bank-explainer
(VI) https://www.middleeastmonitor.com/20221025-is-uday-al-tamimi-el-icono-de-la-tercera-intifada/
(VII) https://www.aljazeera.com/news/2022/9/20/palestinian-man-killed-in-ongoing-clashes-with-pa-in-nablus
(VIII) https://www.middleeastmonitor.com/20220921-hamas-as-we-remember-it-and-the-reality-today/