Elecciones europeas: ¡Por un programa de ruptura, en defensa de las trabajadoras!
Introducción
Las próximas Elecciones Europeas se celebran en el marco de la crisis del orden mundial y la profundización de la crisis capitalista, mientras prosigue el avance de la ofensiva imperialista rusa contra Ucrania y asistimos al genocidio israelí del que la UE y sus gobiernos son cómplices y en el que el 70 % de las víctimas son mujeres y niñas/os.
Por: Laura Sguazzabia (PdAC – Italia) y Laura Requena (Corriente Roja)
Pese a las leyes y medidas aprobadas en favor de las mujeres de las que presumen algunos gobiernos europeos, la situación de las mujeres trabajadoras y pobres en Europa no ha dejado de agravarse en los últimos años; ya sea con las consecuencias de su gestión capitalista de la pandemia, como con la inflación y la profundización de la crisis económica, que arrastramos desde 2008.
Cuando todas las encuestas alertan de un ascenso de la ultraderecha con su discurso de odio, racista, homófobo, transfobo y machista, muchas trabajadoras se preguntan qué hacer o a quien votar, para enfrentar las medidas anunciadas por esta, que suponen para nosotras una amenaza.
Pero la realidad es que también los gobiernos de la socialdemocracia europea y de la mal llamada izquierda progresista, han sido cómplices cuando no directamente artífices del ataque a nuestros salarios y pensiones, del cierre de empresas y reducción de personal en muchas de ellas para garantizar los beneficios del capital, de las políticas racistas y xenófobas, de la inacción ante el genocidio israelí, del abandono al pueblo ucraniano que resiste de forma heroíca la invasión de Putin, de las escasas medidas ante el cambio climático, cuyo verdadero objetivo es buscar nuevas fuentes de lucro para el capital y de unas medidas sociales que no alcanzan mientras planean un aumento estratosférico del gasto militar.
Con todo ello, no hicieron sino poner una alfombra roja en las instituciones, a una derecha y ultraderecha a la que dicen combatir y de cuyo crecimiento, ahora se lamentan.
Por eso, más allá del voto, nos dirigimos a todas las trabajadoras, a las estudiantes, a las pensionistas, desempleadas o a las mal llamadas «amas de casa», para explicarles cual es el camino y la salida de clase y de ruptura que desde la LIT defendemos, para salir de la situación de catástrofe social a la que nos han llevado todos los gobiernos, al compás de la UE de los capitalistas. Cual es el programa que defendemos, para el cambio social real que la clase trabajadora y las mujeres como parte de ella, necesitamos.
El ataque a todos nuestros derechos como expresión de una gestión capitalista de la pandemia y la crisis económica
La pandemia de Covid-19 puso de manifiesto, con toda claridad, las distorsiones del sistema capitalista, como un sistema basado en la explotación, pero también en la violencia, la desigualdad y la opresión.
Las trabajadoras que somos mayoría en el sector de la sanidad y los servicios sociales, nos mantuvimos activas durante la emergencia porque estos ámbitos se consideraron inevitablemente «actividades esenciales»: médicas, enfermeras, limpiadoras o las que trabajamos en residencias de ancianos, estuvimos al frente , a menudo sin las medidas de protección necesarias, con el consiguiente riesgo para nosotras y nuestras familias. Muchas seguimos trabajando aún, en esas llamadas «actividades esenciales», cuya lista se fue ampliando para asegurar el beneficio de la patronal.
Otras perdimos nuestro empleo o aceptamos la reducción de jornada con la consiguiente reducción o pérdida de salario. La tan cacareada adopción del smart working, o teletrabajo, convirtió la conciliación del tiempo de trabajo y de vida, en una tarea casi imposible. Con las escuelas cerradas, la necesaria limpieza a fondo de la casa para evitar mayores riesgos de contagio, la suspensión de los servicios de asistencia a domicilio o la falta de una red pública de cuidados, además de perder nuestra independencia económica, sufrimos una sobrecarga adicional a nuestro trabajo doméstico y de cuidados porque es comúnmente aceptada la idea de que estas son tareas propias de las mujeres
Pasó la pandemia, pero sigue la segregación laboral por géneros, la brecha salarial y en pensiones o la desigualdad social
La situación de desventaja de las mujeres en el mundo laboral y la visión de su papel doméstico, no han cambiado desde el final de la pandemia
Las mujeres somos el 90% de la mano de obra (remunerada y no remunerada) dedicada a los cuidados, lo que al igual que el embarazo y la maternidad, supone un obstáculo a nuestra carrera profesional. Mientras nuestros salarios siguen estancados, se espera que carguemos con los mayores costes de criar y cuidar de nuestras familias, para contribuir a la reproducción de fuerza de trabajo que la clase capitalista explota
Aunque logramos el 60% de titulaciones universitarias en toda la UE, cobramos de media un 13% menos que los hombres, lo que se traduce en pensiones hasta un 37% de media más bajas y tenemos una mayor tasa de desempleo, así como de empleos informales y en precariedad, lo que se traduce en la llamada feminización de la pobreza. Las mujeres somos el 80% de las personas que aún con un empleo son pobres y aproximadamente un tercio de las mujeres mayores de la UE no reciben ningún tipo de pensión.
La otra pandemia: UE, territorio NO libre de violencia machista
La pandemia del Covid-19 propició un fuerte aumento de los casos de violencia doméstica en toda la UE: con las medidas de aislamiento social, necesarias para contener el avance del virus, muchas se encontraron atrapadas frente a su agresor y muchas víctimas, vieron aumentar su dependencia de parejas violentas. Actualmente, vemos como de forma paralela a los discursos machista de la ultraderecha; al deterioro de las condiciones de vida por la crisis o al recorte de los servicios públicos, se incrementaron todas las formas de violencia machista incluyendo el acoso laboral y las agresiones sexuales, el ciberacoso, la lesbofobia, o la trata de personas.
En Europa, siete mujeres son asesinadas cada día por su pareja o un miembro de su familia y una de cada tres mujeres ha sido agredida física y/o sexualmente, al menos una vez en su vida[1].
Mujeres y niñas son también la inmensa mayoría de las víctimas de la trata en la UE en particular, con fines de explotación sexual y en cuanto a la mutilación genital, más de 600.000 mujeres sufren sus consecuencias en Europa y 190.000 niñas en 17 países europeos, corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica criminal.
Los derechos reproductivos siguen sin estar garantizados
Durante la pandemia, las clínicas y hospitales europeos no garantizaron el acceso a los servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva, como la IVE (interrupción voluntaria del embarazo), las pruebas del VIH u otras enfermedades de transmisión sexual, la detección del cáncer y la atención médica y hospitalaria a las mujeres embarazadas[2].
Esto no hizo sino poner de relieve, los obstáculos que seguimos sorteando las mujeres para la protección de nuestra salud sexual y reproductiva, en particular en lo que respecta al acceso al aborto y a la anticoncepción. Aunque actualmente el aborto sólo es ilegal en dos países de la UE, muchos estados tienen una legislación muy restrictiva, lo que no disminuye el número de abortos, pero obliga a las más vulnerables, al riesgo de abortos clandestinos, en los que se juegan su salud y su vida.
Polonia es uno de los países europeos que cuenta con una legislación más restrictiva y solo se permite este cuando la vida de la mujer embarazada corre peligro o cuando el embarazo es consecuencia de una violación. En Hungría desde 2022 entró en vigencia la ley que obliga a las mujeres a escuchar el latido fetal antes de abortar, lo que es violencia obstétrica. En Italia, la ley 194/78 es inaplicable por el alto porcentaje de objetores de conciencia y, hoy en día, por la presencia en los hospitales de «Centros de Ayuda a la Vida».
Pero la derecha no es la única que amenaza o restringe cuando gobierna, el derecho al aborto. La desfinanciación y privatización de los sistemas de salud en el Estado Español, convierten en papel mojado la última reforma de la ley que regula el aborto, para que este sea garantizado en la sanidad pública. Igualmente en Francia, donde el aborto fue consagrado recientemente en la Constitución, los centros de planificación familiar han sido atacados, se cerraron 130 centros abortistas en 15 años y los medicamentos abortivos con Macron, escasean desesperadamente.
Un pacto europeo de inmigración y asilo que incrementa la violencia contra las mujeres
Si durante los conflictos y las guerras, las mujeres enfrentan formas específicas de violencia , como saben muy bien las mujeres ucranianas o palestinas, las mujeres y las niñas experimentan también la migración o la condición de refugiadas forzosas, de forma diferente a los hombres y niños. Las mujeres y niñas migrantes en el territorio de la UE, representan un grupo especialmente vulnerable.
Estas condiciones se verán agravadas por el nuevo Pacto europeo de inmigración y asilo aprobado el 10 de abril por el parlamento europeo, con el voto de la socialdemocracia. Un pacto que permite detener y registrar incluso a menores de seis años y refuerza la externalización de fronteras de los últimos años ¡Nunca la expresión “Europa Fortaleza” fue tan acertada, como tras la aprobación de este acuerdo de la vergüenza!
Un pacto que es complemento de sus estados miembros. El 45% de las personas migrantes está en riesgo de pobreza o exclusión social en la UE incluso con empleo y el 21% de las migrantes sufren exclusión social. Las mujeres están especialmente relegadas a las profesiones más precarias, invisibilizadas y menos valoradas socialmente, como el empleo doméstico, independientemente de su formación. Esto aumenta el riesgo a ser víctimas de acoso, explotación sexual y laboral.
¿Qué medidas urgentes necesitamos las trabajadoras?
Las escasas ayudas sociales mientras se mantiene el colapso y la privatización imparable de los permisos públicos postpandemia, no están acabando con nuestra pobreza y precariedad. Ni las leyes de igualdad o contra la violencia machista ni la nueva ley europea contra la violencia de género, (que no considerará violación aquellas agresiones sexuales en las que no pueda probarse la violencia física), van a acabar con las bases materiales en las que se sustenta la violencia, discriminación y sobreexplotación cotidiana que sufrimos.¡ Exigimos! :
- Permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles y pagados al 100%
- Políticas activas de empleo para las mujeres
- Prestación de desempleo para las trabajadoras domésticas en el Régimen general de la Seguridad Social.
- Salarios y pensiones dignas y revalorizables, en base al IPC
- Recursos suficientes para mujeres agredidas.Garantía de empleo y/o subsidio
- Por una cultura contra la violencia hacia las mujeres y sectores oprimidos.
- Lucha eficaz contra la trata en Europa, con fines de explotación sexual.
- Medidas de apoyo a trabajadoras durante embarazo, lactancia y primeros años de crianza
- Educación pública y gratuita desde los 0 años.Guarderías en empresas de forma transitoria.
- Centros de Día y Residencias públicas para atención mayores y dependientes.Remunicipalización y ampliación plantillas para Servicios de ayuda a domicilio.
- Fuera religión de las aulas.Educación sexual y en valores de igualdad como asignatura curricular.
- Aborto libre,seguro y gratuito para todas.Servicios de planificación familiar .
- Derogación Leyes de Extranjería. Cierre de los CIEs. Fuera el Pacto de inmigración y asilo
- ¡Todo nuestro apoyo a las mujeres de la resistencia obrera ucraniana en primera línea del conflicto como militares y combatientes, médicas y enfermeras, cuidadoras de sus comunidades y familias, desplazadas internas o refugiadas!
- ¡Con las mujeres palestinas, cuya lucha contra el genocidio israelí y por la liberación de su pueblo, es ejemplo de fortaleza y resiliencia para todas.¡Por una palestina laica, democrática y no racista de río hasta el mar ¡No a la trampa hipócrita de los dos estados, que sólo sirve para legitimar la ocupación colonial
Las mujeres, a la vanguardia de las luchas
Por nuestra mayor carga de opresión y explotación, las trabajadoras estamos hoy a la cabeza de muchas movilizaciones. No sólo por nuestros derechos como el aborto, por igualdad salarial y en pensiones o contra la violencia machista, sino que también estamos al frente de muchas luchas laborales, por el derecho a vivienda digna o en defensa de los servicios públicos.
Un ejemplo es que en 2023 en el Estado español, el 58% de las huelgas fueron encabezadas por mujeres, pese a ser menos de la mitad de la fuerza laboral (el 46%). Las actividades donde hubo un mayor crecimiento de las huelgas en 2023 fueron educación, sanidad y servicios sociales, que son justo los sectores más feminizados.
Igualmente, y como quedó bien patente el pasado 25N y el 8M, en el que nuestra lucha se tiñó con los colores de Palestina, las mujeres europeas estamos en primera línea, en las movilizaciones para exigir el fin del genocidio israelí al pueblo palestino
¡Por un programa de ruptura con la UE, en defensa de las mujeres trabajadoras!
La exacerbación de la violencia y de la opresión es, junto con el aumento de la explotación de los trabajadores, una tendencia del capitalismo. El ascenso de gobiernos y corrientes de ultraderecha, no es una mera casualidad, sino la expresión de esta propensión.(..)“Las respuestas meramente democráticas, liberales, progresistas y reformistas no sólo son insuficientes, sino que son incapaces de acabar con las opresiones y garantizar la igualdad de forma definitiva, precisamente porque no se proponen acabar con el sistema capitalista[3]
Las medidas antes expuestas y otras que necesitamos, como la reducción del gasto militar, el no pago de la deuda, la creación de un parque público de viviendas sociales o la expropiación con control obrero, de los sectores estratégicos de la economia y la banca para atender las necesidades sociales y la catastrofe medioambiental, solo pueden ser llevadas a cabo apoyándose en una movilización general y sostenida de l@s trabajador@s y la juventud, porque inevitablemente chocan con las pretensiones y los privilegios de l@s capitalistas y las instituciones y gobiernos a su servicio, así estén estos gobiernos dirigidos por mujeres.
Hace años que la estrategia de la izquierda reformista (que se autodenomina feminista), de democratizar la UE versus «refundarla», en los marcos de la legalidad y las instituciones actuales, esto es, sin rupturas de ninguna clase, demostró su fracaso. El Parlamento europeo pinta muy poco en una UE, donde las verdaderas decisiones las toma el Banco Central Europeo, la Comisión Europa o el Fondo monetario Internacional, que no son ni serán nunca, mecanismos democráticos. Entonces, la conclusión es clara:es necesario desobedecer y romper esas reglas del juego, si queremos avanzar.
El proximo 9 de junio volveran a vendernos la ilusion, de que es suficiente con votar para detener a la ultraderecha y de que es posible convertir la UE en un instrumento “progresista” y al servicio de la clase trabajadora y los pueblos, a traves de la artitmética parlamentaria.
Frente a esta utopía reaccionaria, defendemos que para poner fin a la UE fortaleza, antidemocratica y al servicio del capita y lograr las medidas que necesitamos, no hay más solución que la movilización masiva contra los que nos hunden día a día, en la actual catástrofe economica, social y medioambiental. Por eso, independientemente de si votas o no este 9 de junio, te llamamos a organizarte y a venir a luchar con nosotras. A tomar de una vez por todas las riendas de nuestras vidas para abrir la vía a una Europa solidaria de la clase trabajadora y los pueblos ¡Necesitamos avanzar en la construccion de una internacional revolucionaria y sus partidos en toda europa! ¡Este es nuestro compromiso y por el que luchamos!
[1] Instituto Mediterráneo de Investigación Periodística y la Red Europea de Periodismo de Datos (2023)
[2] Datos de del Foro Parlamentario Europeo por los Derechos Sexuales y Reproductivos y la Federación Internacional de Planificación de la Familia – Red Europea
[3] https://litci.org/es/una-decada-de-luchas-feministas-balance-y-perspectivas-del-movimiento-de-mujeres-trabajadoras/