EL TRIUNFO ELECTORAL DE TRUMP Y MILEI, Y LO QUE SE VIENE
Sorprendentemente, Milei logró un resonante triunfo electoral, cuando todo indicaba lo contrario. La victoria alcanzó más resonancia, por el triunfo en la provincia de Buenos Aires, donde un mes antes había perdido por 14% de los votos. ¿Qué pasó?
Es claro que este triunfo le da una oportunidad de “relanzar” su proyecto. Y que, hasta cierto punto, lo fortalece. Pero no hay que confundirse. Su situación es más precaria que hace dos años. Y los obstáculos que encontrará para desarrollar sus intenciones, serán superiores a los del período previo.
El proceso electoral del año
Este año se realizaron varias elecciones provinciales, que presentaron niveles de baja concurrencia históricos. Eso fue muy notorio en Buenos Aires, en las provinciales de setiembre.
Kiccilof ganó, sin recuperar su electorado. Milei perdió, porque perdió dos millones de votos en relación al 2023, que directamente no se presentaron a votar. La concurrencia del 61% fue bajísima. En realidad, lo que ocurrió -y que repetía lo de otras provincias- es que un importante sector que apoyó a Milei en 2023 (entre el 12 y el 14% del padrón), ahora lo abandonaba, sin volver al peronismo.
La preocupación de todo el régimen político patronal era muy grande, y el mensaje de todos los partidos era: “vayan a votar”.
¿Qué estaba pasando?
El gobierno libertario inició su gobierno en 2023 con la “motosierra” y su proyecto de reformas estructurales profundas. Su objetivo era superar la crisis estructural del capitalismo argentino, cambiando todas las reglas de juego y estableciendo nuevos paradigmas de explotación obrera y entrega de todo el patrimonio y la soberanía nacional.
A la vez, realinear a Argentina en el campo de los EEUU e Israel, tomando distancia de China y los BRICS.
Para eso, era necesario intensificar el nivel de represión.
Este objetivo, luego de unos meses de “tironeos”, fue facilitado por toda la oposición política patronal. En especial, y luego de la “Carta a la militancia”1 de Cristina, por el kirchnerismo y el conjunto de la dirigencia sindical peronista. Aceptaban que Milei hiciera el “trabajo sucio” de un proyecto económico que, en general, comparten, aunque el peronismo tiene que responder a otra base electoral.
Se dieron avances notables, como la Ley Bases, el RIGI2, y demás instrumentos que, sumados a un proceso recesivo, de “enfriamiento” consciente de la economía y baja del consumo, luego de dos meses iniciales de altísima inflación sin aumentos salariales, le permitieron bajar los niveles inflacionarios y desplegar su ofensiva sobre la clase obrera y el pueblo.
Pero las contradicciones aumentaron.
Sectores patronales que operan para la obra pública o el mercado interno, comenzaron a sufrir las consecuencias de la baja del consumo y la paralización de toda obra de infraestructura.
Esas diferencias interburguesas, sumadas a la resistencia -aislada, sin posibilidades de centralización por la traición de los dirigentes, pero persistente-, fueron poniendo “palos en la rueda” a los avances del gobierno. Los conflictos del Garrahan y la salud, los marítimos, los jubilados y demás sectores comenzaron a hacer mella.
A la vez, en el terreno de la economía, las reservas del Banco Central no se recuperaban, y se volvía a presentar el fantasma de la deuda pública, provocando la suba del “riesgo país”.
A mediados de este año, salieron a la luz una serie de hechos de corrupción, como el caso Libra, las “coimas” de Karina Milei, o las relaciones de Espert con el narcotraficante Fred Machado. Milei perdió la iniciativa política, y parte de los empresarios más encumbrados empezaron a dudar de su capacidad de llevar adelante sus reformas.
El deterioro del libertarismo se hizo evidente, provocando la situación electoral que describimos, y que amenazaba con una catástrofe que dejara un gobierno muy, muy debilitado. Podía repetirse, aumentado, el escenario que paralizó al gobierno de Mauricio Macri en el 2017.
Sin embargo, la tormenta anunciada no se produjo.
El diablo metió la cola
En este marco, Donald Trump tomó nota de los peligros, en momentos en que EEUU, en su puja con China, se “ocupa” de América Latina. Ha dicho: “…estamos consiguiendo un fuerte control en Sudamérica en muchos sentidos”34
Milei es el gobierno de A.Latina más cercano a Trump, y decidió defenderlo, haciendo de paso un lindo negocio con su inversión de miles de millones de dólares (hasta 20 mil). Ese hecho, permitió al gobierno detener una corrida cambiaria que, pocos días antes de las elecciones, hubiera sido terminal. No solo eso, sino que dejó claro para toda la patronal argentina, que seguiría “apoyando” solo si Milei ganaba.
A esto se sumó que parte de quienes se habían abstenido en las anteriores elecciones decidieron ir a votar para impedir un triunfo del peronismo, que es visto por sectores crecientes de trabajadores, sobre todo los más jóvenes y precarizados, como uno de los culpables de la situación miserable de la clase obrera y el pueblo argentino.
En la provincia de Buenos Aires, la participación electoral se elevó al 68%5. Siendo bajísima, representó cerca de 900.000 votos que fueron para Milei, y le dieron un triunfo ajustado. Que se sumó a la victoria en la mayoría de las provincias.
El gobierno liberal tiene ahora la posibilidad de retomar la ofensiva.
¿Lo logrará?
Sin embargo, todas las contradicciones se mantienen. El problema de la deuda sigue siendo una amenaza sobre el conjunto de la economía. Y los roces sobre la forma de encarar los próximos pasos es factor de crisis. La renuncia del Jefe de Gabinete y el Ministro de Interior esta semana es parte de estas contradicciones.
Luego de las elecciones, Milei anunció que acelerará las reformas regresivas pendientes, en el terreno laboral, previsional, impositivo. Y autorizó la entrada de tropas norteamericanas a las tres bases navales más importantes del país, sin necesidad de permiso del Congreso.
Pero la situación general del país es más endeble. El apoyo del peronismo se mantendrá, pero mucho más debilitado. Posiblemente el dato más profundo de este proceso electoral sea que, pese a los daños causados por el desempeño del gobierno, una parte fundamental de la clase obrera, en particular los más jóvenes, no quiere saber más nada con el peronismo.
Que eso haya servido para que triunfe Milei, no debe ocultarnos que posiblemente se esté dando un cambio histórico en nuestra clase, el inicio de una ruptura con su dirección de los últimos 20 años, aunque hoy se manifieste como una “orfandad” política y una gran confusión.
La resistencia obrera y popular frente a la ofensiva del gobierno puede dar lugar a un nuevo momento de la realidad, a nuevos y más duros enfrentamientos.
Preparar la lucha para derrotar a Trump y Milei
No se puede confiar en los dirigentes sindicales tradicionales, ni en los políticos de siempre. Lamentablemente, tampoco la izquierda, representada por el FITU -al cual apoyamos electoralmente-, ha logrado en este escenario un avance firme en su postulación. Su votación solo logró mantener los promedios de los últimos 14 años. Es producto de su adaptación al régimen democrático patronal, que llevó a que esos millones enojados con “la política” vean a la izquierda como “más de lo mismo”.
La realidad, marcada por un control de EEUU sobre el gobierno, empuja para una confrontación mayor, para enfrentamientos decisivos, en los que una nueva vanguardia deberá encontrar las formas de unificar y centralizar su pelea, dotarse de nuevos dirigentes y nuevas organizaciones, para poder pasar de la resistencia a la ofensiva hasta derrotar al proyecto del gobierno.
En primerísimo lugar, la necesidad de expulsar a Trump y su injerencia en Argentina, levantar un programa de ruptura con el imperialismo, un plan obrero y popular para detener la miseria y la decadencia, de la única forma posible: con la unidad obrera y popular de América Latina para lograr la Segunda y definitiva independencia, a través de una nueva revolución continental, que ponga camino hacia el socialismo.
- Documento a través del cual CFK, más allá de críticas oportunistas, se comprometió a velar por la gobernabilidad y dejar a Milei desarrollar su agenda.
- Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, sistema que favorece las inversiones extranjeras.
- Ver: “Por qué Trump le está prestando una atención especial a Sudamérica (y qué ha logrado hasta ahora con eso)” – BBC: https://www.bbc.com/mundo/articles/cdxr04dw1xeo
- Idem.
- En realidad, la participación electoral en todo el país fue la más baja desde 1983




