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Especial Palestina

El sionismo durante el Holocausto

diciembre 7, 2024

Por Alicia Sagra

El sionismo se presenta ante el mundo, como heredero de las víctimas del Holocausto. A partir de eso, realizan todo tipo de amenazas, acusando, muchas veces judicialmente, de “antisemitismo” a quienes enfrentan al estado sionista de Israel en defensa de Palestina.

Ese papel que se atribuye el sionismo, de representante de las víctimas del exterminio nazi, no tiene nada que ver con la verdad. En otros artículos ya lo hemos afirmado citando a destacados intelectuales judíos, como el historiador israelí Ilan Pappé[1] o el norteamericano Ralph Schoenman[2], ahora tomaremos como referencia a un sobreviviente del holocausto, Rudolph Vrba, considerado un héroe de los judíos.

El 10 de abril de 1944, junto con Alfred Wetzler, Vrba, realizó la gran hazaña de escapar de Auschwitz con el objetivo de advertir a los judíos húngaros de los planes de los nazis de exterminar a la última gran comunidad judía sobreviviente en Europa.

Su nombre volvió a tener repercusión internacional, con artículos publicados, en la Folha de São Paulo, en la BBC, y en otros medios, después de que Jonathan Freedland y John Murray, publicaron (en abril de 2023) el Best Seller, EL ARTISTA DEL ESCAPE: el hombre que se escapó de Auschwitz para advertir al mundo.

Jonathan Freedland es un destacado periodista del británico The Guardian y columnista del sionista Jewish Chronicle .

Como dice Tony Greenstein[3], en la Intifada Electrónica del 22 de agosto de 2024, llama la atención que ese conocido sionista liberal, escriba un libro reivindicando a un crítico del sionismo.

Greenstein plantea que: El problema de Freedland al querer escribir sobre este héroe judío del Holocausto es que Vrba no era sionista. El movimiento sionista, debido a la colaboración con los nazis (su deseo de sacar provecho de su ascenso al poder), prácticamente no tiene en su haber ningún héroe judío de la resistencia antinazi.

Noah Lucas, un historiador sionista crítico, describió cómo: “Cuando estalló el holocausto europeo, [el más tarde primer ministro israelí, David] Ben-Gurion lo vio como una oportunidad decisiva para el sionismo… Ben-Gurion, más que todos los demás, percibió las tremendas posibilidades inherentes a la dinámica del caos y la carnicería en Europa… En condiciones de paz, estaba claro que el sionismo no podía conmover a las masas del judaísmo mundial. Por lo tanto, las fuerzas desatadas por Hitler en todo su horror debían aprovecharse en beneficio del sionismo… A fines de 1942… la lucha por un estado judío se convirtió en la preocupación principal del movimiento”.

Los pocos sionistas que lucharon en la Resistencia, como Chajka Klinger, fueron extremadamente críticos del papel que desempeñó el movimiento sionista.[4]

Un pretendido homenaje, que falsea la historia del holocausto y del sionismo

El relato detallado de Vrba de los hechos ocurridos en Auschwitz, mostrando que no se trataba de un campo de concentración y trabajo, sino de un campo de exterminio, sirvió de base para el Informe Vrba-Wetzler de 1944. Ese informe fue uno de los tres documentos, presentados juntos como los Protocolos de Auschwitz, como prueba en los juicios de Núremberg (1945-1946).

Todo eso es muy reivindicado en el libro de Freedland, quien además hace grandes elogios a la astucia, la genialidad de ese escape, que parecía imposible, de uno de los más terribles campos de exterminio del nazismo.

Pero Frredland esconde una parte significativa de la vida del “héroe de Auschwitz”, lo que se convierte en una falsificación histórica al servicio del sionismo.

Vrba vivió en Eslovaquia, un estado títere nazi que se había separado de Checoslovaquia cuando Hitler lo invadió y desmembró en 1939. En febrero de 1942 fue citado para presentarse a la deportación. En marzo de 1942,  huyó a Hungría y visitó a los sionistas húngaros. Vrba describe,así, lo que sucedió:

Esa tarde fui a la Casa OMZSA, la sede de la organización sionista en Budapest. Allí le conté mi historia con todo detalle a un hombre de unos treinta y cinco años y rostro severo.

Reflexionó un momento antes de decir:

 “Estás en Budapest ilegalmente. ¿Es eso lo que estás tratando de decir?”

«Sí.»

“¿No sabes que estás infringiendo la ley?”

Asentí, preguntándome cómo un hombre con un cráneo tan duro podía ocupar lo que parecía una posición de responsabilidad.

“¿Y esperas conseguir trabajo aquí sin documentos?”

“Con documentos falsos.”

Si hubiera roto el Talmud y me hubiera lanzado sobre él, no creo que lo hubiera sorprendido más. Abrió la boca una o dos veces y luego rugió:

“¿No te das cuenta de que es mi deber entregarte a la policía?”

Ahora me tocó a mí quedarme boquiabierto. Un sionista entregaba a un judío a la policía fascista. Pensé que me estaba volviendo loco.

“¡Sal de aquí! ¡Sal tan rápido como un vendaval!”

Salí completamente desconcertado. Pasaron casi tres años antes de que me diera cuenta de lo que representaban la Casa OMZsA y los hombres que allí se encontraban.[5]

Tampoco se menciona en ese libro de pretendido homenaje a Vrba, lo publicado por éste en The Observer del 22 de setiembre de 1963. En esa publicación, respondiendo a Jacob Talmon, profesor de la Universidad Hebrea, quien criticó Hannah Arendt[6] por haber dicho que los Consejos Judíos colaboraron con los nazis,  Vrba preguntó:

“¿El Judenrat (Consejo Judío) de Hungría les dijo a sus judíos lo que les esperaba? No, se quedaron callados y por ese silencio algunos de sus líderes –por ejemplo, Kasztner[7]– intercambiaron sus propias vidas y las vidas de otros 1.684 judíos “prominentes” directamente con Eichmann”.[8]

Tampoco se menciona lo afirmado por Vrba en el Daily Herald de febrero de 1961: “Soy judío. A pesar de eso, de hecho por eso, acuso a ciertos líderes judíos de uno de los hechos más espantosos de la guerra. Este pequeño grupo de traidores sabía lo que les estaba sucediendo a sus hermanos en las cámaras de gas de Hitler y compraron sus propias vidas con el precio del silencio… Pude avisar a los líderes sionistas húngaros con tres semanas de antelación de que Eichmann planeaba enviar a un millón de sus judíos a sus cámaras de gas… Kasztner fue a ver a Eichmann y le dijo: “Conozco tus planes; perdona a algunos judíos de mi elección y me quedaré callado”.[9]

Por supuesto, que igualmente, nada de esto es mencionado en los artículos de la Folha de São Paulo, ni de la BBC, a los que nos referimos anteriormente.

Una vez más, estamos ante una manipulación de la historia realizada por el sionismo, con el apoyo de la prensa internacional.

Sionismo no es sinónimo de judaísmo, es sinónimo de nazismo.

Pero, a pesar de esas manipulaciones, el testimonio de Rudolph Vrba no puede ser tapado, y es otra prueba de que, lejos del sionismo ser representante de las víctimas del holocausto, fue un colaborador de sus ejecutores.

Es el mismo sionismo que hoy, desde el Estado de Israel, aplica los métodos del nazismo contra el pueblo palestino. Por eso, luchar por la destrucción del estado sionista de Israel, no es antisemitismo. Es una cuestión de humanidad. El genocidio en Gaza, los ataques en Cisjordania, los ataques al Líbano, muestran que es imposible garantizar la vida y la libertad de los pueblos de la región, mientras exista ese estado nazifascista.

¡Por un Estado Palestino Único, Laico, Democrático y No Racista, del río al mar!


[1] Ilan Pappé, A Limpeza Etnica de Palestina, Editora Sundermann

[2] História oculta do sionismo, Editora Sundermann

[3] Tony Greenstein, autor del libro El sionismo durante el holocausto (2022), es un activista y escritor judío-antisionista, británico. Fue miembro fundador de la Campaña de Solidaridad con Palestina. Se presentó al parlamento como representante de la Alianza por el Socialismo Verde. En 2018, fue expulsado del Partido Laborista acusado de antisemitismo.

[4] Intifada Electrónica, 22/08/ 2024

[5] Autobiografía de Vrba, citado por Tony Greenstein

[6] Hannah Arendt filósofa y política alemana de origem judío (1906-1975)

[7] Reszo Kasztner, líder sionista húngaro, fue quien recibió el informe Wetzler-Vrba, que no distribuyó. Años después, cuando hacía parte del gobierno de Israel fue acusado por un compatriota judío húngaro de haber colaborado con los nazis. El gobierno impulsó un juicio por calumnias contra el acusador. El juicio se volvió contra Kasztner cuando se comprobó que había declarado a favor de criminales nazis en los juicios de Nuremberg. Kasztner fue asesinado por agentes del Shin Bet en 1957.

[8] Citado por Tony Greenstein

[9] Idem

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