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25 abril, 2024

El periódico y los nuevos medios



No hay dudas sobre la importancia del uso de los medios difundidos en Internet para el fortalecimiento y divulgación de la lucha de los trabajadores, además de la agitación de las propuestas del partido revolucionario. Un ejemplo bastante contundente sucedió a inicio de este año con el proceso revolucionario egipcio.




La revolución que derrumbó al gobierno corrupto y dictatorial de Mubarak.



El asesinato del joven Khaled Said, preso, torturado y muerto por los agentes de la represión del régimen, en junio del año pasado, conmovió a todo Egipto. Su rostro ensangrentado, su nariz, maxilar y dientes destrozados se vuelve una imagen chocante que expone toda la brutalidad de la policía de Mubarak. Para protestar contra el brutal asesinato, otro joven, Wael Ghonim, creó en Facebook una página de protesta llamada “We Are All Khaled Said” (“Somos todos Khaled Said”), cuya versión en árabe reunió a más de un millón de personas. Wael Ghonim tal vez no imaginase lo que estaría por venir…



En enero del 2011, los vientos del levante en Túnez, finalmente, permiten el comienzo de la revolución egipcia el 25 de enero. Es ese día que se inicia la jornada de protestas que culminarían en el derrocamiento de Mubarak. Todas las protestas fueron articuladas a partir de las redes sociales y del microblog Twitter. Mundo afuera, #25jan o #tahir, en el lenguaje de las tags, se convirtieron en un símbolo de las jornadas revolucionarias.



La revolución de Egipto fue la primera en la cual la Internet ocupó un papel de suma importancia. A tal punto que, como nos contó en ese momento Luiz Gustavo, enviado de Opinión Socialista a El Cairo, la multitud en la Plaza Tahrir se aglutina para poder tocar y besar al joven Wael Ghonim.



Evidentemente que la revolución se da a partir de toda una base real sobre la cual la tecnología y las redes pudieron contribuir para la revuelta. “Los medios sociales desempeñaron un papel importante, pero no fue la raíz. Decir que ‘una página de Facebook comenzó la revolución’ es un cuento que no tiene ninguna verdad”, revela Aalam Wassef, uno de los jóvenes activistas que convocaron a las protestas, en entrevista al investigador Howard Rheingold. “El sentimiento revolucionario y la rabia comenzaron en las fábricas y en las casas, o mejor dicho, en los barrios marginales. Con una presión económica enorme”, sentencia Wassef.



Cualquier cambio en la estructura social no se da a partir de la voluntad y el deseo, sino apoyada en una situación concreta, en la realidad de un pueblo y de su tiempo. Obedece a una aritmética propia, con factores como la situación de la economía, las contradicciones sociales, la forma como el poder es ejercido, etc. Y, también, de nuestro lado, cómo los trabajadores y la clase obrera se organiza, no sólo en sindicatos, DCEs  (Directiva Central de Estudiantes) sino, principalmente, en sus direcciones políticas, sus organizaciones y partidos, que tienen el objetivo del poder político de la sociedad.



Así, los nuevos medios fueron hábilmente articulados con la realidad política que se presentaba en Egipto. Y el dictador Mubarak quedó tan asombrado con el poder de comunicación de los medios digitales que se vio obligado a “derrumbar” la Internet de todo el país por varios días.



Usar nuevos medios es una necesidad

 

Utilizada como herramienta integrada a la lucha real de los trabajadores, confrontada con las condiciones existentes, la tecnología y las redes pueden proporcionar episodios fantásticos como el de Egipto. O, incluso, pueden revelar la superexplotación a que los trabajadores son sometidos, además de divulgar sus luchas. Fue lo que sucedió con el vídeo de la profesora y militante del PSTU (Brasil), Amanda Gurgel en Youtube. El video con la intervención de la profesora causó una conmoción nacional. Miles de profesores, padres, alumnos y la población en general, se identificaron con las palabras de Amanda. Todos sienten en la piel la precariedad de la educación, las aulas superpobladas, la falta de infraestructura, los salarios bajos, etc. Por medio del repentino hecho del video, la profesora Amanda está divulgando las huelgas y luchas de los maestros del país, además de defender la bandera de la aplicación inmediata del 10% del PBI en educación en Brasil, o como se dice en el universo del Twitter: #dezporcentodopibja.



La utilización de los nuevos medios se volvió una necesidad para la lucha de los trabajadores. Una herramienta poderosa para taladrar el bloqueo impuesto por los grandes medios burgueses y llegar a millones.



Lenin también se preocupó en alertar a los bolcheviques sobre el advenimiento de las nuevas tecnologías de comunicación y la importancia de utilizarlas. En su época, la radio proporcionaba una revolución en la comunicación, comparable a Internet en nuestros días.



Después que los bolcheviques habían tomado el poder, Lenin escribió una carta para Mikhail Alexandrovich Bonch-Bruyevich, inventor en el área de radiodifusión. En ella, el revolucionario ruso elogia la potencialidad de la radio y afirma que con ese “periódico sin papel y sin distancias, con los altoparlantes y receptores hechos por B. Bruyevich, podremos conseguir centenas de oyentes y toda a Rusia escuchará el periódico leído en Moscú”. En otra carta, Lenin llega a tener una “bronca” con Dovgalevsky, comisario del pueblo para Correos y Telégrafos, que no estaría tratando la difusión del “periódico sin papel” con toda la atención que merecía.



¿Superación del periódico impreso?

 

Es bastante común escuchar que el advenimiento de la Internet está suplantando a los vehículos convencionales, como el periódico impreso, que estaría en vísperas de volverse obsoleto. Pero, ¿sería posible que apenas la Internet realizase el papel de agitador, propagandista y organizador colectivo como proponía Lenin sobre el rol del periódico? ¿Cómo se haría con los trabajadores que no tienen acceso a Internet?



Internet, Facebook, Twitter o Youtube son muy importantes y deben, sí, ser utilizados por un partido que quiera llegar a las grandes masas. Pero ellos no sustituyen al periódico de papel por un motivo muy simple: la política revolucionaria y la militancia socialista son actividades esencialmente humanas, es una relación entre trabajadores hechos de carne y hueso. Es algo para ser dicho a los ojos. Disputar la conciencia de las personas no significa solamente divulgar ideas, cosa que puede y debe ser hecha también por Internet sino, en primero lugar, participar de la vida y de las luchas de los trabajadores. Eso no se hace en casa, ante un computador, sino que se hace en cada lugar de trabajo, estudio y vivienda. En todos esos frentes de batalla, está presente el militante revolucionario, armado con su periódico.



Además, es importante recordar que el uso de nuevos medios encuentra una barrera que es la exclusión digital de aproximadamente 100 millones de brasileños (65 % de la población, según el IBGE –Instituto Brasileño de Geografía y Estadística). Esa es una barrera concreta que no puede ser ignorada por todos aquellos que pretenden alcanzar los sectores más explotados de la clase obrera. Como es imposible distribuir Tablets y Notebooks en las asambleas, escuelas y fábricas, el periódico continúa siendo, para esos trabajadores, la principal forma de acceso a las propuestas del partido revolucionario.



Internet cumple un papel de extrema importancia


Debemos dedicar todos los esfuerzos para dominar la tecnología y el lenguaje que surge, teniendo, sin embargo, conciencia de sus limitaciones. El periódico, por su lado, continúa siendo el centro de toda una red de comunicación, de la actividad de propaganda, de la agitación y organización del partido. Es el centro de una red, de un sistema de comunicación cuyo objetivo es aproximar a los trabajadores a las posiciones revolucionarias. Sin embargo, tal objetivo no puede ser plenamente realizado sin el apoyo del “periódico sin papel” de nuestros tiempos.

 

Traducción: Laura Sánchez

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