El origen del 8 de marzo

El origen del Día de la Mujer Trabajadora está atravesado por hitos importantes en la historia del siglo XX, como la Primera Guerra Mundial, la lucha internacional por el voto femenino, el auge del sindicalismo en Estados Unidos y Europa, y, en especial, la Revolución Rusa.
El primer antecedente del 8 de marzo se encuentra en la primera ola feminista. La incorporación de la mujer al trabajo generó una doble explotación: como asalariada y como trabajadora en el hogar, pero, al mismo tiempo, permitió su participación en las luchas sindicales y políticas. Fue con el movimiento sufragista, en 1908, que las mujeres del Partido Socialista norteamericano comenzaron a realizar acciones nacionales por el sufragio y los derechos laborales en los llamados Women’s Days, que lograban reunir a miles de trabajadoras.
En 1910, Clara Zetkin, en el II Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, propuso la organización de un Día Internacional de la Mujer Trabajadora, siguiendo el ejemplo de las estadounidenses, en repudio a las condiciones de opresión en las que se encontraban las obreras en el mundo y a favor del sufragio femenino sin restricciones. Este día se conmemoró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria y otros países de Europa.
Paralelamente a la lucha por el voto femenino, las mujeres trabajadoras venían peleando con fuerza desde finales del siglo XIX por sus derechos laborales, con marchas como las del sindicato de las costureras en 18571, 18672 y 19093 en Estados Unidos, y con paros de gran repercusión por el número de trabajadoras que participaron. Aunque recibieron apoyo, en muchos casos no vieron reconocidos sus derechos laborales ni sindicales.
Seis días después del primer Día Internacional de la Mujer, un incendio destruyó buena parte de las instalaciones de la Compañía de Blusas Triangle, donde murieron cientos de personas, en su mayoría mujeres, y muchas otras quedaron heridas. Esta tragedia visibilizó sus reivindicaciones y obligó a importantes cambios en las normas de seguridad y salud laboral en las fábricas.
El 8 de marzo de 1917: la chispa de la revolución
El 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en el antiguo calendario ruso) marcaría un antes y un después en la reivindicación de los derechos de las mujeres. Las obreras salieron a la calle para protestar contra la participación de Rusia en la guerra, la desigualdad en las condiciones laborales y la escasez de alimentos. Ese día estalló la revolución, que después fue conocida como la Revolución de Febrero, antesala de la Revolución de Octubre. “Nadie podría imaginar que aquel Día de la Mujer inauguraría la revolución”4.
La Revolución Rusa dio pasos agigantados en los derechos de la mujer: fueron las primeras en conseguir el derecho al voto, llevaron a cabo medidas para la participación de las mujeres en la política, legalizaron el aborto, intentaron acabar con la esclavitud doméstica, lucharon por la protección de la maternidad y la niñez abandonada, y tomaron medidas para que las mujeres salieran de la prostitución derogando las leyes zaristas. En los primeros años, el gobierno soviético dio a la mujer lo que ningún otro gobierno del mundo. A partir de entonces, en 1921, la Conferencia de Mujeres Comunistas de la recién fundada III Internacional fijó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Día de la mujer… Trabajadora
Luego, esta fecha fue abandonada junto con su historia y volvió a retomarse en los años 60 por el movimiento feminista. Posteriormente, la ONU, en 1975, estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer (quitando el adjetivo “trabajadora”), y la Unesco, en 1977, lo declaró un homenaje a las obreras muertas en 1857. Sin embargo, existe controversia y varias dudas históricas sobre la fecha del incendio, y todo indica que se trata de una mezcla de hechos.
Esta pérdida del carácter de lucha y de clase de la fecha ha dado paso a su comercialización y trivialización, incluso a su apropiación por parte de los patrones y de las mujeres burguesas. En el mejor de los casos, la historia de la fecha se reduce a la conmemoración de un incendio en la fábrica textil Cotton de Nueva York, donde habrían muerto cientos de obreras en 1908, omitiendo los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 en Rusia y su relación con las socialistas.
Más de un siglo ha pasado desde entonces y, a través de la lucha de nuestra clase, hemos conseguido muchas conquistas a nivel mundial. Sin embargo, con desigualdades de país a país, la igualdad formal o legal de las mujeres es una realidad en casi todo el mundo occidental.
Pero, a pesar de ello, hoy siguen existiendo tanto la explotación capitalista como la opresión machista. El imperialismo depredador, hoy en cabeza de Donald Trump, lleva a cabo una ofensiva sin precedentes contra las mujeres y todos los oprimidos. En Colombia, una ola de violencia feminicida nos azota, la brecha salarial y el trabajo doméstico continúan sin cambios.
Recuperar la historia del 8 de marzo y su relación con las reivindicaciones y luchas de las mujeres durante los siglos XIX y XX es un paso para rescatar esta fecha como un día de lucha y no de celebración. Las socialistas, las obreras rusas y las norteamericanas deben ser nuestra inspiración para continuar en las calles por nuestros derechos, contra la violencia machista, por nuestras reivindicaciones laborales y salariales, y por nuestros derechos sexuales y reproductivos.
Notas
[1] En 1857 se realiza la marcha del sindicato de costureras de la Compañía Textil de Lower East Side, de New York
[1] 1867, se desarrolla la huelga de las planchadoras de cuellos de la ciudad de Troy, en el estado de New York.
[1] 1909 se realiza la gran huelga de las obreras de la Compañía de Blusas Triangle, de la ciudad de Nueva York. y se conoce como la “sublevación de las 20.000”, una de sus demandas que no fue reconocida era la instalación de salidas de emergencia y la prohibición de mantener cerradas las puertas de la fábrica durante el trabajo. [1] Trotsky, en la Historia de la Revolución Rusa