Despidos masivos de trabajadores en El Salvador

marzo 26, 2010

Ya que a raíz de dicha crisis las remesas disminuyeron hasta en un 11% según estimaciones de la Cámara de Comercio e Industrias de El Salvador, para el presente año.
Con la gravedad de la crisis actual en nuestro país, mantener un empleo es fundamental. Según Alex Segovia (Secretario Técnico de la Presidencia) el desempleo podría llegar al 10% en el presente año, de igual manera en un informe, el PNUD sostiene que en El Salvador solo dos de cada diez salvadoreños tiene un empleo “decente”. Estos datos ilustran de forma somera el espectro del desempleo a nivel nacional, tomando en cuenta que aún no hay aplicación de políticas económicas claras del nuevo gobierno en el ámbito del empleo. La “fabrica de empleos” es todavía letra sobre papel, esto a pesar que según Segovia es una prioridad del ejecutivo que contempla su Estrategia de Desarrollo Productivo.
Ahora bien, el Vice Ministro de trabajo y proyección social, Calixto Mejía, aseguro que para finales del año pasado la cantidad de personas sin empleo ascendió a 50 mil. Cantidad tibia al parecer debido a la situación de subempleo de gran parte de ciudadanos en nuestro país, Mejía también argumenta no contar con datos actuales de la tasa de desempleo, por ello solo podemos utilizar estimaciones como proyección de la situación actual que enfrenta la clase trabajadora, esto unido a la situación de inseguridad social, el alto costo de los productos de la canasta básica, cuyo costo según un estudio de la Defensoría del Consumidor del año pasado revela que la canasta básica alimentaria cuesta $171.85; esto en términos sencillos tendría que ser aplicable a una persona que se encuentra desempleada y que tiene que asumir dicho costo. Retomando los datos anteriores si solo 2 de cada 10 personas tienen un empleo “decente”, las 8 personas restantes ¿Como equilibran su salario con el costo de la canasta básica alimentaria? para dar respuesta a dicha pregunta, basta visualizar a las remesas como atenuante así como también al acercamiento de muchas personas hacia el crédito personal, cuya situación ha provocado un proceso de endeudamiento personal muy abultado, debido a los altos intereses de dichos préstamos.
Despidos de trabajadores públicos
Los despidos de empleados del sector público, han sido una constante en los últimos meses, con el interés mediático tanto de los partidos políticos de derecha, así como también del resto de periódicos y medios de comunicación audio-visual, sensacionalistas. Por su parte el partido ARENA, ha llamado a los empleados públicos a no firmar las cartas de renuncia, realmente paradójica esta situación debido a la cantidad de despidos que está impulsando la alcaldía capitalina a cargo de Norman Quijano, cuyo partido político se ha caracterizado por llevar a cabo despidos masivos y poner en práctica políticas anti laborales, veamos entonces las cifras de cesados por la alcaldía capitalina, 300 trabajadores despedidos, sin posibilidad de la renovación de sus contratos, así como también en la Alcaldía de Antiguo Cuscatlán a cargo de Milagro Navas, quien ha despedido más de 600 trabajadores.
Como ya es costumbre del gobierno de Funes-FMLN, se ha llevado a cabo la conformación de una comisión en coordinación con la PDDH, cuyo titular Oscar Luna en conjunto con el Ministerio de Hacienda, están llevando a cabo la revisión de documentación para examinar caso por caso la situación de los ex empleados públicos. Por un lado el partido de derecha muestra un trato embustero e hipócrita si se toma en cuenta que ellos como partido tradicional de la burguesía fueron quienes impulsaron, durante los veinte años de dictadura arenera, la flexibilización laboral dentro del Estado, trasladando a empleados de la Ley de Salarios a contratos anuales y ahora pretenden sacar tajada política del problema, por otra parte del lado del gobierno se plantea una solución meramente superflua que no aterriza en la esencia de la situación a la problemática de despidos masivos que tienen que ver como apuntamos arriba a una política internacional de flexibilización laboral a nivel privado y estatal.
Las tendencias de las violaciones laborales
En nuestro país, se demuestra una clara tendencia de las violaciones laborales y sindicales, como por ejemplo, el derecho de sindicalización, de negociación colectiva y de huelga. La no aceptación de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por parte del gobierno salvadoreño, ejemplificaba la situación precaria de los trabajadores en el sector público. En agosto de 2006, El Salvador ratificó el Convenio 87 de la OIT el cual establece la libertad de asociación en referencia a los sindicatos, sin excepción. No entraron en vigencia en El Salvador hasta septiembre de 2007. Un mes después de la entrada en vigencia, en octubre de 2007, la Corte Suprema de Justicia declaró a los Convenios 87 y 98 de la OIT inconstitucionales por conceder el derecho de sindicalización a los empleados públicos. El fallo de la Corte también niega el derecho a huelga de los empleados del sector público por el razonamiento que una huelga de servidores públicos puede impedir las funciones del interés público.
Aunado a esto el asesinato de líderes sindicales es una situación cotidiana y normal en nuestro país, no solo se hacen de oídos sordos, sino también se premia a los asesinos dejándolos libres para continuar con su acción homicida. En América Latina se han registrado 66 asesinatos en el año 2008. Por ejemplos en el ex estado Obrero de China se continúa prohibiendo la existencia de sindicatos independientes. Aquellos que intentan organizar a grupos de trabajadores o protestas suelen ser arrestados, y en ocasiones condenados a penas de prisión o de «reeducación mediante el trabajo». Esto es solo una parte de las tendencias de las violaciones laborales a escala mundial.
Situación de la clase trabajadora salvadoreña
Actualmente la aguda situación por la que atraviesa la clase trabajadora salvadoreña, es difícil. El aumento de los productos de la canasta básica alimentaria, el aumento del costo de los servicios públicos y las constantes amenazas físicas producto de los actos delincuenciales, la situación de desempleo e inseguridad laboral, aunado a las graves violaciones a los derechos laborales, como a la libre sindicalización ponen en evidencia las ataduras que posee la clase trabajadora a la hora de defenderse del maltrato de la burguesía empresarial en nuestro país. Las limitantes de los derechos al contrato colectivo también ponen en entredicho la democracia burguesa que se aprovecha de cualquier vacio de ley para interpretar a su favor la aplicación de las leyes como herramienta fundamental de su dominio. En un gobierno del FMLN en el cual la lucha por la sindicalización y la defensa de los derechos laborales ha sido antes de ser gobierno su reivindicación central, parece ser que ya ubicado en el ejecutivo dicha luchas han quedado relegadas.
¿Ha donde ha quedado la defensa de los derechos de la clase trabajadora? Pareciera que han quedado desligados del interés central del ejecutivo, porque pareciera que en este momento tiene como prioridad quedar bien con los empresarios, y permitirles continuar con el saqueo. Por ello como MSTC consideramos que es de vital importancia la defensa de los derechos laborales, el desempleo exige consignas centrales como la escala móvil de salarios, es decir que se aseguren aumentos automáticos de los salarios en proporción al aumento de los productos de la canasta básica alimentaria, la escala móvil de horas de trabajo, sobre la base de que todo el trabajo disponible se dividirá entre todos los trabajadores, es decir que la jornada de trabajo se reduzca de forma que se garantice trabajo para todos. Por ello consideramos que es nuestra obligación como revolucionarios apoyar incondicionalmente a la clase trabajadora en su lucha contra el desempleo, tanto estructural como coyuntural, solo la unificación de la clase trabajadora en defensa de sus reivindicaciones pueden hacer triunfar las consignas planteadas, hacemos un llamado extensivo a llevar a cabo movilizaciones exigiendo la creación de empleo que contemple todos los derechos laborales de los que se ha privado a la clase trabajadora.
Fuente: Lucha Socialista n° 14
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