Vie Abr 19, 2024
19 abril, 2024

¡Contra la violencia machista, a las calles junto a los pueblos en lucha!

25N: Las mujeres nos paramos contra Duque y su plan

Hoy, nuestra marcha y nuestra lucha hacen parte de la creciente y masiva protesta de la clase trabajadora, de la juventud, de los indígenas y sectores populares iniciada con el gran paro del 21N. Por eso este Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer se llena de contenido más allá de nuestras propias reivindicaciones.

Hoy exigimos el cese de la violencia y la represión contra los manifestantes que ya cobra numerosos heridos y detenidos y lesionados y qué mejor que saliendo masivamente a las calles como lo está haciendo esta valiente vanguardia estudiantil.

Hoy volvemos a recordar que hace ya casi 60 años, un 25 de noviembre, las hermanas Mirabal eran asesinadas por enfrentar la dictadura de Trujillo en República Dominicana y que para nosotras no es un día formal decretado por la ONU sino un día de lucha, un día para denunciar la violencia cotidiana que ejercen sobre nosotras y que asesina a decenas de miles al año.

Hoy, millones de mujeres en el mundo están peleando contra dictaduras y gobiernos “democráticos”, diciendo que hay que cambiarlo todo porque así no se puede seguir y la mejor forma de luchar contra la violencia machista es que nosotras sigamos al frente de esas peleas en las calles del mundo entero.

La ONU y la OMS quieren mostrar que la situación de la mujer ha mejorado, pero hasta sus propias estadísticas indican lo contrario: 120 millones de mujeres fueron víctimas de abuso sexual en algún momento de sus vidas y 60 mil mueren cada año en manos en casos de feminicidios en los que casi la mitad son por su pareja o algún miembro varón de la familia.

Estas estadísticas incompletas al no tener registrados los transfemicidios, y sabiendo que muchos casos no se denuncian por ser perpetrados por un familiar. En todo el mundo se realizan 22 millones de abortos inseguros al año, la mayoría en países pobres y que llevan a muchas mujeres a la muerte o mutilación. Ni hablar la violencia institucional que se sufre en los países que está prohibido completamente, como por ejemplo El Salvador que tiene el extremo de encarcelar mujeres que tuvieron abortos espontáneos. En la Unión Europea, el 50% de las mujeres desde los 15 años ha sufrido algún tipo de acoso sexual; 1 de cada 3 europeos, justifican el abuso sexual en algunos casos. En África central y meridional el 40% de las jóvenes se casan antes de los 18 años y el 14% son obligadas a hacerlo antes de los 15.

Nosotras también decimos ¡Basta!

La crisis económica, el hambre y la desigualdad golpean con mucha fuerza sobre las mujeres. Nos violentan con salarios de hambre, con recortes en la salud y la educación nuestra y de nuestros hijos, ni siquiera nos dejan jubilarnos dignamente.

Nosotras somos discriminadas al migrar de nuestra tierra en busca de un poco de pan, somos objetos sexuales de las grandes corporaciones para vender sus productos y luego condenadas cuando decidimos libremente sobre nuestra sexualidad.

Las jóvenes sufrimos la falta de trabajo, así como la precarización brutal, que muchas veces va acompañada de acoso sexual en el trabajo. Junto a las niñas somos víctimas permanentes de redes de trata y caminamos con miedo por las calles.

La discriminación laboral y la violencia aumenta sobre las que somos negras, indígenas o migrantes, nuestras muertes pasan sin conmoción alguna en los medios de comunicación y forman parte de una estadística vacía. Las travestis y trans difícilmente tenemos acceso al trabajo, nos arrojan al flagelo de la prostitución donde la policía nos persigue, golpea y viola sin posibilidad alguna de defensa. Ni hablar del derecho a la identidad de género u orientación sexual que en la mayoría de los países no es aceptado.

Pero el pueblo dice basta y nosotras también. Las masas en Ecuador, Haití, Puerto Rico, Hong Kong, Irak, Chile y Bolivia han salido a las calles. Allí vemos a las mujeres al frente de la lucha, derribando todos los prejuicios y peleando contra sus gobiernos por una vida más digna. Las mujeres bolivianas, con sus hijos a cuestas, enfrentan el golpe racista de derecha en su país y muestran que ellas son parte de la lucha. Las jóvenes chilenas enfrentan la represión de Piñera y se organizan en asambleas populares. Las jubiladas caminan por sus derechos en el Estado Español y las jóvenes catalanas se ponen al frente de la lucha por la independencia. Las masas en nuestro país hemos entrado en este torrente mundial de protesta contra el capitalismo.

¡Basta de violencia hacia las mujeres, basta de explotación!

La opresión que sufrimos es un instrumento para explotarnos más, para sacar beneficios de nuestro sufrimiento en favor de los grandes capitalistas. Los derechos de igualdad de género deben ser parte de los reclamos de todos y no sólo de nosotras. Terminar con la violencia machista implica terminar con este sistema que perpetúa nuestra opresión para el beneficio de los capitalistas. No decimos que la revolución resolverá de inmediato todos nuestros problemas, pero estamos convencidas de que sin ella no habrá salida.

¡Basta de violencia machista!

¡Basta de opresión y explotación!

¡Viva la lucha del pueblo en las calles!

¡No más ESMAD!

¡No más asesinatos a Luchadoras sociales!

¡Abajo Duque y su Paquetazo!

¡No a la Conversación Nacional de Duque, vamos al Paro Nacional Indefinido!

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