Por Unidad Socialista de los Trabajadores
La clase obrera venezolana sufre este jueves 17 de octubre una gran pérdida. Se nos fue un guerrero, se nos fue el “Comandante Carmelo”, nombre con el cual quiso ser conocido Manuel Yeguez. Militante obrero internacionalista. Carmelo fue un apasionado por la lucha contra la desigualdad social, contra el capitalismo. Acreditaba fielmente en la fuerza de la clase trabajadora.
Los que militamos con él sabemos de su convicción, su temperamento, su temple para enfrentarse al patrón.
Carmelo, a pesar de no estar ligado a ningún partido político, jugó un papel fundamental en la formación de cuadros revolucionarios, en el oriente del país, con la creación de la Escuela de Cuadros Unidad Proletaria, organización que consiguió dar fruto a una camada de compañeros y compañeras luchadores(as) ganados para proyectos clasistas revolucionarios.
Hoy la UST (Unidad Socialista de los Tabajadores) en Venezuela, sección venezolana de la LITCI (Liga internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional) se une al duelo que embarga a los compañeros que fueron sus alumnos, Leo, Anita, Luis D…, y a quienes lo conocieron en la luchas militantes; muy especialmente a su hijo Leonardo Arantes militante de nuestra organización.
Carmelo decía a los estudiantes: “ustedes vayan a la fábrica, a proletarizarse, a vivir como vivimos los obreros y a sentir la rabia contra el burgués”… y a los obreros les decía “ ustedes tomen en sus manos la teoría marxista, estudien, háganse intelectuales, para que entiendan que somos la única clase capaz de destruir el sistema capitalista”.
Para quienes lo conocimos, sabemos que fue hombre revolucionario de convicción, íntegro y con una moral inquebrantable. Su lucha contra el capitalismo fue constante. Su entrega por los derechos de la clase trabajadora, incomparable. Todo su talento, su tiempo y su vida fue colocada a la disposición del proyecto político por liberar a nuestra clase.
Gracias Carmelo por todas las enseñanzas que dejaste a tu generación y a las nuevas generaciones.
Aprendimos a quererte, desde la histórica altura, donde el sol de tu bravura le puso un cerco a la muerte, aquí se queda la clara, la entrañable transparencia…
¡Hasta Siempre Comandante Carmelo!
¡Hasta el Socialismo Siempre!
