Brasil: “Nuestra pauta es el medio ambiente, un derecho de la población como un todo”
A finales de junio, los servidores ambientales iniciaron una huelga, luego de que el gobierno federal abandonara la mesa de negociaciones donde discutían demandas presentadas por la categoría, como la reestructuración de carrera.
Por: Redacción Opinião Socialista
Opinião Socialista entrevistó a Jerônimo Carvalho Martins, miembro del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), miembro de la Asociación de Servidores de la Carrera Especializados en Medio Ambiente del Estado de São Paulo y Paraná y de la junta directiva de la Asociación Nacional de Servidores de la Carrera de Especialista en Medio Ambiente. Vea la entrevista.
¿Cuál es el estado de la huelga de los servidores ambientales? ¿Qué exige el movimiento?
Jerônimo – Intentamos iniciar un diálogo con el gobierno, aún en agosto del año pasado, cuando presentamos nuestra propuesta de reestructuración de carrera, que es una propuesta que se discute desde 2015.
No se trata simplemente de un ajuste o recomposición salarial. La propuesta busca corregir las distorsiones entre los cargos. Hay una diferencia muy grande en la remuneración del analista ambiental con relación al técnico ambiental y del técnico con relación al auxiliar, que son tres cargos que existen en la carrera. Para tener una idea, el técnico gana menos de 50% de lo que gana el analista y, en ocasiones, realiza funciones muy similares.
Queremos cambiar la proporción de la remuneración total. Hoy, más o menos la mitad del salario es una bonificación. Si el gobierno quiere tomar represalias contra nosotros, bajará el bono. Queremos cambiar la proporción, situando nuestro salario básico en 70% de la remuneración total.
¿Cuáles son las otras demandas?
Hay otra cuestión que es la indemnización de frontera, que tienen todos los que trabajan en las fronteras. Nosotros también estamos sujetos a diversos riesgos y a las condiciones precarias de las fronteras. Por ejemplo, un servidor que está ahí en la Cabeça do Cachorro [área ubicada en el extremo noroeste del Brasil, Estado de Amazonas, en la región fronteriza con Colombia y Venezuela], en la frontera con Bolivia y en lugares remotos, de difícil capacidad, es muy complicado mantenerse como servidor.
También abogamos por una bonificación por actividades de riesgo. Estamos sujetos a una serie de riesgos, enfrentamientos con infractores ambientales, intercambiando tiros, de verdad. Hay una situación de riesgo para la salud. Hay una situación de combate a incendios, entre otras.
También estamos pidiendo que se haga concurso, porque como la carrera está muy desactualizada estamos viviendo una deserción de personas. Cuando surge otra oportunidad, el servidor va a hacer otro concurso para otra carrera.
Y en los últimos meses, ¿cómo han sido las negociaciones con el gobierno?
En verdad, de hecho, no hubo negociación. Enviamos esta propuesta en agosto y los empleados del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) estaban irritados por la lentitud del proceso y la falta de respuesta del gobierno federal. Por eso, iniciaron un movimiento, negándose a acudir a operativos de fiscalización en la Amazonía, que es una especie de reclutamiento voluntario. A este movimiento se sumaron también los inspectores del ICMBio y otros grupos de servidores.
¿Qué se descubrió en este proceso? Descubrimos que, entre enero y febrero, el Ministerio de Gestión e Innovación en Servicios Públicos ni siquiera conocía nuestra propuesta, ni siquiera había mirado el documento. Ahora, el Ministerio [dice] que está trabajando con el techo presupuestario.
¿La huelga afecta el trabajo de licenciamiento ambiental?
Sí, la huelga afecta todos estos trabajos. También del personal que otorga licencias petroleras y que trabaja con la exportación de madera.
¿Afecta también eventos de emergencia, como incendios forestales?
No. Cuando iniciamos el paro, ahora, el 1 de julio, después de mucha espera e intento de diálogo, presentamos un documento al gobierno que enumeraba aquellas actividades que considerábamos esenciales. En el caso de emergencias ambientales, damos respuesta al 100% de las incidencias. Licencia Ambiental de emprendimiento no tiene carácter de emergencia, esencial. Puede esperar. No pone en peligro la vida.
Casi militamos por el trabajo que hacemos, a pesar de las malas condiciones laborales y salariales.
Usted ha hablado mucho del colapso del área ambiental si no se cumplen las demandas de la categoría. ¿Cuál sería este colapso?
Hay una enorme salida de empleados [ambientales] hacia otras carreras. No hay ningún estímulo para quedarse en ciertos lugares que son más complicados, como en el interior de la Amazonía.
Aún está el tema del personal que está por jubilarse y no hay concursos para reemplazar a los que se jubilan. Pero no tiene sentido participar en el concurso si la carrera no es atractiva. Ahí es donde está el nudo. Por eso estamos peleando.
Con el vaciamiento, se empieza a ver una tercerización masiva, vía la contratación de agentes ambientales temporarios. Los agentes temporarios muchas veces están sujetos a más presiones externas.
¿Cómo compara la situación de los servidores con el gobierno anterior, en relación con el actual?
Tenemos que tener cuidado para no nivelar las cosas. En el gobierno pasado hubo gente amenazada, compañeros que estaban siendo perseguidos, asedio moral. Hubo un colega que fue despedido sin causa justa. Eso es lo que vi suceder. Habían “grampeado” [intervenido] a un servidor. [Hubo] un empleado que fue despedido de un puesto de confianza porque se negaba a hacer lo que ciertos jefes le ordenaban. Servidor que tenía una operación de incautación de ganado en la Reserva Biológica Serra do Cachimbo, que fue cancelada porque el director de la época dijo que no se tenía que hacer.
¿Qué no vemos que suceda ahora? El trato que esperábamos era otro. Con las fuerzas con las que hoy trabaja el gobierno, para poder cumplir el mandato, tampoco se podía esperar mucha cosa diferente.
Y ahí es donde entra la cuestión del papel del movimiento social: reivindicar. Nuestra pauta es el medio ambiente, un derecho de la población como un todo. No sólo estamos trabajando por nuestros derechos laborales. Seguimos esforzándonos. Incluso ahora, el viernes pasado (19/07), en Santarém (Pará), durante un evento con la ministra Marina Silva, nuestros colegas se manifestaban a favor de la cuestión de la carrera y se les impidió entrar al edificio [donde estaba la ministra].
Seguimos en la lucha. Porque para nosotros hay un límite presupuestario; pero, para los otros, el límite es bien otro.
Artículo publicado en www.opiniaosocialista.com.br, 25/7/2024.-
Traducción: Natalia Estrada.