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28 marzo, 2024

Argentina: Los pañuelos celestes muestran su verdadera cara

El pasado 4 de septiembre, varias comisiones de la cámara de diputados votaron un dictamen favorable para que la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) sea modificada en el Congreso. El proyecto que presentan  legisladores que acompañaron la legalización del aborto, plantea entre otras cosas, hacer obligatoria la ley que en este momento sólo se aplica en 9 provincias de las 24 (incluyendo CABA) que conforman el país completo.

Por: PSTU Argentina

La actual ESI, que fue sancionada por el gobierno de Cristina en 2006, no obliga a las provincias a aplicarla y deja que las escuelas confesionales  adapten los contenidos “al ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”. Es decir, que las creencias religiosas pueden ponerse por encima de  la educación laica y científica que deberían recibir todas las niñas y niños de Argentina.

La hipocresía del gobierno de Macri se revela a fondo en esta cuestión, si fuera cierto que le importan las dos vidas como dijeron Vidal y Micheti, no estarían impidiendo que la ESI se aplique o reduciendo el presupuesto educativo y de salud, junto a la destitución de los ministerios correspondientes.

Mentiras en nombre de “las dos vidas”

Los desesperados intentos que hicieron los militantes de los pañuelos celestes para impedir la legalización del aborto incluyeron hablar mucho de la necesidad de la educación, para evitar los abortos. Pero ahora que se está debatiendo extender ese derecho a todos los rincones del país, militan en contra de que así sea.

En la audiencia pública que convocaron los diputados del FIT para presentar este proyecto, los pasillos del Congreso se llenaron de celestes, de imágenes de la virgen y se escucharon gritos y provocaciones ante la posibilidad de hablar de sexualidad en las escuelas. La Iglesia Católica, junto a las evangélicas, quieren mantener la sumisión de las mujeres, el analfabetismo sexual entre los pobres y así seguir ostentando el poder de administrar la pobreza para enriquecerse ellos. Hasta el propio Bulrich (quien fue ministro de educación) admitió que la ESI no se aplica por presión de la Iglesia.

Así como mienten cuando dicen que hay que acompañar a la madre aunque el embarazo sea no deseado, pero festejan que se quiten las asignaciones universales, que despidan  salvajemente, que se recorten las pensiones por discapacidad, que se cierren hospitales y escuelas. También mienten cuando dicen que todo se soluciona con educación, pero vuelven a militar para impedir que avancemos en un derecho tan elemental como es el de saber qué hacer con nuestra sexualidad.

Iglesia: con mis hijos no te metas

Este sector reaccionario ha lanzado una campaña militante en las redes sociales bajo el lema:  #Con mis hijos no te metas. Allí plantean retroceder a siglos pasados donde la educación no era un deber del Estado, sino un privilegio que dependía de la familia.

Como todos los sectores que defienden la propiedad privada, los celestes creen que sus hijos son mercancías suyas, que tienen poder absoluto sobre sus mentes y vidas, y no ven que son seres humanos que sólo necesitan acompañamiento hasta que puedan decidir por ellos mismos.  Que irónico que los mismos que hace no más de 40 años estaban en contra de que las mujeres tuvieran patria potestad compartida con los hombres, hoy apelen a ese derecho para negarle la educación a sus propios hijos.

Si hay un grito que deberían dar para decir con mis hijos no te metas, es a la pedófila iglesia católica que tiene un historial horroroso de abusos a niños y niñas. Esos que se metieron con los hijos de las mujeres que fueron desaparecidas en la última dictadura militar, robándolos y negándoles la identidad, esos mismos se niegan a que sus hijas e hijos puedan decidir sobre su sexualidad sobre la base de tener la información científica que merecen.

 

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