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Ecuador

Paro Nacional en Ecuador: Gobierno de Noboa asesina a dirigente indígena y la movilización se amplía

octubre 1, 2025

Por Lena Souza

El Paro Nacional que sacude al Ecuador ha entrado en un momento decisivo. La violencia del gobierno de Daniel Noboa alcanzó un nuevo nivel con el asesinato del dirigente indígena Efraín Fueres en Imbabura, producto de la represión militar. Lejos de detener la protesta, este crimen ha multiplicado la indignación en todo el país y ha consolidado la resistencia popular.

Noboa desata todo el aparato represivo: bombas, armas y militarización de las provincias

El Ejecutivo ha lanzado a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas contra las movilizaciones, usando gases lacrimógenos, bombas aturdidoras e incluso armas de fuego contra comunidades enteras. Los testimonios que circulan desde distintas provincias denuncian allanamientos, detenciones arbitrarias, hostigamiento, así como ataques a centros comunitarios donde los manifestantes se resguardan.

La violencia estatal busca aplastar a un pueblo que reclama por el alto costo de vida, la eliminación de subsidios y la falta de atención a la salud, la educación y la seguridad. Sin embargo, lo que se observa es que cada nuevo acto represivo genera más resistencia en las carreteras, en las comunidades y en las ciudades.

Imbabura de luto: el ejército asesina al líder indígena Efraín Fueres

En la provincia de Imbabura, durante un operativo militar contra los manifestantes, las balas del ejército acabaron con la vida de Efraín Fueres, reconocido líder comunitario. Su asesinato ha desnudado la brutal represión estatal a ojos de toda la población y se ha convertido em un motor de mayor unidad entre las nacionalidades indígenas y los sectores populares.

Las protestas en las calles retumban con el grito: “¡Imbabura aguanta, Ecuador se levanta!”, acompañado de los señalamientos directos contra los militares a quienes el pueblo llama “¡Asesinos!”, y la exigencia de “¡Fuera Noboa!”, que gana fuerza como consigna central de la resistencia.

Criminalización y persecución: manifestantes acusados de terrorismo y trasladados a cárceles de alta peligrosidad

La represión también se presenta en la abierta criminalización de la protesta. El gobierno declaró “terroristas” a doce manifestantes detenidos en la provincia de Imbabura y los mismos  han sido trasladados a cárceles de otras provincias, las mismas donde vienen produciendose massacres sangrientas entre bandas narcotraficantes, poniendo en grave riesgo sus vidas.

Esta acción revela no solo la intención de aterrorizar al pueblo movilizado, sino también la estrategia del gobierno de utilizar el sistema carcelario —marcado por el hacinamiento, la violencia y el control mafioso— como un mecanismo de castigo y exterminio contra los luchadores sociales.

Condena nacional e internacional por la represión del gobierno

Diversos organismos de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, han emitido comunicados condenando la represión del gobierno ecuatoriano. La Organización Mundial contra la Tortura expresó su preocupación por el uso desproporcionado de la fuerza y exigió garantías para el derecho a la protesta. Organizaciones como la Alianza por Derechos Humanos de Ecuador señala, en uno de sus informes, que los derechos más vulnerados son el derecho a la protesta, la integridad personal, la libertad de expresión y la libertad personal y otros  y Amnistía Internacional han advertido que el asesinato de Efraín Fueres y la criminalización de manifestantes constituyen graves violaciones de derechos humanos .

Estas voces refuerzan lo que el pueblo ya grita en las calles: que la represión no es un “exceso” sino una política de Estado impulsada por Noboa, cuyo gobierno se sostiene en la violencia y en el desprecio por la vida.

Noboa cierra las puertas al diálogo y endurece la represión: cortes de luz, internet y estado de sitio de facto

Noboa declaró  que no dialogará con la CONAIE ni con las organizaciones movilizadas. Fortalecido en el aparato militar, el gobierno recurre a tácticas de guerra interna: cortes de luz y de internet en zonas movilizadas, militarización de territorios indígenas y ataques contra radios comunitarias que informan sobre lo que sucede.

Estas medidas de control y silencio buscan aislar al movimiento indígena y popular, impidiendo la comunicación de las comunidades entre sí y con el resto del país. Se trata de una política autoritaria que confirma el rumbo represivo del actual régimen.

El pueblo movilizado también denuncia que el aumento del IVA del 12% al 15%, impuesto por el gobierno de Noboa bajo el pretexto de “resolver la crisis económica”, en realidad se ha destinado al fortalecimiento del aparato militar y represivo. Mientras millones de ecuatorianos enfrentan un encarecimiento brutal del costo de vida, esos recursos son utilizados para comprar armas, equipos antimotines y financiar la represión contra los mismos ciudadanos que rechazan las medidas neoliberales.

Medios comunitarios informan la verdad, mientras la gran prensa encubre y respalda al gobierno

En este escenario, los medios comunitarios cumplen un rol fundamental: son ellos quienes informan con veracidad sobre lo que sucede en las carreteras, las comunidades y las provincias en resistencia. Frente a los intentos del gobierno de silenciar al movimiento, las radios y plataformas populares mantienen vivo el relato de los hechos reales, dando voz a las víctimas de la represión.

En contraste, los grandes medios de comunicación —alineados con los intereses del gobierno y de los grupos económicos— minimizan la represión, justifican la violencia estatal y criminalizan a los manifestantes. Mientras la prensa empresarial habla de “desórdenes” y “terrorismo”, son los medios comunitarios los que muestran las imágenes del pueblo movilizado y denuncian el asesinato de Efraín Fueres como lo que realmente es: un crimen de Estado.

El Paro se extiende: CONAIE anuncia ampliación de bloqueos y resistencia en el noveno día de lucha

Lejos de debilitarse, el Paro Nacional entra en su noveno día con mayor fuerza. La CONAIE ha anunciado la ampliación de las acciones a nuevas provincias, intensificando los cortes de carreteras, las concentraciones en las ciudades y la autodefensa comunitaria.

Sectores estudiantiles, campesinos y barriales se suman a las protestas, conformando un amplio bloque popular que exige la derogación de las medidas neoliberales, justicia para los caídos, libertad para los presos y una vida digna para el pueblo ecuatoriano.

La solidaridad internacional se vuelve urgente e indispensable

La situación en Ecuador exige una respuesta inmediata de los pueblos y organizaciones del mundo. Cada denuncia, cada pronunciamiento, cada acto de solidaridad internacional ayuda a frenar la violencia del Estado y a visibilizar la lucha del pueblo ecuatoriano.

El asesinato de Efraín Fueres, la criminalización de los doce manifestantes de Imbabura y el grito popular de “Fuera Noboa” no pueden quedar en silencio. La comunidad internacional debe denunciar este plan represivo que busca imponer el miedo y el silencio. La lucha en Ecuador es también una lucha continental contra el neoliberalismo, la militarización y la entrega de la soberanía.

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