DANA en Valencia: La clase trabajadora paga las consecuencias de la emergencia ambiental
Hemos visto imágenes espantosas de las consecuencias de la DANA en Valencia. Casas y residencias de ancianos inundadas, coches amontonados a causa de las lluvias torrenciales, personas atrapadas, el 112 colapsado… La cifra de muertos, al 3 de noviembre, se elevaba a 217, pero no podemos descartar que sea mayor, porque a estas horas aún hay personas que siguen desaparecidas.
Por Corriente Roja
Lo que estamos viviendo hoy en Valencia es la consecuencia natural de la inacción por parte de gobiernos, empresas e instituciones frente al cambio climático, y el resultado de recortar en servicios públicos, como hizo Carlos Mazón (PP) suprimiendo la Unidad Valenciana de Emergencia.
Seguramente muchas de las muertes y el caos generado podría haber sido evitado, si el gobierno valenciano hubiera activado MUCHO antes la alerta de protección civil, pues la AEMET avisó de fenómenos meteorológicos adversos el domingo 27 de octubre y la alerta en Valencia no llegó hasta el mismo martes 29 a las 20h, cuando la catástrofe ya estaba en marcha y avanzando. Tampoco nos sirve de nada y nos indigna profundamente el llamamiento tardío de la señora ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pidiendo responsabilidad a las empresas y apelando al artículo 14 de la Ley de prevención de riesgos laborales…
¿El resultado? Decenas de desaparecidos, empresas obligando a sus trabajadores/as a ir a trabajar y 217 fallecidos/as. Una vez más se nos demuestra que, bajo el capitalismo, los beneficios van por encima de nuestras vidas y somos nosotros y nosotras, la clase trabajadora, quienes pagamos las consecuencias del desastre medioambiental que han insistido en negar que existe o que nos puede afectar.
Exigimos la inmediata dimisión de Carlos Mazón, que se abra una investigación de todas las empresas que han puesto en peligro a sus trabajadores/as y que son responsables directos de esas muertes y que se les sancione, empezando por Mercadona y empresas de reparto a domicilio.
Queremos, también, mandar todo nuestro apoyo a las personas afectadas y nuestro más sincero pésame a familiares y amistades de las personas fallecidas. Ningún ataque más a la clase trabajadora.
Hoy es más necesario que nunca organizarnos para hacer frente a la emergencia medioambiental y a los ataques de la patronal y la burguesía, para no seguir pagando las consecuencias con nuestras vidas, por unas medidas de urgencia que hagan frente al cambio climático y estén al servicio de la clase trabajadora y el pueblo, y no de las empresas y sus bolsillos.
Recortar servicios públicos mata. El capitalismo mata. Hoy más que nunca, organizarse es una necesidad para sobrevivir.