Por Otávio Calegari
Después del sorpresivo ataque del Hamas a Israel el último 7 de octubre, que mató a más de 1.400 israelíes y tomó a más de 200 rehenes, Israel inició una enorme movilización de tropas y una serie de bombardeos a la Franja de Gaza. Hasta este momento, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, Israel ya mató a más de 6500 palestinos (más de 2700 niños), destruyó miles de casas y edificios y mantiene a más de 2 millones de habitantes de Gaza en las más brutales condiciones de vida, casi sin acceso a agua potable, combustible, energía eléctrica, medicamentos e incluso comida. Israel está promoviendo un verdadero genocidio frente a los ojos del mundo.
Además del bloqueo económico y de los bombardeos, Israel anunció que realizará una invasión terrestre en gran escala para “eliminar” el Hamas. Para ello, el gobierno de Netanyahu movilizó a más de 350 mil reservistas, que se sumaron a los 150-180 mil miembros de las FFAA ya movilizados anteriormente.
Sin embargo, pasados 20 días de los ataques, Israel no ha iniciado su operación militar terrestre. Según Netanyahu, la invasión se dará en cualquier momento, aunque no especificó ni cómo, ni cuándo. Según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Israel, Herzi Halevi, la operación aun no se inicia debido a cuestiones “tácticas y estratégicas”.[1]
¿Cuáles serían, entonces, estas “cuestiones tácticas y estratégicas” que hasta ahora han impedido que Israel ocupe militarmente la Franja de Gaza? Esto es lo que queremos discutir en esta breve nota.
Los problemas militares de la invasión terrestre
Altos oficiales y políticos de la administración de Joe Biden han demostrado, en los últimos días, gran preocupación acerca de la posible ocupación de la Franja de Gaza por tropas israelíes, manifestando dudas sobre cuáles serían los objetivos precisos de la acción y si el ejército israelí estaría capacitado para llevarla a cabo exitosamente.[2] Esto debido a varias características de Gaza y de la resistencia palestina, que podrían generar altos costos al ejército israelí.
El primer gran problema que tiene Israel tiene que ver con las áreas urbanas. Gaza es una pequeña franja de tierra altamente poblada y con grandes ciudades, repletas de edificios, casas, escuelas, hospitales, etc. Invadir un área urbana es por si solo un desafío lento e importante. Los bombardeos recientes de Israel, si bien han reducido parte significativa de Gaza a escombros, tampoco disminuyen los problemas, ya que muchos militantes de la resistencia palestina, que conocen mucho mejor el terreno, pueden esconderse en los escombros. Altos oficiales y estrategas norteamericanos comparan una posible batalla en la Franja de Gaza con las mayores batallas que enfrentó Estados Unidos desde Vietnam, como la ocupación de Falluja en 2004 o la toma de Mosul en 2016, ambas en Irak. En ambos casos, las ciudades eran más pequeñas que las ciudades de Gaza y la cantidad de militantes armados de las resistencias eran menores. Para que se tenga una idea, en Mosul el Estado Islámico tenía entre 3 mil a 5 mil soldados armados. Actualmente, se estima que el Hamas tiene entre 30 a 40 mil militantes armados. Mientras la batalla de Mosul costó la vida de más de 10 mil civiles, una posible invasión de la Franja de Gaza por vía terrestre seguramente cobraría la vida decenas de miles de civiles, ya que es imposible diferenciar la resistencia armada de la población civil.[3]
El segundo problema importante que tiene Israel es la red de túneles construida por el Hamas en los últimos años. Se calcula que esta red cubre centenas de kilómetros, conectando edificios, escuelas, mezquitas, etc. Una de las rehenes liberadas por el Hamas hace pocos días describió haber estado al interior de estos túneles.[4] Todos los analistas militares dan especial relevancia a este tema, ya que seguramente sería un factor decisivo para el enfrentamiento. Si bien Israel tiene tropas especializadas para entrar y destruir los caminos subterráneos, como la unidad Yahalom del Cuerpo de Ingenieros del Ejército[5], estas tropas son limitadas y no alcanzarían a cubrir todo el terreno.[6]
El tercer problema de Israel tiene que ver con la moral de sus tropas y las de su oponente. La sociedad israelí ya se encontraba profundamente dividida antes del ataque del Hamas, con un alto índice de rechazo al gobierno de Netanyahu, incluso al interior de las FFAA, debido a su reforma del sistema judicial. Las fallas del aparato de seguridad israelí que permitieron los ataques del Hamas expusieron aún más la fragilidad del gobierno. Si bien después de los ataques del Hamas exista un apoyo mayoritario de la población judía israelí a la invasión de la Franja, la confianza en el gobierno es aún menor que antes.[7] Este factor será decisivo para la moral de las tropas sionistas y podrá generar importantes roces al interior del Estado de Israel durante una posible invasión. Por otro lado, la moral de las tropas de la resistencia palestina es enorme, debido a la brutal opresión que han sufrido en las últimas décadas. Un importante analista militar y coronel de reserva del Ejército de EEUU, Douglas Macgregor, comparó la moral de las tropas del Hamas con la de los soldados del Imperio Japonés durante la II Guerra Mundial.[8]
El cuarto problema que tiene Israel es la hostilidad de la población árabe y musulmana de los países vecinos y la existencia de importantes enemigos armados de Israel. El caso más evidente es el del Hezbollah, partido político libanés que tiene un fuerte brazo armado y ha sido uno de los más duros enemigos de Israel en la región. Desde el ataque del Hamas el último 7 de octubre las tensiones en la frontera entre Israel y Líbano han aumentado, con bombardeos de ambos lados. Israel incluso tuvo que evacuar las ciudades más cercanas a la frontera debido a los ataques del Hezbollah. Las acciones que tomaría el Hezbollah frente a una invasión de la Franja de Gaza por Israel todavía no están completamente claras. Hace pocos días se realizó una reunión entre el secretario general del Hezbollah, Hassan Nasrallah, con dos importantes líderes de la resistencia palestina (uno del Hamas y otro del grupo Jihad Islámica).[9] El Hezbollah ya anunció que, si Israel invade Gaza por tierra, ellos atacarán la frontera norte de Israel. Esto abriría la posibilidad de una batalla con dos frentes para Israel. Otro posible frente sería una rebelión de los palestinos en Cisjordania, que podría poner en jaque la Autoridad Palestina y demandar una intervención más directa de tropas israelíes en ese territorio.
El apoyo de los pueblos árabes de los países vecinos a la causa palestina es otro elemento fundamental de tener en cuenta, ya que ejerce una enorme presión sobre los gobiernos que mantienen alianzas o relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, como el gobierno de Jordania o Egipto. Las acciones de masas en solidaridad con Palestina en los países vecinos demuestran que existe un enorme rechazo a las acciones de Israel, que podrá aumentar exponencialmente si se da la invasión terrestre. Es posible también que se generen nuevas explosiones populares en los países árabes que terminen por chocarse a las dictaduras de la región. Debemos recordar que hasta hace pocos años la región fue completamente sacudida por revoluciones en Túnez, Libia, Siria, Egipto, Yemen, Irak, etc. Otro elemento fundamental que debilitará Israel es la enorme solidaridad al pueblo palestino que se ha manifestado en los países occidentales, con marchas de decenas de miles de personas en países imperialistas, como Reino Unido, Francia y Estados Unidos, lo que podrá debilitar el apoyo de eses gobiernos a Israel.
El peligro de una guerra regional
Los cuatro elementos anteriores generan una situación bastante delicada para que Israel lleve a cabo su acción militar. Gaza podría transformarse en la Stalingrado de Israel. Además de eso, una posible invasión terrestre de Gaza no solo puede costar miles de vidas de palestinos y la destrucción casi completa de la Franja, sino que puede abrir la puerta a una guerra regional, debido a la posibilidad de que países vecinos sean presionados por las masas a tomar medidas contra Israel si éste avanza en su masacre contra los palestinos y abre una nueva guerra contra el Líbano. La posición de Irán también será decisiva en este escenario, ya que este país es un fuerte aliado del Hezbollah y una de las mayores potencias bélicas de la región.
La posible irradiación del conflicto es una de las preocupaciones centrales del imperialismo norteamericano, que ha enviado avisos al Hezbollah y a Irán para que no entren en la guerra y también ha mandado emisarios a distintos países árabes aliados para evitar posibles reacciones contrarias a Israel.[10] Una guerra regional en el Medio Oriente también sería un segundo frente para el imperialismo norteamericano y la OTAN, que ya están involucrados en la guerra de Ucrania, lo que demandaría enormes gastos militares y tendría grandes costos políticos para sus gobiernos.
La posición de Estados Unidos hasta ahora ha sido de total apoyo a Israel. El imperialismo norteamericano sabe que Israel cumple un rol estratégico como “gendarme” del Medio Oriente, una región muy rica en petróleo y necesaria para los intereses norteamericanos. Sin la existencia de Israel, la dominación norteamericana de la región estaría en riesgo. Los EEUU también saben que su posición de apoyo incondicional a Israel les puede traer duras consecuencias, como ataques a sus tropas instaladas en la región (Siria, Irak, Jordania, Kuwait, Arabia Saudita y Emiratos Árabes)[11] o incluso atentados al interior de sus fronteras.
El tablero está armado
El tablero está armado y las piezas se están moviendo. El duro golpe de Hamas a Israel generó una enorme ola de solidaridad al pueblo palestino en todo el mundo y abrió una crisis política y militar que puede tener enormes consecuencias regionales y mundiales. En otro artículo[12] explicamos como la política actual de Israel se puede comparar a la “solución final” del régimen nazi para exterminar a la población judía. El Estado genocida de Israel quiere aprovechar el momento para masacrar y expulsar de una vez a la población que vive en Gaza. Sin embargo, nada indica que podrá hacerlo, ya que la resistencia palestina será feroz. Por otro lado, la posible expulsión de centenas de miles de palestinos de Gaza inevitablemente creará nuevos problemas con los países vecinos, como Egipto y Jordania. Difícilmente Israel tendrá apoyo internacional para la política de barrer a los palestinos de la Franja de Gaza.
Este complejo escenario difícilmente tendrá un resultado inmediato. Es necesario que sigamos analizando paso a paso cómo se desarrollan los acontecimientos para entender el nuevo escenario que se está abriendo en la lucha contra el imperialismo norteamericano y contra Israel en la región.
[1] https://www.timesofisrael.com/idf-chief-says-ground-op-delayed-by-tactical-strategic-matters-rockets-target-center/
[2] https://www.timesofisrael.com/us-said-concerned-israel-lacks-achievable-goals-for-gaza-op-and-that-idf-not-ready/ ; https://edition.cnn.com/2023/10/24/politics/us-military-advisers-iraq-israel-ground-assault-gaza/index.html
[3] https://www.nytimes.com/2023/10/24/world/middleeast/israel-hamas-invasion.html
[4] https://www.nytimes.com/2023/10/24/world/middleeast/israel-gaza-hostages.html
[5] https://www.idf.il/en/mini-sites/the-hamas-terrorist-organization/this-is-the-idf-s-plan-to-combat-hamas-terror-tunnels/
[6] https://mwi.westpoint.edu/underground-nightmare-hamas-tunnels-and-the-wicked-problem-facing-the-idf/
[7] https://www.timesofisrael.com/public-trust-in-government-scrapes-bottom-amid-criticism-for-inadequate-war-response/
[8] https://www.youtube.com/watch?v=CfT5M9yTM2E&ab_channel=InnerVision
[9] https://english.almanar.com.lb/1948784
[10] https://www.timesofisrael.com/liveblog_entry/senior-biden-official-heads-to-region-as-us-works-to-prevent-gaza-war-from-spreading/
[11] https://www.timesofisrael.com/israel-said-to-delay-gaza-invasion-to-allow-us-to-bolster-air-defenses-in-region/
[12] https://litci.org/es/palestina-las-mentiras-del-sionismo-y-la-complicidad-de-los-grandes-medios-de-comunicacion-preparan-el-terreno-para-la-solucion-final-de-israel-en-gaza/
