Una verdadera conspiración imperialista
Julian Assange, cofundador de la WikiLeaks fue preso el jueves 11 de abril, luego de pasar siete años exilado en la embajada del Ecuador en Londres. WikiLeaks se hizo conocida por publicar comunicaciones secretas de varios gobiernos, en particular del gobierno norteamericano. Assange también es acusado de “violación presumida” en Suecia.
Por: Américo Gomes
Con esta prisión, Lenín Moreno entra en la lista de gobiernos que fueron electos presentándose como “progresistas” y acabaron mostrándose grandes aliados, verdaderos “cachorros del imperialismo”. Se junta así a Evo Morales, que recientemente entregó a Cesare Batisti a la policía italiana.
En este caso, se llegó al punto de permitir que la policía inglesa entrase en la embajada ecuatoriana y arrestase a Assange. El gobierno británico, en completa crisis por las votaciones del Brexit, presentó como una victoria la prisión del fundador de la WikiLeaks, y el ministro británico del Interior, Sajid Javid, quedó muy agradecido: “Estoy satisfecho con la decisión del presidente Moreno y le transmito los agradecimientos del Reino Unido por resolver esta situación”.
Los abogados de Julian Assange denunciaron que la prisión abre antecedentes para más ataques a los derechos democráticos, libertad de prensa e individual. Con eso, cualquier periodista puede ser extraditado, para ser procesado judicialmente en otro país por haber publicado informaciones verdaderas sobre ese país.
Secretos imperialistas
La verdad es que WikiLeaks, así como Edward Snowden, cometieron un crimen gravísimo para los gobiernos imperialistas: divulgar informaciones secretas. Para ellos, más grave que cualquier genocidio.
Los bolcheviques y Lenin siempre defendieron el fin de las relaciones diplomáticas secretas entre los países y denunciaban que ellas estaban al servicio de los intereses de los grandes capitalistas internacionales.
Luego de la Revolución Rusa de 1917, los bolcheviques revelaron los tratados secretos firmados por la Rusia zarista con las potencias durante la Primera Guerra Mundial, denunciando la política de anexiones imperialistas de todos ellos.
El estalinismo retomó la práctica de los “tratados confidenciales”, que perjudicaban a los trabajadores y los pueblos del mundo, como el protocolo secreto del acuerdo Molotov-Ribbentrop, que dividía a Polonia, el Báltico, Finlandia y Rumanía entre nazistas alemanes y burócratas rusos.
Trotsky dedicó toda una parte del Programa de Transición a este tema, alertando que incluso los gobiernos burgueses considerados democráticos “paran las investigaciones de los trusts con sus secretos industriales y comerciales”[1] y defienden el principio de “no intervención” en la administración del gran capital. “El secreto comercial, en la época actual, es un complot constante del capital monopolista contra la sociedad”[2]. Denunciaba esa práctica como “maquinaciones de la explotación, del pillaje, del engaño”, anunciando como parte del programa revolucionario de la clase obrera “la abolición del secreto comercial”, como el primer paso en el sentido del control obrero y de un control socialista de la economía. Por eso, decía, la exigencia de nuestra clase debe ser “¡Abajo la diplomacia secreta!”.
Secretos de Estado
El primer informe que dio publicidad a WikiLeaks ocurrió en 2008 y se llamó “El Grito de Sangre”, este detallaba la política del gobierno keniano para matar y hacer desaparecer a jóvenes, incluyendo dos abogados que realizaban investigaciones. Con esta divulgación ganaron el Premio Amnesty International New Media, en 2009.
Assange volvió a las noticias internacionales a inicios de 2010, cuando la WikiLeaks publicó un video de un ataque de helicópteros norteamericanos Apache (con visión nocturna y sensores de blancos) que mató a 18 personas en Bagdad, en 2007. Entre los muertos había dos reporteros de la Reuters. El video era información confidencial del Ejército americano.
Ese mismo año, el grupo divulgó más de 90.000 documentos secretos detallando la campaña militar de los EEUU en Afganistán; 400.000 informes militares internos de los EEUU sobre las operaciones en Irak; 250.000 telegramas confidenciales de las embajadas de los EEUU, entre otros documentos.
Estas divulgaciones fueron consideradas un crimen inadmisible para el gobierno norteamericano, y Assange pasó a ser el enemigo declarado de los EEUU (que exigen su extradición, acusándolo de piratería informática y conspiración) y de varios países imperialistas.
I love Wikileekes[3]
Pero Assange está lejos de ser un revolucionario bolchevique. Para mantener su negocio estableció relaciones secretas también con gobiernos burgueses y con empresas multinacionales. En la embajada recibió visitas ilustres como la de Lady Gaga y de actores como John Cusack y Pamela Anderson.
En los EEUU, como los demócratas estaban en el gobierno, y demostraron que en la defensa de los secretos de Estado actúan como los republicanos, Hillary Clinton, que era Secretaria de Estado, hizo de Assange su enemigo personal. En contrapartida, sin intimidarse, días antes de la Convención Demócrata, WikiLeaks filtró un archivo con 19.252 e-mails de la dirección del Comité Nacional del Partido Demócrata, con varias informaciones de negociados de los Clinton y de la dirección demócrata. Entre ellos, los que comprobaban que las primarias del partido fueron manipuladas y que Bernie Sanders nunca tuvo chance.
Michael Cohen, ex abogado de Donald Trump y que recientemente llamó a este, en su testimonio en el Congreso, de “racista, charlatán y tramposo”, afirmó que en las elecciones de 2016, Trump sabía de las articulaciones y los contactos de su consejero Roger Stone como WikiLeaks para filtrar e-mails que perjudicasen la campaña de Hillary, y que eso era hecho en connivencia con empresas ligadas al Kremlin.
La WikiLeaks siempre negó hablar con Stone. Pero el propio Stone confirmó haber hecho contacto, durante la campaña, con Assange y con el clandestino hacker “Guccifer 2.0”, supuestamente rumano y responsable por las “escuchas”.
En este mundo gris del espionaje es difícil saber la verdad. Pero el hecho es que Trump declaró en varios momentos: “WikiLeaks, amo WikiLeaks”, por ejemplo, en las convenciones de Pensilvania y Ohio. Y representantes de WikiLeaks pidieron a Trump Jr. que usase su influencia con el padre para garantizar una indicación de Assange como embajador en Washington, con el objetivo de evitar su prisión.
El alemán especialista en computación, Daniel Domscheit-Berg, que trabajó en WikiLeaks y escribió el libro Los bastidores de WikiLeaks, es constantemente amenazado por Assange para que no divulgue informaciones de su empresa. Contradicciones de empresario que administra un “negocio” por encima de todo. Domscheit-Berg afirma que, por causa de eso, todos los nuevos funcionarios y colaboradores tienen hoy que firmar una cláusula de sigilo, con una multa para quien lo infrinja, de 12 millones de libras.
Guerra jurídica
Ahora se van a entablar varias batallas jurídicas, la primera sobre la extradición de Assange, que puede durar meses o años, y muchas páginas y noticias en los diarios. A seguir, el debate sobre si Assange actuaba como periodista y editor y, por lo tanto, sobre protección de la Constitución de los EEUU y la Primer Enmienda, o como espía.
El gobierno de los EEUU acusa a Assange de espionaje y de ayudar a la ex analista del Ejército, Chelsea Manning, a piratear ilegalmente “una seña almacenada en los computadores del Departamento de Defensa de los Estados Unidos”.
Una frontera tenue, pues el norteamericano Edward Snowden, ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y de la CIA, con las pruebas categóricas obtenidas en su trabajo, demostró que las agencias norteamericanas desarrollan programas de vigilancia en masa, monitoreando e-mails, mensajes, facebooks y skypes, a través de programas de vigilancia global de la NSA como XKEYSCORE o XKS[4] y PRISM[5].
Así como denunció que la NSA recolectó diariamente datos telefónicos de millones de clientes de la Verizon, uno de los mayores proveedores de telecomunicaciones de los EEUU, y que cualquier computadora o laptop puede ser accionada remotamente, en cualquier parte del mundo por los agentes de la NSA. Incluso esta agencia mantiene, en Alemania, una fábrica de software de invasión, donde contrata hackers de toda Europa para escribir códigos visando el acceso a celulares y otros dispositivos conectados, en una gran operación de espionaje cíber-vigilancia.
Por la amplia libertad de información. Libertad a Assange, Manning y Snowden
Es muy probable que Julian Assange haya obtenido ventajas personales y financieras por toda la divulgación que hizo. No obstante, todo este material sirvió para que los trabajadores, de todo el mundo, entendiesen, una vez más, las mentiras y la corrupción de sus gobiernos. Particularmente, cómo estos ganan ríos de dólares con armamento y negociados en las guerras por el mundo.
Manning y Snowden estaban ciertos en divulgar informaciones que Assange y WikiLeaks recibieron y distribuyeron, como cualquier otro medio de divulgación. El material de Afganistán, por ejemplo, fue coordinado con periódicos y revistas como The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, así como los documentos sobre la prisión de Guantánamo y la corrupción en Kenia. Y, fundamentalmente, las informaciones eran verdaderas.
Manning cumplió siete años de prisión, de los 35 de su condena, en una prisión militar, antes de ser amnistiada por Barack Obama. En marzo, fue nuevamente detenida por negarse a ir a un tribunal a testificar en el proceso de la WikiLeaks. Snowden vive en un autoexilio en Moscú. Y ahora, Assange está preso.
Todos descubrieron, de la peor forma, que en la defensa de sus informaciones secretas, Demócratas anti Bush no son diferentes de los Republicanos, e incluso durante el gobierno Obama las llamadas “quiebras de seguridad operacional” eran violentamente reprimidas.
Por eso, es una obligación de todas las organizaciones del movimiento obrero y popular luchar por la libertad y por el fin de la persecución a Assange, Manning y Snowden. Sus prisiones y persecuciones significan un ataque más a las libertades duramente conquistadas por las luchas de los trabajadores en todo el mundo.
Notas:
[1] TROTSKY, León. “Programa de Transición”.
[2] Ídem.
[3] https://brasil.elpais.com/brasil/2019/04/12/internacional/1555095425_235074.html
[4] Programa Mundial de Vigilancia de la NSA que permite que sus analistas hagan investigaciones en e-mails, conversaciones online y búsquedas de internet de millones de personas alrededor del mundo.
[5] Mantenido en secreto desde 2007 hasta 2013 cuando fue divulgado por The Guardian, sobre la base de documentos de Edward Snowden, en el cual empresas que suministran servicios en la internet, recolectan los datos de sus usuarios para proveer a los servicios [de inteligencia]. Por ejemplo: Gmail, Webmail, Skype y YouTube. Incluye histórico de investigaciones, contenidos de e-mails, transferencias de archivos, videos, fotos, llamadas de voz y de video, detalles de las redes sociales y logins, con acceso directo a los servidores de Google, Facebook, Apple, Microsoft. Yahoo!, AOL, Paltalk y otras gigantes de la internet.
Traducción: Natalia Estrada.